Ari

«Robaron su cuerpo, profanaron la tumba de mi hermano...»

¿Cómo pudieron ser capaces? Esos monstruos caen muy bajo para ganar, esos monstruos sin almas... ¿Qué hice para ganarme este sufrimiento? ¿Tan mala hermana fui? ¿Soy una horrible persona? ¿El mundo me odia?

—¿Arianne? —pregunta Asher, pero no oigo nada.

Un cuchillo ha sido incrustado en mi pecho, desgarrando mi corazón y haciéndolo trisas.

No queda nada de mí.

Solo una profunda tristeza que no puedo dejar de sentir.

—Arianne, por favor —ruega Asher al verme en shock —. ¿Ari?

Mis hombros se sacuden, lucho por respirar. Abro la boca, pero nada sale. Mi grito es sin palabras, un gemido miserable apenas audible.

—Ari... —La expresión de Reynard muestra el mismo sufrimiento que abunda en mi interior —. Lo siento muchísimo.

¿Hasta cuándo seguirán con esto? ¿Por qué no lo dejan en paz? Ellos quieren destrozarme y lo han logrado. Apostaría que Claudius y Abigail están detrás de esto. Esos demonios...

Me imagino la tumba abierta de mi hermano, su cuerpo en estado de putrefacción. Jamás debimos dejarlo vulnerable. ¿Cómo no pudimos percibir que esto pasaría? Lo imagino en estado de zombi, un títere que usarán para herirme.

Theo es un arma más.

El dolor es inmenso, parece que ha estado carcomiéndome desde siempre. Es agonizante. Me paraliza, me quita la capacidad de respirar. Lloro, aunque la angustia no se va. Ni siquiera un poco. Sé que desperdicio tiempo y energía, pero no puedo detenerme. Estoy destrozada.

—Hagan algo —pide Melody —. Va a desmayarse.

Sacudo la cabeza mientras trato de hablar. Me falta el aire.

—Arianne... —Mi padre trata de tocarme, pero me aparto.

¿Acaso nunca van a conformarse? ¡Robaron su vida, su infancia y su alma! ¿Por qué no paran de una vez?

—Mírame —implora Asher —. Por favor, Arianne.

Mi atención se posa en Josh quién también tiene lágrimas en los ojos. La familia Karlsson y Melody me observan en silencio, curiosos por mi próximo movimiento. Me siento acorralada, sofocada. Una criatura perdida. Necesito salir de aquí. Tengo que hacerlo o perderé la cordura.

—Sé que esto es difícil, pero encontraremos una forma de solucionarlo —afirma Josh, devastado —. Lo juro, Arianne.

No creo en sus promesas, no creo en nada.

—Quiero estar sola —Mi voz termina en un débil sollozo y cubro mi rostro con las manos —. Quiero estar sola.

El suelo se siente como si estuviera inclinado debajo de mí cuando retrocedo. Salgo por la puerta y corro sin mirar atrás. Me pierdo entre los árboles del bosque, la fría brisa de la mañana me golpea la cara.

Necesito huir.

—¡Arianne! —grita Asher, pero no me detengo.

Los recuerdos se reproducen en mi mente, haciéndome difícil respirar.

Duele.

Duele tanto.

—Siempre estoy muy asustado, pero contigo a mi lado el miedo no existe.

Una sonrisa asomó mis labios y abracé a Theo mientras la lluvia seguía siendo interminable ahí afuera. Nos cubrí a ambos con las mantas y alboroté su cabello castaño. Lo amaba. Era lo más importante en mi vida junto a mamá.

—Nunca le temas a nada mientras esté a tu lado. Siempre voy a protegerte.

—Eres la mejor hermana del mundo, Ari —dijo con una sonrisa —. Te quiero.

—Y yo a ti, cariño.

Mis emociones son una marea incontrolable y destructiva. Ellos saben que Theo es una de mis debilidades, traman algo siniestro que me niego a reconocer.

La voz de Asher suena lejana mientras caigo al suelo y presiono la mano sobre mi pecho. Cuando siento que estoy superándolo, un nuevo obstáculo amenaza destruir mi poco juicio. ¿Podré con esto? No lo sé.

