Ari

Su rostro está impecable, sin rastros de sangre. Sus ojos grises se mantienen cerrados como si estuviera dormido. Cualquiera creería que toma un descanso. Ojalá fuera eso. Me costó encontrar fuerzas, pero tuve que hacerlo. Quiero decirle adiós correctamente a este ser maravilloso que me enseñó tanto.

Me dejó caer, me permitió cometer errores y resolver las cosas antes de intervenir si necesitaba su ayuda o mantenerse al margen si no lo hacía. Me ha preparado para el día en que no estuviera aquí.

Me enseñó todo lo que sé sobre mis habilidades.

Me enseñó a amar mi lado druida.

Me enseñó a creer.

—Hola —sonrío tristemente —. Odio verte en estas circunstancias. Merecías más, Kellan. Merecías el mundo entero.

Acaricio su suave cabello rubio y tomo sus frías manos entre las mías. Voy a tener mi momento con él en la morgue antes de que sea trasladado a Irlanda. El señor Aiden se hizo cargo del asunto. Kellan descansará en el cementerio de su pueblo.

—Lo siento tanto —Mi miserable sollozo es apenas audible —. Lamento que hayas sido otra víctima más por ser mi amigo. Tenías tanto por vivir y disfrutar. ¿Qué diablos haré sin tus exigencias y regaños? Echaré de menos cada golpe que recibía en las mañanas. Te extrañaré muchísimo, Kellan.

Parpadeo a través de las lágrimas, no logro aceptar que está muerto. Mi druida favorito se ha ido. Mi gran y leal amigo.

—Prometo que seguiré aprendiendo y seré la mejor en mi especie. Usaré todo este poder, seré letal y haré pagar a quienes te hicieron esto. Estarás orgulloso de mí, Kellan —Me agacho y deposito un beso en su frente —. Fue un honor conocerte, amigo mío. Gracias por tanto, nunca te olvidaré.

Mi barbilla tiembla mientras cubro su cara con la sábana y abandono la fría habitación. Asher me espera con las manos en los bolsillos y ojos llenos de preocupación. Apenas durmió anoche. Lo he mantenido despierto durante horas a causa de mis llantos.

Siempre estará ahí para sostenerme.

—¿Algo más que necesites hacer? —me pregunta, rodeando mis hombros con uno de sus brazos —. Me tienes aquí.

Una sonrisa asoma mis labios por primera vez en el día. Asher tiene la habilidad de hacerme sonreír en los momentos más tristes.

—Necesitaba despedirme por última vez —musito —. Espero volver a encontrarme con él algún día.

Asher suspira y caminamos hacia la salida. El médico nos da un asentimiento al vernos pasar. Mi corazón duele por esta despedida. Me toca salir adelante sin Kellan. Un duro trabajo me espera.

—Rogaremos para que ese día llegue después de milenios.

—¿Crees que las trillizas serán buenas instructoras? —inquiero una vez fuera.

El día está nublado e indica que la lluvia se acerca. Me gustaría tirarme en nuestra cama, pero debo volver a la Fortaleza. Hoy empieza mi entrenamiento con Mila y sus hermanas.

Estoy ansiosa.

—Me dieron la sensación de que sí —contesta Asher —. Tu padre confía en ellas.

Extraño cuando Josh es un hombre muy cauteloso.

—Quiero que lleven a cabo de una vez el hechizo de mi hermano. Abigail estará más débil sin el alma de Theo.

Asher se muerde el labio en un gesto pensativo.

—¿Has pensado que algo podría salir mal?

El miedo escala por mi columna vertebral, trayendo rigidez a mis brazos.

—Existe esa posibilidad, pero seré optimista —murmuro —. Le he rogado a los dioses que Theo al fin se deshaga de esa bruja.

Asher se detiene frente a mí. Baja los ojos hacia los míos, observándome con suavidad.

—Tarde o temprano será libre. ¿Bien? Tú vencerás a Abigail y seremos felices.

Nuestras bocas se reúnen en un lento y sensual beso. Los labios de este hombre son tan deliciosos que me vuelven codiciosa. Mis brazos rodean su cuello y me levanto en las puntas de mis pies para saborearlo con más intensidad.

—Aww... ustedes son tan adorables —comenta una voz burlona a nuestras espaldas y me tenso —. Amaría tener una relación así.

Asher gruñe y se aparta.

—No jodas.

Mi piel se eriza cuando percibo a cierta pelirroja traidora. Audrey nos observa como si fuéramos un entretenido espectáculo. ¿Cómo puede ser tan descarada? Kellan está muerto y dudo mucho que le importe.

