Capítulo 24 🐺
Axel
Es de madrugada mientras conduzco. Los faros del auto iluminan el oscuro camino. Llegaremos a New Hope dentro de tres horas. Observo a Ashton quien tiene a Reynard sobre su regazo y un brazo protector alrededor de ella. Ambos duermen cómodos y no tengo el corazón para despertarlo. Puedo manejar hasta que lleguemos.
—Eres muy dulce —sonríe Melody.
Aprieto su muslo con una de mis manos mientras que la otra sostiene el volante. He oído sus pensamientos sobre mí y me tiene contento. Ella también desea conocerme más, experimentar aventuras y revelarme sus secretos.
Melody me desea en su vida.
—No soy una decepción después de todo —murmuro con la garganta seca —. Tu madre me considera un imbécil insuficiente para ti.
Melody se relaja en el asiento y me ofrece una sonrisa. Se ve radiante y hermosamente salvaje, pero algo en ella me hace mantener la guardia. No es una criatura inocente.
Nada en Melody lo es.
—No soy inocente —responde ella a mis pensamientos —. Soy la reencarnación de un demonio, Axel. Haces bien en desconfiar.
Controlo el aliento y no aparto los ojos de la carretera. Sé que lo dice en un sentido muy literal.
—¿A qué te refieres? —inquiero —. Estaré agradecido si me explicas de qué trata.
Un largo silencio se extiende en el auto, Melody decide romperlo segundos después.
—La hechicera que salvó la vida de mi madre y la mía, lo hizo a cambio de un precio demasiado alto —espeta —. Puso un demonio protector dentro de mí. Ella aseguró que Meredith mataría a quienes intenten dañarme. Es una ventaja que tenemos sobre Claudius, mi destino es acabar con él. Tengo el poder.
La observo de nuevo, mi expresión de pura sorpresa y confusión.
—¿Cómo funciona? —pregunto —. Perdona, no comprendo.
Los ojos de Melody cambian a un intenso rojo sangre. El color me sorprende y reprimo las ganas de gritar. Creí que Arianne era la única aterradora que conocía.
—Meredith abandona mi cuerpo cuando es necesario —explica con una sonrisa tensa —. Se alimenta de la sangre como yo, pero también de la carne humana. Mamá me dejó ir porque sabe que nadie va a dañarme, ni siquiera Claudius. Meredith lo hará pedazos.
Un hormigueo recorre mi espina dorsal. Me provoca escalofríos imaginar a ese demonio. ¿Se llama Meredith? Qué turbio.
—¿Está en ti desde que eras una bebé?
Melody deja salir una risa, le resulta divertido que esté sorprendido por la revelación. ¿Por qué no lo estaría? Estoy escuchando una anécdota de terror, dentro de mi compañera habita un demonio. ¿Verá las cosas que haremos? Eww, qué miedo.
—Sí, pero la primera vez que salió de mí fue cuando tenía dieciséis años —habla con nostalgia —. Sucedió en Rusia, una noche muy fría. Quisieron asaltarme, pero ella me defendió. Recuerdo sus garras, ojos rojos y el olor que emanaba.
Trago saliva. Me imagino la escena y yo mismo quiero matar a quienes trataron de dañarla.
—¿Eres rusa? Ahora entiendo tu acento.
Asiente.
—Sí, pero preferimos vivir en Boston. Los vampiros dominamos la ciudad, somos un clan. Claudius jamás se acercaría porque no tendría oportunidad contra tantos. Mamá está bien cuidada ahí.
Comprendo porque Nastia no quería dejar ir a su hija. Podría cuidarla muy bien en su refugio, aunque Melody también está a salvo conmigo.
—Meredith reacciona cuando estás en peligro —afirmo con la garganta seca.
—Sí —contesta —. Estaba aterrada, pero después entendí que jamás me lastimaría. Meredith siempre será mi protectora y ahora tuya también —alcanza mi mano y une nuestros dedos —. Juntas vamos a cuidarte, Axel.
Eww. Lo más encantador que me han dicho en mi vida. ¿Puede ser más romántica? Todos queremos un demonio que cuide nuestros culos.
🐺
Asher
La mañana se encuentra soleado. Andrew me envió mensajes hace minutos, avisando que mis hermanos y sus compañeras acaban de regresar. Quiero conocer a Melody. Está destinada a Axel y es prima de Arianne.
La vida trae grandes sorpresas, sobre todo, cuando se trata de mi chica.
Termino de preparar el desayuno mientras Arianne duerme. Hoy se tomó el lujo de dormir hasta tarde. No lo hacía desde hace tiempo, Kellan la despertaba muy temprano.
Kellan.
Pienso en él con una melancólica sonrisa. Su destino fue una mierda, pero pronto tendrá justicia. Arianne acabará con la loca que le arrebató la vida. Ella cumple sus promesas.
Pongo el plato de panqueques y huevos sobre la bandeja, acompañado de zumo de naranja. Después vierto una gran cantidad de jarabe sobre los deliciosos carbohidratos antes de dirigirme a nuestra habitación. Mi pecho se hincha al verla en la cama.
Está desnuda, las sábanas arrojadas fuera de ella por el calor de la mañana. No puedo dejar de mirar la suave curva de su cadera, sus pechos, la expresión que lleva cuando duerme. Quiero mantenerla por siempre de esa manera.
—Despierta, Arianne —Camino hacia ella y dejo la bandeja sobre la mesita de luz —. Ya es tarde y debemos ir a la Fortaleza.
Se acurruca más en la cama y bosteza sin abrir los ojos.
—Déjame dormir un poquito más —gimotea e inhala —. ¿Qué trajiste? Huele muy bien.
—Preparé el desayuno para ti. Panqueques y zumo. ¿No quieres?
Abre sus ojos verdes y me sonríe. Me cuesta concentrarme con ella desnuda en nuestra cama. Estoy perdido por esta chica.
—Ahora sí me levantaré con gusto —bosteza y se incorpora en la cama, cubriendo su cuerpo con las sábanas —. Sabes cómo consentirme.
Esa gratitud en su hermoso rostro acelera mi corazón. Arianne me mira como si fuera lo más valioso e importante en su vida.
—Siempre —murmuro —. Si me vas a mirar así, te prepararé el desayuno todos los días.
Besa mi mejilla antes de agarrar el primer panqueque y darle un mordisco.
—Te amo —Cierra los ojos y saborea —. Está delicioso como tú.
Juego con un mechón de su largo cabello castaño.
—Qué bueno que te gusten. Andrew me llamó hace minutos para darme buenas noticias.
Le tiendo el vaso y ella bebe con impaciencia el jugo. Está hambrienta y yo con gusto voy a alimentarla. Aprendí a cocinar por los dos gracias a tutoriales de YouTube. No es agradable comer pizza todos los días.
—¿Buenas noticias? —inquiere —. ¿Cómo qué?
Una sonrisa inclina mis labios.
―Axel encontró a su compañera.
Arianne casi se atraganta con el panqueque y palmeo su espalda.
―¡No bromees con eso! ¿Es en serio?
Me río entre dientes, amando su incredulidad.
―Sí, pero aún no pierdas la cabeza ―mascullo ―. Melody es hija de Claudius y eso la hace tu familia. Ella es tu prima.
Sus ojos se abren como los de un búho. Qué expresión más chistosa.
―Eso no es posible.
―Si es posible. La madre de Melody fue amante de Claudius y ella es producto de esa relación ―explico ―. Reynard ha dicho que su aura es igual de oscura que la tuya.
Arianne mastica otro panqueque.
―Por el amor de Dagda... ―jadea ―. Dime que no es una psicótica como Marianne.
―No, Axel afirmó que Melody es muy diferente. Ella te caerá bien.
―Vaya... ―Sus ojos brillan como si no pudiera creerlo ―. No toda mi familia está loca.
Me río de nuevo. Arianne y sus ocurrencias.
―No, bonita.
—¡Estoy tan emocionada!
Termina su desayuno y después tomamos una ducha juntos dónde devoro su cuerpo contra la pared. Nuestra conexión es más profunda que nunca.
Antes del mediodía, nos dirigimos a la fortaleza en mi motocicleta. Arianne rodea mi cintura con los brazos y descansa su barbilla en mi hombro. El olor que desprende su cabello combina con el aire. Mi aroma favorito.