Estoy cansada.

Muy cansada.

🐺

Asher

La conmoción sobre el cuerpo robado ha sacudido a todos. Mila consuela a Josh quien no para de beber mientras Reynard se aferra a los brazos de Ashton. En cuanto a Ari, decido darle su espacio. Ella necesita estar sola para procesar los terribles sucesos.

Mi pobre chica.

—No podremos iniciar el ritual para que el alma de Theo descanse —musita Mila —. Será imposible con su cuerpo a disposición de Claudius.

La furia surge a través de mí. Ese bastardo... ¿Cómo puede usar a un pobre niño para sus malditos fines? Jodido monstruo.

—La luna llena saldrá mañana —agrega Keira —. Marianne le dijo a Arianne que pronto habrá una reunión familiar y deduzco que todos sabemos a qué se refería.

Josh aprieta la mandíbula, el vaso en su mano a punto de quebrarse como él.

—Aprovecharán la magia de la luna para traerlo de vuelta —gruñe —. Tenemos que impedir que eso suceda.

Reynard suspira y me observa.

—Lo he visto en mis visiones —murmura —. Él regresará a la vida.

La desgracia y la furia me queman, chamuscándome desde el interior. Esta tragedia es inevitable. ¿Y Arianne? No será la misma.

—Debemos impedirlo —sentencio —. No permitiremos que Claudius reviva a Theo. Tiene que haber una manera de frenar esta tragedia.

Reynard agacha la cabeza.

—No hay muchas esperanzas, Asher.

—No vamos a rendirnos —espeto —. A Arianne le costó más de cinco años superarlo. ¿Cómo creen que reaccionará cuando vea a su hermano regresar de la muerte? —Josh está a punto de llorar —. Theo no será ningún angelito normal. Estará a disposición de Claudius y querrá matarnos. Será su peón.

Reynard suelta un suspiro tembloroso.

—Un demonio sin control —musita la pelirroja y Ashton la abraza.

Melody abre los ojos de par en par.

—Mi familia es una completa fichita.

Axel la envuelve en sus brazos.

—Si supieras, nena.

—¿Es posible usar el cuerpo? —cuestiono —. Quiero decir, está podrido.

—Hablamos de magia, Asher —dice Reynard.

Joder...

Un relámpago sacude el bosque y miro desde la ventana. El cielo se oscurece, dando paso a una intensa tormenta. Arianne aún no ha regresado. ¿La gran sorpresa? Descubrió como cerrar sus pensamientos y no logro escucharla.

—Iré por ella —miro al resto —. Vamos a solucionarlo, Theo no volverá.

La expresión Reynard no es muy optimista, pero no pensaré en lo peor. Habrá alguna forma de impedir esta desdicha.

—Haré que examinen cada parte del bosque —masculla mi padre —. No le daremos oportunidad de usar el poder de la luna.

Asiento.

—Gracias, papá.

Abandono la mansión mientras un torrente de lluvia me sacude. ¿Dónde se metió? Entraré en crisis si no logro encontrarla. ¿Qué voy a decirle? Las promesas de que todo estará bien son redundantes y el mejor consuelo es abrazarla.

Está lloviendo.

La lluvia cae más fuerte a un ritmo constante y me angustia. No puedo oír sus pensamientos y temo que haya cometido una locura.

—¡Arianne! —grito a través de la interminable lluvia —. ¡Ari!

El trueno retumba de nuevo. La luz de un rayo se hunde sobre el claro a mi lado. Salto, mi cabeza se mueve a la derecha. Veo con horror cómo un gran árbol cae a centímetros detrás de mí.

«Dios, bonita, ¿por qué me haces esto?».

Olfateo el aire, pero no obtengo respuestas. Doy vueltas en la oscuridad, mis ojos miran alrededor, absorbiendo los detalles. No hay luces en el bosque. No hay nada, solo árboles moviéndose con el viento.

Otro relámpago ilumina el cielo.

Trago.

Otro trueno.

Más fuerte.

Esta vez alumbra cada centímetro y al fin puedo verla. Arianne está ahí, bajo la lluvia, abrazándose a sí misma.

