Capítulo 44 🐺
Asher
Nada está bien en mi familia, pero este mal presentimiento es cada vez más profundo y difícil de digerir. Llamé a Andrew en varias ocasiones y nunca respondió. Es raro. Él siempre está activo en las redes sociales y comparte cada maldita cosa que hace con sus seguidores. ¿Por qué desde hace dos días no he recibido noticias? Estoy desesperándome.
—Probablemente decidió desconectarse —murmura Axel —. No quiere saber nada del pueblo y me parece perfecto. Ha pasado por mucho cuando estuvo aquí y prefiere dedicarse a Emmie. Ambos buscan un descanso.
Trato de convencerme lo mismo, pero mi cabeza está pensando en escenarios aterradores. Jamás debimos permitir que se fueran en primer lugar. Estaban a salvo en la Fortaleza. Los lanzamos directo a los depredadores.
—No puedo tranquilizarme —me froto el rostro —. Claudius aseguró que sabe el nombre de la persona que mató a su hija. ¿Y si fue tras Emmie?
Ashton le da una calada al cigarro y expulsa el humo por su boca. Anoche lo encontré divagando en la cocina. Reynard continúa teniendo pesadillas y no consigue dormir.
—El padre de Emmie tampoco llamó.
Tenso los puños y nos dirigimos a la oficina de mi padre. Ese bastardo desconsiderado... Entiendo que las cosas entre él y mi madre están mal, pero no es motivo para ignorarnos. Menos ahora que lo necesitamos.
—Lo haremos nosotros —digo —. No me quedaré quieto mientras nuestro hermano probablemente está en peligro.
Axel gira los ojos.
—Qué dramáticos.
—Cállate —lo apunto con mi dedo —. Tú también deberías tener más cuidado dónde te metes. Anoche estuviste a punto de morir.
Sonríe.
—Soy intocable. Nadie se atrevería a lastimarme cuando Melody es mi compañera —Se estremece un segundo —. Anoche vi a su guardiana y es aterradora. Se comió cada órgano de Audrey y no dejó nada. Limpió hasta la alfombra con sangre. Fue asqueroso.
La imagen mental me da asco.
—Es bueno saber que estás protegido, pero ten cuidado la próxima vez y no recibas dardos de plata. Arianne no siempre podrá curarte.
Arianne...
El hecho de que siga evadiendo mis preguntas me preocupa. ¿A qué le teme? Sería incapaz de recriminarle si ella está embarazada. Ambos somos responsables. Me ofende que le asuste mi opinión. Lo único que quiero es hacerla sentir segura, pero seguiré esperando. No la presionaré.
—Mujeres —Ashton suspira —. Nos ha tocado compañeras complicadas. Arianne es una mezcla de todo, Melody es un demonio y Reynard una médium acosada por sus propias pesadillas. Aún no encuentro la forma de consolarla. Anoche despertó muy asustada.
Oírlo me envía un escalofrío por la espalda.
—¿Ha dicho lo que vio?
—Hace unas semanas sí. Ella insiste que el pueblo arderá en llamas, pero anoche fue diferente —Su voz se pierde y su mirada se centra en un punto lejano —. Despertó llorando y me pidió que la abrace. Cualquier cosa que haya visto la tiene aterrada.
El miedo creciente inunda mis sentidos y pienso que algo verdaderamente malo está a punto de ocurrir, pero no pensaré en lo mismo todo el día.
—Vamos —acelero mis pasos —. Encontremos a nuestro padre.
Pasamos por las puertas corredizas notando que no hay ningún personal de seguridad, tampoco hay personas en el edificio. Está... vacío. Llegamos a recepción dónde la ausencia de la secretaria es más que notable. Veo papeles tirados sobre la mesa, restos de comida en el piso y ropa sucia. Axel arruga la nariz.
—¿Desde cuando nuestro padre es un vagabundo? —pregunta ―. Es el rey del orden.
Ashton lanza la colilla del cigarro en el contenedor de basura cercano.
—Está aquí.
Abrimos la puerta de la oficina para encontrar a mi padre roncando en el sofá. Sostiene una botella de licor vacía en su mano, apenas viste un bóxer y el olor a hediondo inunda la habitación. ¿Desde cuando no se toma un baño? ¿Este es el alcalde respetable de New Hope? Qué vergüenza.
—Papá, despierta —me acerco y sacudo su cuerpo —. Levántate.
Al no obtener respuesta, Axel alcanza una botella de agua y lo derrama en su cara. Mi padre se levanta con un sobresalto y suelta un grito ahogado. Sus ojos acusadores nos miran con molestia.