―Estoy nerviosa.
―¿Por qué? ―contesto y giro la motocicleta a la derecha. Puedo ver a la Fortaleza cada vez más cerca, esplendida e imponente.
Suspira.
―Si Melody es poderosa, puede ayudarnos a luchar contra Claudius.
―Por supuesto ―mascullo ―. Ambas harán un buen equipo.
Deposita un beso en mi cuello.
―Este día no puede ser mejor.
Freno la motocicleta justo frente a la Fortaleza y bajamos tomados de la mano. Hay un olor que no suelo reconocer.
Vampiros.
―Esto se pondrá bueno ―miro a Ari ―. ¿Lista?
Libera una respiración profunda.
―Lista.
🐺
Ari
Mi corazón late muy rápido mientras aprieto la mano de Asher y juntos entramos a la Fortaleza Karlsson. Lo que me sorprende es ver a Axel sostener la cintura de una chica. Toda la atención está puesta en ella.
Es alta y tiene una figura delgada. Su cabello es oscuro y espeso, de modo que cae en ondas perfectas hasta su cintura. Sus ojos son marrones, sus labios húmedos y carnosos. No es humana.
—Tú eres la hija de Claudius —mascullo y ella sonríe.
Reynard viene hacia mí y me abraza. Le correspondo torpemente sin dejar de observar a Melody.
—¡Arianne! —chilla Reynard —. ¡Tengo tantas cosas que decirte!
Me aparto y miro la expresión en sus ojos dulces. Había tristeza cuando nos conocimos por primera vez, pero ahora veo felicidad. Estoy segura que parte de ello se debe a Ashton Karlsson.
—Llevas la marca de Ashton —manifiesto.
Se sonroja y aparta la mirada. Sus hermanos estallan en risas.
—Ese viaje nos ha traído muchas sorpresas —comenta la pelirroja —. Pero ya habrá tiempo para los chismes. Necesitas conocerla.
Un lío de emociones se arremolina en mi pecho, tan intenso y me cuesta apartar los ojos de ella. Hay una increíble familiaridad en su cara, su mirada me recuerda a él.
Claudius.
La habitación parece asfixiante y puedo sentirlo. Su energía es igual de sombría que la mía.
—Soy Melody Shikova —Se presenta —. Híbrida y compañera de Axel Karlsson.
Nadie habla, observan con atención el intercambio de palabras. Es como si Melody, y yo fuéramos las únicas en la habitación. La familia Karlsson está reunida en la sala, menos mi padre y las trillizas. Creí que estarían presentes en un momento importante. Además, vine con intenciones de entrenar con Mila.
—Soy Arianne Laroux —contesto —. Compañera de Asher Karlsson y una rareza de la naturaleza.
Su boca se curva en una sonrisa.
—Tú no eres una licántropo normal.
Me encojo de hombros.
—Es una larga historia. Te lo diré algún día —Le devuelvo la sonrisa —. Sé que eres hija de ese monstruo y eso te hace mi prima.
Ella se ríe, tiene una maravillosa risa. Es ligera, feliz y llena de energía.
—Sí, somos familia.
Mi pecho se siente pesado con una multitud de emociones confusas.
—Me han dicho que tú no eres ninguna loca inestable.
Arquea una ceja oscura.
—¿Eso te sorprende? —pregunta.
—Mi abuela es una devoradora de almas, mamá tuvo serios problemas mentales. Marianne es una asesina y tu padre...
Levanta una mano, interrumpiéndome.
—Él no es mi padre. Por favor, no vuelvas a pronunciar eso.
No puedo ocultar el entusiasmo.
—Me agradas.
—Y tú a mí. Odio a Claudius Sanders —masculla con toque de rabia en la voz —. Estoy aquí por una razón poderosa, Arianne. Quiero ayudarte a matarlo, acabaremos con él.
Sus palabras me toman desprevenida.
—Eres optimista —musito.
Axel se ríe.
—Porque ella es muy poderosa.
Me acerco a mi prima y le tiendo la mano. Melody acepta mientras la sacude suavemente.
—Entonces bienvenida a la familia Karlsson —La abrazo y ella corresponde el gesto —. Espero que podamos ser muy unidas y grandes amigas.
Melody se aleja, su sonrisa se ensancha.
—Cuenta con ello.
Ashton se aclara la garganta.
—Hay algo muy importante que debo decirles —interrumpe —. Sonará loco, pero Marianne se comunicó conmigo por medio de un sueño. Mencionó algo sobre un ritual que harán muy pronto.
El miedo me genera escalofríos en la piel, no controlo el mal presagio que está arrastrándose a través de mí.
—¿Ritual? —cuestiona Asher, confundido —. ¿No dio más detalles?
Ashton agita la cabeza. La cara de Reynard es indescifrable, pero sus ojos dicen mucho. Algo malo sucederá.
—Nos atacó hace una noche —agrego —. Casi mató a Asher.
La señora Aria aprieta los dientes y habla por primera vez:
—Esa desgraciada de mierda...
El señor Aiden rasca su nuca.
—Tu padre tuvo una emergencia y salió muy temprano con las trillizas —me informa —. No dijo a dónde iba.
¿Qué? Mi corazón es aplastado al pensar en las posibilidades y el miedo que ha estado burbujeando se convierte en un hervor completo.
—Esto apesta —dice Andrew.
Emmie toca su estómago y mi terror se disipa al instante. Se ve tan linda con la barriga de embarazada, aunque también me preocupa. Su seguridad está en peligro como el de todos los presentes en esta sala.
—Tampoco hay noticias de Claudius —espeta el señor Aiden —. Audrey sigue vigilada, pero no ha hecho ningún movimiento raro. Sigue en la cabaña de su amiga la pelirroja.
El hecho de que estén tranquilos lo hace peor.
—No todo es malo —murmura Reynard con calma —. Tenemos nuevos aliados en esta guerra.
Hay algo más que quiere agregar, pero se reserva el comentario. Reynard me asusta tanto con sus predicciones.
Axel asiente.
—Mi suegra está dispuesta a ayudarnos cuando sea el momento.
—Nastia cuenta con grandes vampiros guerreros —añade el señor Aiden —. Ella es la más interesada en acabar con Claudius.
Un toque de alivio me aborda.
—Espero que la victoria sea nuestra.
🐺
Me dan espacio para conocer mejor a Melody. Ambas caminamos en el bosque mientras me cuenta detalles de su vida. Nació en Samara, una ciudad de Rusia. Tiene diecinueve años, forma parte de dos especies: vampiro y demonio.
Claudius quiso matarla cuando estaba en el vientre de su madre. No la quería viva, sabía que no podría controlarla al igual que Marianne porque sería muy poderosa. Ella es la inminente destrucción de su padre.
—¿Cómo pudiste controlar tus poderes? —Le pregunto.
Se encoge de hombros.
—Mi madre fue una gran maestra —responde —. Ella me enseñó a manejar los impulsos y mi necesidad hacia la sangre.
—Siempre supiste lo que eres —asumo.
Me da un asentimiento y se sienta sobre un tronco. Yo hago lo mismo y juntas admiramos el lago frente a nosotras.
—Siento mucho lo de tu madre. Axel me ha contado tu historia.
Todavía duele hablar de la mujer que me trajo al mundo, siempre dolerá.
—Era una mujer muy atormentada. Sé que quería protegerme, pero jamás debió ocultarme mi identidad.
—Ella pensó que era lo correcto —dice Melody.
Un nudo pasa por mi garganta.
—Todo sería muy distinto si mamá no me hubiera mentido.
Me mira con una expresión expectante.
—Si los hechos fueran diferentes, nunca habrías conocido a Asher.
—Pensé en eso miles de veces.
—¿Cuántos años tenías cuando sucedió la tragedia?
Observo mis manos.
—Catorce.
—Eras una niña —dice —. Un poco estúpida, pero eras una niña.
Me río.
—Gracias por recordármelo.
—También sé que fue un plan de Abigail. Nada es tu culpa.
Me muerdo el labio inferior y sacudo la cabeza.
—Ya no quiero hablar de eso. Son recuerdos horribles y me lastima recordar.
—Lo siento.
—No te preocupes —digo —. Has pasado por mucho al igual que yo. Tenemos tanto en común.
—Como los Karlsson —suspira —. Axel es... encantador.
Ella también cayó en el efecto.
—¿Cómo reaccionó cuando se conocieron? —pregunto.
Melody se toca los labios. Sus mejillas se sonrojan ante el recuerdo.
—Estaba nervioso como yo, pero después la química surgió. Me besó ese mismo día.
¿Quién vería a Axel de esta manera en el pasado? Nadie. Habló mucho y una chica le obligó a callarse. Hubiera pagado por ver eso.
—No te arrepentirás de estar unida a él —aseguro —. Los Karlsson fueron criados muy bien.
—Ya me imagino, Aiden es muy gentil.
—¿Qué opinas de Aria? —cuestiono.
Melody frunce el ceño.
—Fue amable cuando me saludó, pero la sentí falsa. No te cae bien, ¿eh?
Vaya, supongo que las actitudes groseras están reservadas para mí. He notado que Aria adora a Reynard y Emmie.
—Me odia.
—Ella se lo pierde —musita Melody.
—Ni siquiera me conoces —digo.
Me golpea el brazo juguetonamente.
—Reconozco cuando alguien es buena, Arianne. No importa cuantos poderes oscuros tienes en ti. Eres mucho más agradable que Aria Karlsson.
🐺
Asher
Alboroto el cabello de Axel mientras Andrew no para de reír. ¡Qué momento tan épico! El pene fácil de la familia fue atrapado y jamás lo vi ilusionado como ahora. Ashton ofreció traerle una cubeta cuando Melody esté cerca. El idiota solo babea.
Esto es muy cómico.
—"No quiero encontrar a mi compañera" —Andrew se burla de él —. ¿Dónde quedó eso, hermano?
Axel rueda los ojos.
—Váyanse a la mierda todos ustedes —Se defiende.
Ashton se mantiene acostado en la cama mientras mastica sus ruffles. Él también regresó con una sorpresa. Marcó a Reynard y luce más feliz que nunca. Mis hermanos crecieron rápido.
—No paraba de tocarla durante el viaje —agrega Ashton —. Parecía un cachorrito en busca de su hueso.
Axel le lanza una almohada y Andrew estalla en carcajadas. Extrañaba estos momentos ridículos con mis hermanos. Pasó un tiempo desde que nos reunimos.
—¿Y qué me dices de ti? —Le dice Axel a Ashton —. Te metiste en una pelea por tu pelirroja y la follaste en casa de Nastia. No soy el único cachorro perdido por un hueso.
Ashton aprieta la mandíbula.
—Cierra la boca, imbécil. Reynard no es un simple hueso.
Axel no tiene intenciones de parar.
—Por supuesto que no. Ella es un delicioso filete.
Oh, mierda... No debió decir eso. Andrew y yo somos testigos de cómo Ashton golpea al promiscuo. Algunos cuadros caen y las paredes vibran. Ignoramos los gritos de mi madre quién protesta desde su habitación para que se detengan.
—¿Cómo estás? —Le pregunto a Andrew, ignorando a los idiotas —. La panza de Emmie es muy notable.
Mi pequeño hermano sonríe con pura felicidad.
—Es un niño, se llamará Adam.
Le doy un fuerte abrazo de oso y lo levanto del suelo. Los otros idiotas dejan de pelear y se unen al momento cursi. ¡Otro niño en la familia!
—Felicidades, hermano —me aparto de Andrew —. Estoy muy feliz por ti.
Choca sus puños con los míos.
—Gracias, espero que tú seas el siguiente.
Mi corazón frena los latidos.
—Arianne aún no está lista —digo —. Yo... tampoco.
Axel suelta un resoplido y se avienta en la cama de Ashton.
—Yo creo que muy pronto sí lo estarán —Levanta las cejas rubias —. Ustedes son... muy activos.
Si supiera... He tomado a mi chica en todas las formas posibles y nunca me aburriré.
—No descarto la posibilidad, pero cuando termine la mierda —aclaro —. Ahora no sería adecuado.
Ashton asiente.
—Reynard tuvo visiones y aseguró que pronto vendrá alguien que es capaz de destruirnos a todos.
Cierro los puños, sintiendo la familiar sensación de incertidumbre apoderándose de mí.
—La salida de Josh tampoco me suena bien.
Andrew carraspea.
—Uh... quiero decirles algo sobre nuestro padre.
No lo escucho. Me acerco a la ventana y observo un auto detenerse.
Es mi suegro.
Hay algo en su cara que me asusta. Mila lo consuela y él niega.
—Trae malas noticias —murmuro.
Mis hermanos permanecen en silencio. Y cuando veo a Arianne acercarse a su padre, tengo que llegar a ella lo antes posible.
🐺
Ari
Melody me da una muestra de sus habilidades. A diferencia de mí, ella controla el fuego y tiene poderes psíquicos. Su parte demonio hace que sea inmune al sol. Es la vampiresa más sensacional que he conocido. Mañana mismo empezaremos a entrenar con las trillizas.
No puedo esperar más.
Estamos acercándonos a la Fortaleza cuando veo a mi padre siendo consolado por Mila. ¿Qué diablos pasa? Nunca creí verlo así de arruinado. Asher y el resto pronto se reúnen con nosotros.
Oh, no.
Malas noticias.
―¿Papá? ―pregunto, caminando hacia él ―. ¿Qué sucede?
El señor Karlsson trata de calmarlo, pero Josh maldice. Las lágrimas caen de sus ojos azules y tiene el rostro pálido. Mila y sus hermanas no pueden mirarme. Siento como mi corazón empieza a quebrarse.
―No es nada, Arianne ―afirma mi padre.
¿Cómo que nada? Furia estalla, turbia como el ácido en mi vientre. Ya no soy una niña que puede engañar, sé que algo malo sucede. Necesito saberlo.
―¿Entonces por qué lloras?
Josh ni siquiera tiene el valor de mirarme como las trillizas.
―Dije que no pasó nada ―espeta él tajante ―. Olvídalo.
Hay algo en el tono de su voz que no me gusta. Me observa con este extraño vacío, expresión perdida por un largo minuto. Los terribles segundos tensos me hacen sentir como si fuera a vomitar en el suelo. Él ni siquiera nota a Melody, va a derrumbarse pronto.
Así como yo.
―Ella merece saber ―interfiere la señora Aria ―. Es un asunto grave.
Los nervios me carcomen.
―¿Qué está pasando, papá? ―exijo cuando su silencio llega a ser insoportable ―. Papá...
―Lo siento ―Su voz se rompe y restriega las manos por su rostro ―. Lo siento tanto. Juro que quise impedirlo, pero no lo logré. Siempre fracaso en protegerlos.
La desolación se apodera de mi garganta y la necesidad de abrazarlo me supera.
―Hazlo ―Me incita Asher.
Inmediatamente corro a los brazos de Josh. Su cuerpo tiembla en el momento que se aferra a mí. Jamás lo he visto destruido como ahora. ¿Qué lo atormenta? Nada bueno, supongo. También me afectará.
―¿Qué anda mal, papá?
―Yo debí protegerlo, cariño. Debí hacerlo.
Me aparto de sus brazos y levanto los ojos para mirarlo. La expresión de dolor rompe mi corazón en millones de fragmentos. Me destrozará. Sé que sí.
―¿Papá?
―Es Theo ―dice finalmente ―. Han profanado la tumba de Theo.
Sacudo la cabeza, tratando de convencerme que escuché mal. Escuché mal, estoy segura. Tiene que ser eso. Mi mano vuela a cubrir mi boca y mi estómago se aprieta, formando un nudo enfermo en el centro.
Quiero vomitar.
―No ―jadeo, horrorizada ―. No.
―Escúchame ―suplica Josh ―. Tienes que escucharme.
Las lágrimas de frustración me escocen los ojos y corren calientes por mis mejillas. ¿Por qué me pasa esto? ¿Por qué a mí? ¿Por qué?
―¡Estás mintiendo! ―grito entre sollozos ―. ¿Quién pudo haber hecho esa crueldad?
Niego con la cabeza, sintiendo a la verdad derrumbarme como un tren fuera de control, pero no quiero creerlo. Me niego. Estoy tan horrorizada y conmocionada.
―Yo mismo fui a ver ―La voz de Josh se rompe ―. Robaron su cuerpo, Arianne.
🐺
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