—¡Arianne!

La lluvia gotea por mi cara y me estremezco. Inhalo y me acerco a ella. Luce pálida, sus ojos están rojos debido al llanto. Me destroza el corazón ver esa devastación en su preciosa cara.

—¿Arianne? —inquiero —. ¿Ari?

Silencio.

Su expresión fría me detiene a tocarla. Estoy nervioso, no voy a negarlo. Luce aterradora, algo turbio la rodea. No es la Arianne que conozco, no es mi bonita, la chica que me enamora día y noche.

Esta Ari es... una desconocida.

—¿Me tienes miedo? —pregunta en voz baja. Su cabello mojado cubre su cara, su labio inferior tirita. Quiero sostenerla entre mis brazos y no soltarla.

Niego.

—Jamás —respondo, seguro —. Tú siempre serás mi Ari.

Me da acceso a sus pensamientos y soy magullado por las emociones. No es la única que siente que un pedazo de su cuerpo está siendo desgarrado. Ella es parte de mí. ¿Cómo puede seguir de pie? Su fuerza siempre será admirable.

Arianne es una guerrera.

—Deberías temerme, Asher.

Un nudo se sitúa en mi garganta.

—Sé que esto es difícil, pero prometiste que no te rendirás. Lo prometiste.

Y no lo hará, jamás se dará por vencida. Su potencial es ilimitado. Creo en ella más de lo que haya creído en cualquiera. Arianne es la persona más fuerte que conozco.

Otro relámpago suena.

Una vez.

Dos veces.

Tres veces.

Cuatro veces.

—Déjame ayudarte, Arianne.

Mira el cielo con una sonrisa perversa.

—¿Puedes verlo? —Señala la lluvia —. Controlo el clima con mis emociones.

Sus ojos verdes cambian a negro, pero no me asusta. Ella está probándome y fracasará. No le temo, nunca la veré como el monstruo que su familia intenta convertirla.

—Ellos quieren que te pierdas como Abigail. No les des el gusto.

Sus manos se cierran en puños y aparta la mirada.

—Tienen el cuerpo de Theo para armar un plan destructivo en mi contra.

Por supuesto que ella se daría cuenta de las malditas intenciones de esas aberraciones. No es ninguna tonta, es muy evidente lo que pretenden hacer.

—¿Sí?

Me siento aliviado cuando sus ojos vuelven a la normalidad. Sus cejas se fruncen como si le doliera hablar.

—Revivirán a Theo, puedo sentirlo. Ellos van a revivirlo para lastimarme.

Esa sensación familiar de melancolía se transforma en un sentimiento de tristeza. Son negros presagios.

—Amor...

Cubro su cuerpo con el mío cuando otro relámpago impacta muy cerca de nosotros. Arianne está en el suelo, yo sobre ella. Mi respiración sale jadeante, su aliento se mezcla con el mío mientras respiramos pesadamente. La energía que desprende es opresora.

Me mata.

—¿Sabes que es lo peor? —solloza —. Él no será el mismo cuando regrese. No soportaré verlo como ellos, Asher.

Mi corazón duele dentro de mi pecho. No sé qué decir, ni pensar.

—Ari...

—Me odiará —Su voz se quiebra —. Me odiará tanto.

—Shh... —La consuelo —. No pienses en él, por favor. Estoy aquí.

La lluvia no para cuando me pongo de pie, su cuerpo en mis brazos. El clima ha empeorado. Está muy oscuro y agradezco poder ver en la oscuridad. No conozco a nadie que haya sufrido más que Ari. Los psicópatas que tiene como familia le arrebataron mucho: Theo, su madre y Kellan.

—No dejes que me pierda, Asher —suplica en un murmullo sin abrir los ojos —. Por favor.

La sostengo con firmeza mientras avanzamos hacia la Fortaleza Karlsson.

—No lo permitiré, bonita. Lo juro por mi vida.

🐺

Una vez en la mansión, me aseguro de llenar la bañera con agua caliente y espumas. Nadie hizo preguntas cuando nos vieron llegar. Saben que Arianne está en uno de sus peores momentos.

Es mejor no hablar del tema, no por esta noche. Nada lo arreglará.

—Levanta los brazos —instruyo y Ari obedece.

Le quito la sudadera, después siguen sus zapatos. Se queda en silencio mientras tiro hacia abajo su pantalón de deporte para desnudarla. Sus largas pestañas revolotean y me mira con una sonrisa débil.

Mi dulce chica.

—Te prepararé algo de comer y dormiremos juntos.

Asiente sin pronunciar ninguna palabra. Luce pequeña y frágil cuando meto su cuerpo en la bañera. Ari se mantiene en silencio mientras paso el jabón por su espalda y después lavo su cabello castaño. Está cubierto de lodo.

—Sé que no quieres hablar sobre el tema —empiezo, pero ella me interrumpe.

—No te detengas por mí —responde en voz baja —. No servirá fingir que nada sucede.

Paso la esponja espumosa por su espalda y lavo cada dedo de su mano.

—Claudius aprovechará que mañana es luna llena y usará la magia —expongo —. Vamos a detener cualquier plan que tenga en mente.

Ari se concentra en observar el agua llena de espumas.

—¿Crees que servirá de algo? —aprieta los labios con rencor —. No harán el ritual aquí, no sería tan estúpido.

Buen punto.

—No perdemos nada con intentarlo —Limpio sus piernas esta vez —. Tú me enseñaste a no rendirme nunca.

Evade mis ojos.

—Tengo miedo —Es todo lo que dice —. A veces pienso que me volveré loca.

Un gran dolor cruza mi pecho.

—Eso no sucederá —Le aseguro —. ¿Recuerdas nuestro mayor propósito? Mataremos a Abigail y después tendremos varios lobitos.

Una sonrisa fresca florece en su hermoso rostro. Al fin.

—Oh, Asher. Eres maravilloso.

Tiro la esponja a un lado, trabajo en mi ropa y me desnudo. Sus ojos verdes arden cuando me meto en la bañera con ella y la siento en mi regazo. Su cuerpo se relaja, cada nudo en su músculo se desenreda. Mi toque alivia su malestar.

—Te amo —susurro y la abrazo —. Te amo con cada parte de mí, Arianne Laroux.

🐺

Axel

Melody está nerviosa, su tensión es intolerable. Escuchó las cosas que su madre le dijo sobre Claudius, pero se siente intrigada hacia ese monstruo. Cada vez que me permite oír atisbos de sus pensamientos, piensa en las mil maneras que podría exterminarlo.

Melody no descansará hasta que eso suceda.

—Me da mucho asco que reviva a un pobre niño —sisea, indignada —. ¿No puede vencer él mismo a Arianne? ¿Le tiene miedo?

Abrazo a la almohada y la observo desde mi cama. Ella está en mi habitación, será nuestra primera noche juntos. Aún no asimilo este suceso del siglo.

Yo, el promiscuo de la familia Karlsson, fui atrapado.

—Eh... sí —respondo, embobado.

Melody pone los ojos en blanco.

—No estás escuchándome, Axel.

Doy palmaditas en el lugar a mi lado y ella se acerca. Su perfume caro es placentero, me dan ganas de hundir mi nariz en su cuello e inhalarla. Me he vuelto adicto a ella a poco tiempo de conocerla.

—Estoy distraído con tu belleza —sonrío —. No puedo creer que eres mi compañera.

—Yo tampoco, pero aquí estamos —Su dulce sonrisa calienta mi corazón —. Quiero conocer más de ti.

Melody se inclina por un beso que me deja con ganas de más. Su boca se encuentra con la mía y mis labios se abren, dándole la bienvenida.

—Quiero saber algo, Melody —Me alejo y presiono nuestras frentes —. Conoces mi historia, me leíste muy bien. Yo a ti no logro descifrarte, no soy bueno con las chicas.

Libera una carcajada que sacude su cuerpo entero. ¿Qué es gracioso? La mayoría de las chicas con quienes me acosté no estaban interesadas en conocerme. Solo querían sexo y funcionaba bien para mí.

—¿Tú no eres bueno con las chicas?

