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Capitulo 7: "Rencor y venganza"

Habían transcurrido tres meses en los que Chuuya no pudo apreciar los dulces ojos de su amado, tres meses en que estuvo ausente en Yokohama y en los que desde su punto de vista le parecieron siglos. Tres meses en los que probablemente... todo cambiaría. Tomó su recorrido desde el aeropuerto de la ciudad hasta el edificio de la Port-Mafia con el único propósito de encontrarse con él, con Dazai, el único a quien siempre lo veía en la entrada del rascacielos y lo recibía con los brazos abiertos como cada viaje que solía hacer por parte de negocios de Mori. Sin embargo, al salir del automóvil, no notaba la presencia de éste.

Su mirada se llenó de confusión y pensó — 'tal vez esté esperándome adentro' — sus pensamientos llegaban a ser optimistas y no dudo en acceder a la entrada de aquel sitio descubriendo que algo andaba mal.

Decenas de subordinados se encontraban en la escena, llevando de dos en dos bolsas de cuero lo cual Chuuya sabia que se trataba de homicidios. Pero ¿quien fue el causante de esas muertes? Al pelirrojo no le importaba, más solamente le interesaba la ausencia de su compañero. 

Tras no haberlo encontrado, Chuuya decidió dirigirse en donde se encontraba Mori, al parecer conversando con aquella dama de cabello pelirrojo.

— ¿Mori-sama? — El chico los interrumpió desconsideradamente

Ambos desviaron su mirada hacia éste y Mori lo miró con asombro — Chuuya-kun, ¿a qué se debe su presencia?

— ¿me podría explicar el porqué hay tantos homicidios el día de hoy? — preguntó olvidándose por completo del joven suicida

El ojimorado suspiró — fueron los defensores de "Mimic". Encontramos sus cuerpos gracias a uno de los rastros de Odasaku y quisimos ocultarlos de cualquier otro miembro. Incluso murió el Jefe. Lo peor de todo es que dos de los lideres de la Port-Mafia arriesgaron su vida para acabar con todos ellos. Sólo encontramos el cuerpo de Odasaku y están buscando rastros de...

— espera — interrumpió el menor — ¿dices que eran dos.. lideres? — Mori asintió. Sus pensamientos llegaron a angustiarle, tenia miedo en que esa "otra persona" fuese Dazai.

— ¿q-quien era el otro? — su corazón comenzaba a alterarse ansiando por una respuesta de parte del mayor.

— Lamento tener que decirte esto Chuuya, pero me estoy dando cuenta de que esta noticia no seria tan conveniente para ti...

El pelirrojo no contestó y sólo esperó a que prosiguiera.

— Dazai... Se involucró para salvar a Oda, y creemos que los afiliados de Mimic se lo llevaron junto con el cuerpo de su jefe... Dazai está muerto, Chuuya

La piel del pelirrojo comenzaba a erizarse y sus ojos se abrieron desmesuradamente luego de recibir aquella trágica noticia. Al principio creía que era una broma por parte de él, pero tras notar su expresión seria, entendía que no estaba jugando. Dazai si había muerto.

— No — susurró. Su cabeza comenzaba a hacer movimientos de negación y una sonrisa demasiado falsa se dibujó en su rostro. — no no no no no Dazai no, él no ¿porqué? ¿porqué él?

El pelirrojo continuaba negando, soltando fuertes carcajadas. Su reacción era muy extraña, tanto, que hasta cualquier persona pensaría que estaba demente. Sus manos temblaban, acercándolas lentamente hacia su rostro para evitar que alguien lo viese al borde del llanto.

— Es una lastima que tú no estuviste ahí para impedir su muerte. Y ¿sabes lo que significa?... 

— ¡sé perfectamente bien lo que usted quiere tratar de decirme! — gritó Chuuya levantando la mirada — y ¿sabe qué?.. E-eso es lo único que deseo en estos momentos, estar muerto.

Ozaki lo miró sorprendida, nunca se imaginó que alguien como Chuuya le levantara la voz a una de las personas la cual siempre le atemorizaba. Éste se dio la vuelta y caminó lentamente hacia la puerta sin más que discutir.

— C-creí que sólo te interesaba protegerlo por temor a ser ejecutado — el ojiazul se detuvo aun sin dirigirle la mirada.

— Yo nunca quise ayudarlo por miedo a que me ejecutaran — siguió su rumbo hacia la salida y lo miró con su expresión cabizbaja — usted no lo entiende señor Mori.

La mujer del quimono honró la actitud rebelde de Chuuya y comenzó a soltar unas pequeñas risitas.

— mi pequeño Chuuya, cada día se está convirtiendo en un hombre independiente.

Mori cerró sus ojos y sonrió — Aprecio la valentía de ese chico. Ellos dos siempre se defendían el uno al otro como si fuesen hermanos y a pesar de eso, nunca se separaban. Lo que aun no logro comprender es el porqué le tiene tanto afecto a Dazai, desde el día en que se conocieron.