—¿Sigues aquí? —reprocho —. Deberías regresar a Irlanda, no tienes nada que hacer en el pueblo.

El amuleto en mi cuello empieza a quemarme debido a su presencia. Es una señal de que nunca fue buena. Ahora no está ocultándose.

—Supe que mataron a Kellan, qué lástima —sonríe Audrey sin una pizca de empatía —. Me sentiría peor que tú, Arianne. ¿Qué se siente ver morir a las personas que amas?

Mi cuerpo vibra por la furia contenida. Asher le da una mirada cargada de odio.

—Cierra la boca —advierte mi compañero —. No me obligues a sacarte de aquí.

Audrey levanta una ceja.

—¿Qué harás? Eres débil como tu familia, Asher —espeta —. Débil e ingenuo. Es por eso que el enemigo siempre tendrá ventaja sobre ustedes. Son unos estúpidos.

Mis labios se crispan en una fina línea y doy un paso amenazante. Audrey se mantiene indiferente.

—Te metiste en mi casa fingiendo ser alguien que no eras —gruñe Asher —. ¿Trabajas para Abigail?

Audrey suelta una carcajada, atrayendo la atención de varias personas.

—Qué lentos —Se mofa —. ¿Cuánto tiempo les llevó descubrirlo? Qué decepción.

Fue ella quien ayudó a Aulus en mi secuestro y el de Emmie. Partiré a esta loca por la mitad, aquí delante de todos. Me da igual si hay un público cerca.

—Eres una basura —espeto —. Kellan confió en ti.

Pone los ojos en blanco.

—Kellan fue un idiota y murió como uno —Hace una mueca de asco —. ¿De qué le sirvió ser leal a ti? —Señala la morgue detrás de nosotros —. Ahora su cuerpo va a pudrirse bajo tierra y devorado por gusanos.

La furia no me deja ver y actúo sin pensar. Mi mano se mueve demasiado rápido y suena en su mejilla. Audrey me observa en completo shock mientras la sangre sale de sus labios. Carajo, fue un golpe duro.

Las personas que pasan nos miran, curiosos por la confrontación. Le cortaría la lengua, pero si empiezo no voy a parar. Me conozco. Hay humanos cerca.

—Dales un mensaje a tus superiores —mascullo con una fría sonrisa —. Los días de la familia Sanders están contados. Destriparé a Marianne y haré que su padre se la coma. ¿Abigail? Arderá en mis llamas.

Asher permanece en silencio, Audrey me da una expresión asesina.

—Ustedes jamás podrán con Claudius y su ejército —afirma Audrey, engreída —. Él y Abigail son indestructibles. Si fueras inteligente, estarías en el bando correcto.

Entrelazo mi mano con el de Asher.

—Yo estoy en el bando correcto, estúpida.

Me alejo con Asher antes de cometer una locura. Estoy furiosa conmigo misma, resentida y rabiosa. ¡Ug! Pronto voy a poder desquitarme sin contenerme.

—Kellan metió a esta psicópata en su casa sin saber quién era —masculla Asher.

—Él veía lo bueno en muchas personas —digo triste —. Ni siquiera sospechó que el chico en la discoteca era una carnada. Estaba tan feliz esa noche.

Asher me aprieta contra él.

—Deja de torturarte, Arianne —pide —. No podemos retroceder el tiempo, pero sí darle justicia a tu amigo. Tú y yo entrenaremos juntos.

El dolor punzante en mi pecho regresa.

—Amo tu optimismo en los tiempos más oscuros —sonrío —. Eres lo mejor que me ha pasado.

🐺

Asher

Ari empieza el entrenamiento con las trillizas mientras yo tengo una seria conversación con mi padre. Su agente publicitario ha hecho un buen trabajo, calmando a la molesta prensa del pueblo. La noticia sobre la muerte de Kellan ha sido discreto. Nadie más que los Karlsson y Audrey estamos al tanto. Quedó demostrado que esa traidora es súbdita de Abigail.

¿Desde cuándo somos unos ciegos inútiles respecto a los enemigos? Nos costó la vida de Kellan confiarnos.

—Me acosté con ella para tratar de descubrir qué oculta —masculla Axel —. Estoy feliz de que al fin hayan confirmado que es una traidora.

Ajá, sí claro. Fue un gran sacrificio para él acostarse con Audrey. Qué gran trabajo.

—¿Qué haremos con ella? —pregunto.

Papá rellena el vaso de whisky. Es extraño verlo beber tanto. Si fuera humano, estaría en serios problemas con el alcohol.

—Pronto dará malos pasos y pagará su traición —manifiesta —. Ella nos guiará a sus líderes. La mantendremos vigilada.