—¿Qué pasa? Esa no es la manera de saludar.
Juro que intento ser paciente y mantener la compostura, pero este hombre no hace que las cosas sean fáciles. Dioses, su familia está en peligro y él duerme como si nada más importara. ¿Cuándo se perdió de esta manera? Apenas lo conozco. Quiero sacudirlo hasta que recapacite.
—¿Qué pasa? —repito su pregunta sin poder creérmelo —. El pueblo está en una guerra y tú olvidaste a tu familia. No volviste a llamar ni preguntar cómo estamos. Andrew se fue a Irlanda, ¿sabías? ¿Al menos te importa lo que suceda con nosotros?
Papá se frota la cabeza con una mueca.
—No soy bienvenido en la Fortaleza.
—Esa es una maldita excusa de mierda. Pudiste llamar y cualquiera de nosotros te responderíamos sin problemas. El tema aquí es que no te importamos —Lo miro decepcionado —. Prefieres hundirte en el alcohol y tu amante.
Estoy harto de su poca responsabilidad afectiva y falta de comunicación. Desaparece días y actúa como si no supiera qué sucede. Se supone que es el adulto de la familia y su deber es protegernos. ¿Qué sucedió con el hombre que tanto admiro? No queda nada de él.
—Más despacio —Papá se levanta del sofá muy lentamente y se limpia el rostro mojado con una servilleta —. No recuerdo qué sucedió los últimos días. ¿Amante? No he visto a nadie.
Me burlo. ¿Seguirá con la misma excusa?
—Acepta tus errores de una vez y deja de mentir. Ya no eres un niño, papá.
Deber sentir mi frustración, porque sus cejas se juntan y el dolor se ve grabado en las líneas de su rostro. Niega una y otra vez con las manos en su cabeza. Axel y Ashton no comentan nada. Están en silencio o más confundidos que yo.
—¿Te drogaste? —pregunta Axel —. Es la única explicación que le encuentro a tus actitudes. ¿Fue heroína o cocaína?
—No —contesta papá —. En caso de que lo hiciera ni siquiera funcionaría. No recuerdo nada, muchachos. Sé que están decepcionados y no creen en mi palabra, pero no estoy mintiendo. Ustedes me conocen mejor que nadie. No tengo una amante, no estoy viendo a ninguna otra mujer.
Ashton frunce el ceño.
—¿Entonces qué estás haciendo con tu vida? No vimos a tus empleados ni secretaria cuando llegamos.
—Les dije que podían tomarse un descanso —Papá se levanta y busca unos pantalones. Es desagradable verlo en bóxer.
—Si los medios de comunicación te captan en este estado tan vergonzoso tu carrera será hundida. Olvídate de la candidatura.
Axel busca una goma de mascar en su pantalón y abre el envoltorio.
—No seas tan duro, Asher. ¿Has visto al hombre? —Se lleva la goma de mascar en su boca —. Parece un cadáver andante. Yo le creo.
Ashton gira los ojos.
—No culpo a las personas que te consideran un verdadero imbécil.
Papá carraspea y se asegura de que las persianas de su oficina estén bien cerradas.
—¿Ya decidieron si soy culpable o inocente? ¿A qué vinieron exactamente?
—Pensamos qué podrías ayudarnos y vinimos a verificar tu estado.
—Dijeron que Andrew viajó a Irlanda.
—Sí —responde Ashton —. Pero no volvimos a saber nada de él y estamos preocupados.
—¿Eslem tampoco llamó?
—No.
Corre los dedos por su cabello despeinado y grasiento.
—Debemos averiguar qué sucedió con él. Todo esto es raro —bosteza —. No estoy bien emocionalmente y he dejado a cargo de mis problemas al sheriff del pueblo. Anoche encontraron otro cuerpo en el lago.
Apenas respiro.
—¿Recuerdas a tu amante? Es una chica llamada Lily.
Traga saliva.
—¿Mi amante?
Me río a carcajadas de la tonta pregunta. ¿Está tomándome el pelo?
—Arianne y yo te vimos con ella a las afueras de la ciudad. Deja de comportarte como si no supieras de que estoy hablando. Es patético de tu parte. No eres un poco hombre.
Frunce el ceño, tratando de comprender todo.
—Entiendo que estés molesto, pero esto es demasiado.
—Sí, es jodidamente demasiado que te tires a una chica que podría ser tu hija.
Su mandíbula casi cae ante mi última declaración y retrocede.
—¿Cuándo me viste?
