Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

¿Cuándo?

—Yo preocupada, creyendo que no te gustaría la sorpresa y tú pensando en cosas pervertidas. 

—Todo lo que te pongas te queda bien.

—Bien, ya me viste, ahora te toca a ti. 

—¿A mí? 

—Sí—le extendí el suyo y no dudó en tomarlo.

Él lo miró curioso, luego fijó su mirada sobre mí. 

—Cada día tus fantasías se vuelven más turbias. 

Fruncí el ceño, soportando esas ganas de insultarlo. 

—Primero te pone caliente verme vestido de mujer y ahora esto. 

—Eres mal pensado. No todo gira en torno a eso. También conseguí uno para nuestra hija—busqué el de Daila en la bolsa y se lo mostré—. Probablemente deba hacerle unos ajustes, pero sé que le quedará bonito. Ve a bañarte y póntelo. Mientras lo haces, iré con nuestra hija y prepararé la comida. 

—¿Segura que quieres hacerlo? Podemos pedir algo y listo. 

—Nunca te he mostrado mis dotes de cocinera. 

—¿Y alguna vez has cocinado?

—Pues sí y no. Siempre tuve el interés de aprender a cocinar, pero mis padres le tenían prohibido a las empleadas que entrara a la cocina. Aun así, la Sra. Liliana era fácil de convencer y persuadir. Ella me dejaba verla cocinar y participar haciendo tareas sencillas. 

—Entonces, ¿nunca lo has hecho sola?

—No. Pero no puedo pretender que todo el mundo haga las cosas por mí. Quiero aprender a cocinar bien, para enseñarle a Daila cuando crezca y no me vea cómo una inútil. 

—Espera por mí y lo hacemos juntos.  

Ha cambiado mucho y me gusta tanto este Sebas de ahora.

[...]

Mientras él se bañaba, aproveché el tiempo para cambiar a Daila y hacerle los ajustes que creí necesario para que estuviera cómoda. Lucía tan hermosa. Un angelito caído del cielo. 

En pleno pasillo, con intenciones de bajar las escaleras con Daila en brazos, vi a Sebastián salir de su habitación. Mis ojos lo examinaron de pies a cabeza. No pensé que se vería tan tierno vestido de oso. Casi me derrito como helado en pleno sol de verano. Incluso vestido de esa forma, luce tan peligroso, como un oso feroz. Estoy a nada de casarme con este hombre. Aun me cuesta creer que sea mío. 

—¿Contenta?

—Te ves hermoso. Tienes tanta suerte de que llevo a Daila en los brazos o te habría saltado encima—sonreí maliciosa. 

—Es una lástima que tendrás que esperar. 

—Tendremos, querido… 

Lucimos como una verdadera familia. Ojalá todos los días fueran así de alegres de hoy en adelante. 

[...]

Mientras estábamos en la cocina, oímos el timbre de la puerta. 

¿Quién podrá ser a esta hora?

Dejé a Sebas en la cocina y me dirigí a atender la puerta. 

—Sr. Damián…

Su mirada me examinó completamente y sonrió ladeado. 

—Lamento la interrupción a estas horas. ¿Mi hijo se encuentra? 

—Sí, está en la cocina.

No había terminado de decirlo, cuando Sebas se asomó, encontrándose con la mirada curiosa y sorprendida de su papá. Su semblante cambió de colores, pude notarlo a simple vista. Conociéndolo, debía sentirse extremadamente avergonzado de que su papá lo viera vestido así. 

—Creo que he venido en un mal momento. 

—No, para nada, Sr. Damián. Adelante—le cedí el paso, quitándome del medio.

—¿Qué haces aquí? ¿Ocurrió algo? —le cuestionó Sebas directamente. 

—Sí, necesito que hablemos. 

—¿Tiene que ser ahora? ¿No puede esperar a mañana?

—No, no puede esperar a mañana. 

Sebas me miró fijamente, mientras le señalaba el pasillo a su papá en dirección al estudio. 

—Ya mismo regreso para ayudarte en la cocina. 

—Ve, no te preocupes—le hice un gesto suplicante, dándole a entender que tratara de llevar la fiesta en paz con su papá. 

Ojalá algún día puedan hacer las paces y ese ambiente tan hostil que se percibe entre ellos, pueda mejorar. Si hizo las paces con su primo, no pierdo la esperanza de que con su papá pueda hacerlo también. 

Me quedé observando con una media sonrisa la forma en que su cola se agitaba mientras caminaba por el pasillo. Quisiera agarrarla. Estoy tan ansiosa de que estemos a solas y poder cenarme a ese oso tan jodidamente sexi que tengo de prometido. 



Sebastián

Me encaminé al estudio, tomando asiento en la silla del escritorio. Es difícil encontrar comodidad con esa cola redonda metiéndose entre mi trasero. Me siento violado. 

¿Cómo se le ocurrió comprar esta cosa tan incómoda? No la entiendo. 

¿Es esto siquiera normal? ¿Esto hacen las parejas comunes y corrientes? Ella se veía feliz viéndome con esto puesto. Supongo que puedo tolerarlo, si a ella le hace feliz. 

—Veo que has logrado acoplarte con facilidad a esta nueva vida—se sentó en la otra silla, cruzando las piernas. 

—Ahórrate las burlas. 

—No me estoy burlando. De hecho, luces como un oso temerario y malhumorado. 

—No creo que hayas venido a hablar de mi apariencia. Ve directo al grano. 

—Perfecto. Iré sin rodeos. ¿Cuándo planeabas decirme que Kiran Harper es mi sobrino? ¿Desde cuándo lo sabes? ¿Y por qué me ocultaste la verdad? Tengo todo el derecho de saberlo. 

¿Cómo lo supo? Yo maté a todos los testigos y quemé toda evidencia e información que pudiera perjudicarnos o revelar nuestro parentesco. 

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro