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3 | +Sweet Damn+

+🍬+☠+🍬

La puerta de mi habitación se abrió y con una pequeña sonrisa, la cara de Mandy apareció. Le sonreí de lado, mientras seguía guardando lo que creí necesario para mi viaje. Frunció el ceño cuando me vio echando cosas a la maleta que me llevaría a Estambul.

—¿Te irás de viaje? —preguntó con tono confuso.

Cogí aire antes de decirle mi nuevo estatus sentimental.

—Me voy a Estambul por un año.

—¿Qué? Pero si no conoces a nadie por allá.

—Claro que si, mi esposo vive allá.

Suspiró con tranquilidad.

—Bueno, al menos tu esposo está... —me miró azorada —. ¿Qué? ¿Tu esposo?

—Así es, Mandy. Me casé con un turco. —cerré el cierre de la maleta y la miré.

—¿Cómo qué te casaste? Acabamos de sepultar a Mason, ¿te volviste loca?

Sollocé y me dejé caer en la cama.

—Lo sé, Mandy, pero mi madre está muriendo y no puedo permitirlo. No puedo dejarla morir a ella también.

Se sentó a mi lado y me abrazó.

—¿Pero por qué te tienes que ir a Turquía? —su voz se quebró y me miró con las lágrimas calientes bañando su rostro pecoso.

Tomé sus manos y les dí un pequeño apretón.

—Es por el bien de mi madre, Madelaine. Es un trato que le salvará la vida.

La pelirroja asintió triste y suspiró.

—¿Y por qué no me ibas ha decir nada?

—Sabes que odio las despedidas dramáticas, además —me limpié la cara con un pañuelo y luego le ofrecí otro a ella —, bastante dolor tengo con lo de Mason y no quería agregarle más sal a la herida.

—Tienes, razón. —sonrió cabizbaja, luego su celular sonó y lo sacó de su pantalón, se disculpó y caminó hacia mi balcón.

Suspiré, mientras ella hablaba por teléfono yo fui a mi tocador, tomé el peine que me regaló Mason junto al anillo que su padre me dio, pues dijo que con ese anillo él me pediría matrimonio.

Apreté la cajita de plástico en mi pecho y sollocé una vez más con aflicción.

—Troy me llamó —dijo Mandy, sin darse cuenta que comenzaba a llorar nuevamente. Le di la espalda y me limpié los ojos, metí la cajita y el peine dentro de la maleta —, ya le he contado lo que está pasando y viene para acá. —me avisó, mientras me miraba melancólica.

—Bien —suspiré —. Sólo por hoy.

Bajamos las escaleras y en el lobby, mi mamá, mi nana y por supuesto mi padre, me esperaban.

—¿Por qué aceptaste tal locura? —inquirió mi mamá con los ojos nublados.

Miré a mi padre y este negó. Resoplé y solté el asa de mi maleta para acercarme a ella.

—Lake es un buen tipo, mamá —mentí solo para aliviar su desasosiego, por que ni yo misma sabía si de verdad era tan bueno como aparentaba ser —. Sólo será por un año, luego de eso volveré y tú estarás bien para que vayamos a la playa donde nadabamos cuando yo era niña.

Mi madre acarició con delicadeza mis mejillas y luego mi cabello, sus ojos verdes lucían rojos.

—Me duele que te esté pasando todo esto, mi amor.

Tomé sus manos y les dí un beso.

—Y a mí me dolía más verte y sentirme impotente, déjame ayudarte, te prometo que en un año estaremos juntas. —besé sus mejillas y tomé mi maleta que mi amiga sostenía.

Me despedí de mamá, quien lloró rabiosa al saber lo que había hecho mi padre. Sabia que no era tonta.

—¡¿Cómo se te ocurrió casar a la niña con un completo desconocido, Henry?!

Mi padre bajó la cabeza abatido ante las acusaciones severas de mamá.

—Te he dicho que yo accedí, mamá. No iba a permitir que tú también me dejarás, así que no digas que obré mal, por que mi corazón no lo siente así. Además, Lake es un buen hombre y sé que me tratará bien.

—¿Y Mason? —su recuerdo casi me hizo llorar. Pero suspiré y me llevé la mano al corazón.

—Viene conmigo, por que mientras yo viva y lo siga amando, él vivirá en mí.

El timbre de casa sonó, mi padre, quien estaba a escasos centímetros de la puerta, la abrió y en el pórtico apareció Troy, con un ramo de rosas rojas en mano y los ojos llorosos.

—No te podías ir sin despedirte de tu mejor amigo, tramposa. —acusó dolido.

Las lagrimas volvieron a escocer en mis ojos, me acerqué a él y lo abracé.

—Nunca lo haría. Perdóname, Troy.

Me estrechó con fuerza.

—A menos que no tuvieras elección. —susurró, dándome las rosas y besando mi frente.

🍬☠

Subí al lujoso jet de los Öztürk, donde solo el abogado, una sobrecargo rubia de pechos exuberantes y yo (sin contar a los dos pilotos), viajábamos en un silencio dentro de lo que cabe, cómodo.

—¿Les ofrezco algo? —preguntó la sexy azafata.

El abogado negó sin mirarla, pues él veía su laptop con el ceño fruncido.

—Todo está bien, gracias. —dije sin ánimos.

Ella asintió y regresó a su lugar.

Luego de un rato pensando, me agoté mentalmente y cabeceé un par de veces, pero rápidamente volví a reponerme por la pena de caer rendida ante el cansancio. El rubio me miró y sonrió, le devolví el gesto un tanto agria y miré por la ventanilla circular, que me mostraba la oscuridad del cielo nocturno.

—Si gusta, puede descansar un poco. Hay una cabina al fondo con una cama que el hermano menor del señor Öztürk, instaló dentro de este jet para un viaje cómodo. —su amabilidad me resultó tentadora, pues claro que en este momento lo que más deseaba era una cama cómoda donde recostar mi espalda cansada.

Pero decidí declinar la oferta por el bien de mi primer impresión como la señora Öztürk.

—Gracias, pero estoy bien, no tengo sueño.

El hombre enarcó una de sus cejas pobladas y luego hizo un mohin con los labios.

—Cómo quiera, pero el viaje es largo a Estambul.

—¿Cuánto?

—Veinte horas con cuarenta minutos, de las cuales apenas llevamos cuatro.

Dieciséis horas y cuarenta minutos era más de medio día, así que un poco reacia, accedí.

—Bien, pero solo descansaré por un rato. Y prefiero hacerlo aquí. —me acomodé en el asiento.

—Claro, como usted guste, igual ahora usted es la dueña de este Jet y puede hacer lo que le plazca.

Me sentí un poco incómoda ante eso último, por que estaba muy lejos de sentirme como la ama y señora de las cosas materiales que poseía el marido al que nunca conocería. Le sonreí "genuina" y le di la espalda al girar mi cuerpo a la ventanilla.

Cerré los ojos y me quedé dormida un rato durante el trayecto, no creí dormir mucho. Cuando sentí mi mejilla derecha recargada sobre algo duro, desperté confusa y al ver en lo que estaba recargada me alejé y miré apenada al tipo a mi lado. Por un instante me quedé pasmada ante el par de ojos rasgados de color zafiro que me miraban con un deje de diversión; y no era el abogado.

Instintivamente me eché para atrás sorprendida de seguir muy pegada a él, y él removió el hombro en el que descansaba mi cabeza minutos antes.

—Günaydın. —dijo el hombre con una sonrisa, mientras que algunas hebras de su cabello en color rubio caramelo, caían de manera rebelde por su frente.

"Buenos días".

—¿Qué? —le pregunté sin saber que dijo.

Sonrió más animado y se aclaró la garganta.

—Te dije, buenos días. —repitió perfectamente en mi idioma, sin dejar de lado su marcado acento.

Espabilé un poco y pestañeé unas cuantas veces para reponerme.

—Oh, buenos días, lamento lo que pasó. —respondí acomodando mi asiento y miré por la ventanilla percatándome de que aún estábamos en el vuelo.

Si aún estamos volando, ¿cómo rayos subió este hombre abordo?, si se supone que sólo eramos cinco personas en el vuelo (el capitán, el copiloto, la sobrecargo, el abogado y yo).