¿Por qué todos asumen que soy experto con las mujeres? Una cosa es tener sexo, otra muy diferente conocerlas de manera íntima. Cada una es extraordinaria a su manera.

—Hablo en serio —Le sonrío —. Ellas no eran muy conversadoras. Querían ir a la parte de acción y fue genial mientras el proceso duró.

Melody calma su risa y suspira.

—Prefiero no hablar de tus conquistas anteriores —Lame sus labios —. ¿Qué deseas saber de mí?

Me encojo de hombros.

—¿Hubo otros chicos antes? —inquiero.

Resopla, esperaba esta pregunta.

—Sí —contesta —. Algunos chicos de mi instituto con quienes empecé mi vida sexual.

Genial. Ambos tenemos experiencia.

—Yo haré que olvides a cualquier idiota —afirmo con una sonrisa seductora —. No recordarás a ninguno después de experimentar con el mismísimo Axel Karlsson.

—Eres tan egocéntrico, pero me gustas.

La posiciono debajo de mí, examinando cada uno de sus rasgos. Me encantan sus labios gruesos y llenos. Esos ojos marrones son exquisitos como el chocolate. Melody Shikova es exquisita.

—Espera... —Ella pone una mano en mi pecho y me aparta—. Aún no estoy lista para que dejes tu marca en mí.

Suelto un suspiro.

—Lo sé y no tengo intenciones de presionarte —aseguro —. Quiero que lo nuestro sea una aventura lenta dónde me tomaré mi tiempo para disfrutarte. Somos inmortales.

Sus ojos marrones brillan.

—Me gustas.

—Y tú a mí —sonrío —. Me fascinas.

Pasos corriendo golpean el piso de porcelana y Melody se congela en mis brazos. ¿Qué carajos? Pensé que hoy tuvimos suficiente con la noticia de Theo. ¿Ahora cuál es la sorpresa?

—¡Espera, por favor! —exclama mi padre, desesperado —. ¡Aria!

Comparto una mirada horrorizada con Melody antes de saltar y abrir la puerta para ver qué rayos sucede. Mamá camina por los pasillos que conducen a su habitación mientras mi padre trata de frenarla.

Mierda, nunca vi a mamá furiosa. Echa humo por las orejas, su rostro lleno de odio mientras mira a papá. Sé que han peleado seguido, pero nunca a este nivel.

—¡Quítame las manos de encima! —grita mi madre, exaltada y en medio de sollozos —. ¡No te perdonaré esto jamás! ¿Entiendes, Aiden? ¡Lárgate de mi vista!

Las puertas de mis hermanos se abren y miramos la escena confundidos. Melody clava las uñas en mis brazos.

—¿Qué diablos sucede? —exige Asher. Arianne está detrás de él, luciendo pequeña y triste —. ¿Mamá?

—Pregúntale a tu padre —Mi madre limpia sus lágrimas de manera furiosa y lanza un periódico en el suelo —. Acaba de destruir a nuestra familia.

Papá no contesta. El color se drena de su cara cuando recojo el periódico y veo la tapa. La imagen lo muestra feliz con una mujer y hablándole al oído. Sus manos están en la cintura de ella, un gesto posesivo. No me jodas.

"El alcalde del pueblo muy distraído con una mujer que no es su esposa. ¿De dónde salió esta misteriosa y hermosa dama?"

—¡Te quiero fuera! —grita mi madre y llora —. ¡Fuera de mi casa y mi vida! ¡Aléjate de mis hijos!

Reynard se cubre la boca mientras la cara de Asher es de furia. Intenta entrometerse, pero Ari sostiene su brazo.

—Asher, no.

—Por favor... —suplica mi padre —. Te amo, Aria. No es lo que piensas, lo juro.

La preocupada mirada de Andrew rebota entre nuestros padres.

—No desperdicies ni una palabra más, Aiden —Mamá se acerca y le da una fuerte bofetada que resuena. Auch —. ¿Pensaste que podrías ocultar tus pensamientos siempre de mí? Lamento decepcionarte, pero escuché todo. No me importa que el lazo nos una, nuestro matrimonio se terminó. Quiero que recojas tus cosas y te largues.

🐺

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