10. Gender Bender: Género utilizado para describir a las personas, que cambian de sexo por alguna determinada situación, ya sea de manera temporal o indefinida

Fandom: Twisted wonderland

Ship: Mozus Trein & Divus Crewel

Título: Hermosa dama.

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Una hermosa dama desbordante de sensualidad aguardaba con aparente paciencia en el sofá de su sala, mirando la hora en su teléfono parecía ponerse ansiosa con el pasar de los segundos. Una sonrisa se esbozó en sus labios pintados de un sutil tono carmesi al escuchar los leves golpes en la puerta, siempre temía que su cita semanal con ese caballero se suspendiera si a este le invadían sus estúpidos prejuicios, pero al parecer esta semana eso no ocurriría.

Con fingida calma se dirigía a paso lento hacia la puerta, disimulando sus ansias encendidas pretendía dejarse desear un poco, dando un último vistazo al conjunto de lencería que llevaba puesto halagaba su propia belleza e ingenio, pues esas prendas delicadas eran su diseño.

—Pensé que no vendría... —En tono coqueto decía la mujer de largo cabello monocromático cuando finalmente abrió la puerta, al notar el gesto esquivo en su visitante de esa noche solo esbozó una sonrisa por la reacción provocada.

—¿Por qué cada vez usa menos ropa?

—¿Acaso no me veo linda? ¿No le gusta? Con lo mucho que me esforcé en hacer este diseño especialmente para usted.

—No creo que se haya esforzado tanto, hacer esto se le da muy natural.

—Supongo que ese es un halago, ¿verdad?

Ampliando más su sonrisa la mujer acariciaba el rostro de su galante caballero. Un cariñoso gesto que bastó para que el hombre de apariencia mayor algo avergonzado desviara la mirada al notar como de su escote la sensual forma de sus pechos se hacía evidente, a la vez nervioso cubría los ojos de su gato que llevaba en brazos. En medio de la risita de la joven mujer en un rápido movimiento entraba al departamento sin borrar de su rostro el gesto serio que tanto lo caracterizaba.

—No debería abrir la puerta vestido así, y si no era yo quien tocaba.

—¿Quién más vendría a visitarme a estas horas de la noche?

—Otro hombre.

—No hay otro hombre en mi vida. —Susurró sensualmente al acercarse detrás suyo con el pretexto de ayudarle a quitar su abrigo, apegándose a su espalda presionaba sus grandes pechos para provocarlo. —Deje a Lucius en el sofá y vamos a la habitación, no perdamos más tiempo.

Usualmente Trein hacía caso omiso a lo que Crewel decía, sin embargo cuando estaban a solas en este tipo de  situaciones lo escuchaba y obedecía sin refutar, era lo que un caballero hacía. Dejando a Lucius en el sofá encendía la televisión para que no se sintiera solo, también lo hacía para que no escuchara el ruido que harían en la habitación en unos minutos, esta era la rutina en cada encuentro y a Crewel no le molestaba, más bien le parecía adorable que cuidara como un hijo a su mascota.

—¿Cuánto tiempo tenemos? —Fue la pregunta del mayor siendo llevado de la mano de esa sensual mujer, cuyo voluptuoso cuerpo se dejaba ver a través de la tela fina de su ropa de cama. A su edad no podía creer que se dejara llevar por sus bajos instintos, la sensatez de la que tanto se jactaba desapareciera al ver a su ahora colega de labores y antiguo estudiante en esta provocativa forma femenina.

—Tenemos el tiempo suficiente para hacer lo nuestro y un poco más.

Respondió antes de aferrarse a su cuerpo en un abrazo al cerrar la puerta de la habitación tras de si, en esa cercanía sus labios se juntaron en un lascivo beso mientras se dirigían a la cama, que sería principal testigo de esa apasionada entrega. Crewel tampoco podía creer que aceptara tal situación, tomar una pócima mágica que cambiara su cuerpo a uno femenino solo para tener cerca al hombre que adoraba, aunque no lo admitiera abiertamente.

Apartando la idea que podría parecer una situación humillante también era a su manera excitante, el sexo era maravilloso en esta peculiar forma. Sin embargo, deseaba a la vez que su querido y obstinado profesor Trein lo cogiera por detrás siendo hombre, un logro que estaba seguro de conseguir con un poco más de tiempo. No podía presionarlo a aceptar su ahora homosexualidad, porque por mucho cambiara su apariencia en esencia era un hombre y disfrutaba de ello, de lo contrario no seguiría viniendo a hacerle el amor.

La diferencia de edad no era un problema en la cama, Crewel disfrutaba de la basta experiencia de su amante, quien lo hacía delirar con cada estocada, tocando con precisión sus puntos de placer en el interior de su ser. No sólo hacía vibrar su cuerpo por dentro, cada beso y caricia regalados en su estremecida piel eran el complemento perfecto para hacer de cada entrega tan íntima y satisfactoria.

—Mozus... —Le llamaba con el respirar agitado sobre sus labios al sentir como en un desenfrenado vaivén lo embestía casi salvajemente, admiraba que a pesar de su edad tuviera tanto vigor para hacerlo delirar así.

—No me llames así. —Refutó con aparente molestia, pero sin dejar de moverse dentro de ese ardiente interior que le despertaba tan perverso deseo y le incitaba a volver a ese departamento una noche cada semana.

Besando su pecho mordisqueaba sus pezones erectos para que gimiera en lugar de hablar, la habitación enseguida se inundó de esos dulces sonidos que los incitaba a seguir hasta obtener un final feliz para ambos. El orgasmo pronto consumió cada fibra del cuerpo de Crewel, su interior ardía de forma exquisita, tembloroso trataba de hacer esta sensación eterna aunque sabía que como su relación con Trein sería por un instante.

Casi de inmediato ese éxtasis le fue contagiado al hombre que depositaba su esencia cálida en un preservativo, lo que menos necesitaba era que un embarazo ocurriera en esta extraña relación. Estremecido salía de su interior, recostándose a su lado trataba de recobrar la compostura, solo para sentir como un silencioso Crewel se abrazaba a su cuerpo semidesnudo con cariño.

—Quiero que me coja por detrás. —Dijo provocativo Crewel unos minutos después cuando recuperaron el aliento.

—Acordamos no hacerlo así.

—¿Por qué no? Quiero más sexo, y mi vagina está un poco irritada.

Trein desviaba la mirada al pensar que tal vez pudo estar más rudo de lo acostumbrado, o quizás ese hombre joven trataba de manipularlo para conseguir lo que quisiera. —¿Te lastimé?

—No, no tanto así... Fue bastante bueno... No me respondió el por qué no.

—Ya te lo he dicho antes, nunca tuve esa clase de sexo con mi esposa.

—Yo no soy su esposa, a mi si me gusta esa clase de sexo.

—¿Siendo hombre?

—Si... He tenido varios novios, ya se lo he dicho antes.

Ante esa aclaración Trein no podía entender el motivo para sentirse celoso al imaginar a su siempre revoltoso niño ser deleite de otro hombre en el pasado. Tomando sus labios los besaba con firmeza, el otro correspondía dejándose llevar por ese repentino entusiasmo, un nuevo juego de seducción daba inicio esa noche, entre besos y caricias se excitaron en pocos minutos.

—Por detrás, por favor... —Casi rogaba Crewel preso de la excitación al sentir esa potente erección rozar sus calientes genitales con la intención de penetrarlo nuevamente.

—Lo intentaré, sino me gusta lo sacaré.

Advirtió seriamente antes de levantar un poco más sus caderas y notar como su entrada palpitaba se excito más, era una vista demasiado obscena pero a la vez llena de erotismo. De alguna forma no pudo resistirse, derramando algo de lubricante a ese inquieto orificio se prestaba invadirlo de una vez, y lentamente así hizo en medio de la emoción del otro que cumplía su anhelo.

Crewel se retorcía al sentirlo clavarse profundo en su ser, esta sería lo más cercano al sexo siendo como era en realidad, así que no podía evitar que su corazón se alegrara. Unas pocas embestidas evidenciaban que Trein estaba disfrutando de esta nueva forma de sexo recién experimentada a pesar de sus largos años.

—Estoy bastante apretado, ¿no?

Era la pregunta de Crewel al escuchar la forma en que gruñía con cada estocada dada, el libido aumentaba en ambos haciendo de esta primera entrega de este tipo un verdadero deleite. Fue entonces que en medio de su desenfrenado vaivén de caderas y próximos al orgasmo, que una especie de humo envolvió a Crewel haciendo que volviera a su forma original, un sorprendido Trein acomodado en medio de sus piernas pudo notar como esa vagina fue cambiada por un miembro que se levantaba como el suyo, queriendo salir enseguida.

—Siga por favor... Termine.

Más que rogarle, Crewel se lo ordenaba rodeando sus piernas a sus glúteos no lo soltaría hasta hacerlo terminar. Trein por alguna extraña razón sintió excitarse más, lo sabía por como su erección empezó a gotear dentro suyo, para colmo no estaba usando preservativo al no creerlo necesario entonces no tendría más opción que eyacular directamente dentro suyo.

—Lo hizo a propósito, ¿no?...

—Que cruel acusación, pero lo discutiremos después... Ahora lléneme...

Trein estaba tan excitado que su lógica parecía haberlo abandonado, al punto de creer que Crewel se veía más hermoso y sensual ahora que en su versión femenina de antes, ¿cuánto tiempo podía seguir engañándose al tener sexo con él siendo mujer si le gustaba como hombre?. No podía negar el hecho de que su versión masculina era la que realmente le atraía, pero se negaba a admitirlo porque consideraba que no era normal que en su vejez descubriera que podía disfrutar de la compañía masculina, o tal vez era por ser solo Crewel que despertaba ese tipo de sentimiento. A partir de esa noche, las visitas de Trein a su departamento eran más seguidas, sin embargo no fue recibido más por una voluptuosa mujer, solo por el hombre joven que con disimulada devoción cuidaba de su viejito en este idílico romance que se fortalecía en el sexo.

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Muchas gracias por leer esta historia, como los protagonistas son dos adultos aunque con una diferencia de edad no creo que haya problema 👀