D o c e
¡Dulce, te vi!
Estaba charlando con Edward con la normalidad de los viernes por la tarde cuando te vi entrar.
Tienes un aura tan pacífica. Caminas como flotando, Dulce.
A tu lado, una mujer muy parecida pero un poco mayor caminó hasta una mesa cerca a un ventanal.
Te sentaste contra la luz así que me visualizaste al otro lado de la cafetería, en la barra, sonriendo como estúpido.
Levanté con lentitud mi mano, saludando. Tú sonreíste con disimulo y continuaste charlando con quien asumo es tu madre.
Edward no paró de mirarme con diversión durante los siguientea veinte minutos que compartimos.
No me atreví a seguir mirandola.
Mi compañero me indicó que te marchabas poco después. Cuando me di vuelta ya te habías marchado.
Edward escuchó tu nombre.
Raquel.
Vaya nombre.
Me gusta.
Me gustas.
-Nícolas
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro