Asher

Arianne se fue con Melody hace menos de una hora, pero mi ansiedad solo crece con su ausencia. Ella ha puesto mucho de su esfuerzo para que no pueda sentir sus emociones, aunque es inútil. Su miedo me abruma.

Recuesto mi cabeza contra la pared de la mansión y sonrío. Aún puedo recordar ese brillo en sus ojos verdes cuando le propuse matrimonio. Se veía tan feliz. Es increíble que sigamos amándonos con la misma intensidad a pesar del tiempo.

Será mi esposa.

He tomado mi decisión y no planeo cambiar de opinión. Papá no estará feliz, pero el bienestar de Arianne es lo más importante en mi vida. Ninguno tendremos paz si continuamos en New Hope. Un nuevo rumbo nos espera, lejos de aquí.

—¿Todo en orden? —pregunta Ashton, manteniendo las manos en los bolsillos de su chaqueta —. Debemos ir al clan de los Persson pronto. Eres el próximo Alfa y necesitas hablar con ellos.

Me concentro en admirar el cielo rodeado de estrellas. Aún recuerdo cuando mi padre me dijo por primera vez que sería la persona que mantenga su legado. En ese momento fui el niño más feliz. Cuidar New Hope junto a mi compañera era todo lo que quería, pero las cosas cambiaron. Hoy prefiero viajar por el mundo junto a la mujer que amo.

—Papá pensó que yo sería el indicado para ocupar su lugar, pero elijo renunciar —mascullo y los ojos azules de Ashton se agradan —. Esto no es para mí.

—¿Qué has dicho?

Apoyo una de mis manos en su hombro, sonriéndole. Observando a mi hermano, puedo saber que él está más capacitado que yo para este trabajo. Siempre ha sido serio, poniéndole empeño a todo. Le apasiona la política, es inteligente, astuto y capaz. Justo lo que necesita este pueblo.

—Me casaré con Arianne y le prometí que empezaremos de nuevo lejos de New Hope. No sería sano quedarnos en el lugar que arruinó su vida —Hago una pausa y agrego —: Sé que tú lo harás mejor que yo.

Las cejas oscuras de Ashton se elevan.

—Papá no estará de acuerdo con esto —tartamudea, negando con la cabeza —. Él confió en ti.

—Mi felicidad es lo más importante. Tú y yo sabemos que siempre has querido esto.

Ashton se muestra avergonzado.

—Yo...

—Iremos al clan de los Persson —Le interrumpo —. Hablarás con ellos como el Alfa que eres. Lo llevas en tu sangre. Fuiste hecho para ocupar el puesto.

Tira de mí en un fuerte abrazo y palmea mi espalda.

—Gracias por confiar en mí. Espero no decepcionarte.

Le devuelvo el abrazo.

—Nunca me decepcionarás, hermano.

Mila y Reynard caminan a nosotros con expresiones preocupadas. La alarma en mi cabeza suena por la forma que están mirándome. ¿Acaso me ha crecido dos cabezas?

—Tú de todas las personas deberías cuidarte —dice Mila —. Recibirás todas las puñaladas que le lancen a Arianne en la batalla y no será fácil. Tu corazón late al mismo ritmo que el suyo y sus emociones te pertenecen.

Siento mi cara apretujarse en confusión.

—Me siento perfectamente bien.

—Por ahora —añade Reynard —. Arianne no solo enfrentará a Abigail. También a su hermano y será un desafío muy peligroso. Lo adecuado es que permanezcas a salvo. Eres su kriptonita, Asher.

Se me seca la boca.

—No me quedaré aquí sin hacer nada.

Reynard pone los ojos en blanco.

—Cómo desees, pero no digas que no te lo advertimos.

🐺

Arianne

Estoy en una pesadilla, una horrible pesadilla. Nunca pensé que me sentiría así, pero el miedo es agobiante. Mi cuerpo está temblando y ella lo nota. Melody a mi lado aprieta las manos en puños y sus colmillos son visibles mientras observa a Abigail. Yo hago lo mismo, manteniendo mis ojos en la mujer que nos engañó a todos.