El pelirrojo salió del edificio y se limito a correr desorientado mientras soltaba de aquel llanto cual lo estaba venciendo hace unos minutos.

— ¡Él no esta muerto!, ¡Él no tiene porque estar muerto!— gritaba desesperado 

Chuuya siguió corriendo hasta llegar a aquel sitio donde se solía encontrar a menudo con Dazai después de ser pareja. Se detuvo para descansar su respiración agitada, con su vista tensa.

Levantó la mirada disminuyendo sus jadeos y logrando ver la silueta de un chico a lo lejos, — ¿a caso es? — restregó sus ojos pensando en que era un espejismo o una alucinación, efectivamente, no lo era. Esa silueta se parecía mucho a — ¡¿Dazai?!

Una sonrisa de oreja a oreja se iluminó en su rostro, tras darse cuenta de que sus esperanzas del
que su compañero no había muerto eran ciertas.

— ¡DAZAI! — gritó el pelirrojo corriendo tras el castaño. Su sombrero y su saco volaron hasta arrastrar el suelo por la velocidad que portaba el ojiazul.

Estuvo a metros cerca de él cuando se dio cuenta de que éste se detuvo de su lenta caminata y concentró su mirada hacia quien recién lo nombró. Se notaba algo diferente en él. Su rostro, estaba totalmente descubierto, sin ninguna venda que le cubriese su ojo o algún parche que tapara su mejilla.

— '¿pero qué demonios?' — Chuuya lo miró intentando detenerse. La manera en que Dazai se dio la vuelta para quedar frente a él le recordó tanto a la dulce e inocente expresión que tenía a los 14.

Su descuido en su semblante hizo que accidentalmente tropezara luego de quedar a unos centímetros de Dazai provocando a que callera encima de él.

— Dazai — murmuró entre sollozos  con su cabeza recostada en el pecho del mayor — Me tenías tan preocupado.

Dazai se había quedado confundido pero prefirió no responder y comenzó a levantarse ayudando al quien lo había tirado hace unos segundos. Su expresión era tan seria que parecía haber caído en la depresión. En efecto, sentía una desolación por la muerte de su amigo Odasaku y pensaba que la única forma en que pudiera ayudarlo era a base de lo que diría a continuación.

— Chuuya, tengo que hablar muy seriamente contigo — el mencionado dejó de llorar por un momento y asintió sin soltarse de aquel abrazo y sin mirarle a los ojos.

— ¿que ocurre?

El pelirrojo escuchó un gimoteo por parte del contrario y notó algo que para él era incomprensible. estaba, ¿llorando?. Rápidamente su mirada se dirigió a la suya, no tenia acostumbrado verlo sin el ojo parcheado, pero por otro lado, le agradaba ver su gesto de llanto simplemente por el hecho de que le recordaba tanto a aquellos tiempos en los que él lo consolaba.

— no, no llores — dijo Chuuya tomando de las mejillas a su amado para secar las lágrimas con sus dedos y después recargó la cabeza de éste para que quedase apoyado en su hombro, amaba tanto hacerlo — aquí estoy, tranquilo

Dazai lo separó de él y secó sus demás lágrimas con las mangas de su saco

El menor lo miro más calmado y prosiguió en aquella duda que lo tenía sufriendo desde hace un rato — ¿porque no regresaste a la Port-Mafia?. Todos, incluso Mori-sama piensan que as muerto. — El castaño peló los ojos, un momento de ira se formó en su mente luego de que Chuuya pronunciara el nombre del pelinegro. Sabía las intenciones que tenía éste con el inocente ojiazul.

— ¿muerto?.. apuesto que Mori fue quien te lo dijo

— s-sí — asintió sorprendido — fue él, ¿porqué? ¿Hay algo malo entre ustedes?

El castaño suspiró molesto — Chuuya, dudo que comprendas esto pero, hay algo que te tengo que confesar — El mayor descendió su mirada. — voy a retirarme de la Port-Mafia.

El pelirrojo se quedó en shock, sin saber en que razonar. Sus sentimientos hacia él eran más fuertes que sus pensamientos, lo único que quería era estar con él sin importar las consecuencias.

— lle-llevame contigo — le imploró regalándole una sonrisa mientras las lágrimas seguían abundando por su rostro — podemos escapar juntos, solo tú y... y yo ¿qué dices?

— ¿a caso no lo entiendes?. Mori te engañó.. Él solo te dijo que yo estaba muerto por que quiere que te alejes de mí. Y si eso es lo que él tanto quiere. Pues lo tendrá

— ¿Pero de que estas hablando?..

— ¡de que tu y yo no podremos seguir juntos! — gritó molesto. Toda aquella furia que sentía por Mori la desquitaba con Chuuya sabiendo que él no tenía nada de culpa.

la sonrisa del pelirrojo se había borrado por completo — p-pero Dazai... y-yo.. Yo te..

