Variedad [Ace & Deuce]
7. Sex Toys: Objetos utilizados para potenciar el placer propio o en la pareja
Fandom: Twisted Wonderland
Ship: Ace & Deuce
Título: Variedad
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Las luces en Heartslabyul se apagaron como era usual a la misma hora de cada noche, dejando a todo el dormitorio en oscuridad y un silencio que ayudaría a sus estudiantes a descansar después de haber cumplido con su rutina escolar. Sin embargo, no todos estaban dispuestos a descansar todavía y como si fuera por instinto natural el desobedecer las reglas, un desafiante estudiante se escabullía sigiloso hasta la cama del compañero con quien compartía habitación.
—Ace... ¿Qué haces? —En un murmullo cuestionó un Deuce medio dormido al sentir como este de forma atrevida se colaba bajo las sabanas y se apegaba a su cuerpo, cercanía aprovechada para robarle un apasionado beso— Hoy no toca...
Dijo jadeante con seriedad una vez que sus labios se separaron, sabía que cuando Ace se atrevía a cruzar las gruesas cortinas del dosel de su cama no sólo quería dormir abrazado a su lado, no era un tipo muy romántico sino más bien libidinoso. Siempre esperaba que pasara un tiempo prudencial en que sus otros dos compañeros de habitación se durmieran, y así hacer su ataque lascivo nocturno, usualmente lo permitía, pero habían noches como esta en que estaba tan cansado que no quería tener sexo, algo normal después de un día de actividades de desgaste físico en el club de atletismo.
—Ja, y quién dijo que necesitamos un horario para esto.
—Yo si lo necesito, estoy exhausto y te lo dije antes.
—Ahh, pensé que era una señal de "estoy caliente, métete en mi cama que quiero tener sexo"
—Claro que no... Tú como siempre solo interpretas las cosas a tu conveniencia.
—Estás malhumorado y cansado, creo que necesitas sexo para librarte de esa horrible tensión.
—Solo necesito dormir.
Era su discusión entre murmullos bajo las sabanas, parecía que llevarse la contra era un aspecto normal en su relación, la que se avivaba con sus habituales peleas. A pesar de sus pequeñas diferencias sabían complementarse bien y la atracción mutua era evidente, pero nadie imaginaba que había trascendido a este nivel.
Esconderse en los rincones oscuros de la escuela por el día para saciarse y por la noche escondidos bajo el dosel de cualquiera de las dos camas, era como se habían acostumbrado a entregarse al deseo, a pesar de que el ruido se restringía por las cortinas trataban de no ser muy ruidosos, o tal vez estaba el hecho de que simplemente mantener su relación en la clandestinidad los excitaba.
De todas formas lo que menos querían eran que los vincularan de esta íntima manera de forma pública, en especial temían que su gruñón líder de dormitorio se enterara y los castigara, que probablemente sacara alguna ley que los obligara a casarse ya que habían consumado su relación, conociendo lo absurdo de sus reglas no podían descartarlo como un delirante pensamiento.
—Bueno, entonces solo duerme y yo hago el resto. —Sugería Ace con una traviesa sonrisa, pareciendo no querer dejar esa cama sin saciar sus ansias encendidas.
—¿Crees que voy a dejarme violar?
—Lo hicimos así la vez pasada, y sé que fingías dormir mientras te la metía.
—No hables así, es vulgar.
—Perdón... Perdona mi vulgaridad, señor estudiante de honor... —Sin dejar de sonreír decía en tono burlón, mientras veía como el rostro frente suyo se le tiñeron las mejillas en rubor a pesar del gesto malhumorado.
—Y ahora te burlas... Eres un...
Un nuevo beso hizo que Deuce se tragara sus palabras, y a cambio esa lengua que tanto se movía para decir tonterías se enredara en la suya en un fogoso beso. Por mucho que quiso resistirse no pudo, no sabía cómo pero Ace siempre lograba encenderlo, incluso solo al besarlo.
—Parece que alguien se puso de buen humor. —Dijo Ace al sentir como el otro extasiado besaba su cuello mientras se aferraba a su cuerpo con firmeza en un abrazo— Entonces si te prestaré el juguetito que traje.
—¿Cuál juguete? —Cuestionó dudoso, notando como Ace en respuesta sacaba algo bajo su almohada que lo hizo sorprenderse— ¿Qué? ¿Cuándo pusiste eso ahí?
Deuce parecía más curioso por saber cómo logró colocar ese "juguete" bajo su almohada, que entender el por qué un objeto de forma extraña estaba escondido ahí. Ace esbozó una sonrisa por lo tonto que era el chico con quien mantenía este tipo de relación, y de alguna manera su ingenuidad le era bastante atrayente, acercándose a sus labios lo besaba apasionadamente sin dar respuesta a sus dudas.
—Oye... — Le dijo Deuce al sentir como en medio de ese beso, el otro aprovechó para bajar con prisa los pantalones de su pijama junto a su ropa interior, aunque estaba acostumbrado a su ímpetu, esta noche parecía más entusiasta.
—¿No quieres que te preste mi juguete?
—¿Esa cosa es un juguete?
—Si, ¿no lo conoces? —Deuce respondió a su pregunta moviendo su cabeza negativamente, tomando ese objeto en su mano lo observaba— Lo meteré en tu trasero para que te sientas muy bien, agradece que quiero lo mejor para ti.
—Ehh... ¿Lo vas a meter?