Primero sospechamos de Audrey, luego de Lily y ahora aparece ella. No lo vimos venir. Jugó perfectamente bien. Mantuvo el perfil bajo, usó a otros como sus peones y esperó el momento indicado para aparecer.

—¿Te ha comido la lengua los ratones, querida?

Luce triunfal y mis deseos de quemarla aumentan. Voy a quemarla.

—Fuiste tú todo este tiempo —susurro.

Sus labios rojos se inclinan en una sonrisa, Claudius luce conmocionado mientras mira a Melody. Es como si hubiera visto un fantasma.

—Fue entretenido meterme en el territorio de los Karlsson. Seduje a Aiden, lo tuve en mi cama y robé cada información útil —Se ríe a carcajadas —. Rompí a tu familia nuevamente.

La rabia forma una piscina de fuego en mi estómago. Ella se burló en nuestras caras.

—No, no lo hiciste —refuto —. Eres un tropiezo, pero logramos levantarnos. ¿Cuánto tiempo te durará ese cuerpo? ¿Una semana? ¿Un mes? Estás débil, Abigail. Los humanos no aprueban a tu espíritu podrido y pronto vas a desaparecer.

Su rostro se contorsiona.

—Me encanta cómo sigues subestimándome. Sobreviví a la hoguera y mi espíritu no renunció fácilmente a este mundo. Siempre encuentro una manera de regresar. Soy eterna, Arianne —Baja un escalón —. Admiro que luches por lo que crees correcto. Eres una Sanders y esto te hace oscura por más que lo odies.

Libero una respiración temblorosa.

—Yo jamás seré cómo tú. Acéptalo de una vez y déjame tranquila.

Su sonrisa diabólica me lastima las entrañas. Ojalá pudiera acelerar el proceso y matarla de una vez. Estoy cansada de ella y todo lo que representa.

—No voy a parar hasta que me des lo que quiero y ese es tu cuerpo. No me rendiré fácilmente —Aparta el cabello de su hombro y no puedo evitar notar lo largas que son sus uñas. Son horripilantes, puntiagudas y negras. Completamente incomparables al resto de su belleza —. La noche es larga, nunca lo olvides. Audrey siempre fue mi leal sirviente. Tengo ojos en cada rincón del mundo, y cuando supe que tu destino era Irlanda, no dudé en infiltrarla en la casa del druida. No le costó mucho convencer a Kellan. Era un idiota que se creó el cuento de que era una pobre chica abandonada.

La rabia burbujea dentro de mí y estoy a punto de vomitarla. Utilizaron a Kellan y él nunca lo sospechó. Sabía que Audrey era una traidora. Lo presentía y me encanta que Melody al fin la haya matado.

—Aulus te ha robado en otras ocasiones tu sangre —Abigail continúa riéndose —. Eso fue más que suficiente para mí. Sí, mi intención era usurpar el cuerpo de la rubia y consumir tu alma. Hemos fallado, pero teníamos un as bajo la manga si algo salía mal.

«Esa noche había luna llena y la magia era más potente que nunca. Cuando el ritual falló debido a tu transformación; mis súbditos decidieron hacerlo en otro lugar gracias a tu sangre. Audrey me recibió como huésped y aquí estoy. Más fuerte que nunca»

Sé que mi boca está muy abierta debido a la conmoción. Pasó de un cuerpo a otro para confundirnos.

—Audrey está muerta —jadeo —. ¿Cómo usurpaste el cuerpo de Lily?

Rueda los ojos con fastidio.

—Ustedes sospechaban de Audrey y ya no servía. Decidí poner mis ojos en otro recipiente —Da una vuelta, presumiendo su cuerpo —. La loca de la cabaña fue una gran elección, pero no soy alguien que se conforma con menos. Busqué una tercera opción y aquí estoy. ¿Por qué no alguien que tenga a los Karlsson a su alcance?