—Hace una semana aproximadamente.
Su puño toca su pecho.
—No lo recuerdo.
—Asher, detente —Ashton interviene dándome una mirada molesta —. ¿No lo has visto? No traía puesto sus malditos pantalones cuando llegamos. El hombre no sabe dónde está parado.
Axel es el único relajado.
—Podríamos descubrir si tiene alguna mierda de hechizo sobre él. Mila es una experta, ¿no? Ella puede averiguarlo.
Papá se sienta en el sofá con la cabeza agachada y sin hacer comentarios. Mi ira se transforma en tristeza. Quizás esto es un juego retorcido de Abigail para desmoronar a nuestra familia. Ella quiere vernos dispersos y rotos.
—Bien —accedo —. Vamos a llevarlo de regreso a la Fortaleza y averiguar qué pasa con él realmente.
Mi padre asiente.
—Gracias.
Mamá pegará un grito al cielo cuando lo vea. Genial.
🐺
Andrew
Fui atado con unas cuerdas al techo como si fuera carne exhibida en una carnicería. La piel de mi espalda arde por los latigazos, mi boca está seca por la falta de agua y mis ojos apenas pueden abrirse. Estoy demasiado agotado. Mi cuerpo ha sido expuesto a torturas que nunca imaginé, pero nada me duele tanto como oír los gritos de Emmie mientras suplica que paren. ¿Cuánto tiempo pasó?
No soy consciente de nada, si es de noche o día. Mi cabeza cae débilmente a mi pecho y vuelvo al presente cuando alguien tira de mi cabello para que lo mire a los ojos. La sangre cae de mi pecho que ha sido cortado por horas, pero me he dejado llevar por las torturas. No sirve de nada quejarme o hacer un solo ruido. Ellos lo harán peor.
—Diez puñaladas, eso fue impresionante —sonríe Claudius, mirándome —. Mi madre también reaccionaría de esa forma si me mataran. Ella se volvió loca cuando nos separaron hace más de trescientos años.
Mi visión desenfocada se dirige a Emmie que lloriquea desde la silla. No le han puesto otra mano encima y agradezco que siga intacta. Vale la pena ser torturado por ella.
—¿Tu hija te importaba? —Lamo la sangre de mis labios.
Una risa profunda sale directamente de su pecho.
—Decidí criarla por un fin. Su madre era una puta bruja que follé hace diecinueve años y murió en el parto. No quería quedarme con ninguna carga, pero cambié de opinión. Recordé que Marianne tenía mi sangre así que acepté mi rol de padre —Acerca el cuchillo de plata a mi pecho —. Cuando creció demostré que no me equivoqué en absoluto. Marianne era poderosa, mi imagen y semejanza. Era muy útil para mis objetivos y tu compañera la mató.
Mi pecho se aprieta.
—Mató a nuestro hijo —Le recuerdo —. Tú mismo estás admitiendo que la venganza es aceptable en estos casos. Solo olvídalo y déjala ir. Puedes hacer conmigo lo que quieras.
Sus ojos verdes brillan y el cuchillo de plata vuelve a apuñalarme en el estómago. Toca mi pulmón y grito de agonía. Emmie solloza al oírme y se tapa los oídos. Joder, no puedo más.
—Aún me queda otra hija —Claudius suelta una carcajada —. Ella se niega a verme como su padre, pero lograré convencerla.
¿Habla de Melody? Ella lo matará si se atreve a acercarse. Pensé que este demonio es más inteligente.
—¿Qué harás con nosotros?
Sonríe.
—Son la carnada, cuando ellas sepan que están a mi merced no dudarán en buscarlo —camina a Emmie —. Haré un intercambio.
No dudo que Arianne y Melody harían lo que sea por nosotros, pero no confío en este monstruo. No nos dejará ir fácilmente.
—Van a matarte en cuánto te vean y te aseguro que no serán delicadas como lo fue Emmie con Marianne.
Sus ojos se enfurecen y me apuñala en el pecho justo cerca de mi corazón. Quiero gritar, pero me muerdo el interior de las mejillas con tanta fuerza que mi boca se inunda de sangre. Emmie está callada ahora, su expresión vacía.
—Me daría el gusto contigo y tu linda compañera, pero tengo mejores cosas que hacer —Me guiña un ojo —. Sin embargo, agradezco mucho la satisfacción que me has dado —Le entrega el cuchillo de plata a uno de sus hombres —. Tortúralo hasta que se cague encima. Nos vemos dentro de unas horas.
Y entonces abandona la habitación dejándome moribundo de dolor.