A menos qué él ya viniera en el jet, desde antes de que yo subiera. Lo que quería decir que...

Lo miré con los ojos abiertos.

—¿Lake? —frunció el ceño ante mi pregunta, luego sonrió y se frotó la barbilla haciéndome sentir molesta por la falta de seriedad que le tuvo a nuestro trato —. Creí haberte dicho que tú y yo nunca nos íbamos a conocer, acepté casarme contigo por la salud de mi madre...

—Oye, tranquila fiera.

—¿Disculpa? —me crucé de brazos, irritada.

Sonrió al parecer cuando "descubrió" que yo era su esposa.

—Oh, ya entiendo todo. —espetó, mientras recargó su cabeza en el respaldo del asiento.

Blanqueé los ojos. Giró la cara y me sonrió nuevamente.

—No soy Lake.

Suavice mi expresión pero igual lo miré confusa.

—¿No?

Negó alegre.

—No puedo creer que ese loco lo haya hecho. A Freya no le va a gustar nada de esto.

—¿Quién es Freya? —curoseé un poco tranquila de no estar en la presencia del hombre con el que me casé.

El hombre suspiró.

—Una víbora, espero de verdad que nunca se conozcan, por que es una mujer muy venosa —se acercó un poco más y susurró —. Creo que es reptiliana y mi hermano es su títere personal. —me guiñó amigable.

Lamí mis labios y le pregunté por el susodicho.

—De acuerdo, reptiliana —asintió y finalmente pregunté —. ¿Y Lake?

Encogió los hombros.

—Él no es reptiliano, solo es estúpido, pero no te preocupes estarás a salvo. —guiñó.

—No hablo de eso.

—Sé de que hablas, y te aseguro que si mi hermano te dijo no presentarse ante ti y su matrimonio es por convenio, todo saldrá de acuerdo al plan. Y tú, Freya y Lake, jamás coincidirán y todos felices y contentos.

La sobrecargo apareció y le dio una copa con un licor blanco como la leche. Y supe que era licor por su olor a alcohol.

—¿Quieres un Rakı? —me ofreció.

—¿Un qué?

Sonrió y me tendió la copa, negué pero él insistió. La tomé un tanto renuente, le di un pequeño sorbo y oh.por.Dios.

—Sabe delicioso, ¿de qué es? —pregunté mientras le daba otro trago más largo.

El chico sonrió y le pidió otra copa a la mujer, quien fue gustosa a prepararle su trago.

—Es Yeni Raki.

—Sabe delicioso, ¿de qué es? —admití.

—Lo es, el Yeni Raki se elabora con zumo de uvas de gran calidad y anís cultivado en Turquía. Y es el ingrediente principal que le aporta su particular sabor y carácter —recibió su nueva copa y brindó conmigo —. Salud, por mi nueva cuñada que espero sea el antídoto para salvaguardar la integridad de mi hermano, ante las constantes manipulaciones de los reptilianos que conspiran en contra de sus decisiones.

Arrugué la frente y lo miré extraña.

—¿Estás bien?

—Solo brinda conmigo, salud. —repitió y chocó su copa contra la mía.

—Salud.

Bebimos unas cuantas copas y entre brindis y charlas motivacionales, el viaje se me hizo más corto. El abogado por su parte, no se dejó son sacar y prefirió guardar su postura de hombre de negocios.

Cuando el Jet, finalmente llegó a su destino, descendimos de el y una limusina negra ya esperaba por nosotros, cerca de la pista.

—Señora Öztürk, aquí me despido. —dijo el abogado, estirando su mano en mi dirección.

La tomé alegre, pues aún estaba un poquitín ebria y la sacudí con brusquedad.

—Gracias por traerme bien lejos de mi casa, espero verlo dentro de un año ya con mi libertad en sus manos —reí como demente —. Salúdeme al imbécil de mi parte, y dígale que Lizy ya está en sus tierras como lo prometió.

