Dazai se sentó sobre el diván con el móvil en su mano esperando con ansias a la persona con quien recién llamo hace unas horas. Su mirada parecía verse angustiada y nerviosa, pensando en que si lo que aria esta noche estaría correcto o no.

Sus ojos se pelaron más al escuchar el fastidioso ruido del timbre de su habitación.

- ya llego - pensó alterada mente mientras se levantaba del fino diván de terciopelo.

Camino hacia la puerta manteniendo la poca cordura que tenia y pegando un ligero suspiro dejo entrar a la esperada visita.

-Vaya vaya, creí que no vendrías Chuuya- dijo el castaño intentando molestar a la persona mencionada.

En la puerta se mostraba a un joven de estatura mediana, cabello pelirrojo y unos ojos de color azul celeste que al momento en que Dazai habló estos rodaron hacia el lado contrario demostrando amargura en su personalidad.

-¿Para qué querías llamarme?- preguntó este con un tono de seriedad.

-Pensaba en que si te gustaría beber conmigo, pero no savia la manera de como explicártelo, así que te llame y te deje con la duda - recalco dedicándole una linda sonrisa.

Las mejillas de Chuuya comenzaron a ruborizarse. Dazai lo miro un momento y soltó una pequeña risita al ver la reacción de su compañero de la mafia.

-¡Idiota! -grito el pelirrojo aun más avergonzado - ¿solo por eso me llamaste?.

-sabia que te ibas a comportar como un zoquete y no vendrías si te lo dijera, pero ahora que estas aquí ¿porque no entras y disfrutas de una refrescante copa de vino? - dijo Dazai insistiendo a que pasara.

Él no tuvo otra opción más que acceder hacia el pequeño departamento que el chico de vendajes le indicaba y se dirigió hacia el diván donde anteriormente Dazai estaba sentado. Observaba cada parte alrededor del lugar, simplemente le agradaba, aunque dudaba el porqué estaba tan obscuro, lo único que iluminaba el sitio eran dos lamparas de mesa la cual una se encontraba a lado de la cama de Dazai y la otra a lado del diván y una enorme ventana que abarcaba lo de una pared completa dejando entrar la claridad de la luna y una bella vista de las solitarias calles de yokohama.

-¿porqué esta tan obscuro aquí? - pregunto chuuya aun con tanta curiosidad mientras se quitaba el gran saco que tenia puesto.

-me gusta la obscuridad, siento que le da más ambiente a este insignificante espacio - respondió sin quitarle la mirada encima, extendiendo su mano para pedirle su saco y sombrero y así ponerlo en el perchero que tenia en la puerta de su habitación.

chuuya noto como Dazai lo miraba de una manera tan intensa, una manera que lo intimidaba tanto e intentaba evitar dirigiendo su rostro hacia el diván, acariciando la suavidad de este.

Dazai bajo un poco la mirada y se dirigió hacia la cocina por dos copas y una botella de la mejor marca de vino que tenía, sin duda, el sabía que era una de las favoritas de Chuuya. Al momento de regresar a la sala notó el frío carácter del pelirrojo y lo interrumpió.

-¿En qué estabas pensando cuando te llame? - pregunto Dazai sentándose a lado de Chuuya y rompiendo aquel silencio que abundaba en la habitación.

Chuuya solo lo miro por un segundo y al  percibir que él aún seguía observándolo de una forma que hiciera que se sonrojara con tanta facilidad dirigió nuevamente su semblante hacia el otro lado - creí que se trataba de un asunto de vida o muerte. Creí que - hizo una pausa cerrando sus ojos y suspiró - creí que estabas en peligro y necesitabas ayuda.

Dazai volvió a pelar sus ojos y cambió su expresión de serio a preocupado. Sabía que en ese momento el era el causante de que Chuuya se pusiera de esa manera. Quería consolarlo dándole un cálido abrazo pero había un pequeño problema. Él tenía miedo, miedo a que le rechace, miedo a que no sintiera los mismos sentimientos que el. Así que lo único que pudo hacer fue abrir la botella de vino y servir la primera copa.

-Toma - le pasó la copa llena de vino intentando cambiar la conversación.

Chuuya le devolvió una vez más la mirada, esta vez dirigiéndose hacia los ojos del castaño, pudo apreciar la seriedad de este y para intentar animarlo sonrió un poco mientras agarraba de aquella copa de cristal que sostenía, indicándole que dejara de preocuparse por el pequeño mal entendido que sufrió hace un rato.

G-gracias - dijo con dificultad. Ahora fue el quien no dejaba de quitarle la mirada con la única intención de intimidarlo, pero al parecer su plan fracasaba.

Dazai sirvió la segunda copa y después le miro a los ojos sin cambiar su expresión.

¿te sucede algo? - preguntó frunciendo el ceño.

El ojiazul negó con la cabeza, aun sin quitar la pequeña sonrisa que tenía. Comenzó a extender la mano con la que sostenía la copa, intentando declararle un brindis con el.

-Salud - dijo mientras cambiaba la posición de como estaba sentado para quedar frente a su compañero. Dazai no pudo evitar sonreír al ver la actitud del menor y sin pensarlo dos veces extendió su mano con la copa de vino y brindó con él repitiendo la misma frase.

Ambos bebieron de sus copas, mirándose frente a frente, sintiendo una conexión tan inexplicable que provocaba inquietud, tanto a Dazai como a Chuuya.

Al terminar de beber el vino sin dejar una sola gota de esta, Chuuya decidió servirse por su cuenta la segunda copa, pero al momento en que acercó su mano hacia la botella, sintió como la mano de Dazai se dirigía hacia el mismo lugar provocando un ligero choque entre los dos. La pálida mano del castaño se sentía fría y suave, como si tocase la parte más delicada del pétalo de una pequeña gardenia.

Una oleada de pensamientos pasaban por la mente de Dazai, no sabia como reaccionar en ese momento, quería hacerlo,tenerlo aun más cerca de él, desnudarlo, acariciarlo y besar cada parte de su cuerpo. Tantas cosas que deseaba con ansias y sin embargo no se atrevía a hacer.

Lo siento - murmuro el menor alejando su brazo para que el contrario tomara la botella de vino. Dazai desvío su mirada sintiendo la misma pena que el pelirrojo.- ¿Qué ocurre Dazai?-

No puedo - susurro el suicida dejando la copa en la mesita donde se encontraba la botella y le dio la espalda a Chuuya- No lo soporto más

Chuuya se puso algo tenso, intentaba buscar la manera para tranquilizar a su compañero y lo único que tenía en mente era acercar su mano hacia el hombro de Dazai para darle la vuelta y así volver a quedar frente a frente pero al momento en que las yemas de sus dedos tocaban el hombro del castaño sintió como la mano de este lo tomo de la muñeca con mucha brusquedad y volteó mirándolo de una manera tan amenazante.

-O-Oye me estas lastimando, sueltame imbécil - gritó el pelirrojo asustado por la reacción del castaño.

Al terminar de escucharlo, Dazai reaccionó soltándole el brazo y con un movimiento rápido él se dio la vuelta y tomó con ambas manos las mejillas del menor acercándolo hacia sus labios para crear un tierno beso

Chuuya se había quedado en shock al ver la acción del castaño. No sabía si empujarlo y alejarse de el o seguir el beso, por que en el fondo, él también lo deseaba y soñaba en que ocurriera ese momento durante mucho tiempo.

Después de unos segundos Dazai se separó de él por falta de aire. Se podía notar la pena y frustración que tenia en ese instante, sus manos temblaban de los nervios y su piel se veía más pálida de lo normal mientras que Chuuya aun se mostraba sorprendido ante el acto.

Lo lamento - susurro el castaño acompañado de suspiro, apenado por lo que había pasado y bajando su rostro para evitarlo ver, pero en eso sintió como Chuuya le tomo su barbilla para volver a mirarse a los ojos y sin responderle se acerco hacia él para volver a besarlo.

El pelirrojo sintió como Dazai  correspondió del beso inmediatamente, y que pocos minutos acercaba sus manos hacia los delgados muslos de este para pretender acariciarlos, Justo lo que el suicida quería. Pero en eso las palmas del ojiazul intentaba separarlas tocando las enroscadas vendas que envolvían sus brazos.

- espera - interrumpió Chuuya rompiendo el beso - ¿estas seguro de esto, Dazai?

El castaño lo miro por un momento y suspiró cabizbajo - tienes razón, esto es algo estúpido. - Chuuya frunció el ceño al momento de escuchar sus palabras- No debí

Shuuuu... No me refería a eso - susurro el menor poniendo su dedo índice en los labios Dazai para interrumpir su frase

- entonces, ¿tú quieres que continúe?

El menor intento sonreír, empezando a sentir desconfianza por lo que diría a continuación, pero sin embargo, lo dijo:

- Solo, hazlo...

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Hola gente de wattpad como están espero que muy bien ... Ed fin esta novela la cree hace semanas pero nunca tenia el tiempo suficiente para continuarla y publicarla pero hora ya xD

Quería avisarles que esta historia sera algo corta y claro también yaoi de calidad yeiii y pues la verdad tenía muchas ganas de hacer una novela yaoi acerca de estos dos personajes (los amo cositas bien hechas :'3)

Y pues bueno espero que sea de su agrado y puedan votar por ella y si gustan seguirme adelante <3

Les mando un gran saludo y les deseo un bonito día tarde o noche o la hora en que estén leyendo esto xD

Bai bai :v ~