🐺
Arianne
Con el asesinato de Marianne esperamos que Claudius venga directamente a nosotros. No será necesario usar rastreadores o seguir espiando a sus posibles aliados. Reynard confirma que Abigail aparecerá muy pronto. He esperado este día por mucho tiempo y usaré cada gramo de mi poder para acabar con ella.
Me queman las ansias ante la llegada de ese gran día. Con Melody peleando a mi lado no me siento sola. Ella es la aliada que necesito en el momento más oportuno. Juntas seremos imparables. Sobre Theo, Josh no cree que tiene salvación. No importa cuanto intente convencerlo de lo contrario. Mi padre perdió la fe en su hijo.
―He visto los ojos de Theo. Él pudo reconocerme.
Se detiene un momento y me mira con atención.
―Tiene recuerdos de su vida anterior, pero él está roto, Arianne. Es un ser defectuoso.
Mi estómago se aprieta en nudos.
―¿Un ser defectuoso? ¿Cómo puedes hablar así de tu propio hijo?
―Volvió de la muerte ―Eleva la voz ―. ¿Crees que él será normal y vivirá una vida feliz?
―La esperanza es lo último que se pierde. Él necesita nuestra ayuda y cuando Claudius lo regañó parecía asustado.
―No puede distinguir lo que está bien o mal y eso es muy diferente a creer que tiene salvación. Renuncia a él.
Mi garganta se tensa y las lágrimas llenan mis ojos.
―Yo... solo ―agita la cabeza ―. Me rompió el corazón verlo así.
Melody me rodea con sus brazos.
―Y es entendible que te sientas así, pero no es sano que intentes integrarlo a la sociedad. No resultará bien, cariño. Theo está muerto.
―Lo siento ―susurro.
―No hay nada que sentir aquí ―Melody me consuela ―. Él te dará las gracias cuando al fin obtenga la paz que busca. Ha sufrido mucho.
Me duele el alma pensar en todo lo que ha pasado desde que resucitó. He visto vídeos de él perdido en la noche, actuando como un animal sin control en busca de comida. Sé que no duerme. Está sufriendo y odio saberlo.
―¡Prendan la televisión! ―Reynard viene corriendo a la sala ―. ¡Tienen que ver esto!
―¿Qué? ―pregunto.
―¡La televisión! ―insiste la pelirroja —. ¡Canal nueve!
Melody alcanza rápido el control remoto sin hacer más preguntas y enciende la televisión para ver qué ocurre en el canal nueve. Estoy confundida momentáneamente, pero luego asustada. La periodista habla sobre el cuerpo que encontraron ayer en el lago del pueblo. Se trata de una chica que fue asesinada.
―No es cualquier chica ―susurra Melody ―. Es Lily.
Me quedo paralizada conteniendo la respiración. Esto señala lo obvio. Tanto Audrey como Lily quedan descartadas de ser Abigail. ¿Entonces quién es? Para empeorar la situación, ingresan a la sala Asher y sus hermanos acompañados del señor Aiden. Dioses... Mi suegro se ve terrible. Parece que no ha tenido un baño en días y su ropa está arrugada con manchas de suciedad.
―¿Qué sucede? ―balbuceo.
Asher me mira con los ojos llenos de terror.
―Se trata de Andrew y Emmie. Fueron secuestrados por Claudius.
Mi corazón se desploma y el miedo me quita el aliento. Estoy congelada, el shock robándome las palabras.
—¿Qué quieren a cambio? —Melody habla —. ¿Ellos están bien?
Mi mente está entumecida, demasiado débil para hablar. Andrew, Emmie... ¿Por qué? Ellos estaban tratando de sanar las heridas que ha dejado la pérdida del pequeño Adam y ahora deben lidiar con más cicatrices.
—No, no están bien —oigo decir a Axel —. Claudius quiere que ustedes se entreguen a cambio de ellos. Los espera mañana en el bosque de New Hope.
La furia me crispa los nervios y entrecierro los ojos. Me han arrebatado mucho y no permitiré que otro inocente muera a causa de lo que soy.
—¿Abigail estará presente?
Es Reynard quien responde sorprendiéndome.
—Sí. Es el gran día.
Es todo lo que necesitaba oír.
—Confirmen mi presencia —espeto, dirigiéndome a la puerta en busca de aire fresco. Los mareos regresan —. Veré con gusto a ese bastardo de mierda y le arrancaré la cabeza.
Melody me sigue inmediatamente.
—Y también confirmen la mía. Meredith estará encantada de conocerlos.
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