—Idiota, ¿y por qué más te desnudaría?
—Porque eres un depravado.
—Te quejas mucho de eso, pero bien que te gusta tener sexo conmigo, ¿no?
Era lo que Ace le restregaba en la cara mientras sonreía divertido por su gesto molesto al ser descubierto. —¿Cómo pudiste traer eso al dormitorio? Van a descubrirnos y pueden echarnos de la escuela.
—Ahh, no te preocupes lo esconderé bien... Con lo mucho que me costó conseguirlo, lo pedí en línea pero para no ser descubierto hice que trajeran el pedido al otro lado del pueblo al pie de la montaña, y tuve que casi disfrazarme para que no me reconociera nadie...
—Por eso estuviste desaparecido por la tarde.
—Jeje, valió la pena. Lo usé en el baño antes y tuve un orgasmo que me dejó temblando las piernas.
—¿Lo usaste? —Dijo Deuce un poco incrédulo— No voy a meterme en el trasero algo que metiste en el tuyo.
—Ah, que delicado... Compartimos más que olor de trasero, pero sabía que dirías eso y lo limpié bien.
—¿Y qué hace esta cosa?
—Es un estimulador prostático... Toca ese punto que ya sabes, te hace cosquillas ahí dentro. —Dijo Ace con un sugerente gesto quitando el objeto de su mano lo hacía voltearse un poco— Mejor que hablen los hechos.
Aplicando algo de lubricante en la punta de este estimulador se prestaba a introducirlo en su cavidad anal. —Creo que no va a dolerte, no es tan grueso como lo que usualmente meto por aquí.
—Cállate. —Decía con aparente molestia por su arrogante afirmación, aunque de alguna manera podía ser cierto, ese estimulador de forma extraña no parecía ser tan grueso. Un leve gemido se escapó de sus labios al sentir ese nuevo invasor penetrar lentamente su interior.
—¿Cómo se siente?
—Bien... ¿Y ahora que harás, vas a moverlo?
—No directamente. —Fue lo que dijo animado antes de sacar de la otra almohada un pequeño control— Esto lo hará con ayuda de mis dedos mágicos.
Deuce no entendía lo que quería decir, su vida sexual apenas había iniciado hace semanas así que todavía no conocía mucho al respecto, lo poco que había aprendido en la intimidad era lo que Ace le había enseñado en sus encuentros. El asunto de los juguetes sexuales era algo nuevo, así que estaba un poco intrigado sobre cómo funcionaría esa cosa que lo invadía ahora. De pronto sus pensamientos fueron interrumpidos por unos sutiles movimientos golpeando su interior, un espasmo que tensó su cuerpo era la evidencia de lo agradable que se sentía, fijando la mirada a esa mano inquieta veía como apretó un botón y de inmediato una vibración tocó ese punto antes golpeado, definitivamente su próstata estaba siendo estimulada.
—Ves, se siente bien, ¿verdad?. El placer al alcance de estos botones, me pondré cómodo para seguir jugando contigo.
Deuce iba a refutarle pero otra vibración más intensa lo hizo callarse, el otro traviesamente se sentaba al espaldar de la cama para disfrutar el espectáculo, ver a su "amigo" retorcerse en la cama preso del placer que provocaba ese estimulador que solo el controlaba. En esta dinámica se mantuvieron unos muy pocos minutos, antes de que Deuce con un fuerte gemido ahogado en las sabanas salpicara su eyaculación, fue inevitable al sentir ese exquisito orgasmo que hizo estremecer todo su cuerpo.
Aunque Ace era buen amante, no era todavía muy preciso en tocar su punto de placer, y ese pequeño aparato lo hizo en poco tiempo sin problema alguno. Extasiado y estremecido por el placer experimentado yacía en la cama boca abajo tratando de recuperar el aliento. —Ya no...
Advirtió seriamente al sentir como una nueva vibración alteró su interior bastante sensible, a pesar de querer seguir sintiendo este placer no quería que un fuerte gemido se le escapara e hiciera despertar a sus otros compañeros. A veces era divertido mantener su intimidad bajo el velo de la clandestinidad, pero otras veces era difícil al no poder expresar con libertad el placer que experimentaban, para ello tendrían que esperar al menos un par de años para poder tener habitación compartida entre los dos, ¿estarían juntos hasta entonces?
—Oye, ¿qué haces?
Era la pregunta de Ace al ver como este se sacaba el estimulador de su trasero en medio de un jadeo. Sabía bien por qué lo hacía, pero quería que se lo dijera para molestarlo.
—Suficiente por ahora. —Muy sonrojado y aún agitado respondía mientras se sentaba para evitar caer en la tentación de meterse esa cosa de nuevo, entonces solo sintió como Ace se le lanzaba encima.
—Suficiente para ti, yo apenas empiezo.
—¿Estás duro?
—Crees que esa cosa era solo para ti, sabes bien como enciende ver tu cara de placer.
—Oye no...
Su advertencia no fue escuchada y así otra entrega furtiva llena de placer se escondía daba inicio bajo las cortinas de ese dosel, dos jóvenes amantes desataban sus deseos para complacerse mutuamente. A partir de ese momento entendieron que como todo en la vida, todo era más divertido si había variedad, y aunque no eran niños su afición por jugar con ciertos juguetes solo hacía más disfrutable su relación.
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Creo que dejaré esta historia completa por aquí, ya que no tiene contenido cuestionable ni muy explícito.
Muchas gracias por leer 💖
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