Quiero embestir mi puño en su rostro arrogante. Ella utilizó al señor Aiden.

—Tú eres la amante del señor Karlsson.

Me guiña un ojo.

—Es bueno en la cama y necesitaba información —sonríe —. No fue complicado hechizar a un hombre herido y desesperado por un poco de afecto. Aria Karlsson estaba en mi lista, pero es una maldita mujer resistente.

La señora Karlsson me cae mal, pero la prefiero a ella antes que esta bruja desgraciada.

—Intentas dominar el pueblo, bla bla bla —Melody decide hablar —. ¿Y luego qué? ¿Seguir devorando almas?

La bruja sonríe y observa a Claudius.

—Es increíble el parecido que ella tiene contigo. Has hecho un buen trabajo.

¿Está hablando en serio?

—Quiero ver a Andrew y Emmie —exijo muy cansada de sus juegos —. Ahora.

Resopla una carcajada.

—Ellos están muertos, querida

Mi mente se queda en blanco ante sus palabras. Suena como un tren de la muerte, dejando todo roto y torcido a su paso. Mis ojos arden. Puedo sentirlos llenándose de lágrimas, y si parpadeo, sé que caerán. Los mantengo abiertos, luchando contra las emociones.

—No —jadeo —. Eso es mentira.

Es mentira. Es mentira. Es mentira. Es una vil y asquerosa mentira. Ella solo quiere lastimarme.

—¿Quieres comprobarlo tú misma? —dice Claudius entre risas. La locura cubre sus ojos —. Sus cuerpos están en el sótano. Torturé a tu cuñado y me follé duro a su compañera para dejar un lindo recuerdo de mi parte. Nunca me olvidarán.

Un dolor profundo aprieta mi corazón. Todo el aire sale de mis pulmones. Mi pecho se siente como si fuera a colapsar, succionándome y aplastándome.

—¡Estás mintiendo! —grito, furiosa —. ¡Quiero verlos ahora mismo!

Claudius bufa.

—¿O qué?

La sangre hierve en mis oídos, el terror se convierte en pura furia. Toda la cólera y el daño que he sentido fluyen sin control. Mis manos vibran con energía cuando uso mis poderes y logro que la bruja caiga de cara por las escaleras. Su hijo intenta atacarme, pero Melody se encarga de él aventándolo contra la pared de ladrillos.

La guerra empieza.

Muevo mi cuello y el de Abigail cruje. Imagino como si estuviera sosteniendo un muñeco vudú y con cada movimiento de mis manos sus huesos se rompen. Melody agarra de la camiseta a Claudius, levantándolo lo suficiente como para apuñalarlo en el estómago con su cuchillo. Eso no es todo. La oscuridad detona en la habitación cuando aparece el monstruo que quería conocer.

Meredith.

Un olor nauseabundo sumerge, oigo una risita maniática y después vislumbro a una mujer con vestido roto y garras puntiagudas levitar. Su lengua partida lame los labios mientras mira a Claudius como un postre adictivo. Esto será divertido.

—Pequeña perra insolente —sisea Abigail —. Hoy te enseñaré el verdadero poder de la oscuridad.

En menos de dos segundos, soy golpeada por una bola de energía. Se filtran luces que me hacen pensar en estrellas antes de caer con fuerza en el suelo. La roca endurecida debajo de mí golpea mi mejilla y raspa a lo largo del lado mi cara por el impacto.

Mierda, eso dolió.

Abigail está sobre mí con su tacón de aguja clavado mi pecho. Su sonrisa es enorme y siento pinchazos en mi piel. Gimoteo de dolor, tratando de aspirar aire hacia adentro como se supone que debo hacerlo, pero mis costillas parecen que van a romperse al igual que mi cráneo.

—Yo te enseñaré lo que es tener miedo. Me temes, ¿verdad?