— solo.. Olvidate de mi ¿si? — susurró éste dando la vuelta — olvidate de lo nuestro... De nuestra relación, de todo.

Dazai continuó su caminata, dejando atrás al ojiazul

— No voy a dejarte ir Dazai, no después de lo que acabé de sufrir hace un momento — Chuuya corrió tras él y le tomó su muñeca por sorpresa en señal de que se detuviera — sé que estas mintiendo, t-tu nunca serias capaz de hacerme daño ¿lo recuerdas?

El castaño no quería que esto terminara mal, pero al parecer no tenia otra opción — 'lo siento Chuuya, pero espero que entiendas que esto lo hago por nosotros'

Rápidamente Dazai volteó hacia el contrario e inesperadamente le dio una fuerte bofetada dejando un moretón en la mejilla del pelirrojo

Chuuya lo soltó de inmediato. Mirándolo con decepción — ¿porqué? ¡¿porqué lo hiciste?!

Dazai le mostró una mirada demasiado molesta y gritó con un tono ronco — ¡v-vete de aquí!, y no vuelvas a buscarme

El menor comenzó a sentir algo nuevo hacia él. No era nada relacionado con el cariño que le tenia, al contrario, era algo parecido al... Odio

— ¡B-Bien! — alzó la voz con tanta furia — si eso es lo que quieres, esta bien... Me iré.

Dazai se dio la vuelta y siguió adelante ignorando las palabras de Chuuya

El pelirrojo soltó de nuevo su llanto y corrió de regresó al edificio de la Port-Mafia para contarle a Mori la noticia de que Dazai seguía vivo. Pero al parecer se había topado con alguien a quien lo podría ayudar después del problema que tuvo con el castaño 

— ¿Ozaki? — preguntó éste deteniéndose frente a ella y secando sus lágrimas

— Chuuya. Justamente a ti te estaba buscando — respondió la pelirroja con un gesto de conmoción — Cariño, ¿que te pasó en la mejilla?

Chuuya había olvidado por completo el moretón rojo que tenía y rápidamente intentó cubrirlo con su mano — n-no es nada

la mujer sabía que estaba mintiendo en ese momento y empezó a enlazar sus brazos en él, ella sabía que necesitaba de un abrazo. El ojiazul no dudó en corresponder de este, realmente lo necesitaba.

— ven, tú y yo tenemos que discutir algo muy importante — kouyou se separó de él y le ofreció a caminar con ella extendiendo su mano. Chuuya la tomó dedicándole una pequeña sonrisa entre lágrimas y ambos fueron de camino hacia el edificio de la Port-Mafia.

Las horas habían pasado y la reluciente luna se asomaba desde aquella ventana del rascacielos donde se encontraban los 3 jefes de la mafia sentados y disfrutando de una copa de vino

— Chuuya-kun, me alegra que tengas confianza en mí al tener que contarme tu inesperado encuentro con Dazai — dijo el ojimorado.

El pelirrojo se encontraba en buenas condiciones, a excepción del tener un parche en la mejilla por el moretón que había recibido. Éste movía su mano haciendo que el vino se revolviera dentro de su copa y habló— es lo mucho que puedo hacer luego de que usted no me ejecutara

— me eh dado cuenta de que ya tienes edad para poder manejar bien tus poderes, claro, siempre y cuando no sea "corrupción"

— No lo defraudaré señor mori — Chuuya sonrió honrado ante el pelinegro

— Yo se que no lo aras — El mencionado se levantó del sillón y caminó hacia la puerta de aquella habitación. No sin antes colocar su mano en la cabeza del ojiazul y comenzar a despeinar el cabello de éste generando unas risitas en él como si fuese una escena de padre e hijo.

Ozaki admiro ese lindo momento y tras escuchar la puerta cerrarse comenzó a hablar — aun no puedo creer que Dazai se comportara tan grosero contigo

La sonrisa de Chuuya se desvaneció tras escuchar el nombre de su ex-compañero.

'¿porqué?'

— tampoco yo — susurró cabizbajo

— es una pena que se haya ido sin tener que despedirse

'¿porqué lo hiciste?'

— s-si

La pelirroja empleó su mirada hacia el ojiazul notando una lágrima resbalar desde su mejilla —  ¿estas bien Chuuya? 

'Nunca creí que lo nuestro acabaría de esta manera'

El menor reaccionó en el momento secando su lágrima y continuó sonriendo — Estoy bien...

'Juro que algún día, pagarás por todo el daño que me as hecho. Dazai Osamu' 

-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-

Perdonen la demora pero tenía que hacer unos labores y por lo tanto no pude actualizar ayer "sorry :'v"

Bueno aquí les dejo mi siguiente capítulo espero que les haya gustado (aunque lo dudo </3).

Y pues nada... Les deseo un feliz año nuevo, con mucho cariño y muchas bendiciones ;3

Bay bay.. 🖖🎉🎊🎈🗿

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