El abogado resopló y saltándose de mi agarre, acomodó su saco, hizo una pequeña reverencia y se dio la vuelta para irse hacia un auto rojo al que no le vi la marca. Encogí el hombro y cuando volteé a ver a mi "cuñado", este estaba a una pequeña distancia discutiendo por teléfono. Cabe decir que a pesar de que estaba gritando con enfado, no entendí nada de lo que dijo por que estaba hablando en turco y no traía subtitulos.

Una ráfaga de viento fresco, sopló el cielo tardeado de Estambul, haciendo que mis brazos se sintieran erizados y me abracé yo misma, buscando calor. Lo vi decir un par de cosas más y colgó la llamada, caminó hasta mí y suspiró.

Ahora veía lo gigante que era. De mínimo yo le llegaba por la mitad de su hombro.

—Vamos, te llevaré a tu nueva casa.

Se quitó su chaqueta y la puso sobre mis hombros.

—¿Como te llamas? —le pregunté mientras me llevaba a la limusina.

El chófer ya nos tenia la puerta abierta, así que subí yo primero y detrás de mí, subió él. Ya montados, me miró y dijo.

—Soy Yasli Öztürk, el hermano menor de tu querido esposo.

Bufé y me recosté sobre el respaldo del sillón de la limusina. Todo me daba vueltas.

—Él no es mi querido esposo, es más, ni siquiera lo considero mi esposo.

—¿Ah no?

—No, solo somos dos personas con un trato en común.

—¿Como socios?

—Así es, y nada más.

Asintió con una pequeña sonrisa.

—¿Y tú, como te llamas?

—Charlize Olsen.

—¿Inglesa?

—Soy Australiana.

—Pues bienvenida a Turquía, Dulce.

Elevé una ceja ante el nombre que pronunció, pero no le dí tanta importancia.

🍬Tres meses después

—Me alegra ver que estás bien, mamá.

●Si, los doctores dicen que la enfermedad se está erradicando y que es un milagro.

Sonreí y asentí ante la cámara.

—Lo es, mamá, es un milagro.

Ella también sonrió y luego suspiró.

●¿Y cómo es Lake contigo?

Tomé aire y me removí un poco incómoda, pues odiaba mentirle respecto a él.

—Es bueno, aunque casi siempre está de viaje y nos vemos muy poco — no quería que ella supiera que aún no conocía al susodicho —, pero es mejor así.

Mi madre pareció triste.

●Espero poder conocerlo pronto.

—No lo sé, Lake es más difícil de conseguir que al presidente.

Reímos un poco, pero la risa a mí no me duró mucho, por que en ese momento mi padre apareció en la cámara e intentó saludarme pero no se lo permití y espeté mordaz.

—Ya me voy, mamá, mi clase para aprender Turco ya casi empieza. No olvides llevarle las rosas a Mason, por favor.

—Descuida amor, no lo olvidaré.

—Te amo, mamá, gracias, estamos en contacto.

No le di tiempo a responder, le di fin a la video llamada y suspiré. Me quité los lentes y froté mis ojos con cansancio. Me paré del escritorio y me fui directo a la ducha, me metí al jacuzzi y me despoje de mis dolencias y me permití relajar en el agua caliente. Hoy era un día triste para mí, por que se cumplía el tercer mes de la muerte de Mason, y había amanecido depresiva.

Cuando salí del agua (casi dos horas después y hecha una pasa), bajé al comedor y Nevin, la mujer que se dedicaba a cocinarme deliciosa comida turca, ya tenía la mesa puesta.

—Günaydın Nevin'im. —me senté en mi lugar de siempre y la mujer me sonrió dulce.

"Buenos días, Nevin".

—Zaten dilimi daha iyi kullandığını görüyorum. —dijo, mientras me servia porciones de sus guisos en mi plato.

"Veo que ya está manejando mejor mi idioma".

Le di las gracias cuando puso el plato frente a mí y ella asintió alegre.

—Yaslı ve Nazlı mükemmel öğretmenlerdir, onlara sahip olduğum için çok şanslıyım.

"Yasli y Nazli son excelentes maestros, soy afortunada de tenerlos".

Si, hablaba de mi querido y atento cuñado, quien él junto a su hermosa y amable novia, Nazli, me enseñaban casi a diario su idioma natal.

Nevin sonrió, y asintió en total acuerdo. Como siempre, se sentó en la mesa conmigo y juntas comimos en un silencio cómodo.

●¿Como te va en la escuela?

—Bien. —dije sin más, mientras cepillaba mi cabello en el tocador.

●Me alegra, Lizy. Sabes que soy tu tutor en el instituto y pronto sabré si me mientes o no.

Rodé los ojos ante el control de papá que quería manejar conmigo y resoplé.

—Creí que eramos socios, no te va eso de ser mi padre y mucho menos controlar las cosas que hago. —le recrimine, atando mi largo cabello en una coleta.

Él suspiró.

●Lo siento, pero en serio me preocupas, Lizy y quiero aunque sea a la distancia, ser parte de tus logros.

—Claro, y entonces ¿por qué no me quieres dejar trabajar?

●Te doy todo, ¿qué te hace falta?

—Te dije que no tomaré ni un centavo más tuyo, quiero tener mi propio dinero, Lake. ¿Por qué lo haces tan difícil?

●También es tu dinero, Charlize, por que mientras estés casada conmigo, todo lo que tengo pasa a ser tuyo.

Rasqué mi ceja y me puse de pie.

—¿Entonces es un no definitivo?

●Estudia mucho, échale ganas a la escuela y te juro que en nueve meses podrás trabajar en donde tú quieras.

Gruñí desquiciada ante sus palabras.

—¡Eres un imbécil machista!

●Lizy, cálmate.

Resoplé.

—Ya me voy, saldré con unas amigas a un bar y me gastaré la mitad de tu fortuna en muchísimo alcohol.

●Así está mejor. Oh, y recuerda, no quiero que te dejes engatusar por otros hombres, la fidelidad la tomo muy en serio. Eres mi mujer ante la ley y necesito que seas leal al papel de la señora Öztürk, ¿entendido?

Casi se me cayó la mandíbula a los pies.

—¿Es en serio? ¿Pero tú si puedes seguir poniéndome el cuerno con esa tal Freya?

●Te dije que ya la dejé. Además te he dicho que puedes divertirte cuando quieras, no estas recluida, solo no me seas infiel por nueve meses. Tengo entendido que mi hermano y Nazli te ven a diario. Puedes salir con ellos si quieres, no tengo problema.

Esta era la sexta vez que discutía con Lake por teléfono. Bajé a la cocina y abrí la nevera, tomé una manzanas y la miré sin morderla.

—Pues lo hago, me divierto mucho con ellos, pero de eso ha querer trabajar por mi propia cuenta, son dos cosas diferentes, Lake. —le mordí a la fruta mientras el teléfono descansaba sobre mi escritorio con el altavoz activado.

Exhaló.

●Es que no le veo el caso a que quieras trabajar, Lizy. ¿Te hace falta algo? ¿Te han pedido algo en la escuela? ¿Consumes drogas?

Rasqué mi cuello y gruñí frustrada, mientras me pasaba el bocado.

—¡En serio eres imposible, Lake Öztürk!

●Hagamos una cosa, si subes tu promedio al final del semestre, te dejaré trabajar de lo que quieras.

—Ya sabías el resultado de mis calificaciones ¿no?

●Llegaron hace cinco minutos y déjame decirte que no estoy para nada contento con ese promedio.

Rodé los ojos.

—Supéralo.

●Supera tu promedio y te prometo dejar que trabajes en donde quieras.

—¿Y podré salir con otros hombres?

Rió ronco y fuerte.

●Soy tu esposo, Lizy y si tu sueño es ser una sapık (pervertida)... yo te apoyaré.

Sonreí.

—Púdrete, te recuerdo que tu hermano me ha enseñado lo básico de tu lengua y sé perfectamente que me has llamado pervertida.

●Tú me llamas imbécil.

Me recordó con severidad.

—Por que lo eres, mira nada más como te pones porque te he dicho que quiero trabajar por mi cuenta. Actúas como un imbécil machista.

●¡Auch!

—Como sea, hablamos luego y de verdad espero que no le sigas engañando, al menos guardame fidelidad hasta el termino del matrimonio. —lo prometió y yo estaba a punto de colgar, pero...

●¡Lizy!

Resoplé.

—¿Qué pasa?

●Salí del país, voy rumbo a Corea del Sur, iré a ver personalmente a mi inversionista principal y temo que tal vez volveré en un mes. Aunque no es seguro, pero ¿estarás bien?

Tenia ganas de reírme ante su estúpida pregunta, pero lo deseché y decidí ser muy... demasiado honesta con él.

—Hoy hace tres meses que Mason murió y he sobrevivido doce semanas sin él, sin sus besos ni sus caricias. Sin poder ir hoy personalmente al cementerio y sentarme en su lapida y dejarle flores en ella —tomé aire y continué cuando él se quedó callado —. Discúlpame, Lake, pero contigo no he ido más allá de discusiones estúpidas por teléfono, así que por mí tardate los nueve meses que nos faltan para nuestro divorcio, por que yo estaré bien. Siempre lo estoy y no te he necesitado para estarlo.

Lo escuché suspirar fuertemente, tal vez se sentía avergonzado por su pregunta.

●Si no estoy contigo, es por que cumplo con tu petición. Pero si tú me lo pides, yo podría estar a tu lado para felicitarte, abrazarte y aplaudir todos tus logros e incluso tus errores. Solo pídelo, Lizy.

Mordí mi labio, dejé la manzana mordida sobre la barra y miré el teléfono.

—Olvídalo, tú tienes tu vida y yo la mía. Y sabes que ninguno se podría acoplar a las reglas del otro.

●Lo siento, Lizy, tienes razón. Cuídate mucho.

—No te preocupes, ten un buen viaje, Lake.

🍬☠

Había pasado una semana desde que hablé con Lake. Luego de eso, Nazli me convenció hoy para salir con ella y sus amigas a una discoteca para limar asperezas con mi yo interna. Así que cuando llegué del instituto, me cambié el uniforme escolar y me metí a la ducha.

El tiempo se fue rápido y cuando la hora llegó, opté por llevar un vestido transparente negro, con un body del mismo color debajo y unas zapatillas en color plata. Mi pelo rubio lo dejé suelto y mi maquillaje era sutil, preciso para una mujer de diecinueve años, como yo.

Sonreí cuando me vi al espejo, tomé mi bolso y eché las llaves, mis tarjetas bancarias y mi teléfono. Bajé las escaleras y Haluk, mi chófer, me esperaba en el lobby.

—İyi akşamlar Öztürk Hanım.

"Buenas noches, señora Öztürk".

—Merhaba Haluk, bu gece dinlenebilirsin. Nilza benim için gelecek. —le avisé con amabilidad.

"Hola, Haluk, puedes descansar esta noche. Nilza vendrá por mí".

Él asintió y sin nada más que decir, se dio la vuelta y se marchó. Cinco minutos después, Nilza ya estaba parada en la puerta principal, luciendo un vestido corto y pegado en color verde botella, con tacones negros y un bolso gris oscuro Dolce & Gabbana.

—Amiga, te ves di.vi.na. —alabó mi vestido revelador con carisma.

Si, así como ella me enseñaba turco, yo le enseñaba inglés y ya era muy buena manejando mi idioma.

—Gracias, amiga. ¿Nos vamos?

—Claro, andando, que la noche es larga.

♡♡♡

Asya, Gönül, Cansu y Amira, nos esperaban en la sala VIP, cortesía de mi amable cuñado y novio de mi mejor amiga.

—¡Hola, chicas! —caturreamos todas al unísono.

Pedimos los tragos, los bebimos y bailamos hasta dónde el cuerpo nos daba. Fui a la barra y pedí otra botella, al recibirla y darme la vuelta, choqué contra una mujer a quien sin querer le tiré uno de los tragos sobre su vestido blanco que se tiñó de un café.

—¡Sen aptal bir kaltaksın! —bramó colérica.

"Eres una perra, estúpida".

—Özür dilerim, öyle demek istemedim hanımefendi. —intenté ayudar a limpiar la mancha de su vestido, pero ella me manoteó y me miró mal.

"Lo siento, no fue mi intención, señorita".

Un hombre de traje negro y alto se acercó a la mujer, le pidió unas servilletas al barman y él mismo comenzó a limpiarla con sutileza.

—¿Ne oldu? —preguntó el hombre, y es que a pesar de que la música sonaba, su fuerte voz se logró escuchar.

"¿Qué pasó?"

—Bir kazaydı, onu görmedim. —dije, logrando que la mirada aniquilante de aquel hombre, cayera sobre mí.

"Fue un accidente, no la vi".

Su mirada de un azul zafiro y en forma de amendras, me barrió de pies a cabeza, luego, exhaló y regresó su mirada a la mujer del vestido blanco, que a mi punto de vista era una bruja.

—Ona gitmesini söylemelisin tatlım. Bu kadar beceriksiz bir kadın bizim gibi insanlarla yaşayamaz. —rogó la mujer de cabello oscuro al tipo.

"Tienes que decirle que se vaya, amor. Una mujer asi de torpe, no puede convivir con gente como nosotros".

Arrugué la frente ante su petición narcisista y me acomodé a mi postura no tan alta como lo eran ellos.

—Gitmelisiniz bayan —dijo el hombre, quien hizo una seña y un par de hombres se acercaron y sin decir nada, me tomaron del brazo —. Onu dışarı çıkarın ve geri dönmeyeceğinden emin olun.

"Tiene que irse, señorita" "Saquenla y asegúrense de que no vuelva".

—Dinle ama eğer bilerek yapmadıysam bu bir kazaydı ve özür diledim. —luché por zafarme del agarre de los hombres, pero fue inútil.

"Escuche, pero si no lo hice a propósito, fue un accidente y le pido disculpas".

El hombre que atendía a la que supuse era su novia, me detalló como si fuese una cucaracha y les hizo una seña con la cabeza y fue así que me llevaron a la fuerza hacia la salida, frente a varias personas que parecían cohibidas por su petición.

—Bırak beni, ¿senin derdin ne?

"Suelténme, ¿qué les pasa?"

La humillación y la furia eran tantas, que me dieron ganas de llorar del coraje. Esto lo iba a saber Lake, él con su poder pondría a este par en su lugar. Lo llamé pero su número sonaba apagado, remarqué tres veces más y nada. Me di por vencida a la sexta vez y pateé la puerta, logrando que mi tobillo se torciera y me hiciera gemir del dolor.

—Mierda, no puede ser.

—Se encuentra bien? —el hombre con un corte al estilo de los K-dramas, se hincó frente a mí —. ¿Puedo? —asentí y él tomó mi tobillo, para comenzar a revisarlo —. Parece que está bien, no se fracturó.

Me miró desde su postura y me quedé dominada por su bonita cara de porcelana. Era un coreano, no había duda y ahora entendía un poco más lo de su corte de cabello. Sacudí ligeramente la cabeza y sonreí.

—Estoy bien, solo fue una mala noche.

Se paró frente a mí y metió las manos dentro de sus bolsillos del pantalón negro de vestir, que llevaba puesto.

—Vi como la han echado del lugar.

Me sentí avergonzada ante su confesión.

—Fue un accidente, creo que el dueño del lugar fue quien dio la orden y no puedo volver. —admití con las mejillas rojas y la cabeza hacia abajo.

La puerta trasera se abrió abruptamente y de nuevo aquel hombre imponente y soberbio, se paró frente a nosotros. El asiático que estaba a mi lado resopló y llevó sus manos dentro de las bolsas de su pantalón, pareciendo tranquilo.

—Böyle bir kadının böyle bir yere tek başına gelemeyeceğini tahmin etmeliydim —oía las palabras que decía y atrapé su tono burlesco y su mirada era de repugnancia al verme, mientras me insultaba —. Beni hayal kırıklığına uğrattın Han, senin daha iyi zevklerin olduğunu sanıyordum.

"Debí suponerlo, una mujer como esta, no pudo haber llegado sola a un lugar así. Me decepcionas Han, te creí con mejores gustos".

Era un maldito hijo de perra, pero lo que él desconocía, es que yo era una puta bruja vengativa y esa seria mi ventaja.

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Con cariño infinito, Ana. 💃⚘💐❤

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