Suelta una carcajada, su tacón se clava con más profundidad en mi pecho y grito de agonía.

—¿Temerte a ti? Eres una niña débil y patética.

Una leve sonrisa curva mi boca a pesar del dolor que ejerce.

—Quizás tenías razón después de todo. Soy como tú o mucho peor.

Sus ojos verdes se tornan negros.

—Tienes tanto potencial, pero luchas en el bando equivocado. Los humanos no lo merecen, ellos arruinaron nuestras vidas.

Amortiguo el dolor, soltando un corto suspiro.

—Ellos arruinaron tu vida, la mía no —digo cómo puedo —. Yo conocí el amor, la amistad y tengo una familia. Logré ser feliz y tú no me arrebatarás eso.

—No seas ingenua, Arianne. Juntas seremos invencibles

Mi pecho se eleva y cae por las pesadas respiraciones.

—Prefiero estar muerta antes que luchar a tu lado.

—Eres tan terca como tu madre —Se para delante de mí, y se inclina, agarrando puñados de mi cabello. Intento darle una patada y me esquiva fácilmente. Con mi rostro caliente de rabia, le escupo en las mejillas —. Maldita estúpida.

Me mira con odio, sus ojos brillando en rojo. Suelta mi cuero cabelludo para limpiar su rostro y me apresuro a correr. Nota mi movimiento porque extiende las garras y me atraviesa el pecho con ellas. Dejo escapar un grito que perfora el aire y las lágrimas se derraman. Mierda. El dolor abrazador es como rayos en mi piel. Quema. Arde.

—No me hagas enojar, Arianne. Me gustaría matarte en este mismo instante, pero antes voy a divertirme —sonríe. Toco mi pecho en un intento de aliviar el daño, pero lo único que veo es la sangre manchar mi ropa y el suelo. Ha desgarrado mi carne y sanar es casi imposible —. Tus poderes no funcionarán en mí, querida. Soy invencible.

—No por mucho tiempo —gimoteo, y me avienta al suelo, sacando las garras de mi pecho.

Algo plateado capta mi atención y suspiro mientras mi herida empieza a sanar muy lentamente. El puñal es bendecido por los dioses y un solo rasguño a Abigail podrá matarla. ¿Por qué nada de lo que haga parece funcionar en ella?

—Siempre consigo lo que quiero —Habla y limpia la sangre de su mano. La batalla entre Melody y Claudius es interminable. Se derrumban muebles, luces brillantes chocan y Meredith permanece quieta como si esperara su turno —. De alguna manera cederás ante mí.

Disimuladamente deslizo la mano hacia mi bota con el fin de tomar el cuchillo.

—¿Qué pasa si me niego?

Abigail sonríe.

—Si mueres esta noche tu alma vendrá a mí donde estarás atrapada por toda la eternidad.

No puedo evitar el temor que siento ante sus palabras.

—No pudiste conmigo hace tiempo, mucho menos podrás ahora.

—Voy a quebrarte como sea —Sus ojos verdes miran detrás de mí cuando se oye una explosión —. Nuestro invitado ha decidido unirse a la fiesta. Ven aquí, pequeño.

Giro la cabeza para ver a Theo de pie, los hombros tensos, luciendo letal y aterrador. Sus ojos perdidos se dirigen a mí y empiezo a temblar. Dioses, estoy muerta. Él me hará pedazos.

—Theo... —susurro con dolor —. No tienes que pelear contra mí.

Silencio.

—Te llevaré a casa y encontraré una solución. Lo prometo.

Abigail se burla.

—Lo mismo dijiste hace años, ¿no? Deberías aprender a no hacer promesas si no puedes cumplirlas.

Una lágrima se resbala por mi mejilla.

—Vete al infierno.

Ella acaricia la cabeza de Theo y lo empuja hacia mí.

—Tortúrala, pequeño —ordena —. Es toda tuya.

Theo obedece.

🐺

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