No lo había visto de esa forma. Claudius y su hija están en New Hope, pero es complicado localizarlos. La vieja mansión dónde citaron a Arianne queda descartada. Dudo que vayan al mismo lugar.

—¿Y Josh? —cuestiono —. Mencionó que hay vampiros en el país dispuestos a ayudarnos.

Mi padre me da un asentimiento.

―Encontré a la aliada perfecta ―comenta papá ―. Debemos armar un equipo porque la guerra está muy cerca.

Cruzo los brazos sobre mi pecho, Axel está intrigado como yo.

―¿Qué sugieres?

―Sé que Arianne debe seguir entrenando y no puedes apartarte de ella ―Rebusca en el cajón y luego deja una fotografía sobre el escritorio ―. Por eso he decidido que Axel viajará a Boston para buscarla, Ashton también irá con su compañera.

Mis ojos se posan en la fotografía: es una mujer de largo cabello oscuro y ojos marrones. Es muy elegante y hermosa.

―Es dueña de un club para caballeros ―explica mi padre ―. En ese sitio asisten tanto humanos, como vampiros y licántropos. Nastia es amiga de tu madre.

Axel sonríe.

―¿Qué con eso?

Mi padre bebe otro trago. Me doy cuenta de que está nervioso por este asunto. Se ve agotado y preocupado. ¿Cuándo fue la última vez que tuvo un descanso?

―Nastia odia a Claudius. No sabemos los motivos, pero necesitamos tenerla de nuestro lado ―masculla papá ―. Tú puedes convencerla, Axel.

Mi ceño se frunce.

―Mamá es su amiga. ¿Por qué no va ella?

Papá deja escapar un resoplido irónico.

―Tu madre no se sintió bien los últimos días. Confío en ustedes ―masculla ―. ¿Puedes hacerlo, Axel?

Mi hermano asiente con una sonrisa entusiasmada.

―Por supuesto, esto será pan comido ―responde ―. Usaré mis encantos, caerá rendida ante mis pies.

Ruedo los ojos.

―Compórtate como un caballero con Nastia ―advierte mi padre ―. Conoce a muchísimos vampiros que nos ayudarán si logra convencerlos. Será una gran aliada ―Mira seriamente a Axel ―. Esto no es un juego, Axel.

―Ya, pondré lo mejor de mí ―asegura Axel ―. Puedes confiar en nosotros, papá.

―¿Ashton no debería estar aquí? ―indago.

Papá le da otro trago a su whisky.

―Está con Reynard. Su compañera ha tenido pesadillas el resto de la noche.

Mierda. Debe ser una tortura ver constantes pesadillas como le pasa a Reynard. No envidio en absoluto sus habilidades.

Axel toca la fotografía familiar sobre el escritorio de nuestro padre.

―¿Cuándo partiremos a Boston? ―consulta.

Mi padre entrelaza sus dedos.

―Mañana mismo —espeta —. No arruinen esto, será nuestra única oportunidad de aliarnos con los vampiros.

🐺

Ari

Veo la enorme extensión del bosque cerca de la Fortaleza. Varios troncos de árboles están en el suelo, listos para ser quemados. Mila dijo que debo mostrarle cada aprendizaje que obtuve con Kellan. Es fácil, sí, pero ahora no. Me duele recordarlo.

La herida en mi corazón aún es fresca. No me quiero imaginar cómo se sentirá el abuelo de Kellan. Su nieto era lo único que tenía.

―Me contaron que te encanta el fuego ―comenta Mila. Sus hermanas están bajo un árbol, ojeando revistas de chismes ―. Recurres a ella cuando pierdes el control, ¿no?

Le enseño mi mano derecha dónde una pequeña llama brilla.

―Amo el fuego ―admito sin vergüenza ―. Me hace sentir poderosa y letal. Adoro la forma en que destruye y elimina todo lo que toca. El olor a cenizas me da vida.

Los ojos oscuros de Mila relumbran.

—Eres muy peculiar, Arianne.

Le sonrío.

—Eso me han dicho.

Mila señala los troncos frente a nosotras.

—Destrúyelos, pero no con fuego. Utiliza tu mente.

Escucho un silbido en mis oídos, seguido de fuertes chasquidos mientras observo como los troncos se parten por la mitad uno por uno hasta que se convierten en polvo. La bruja a mi lado aplaude. Eso fue fácil y rápido. Kellan estaría orgulloso de mí.

—Sé que antes te costaba mucho usar tus poderes psíquicos —Mila da vueltas a mi alrededor —. También entras en shock cuando tu miedo es demasiado.

Trago saliva.

—Es mi peor defecto.

Asiente.

—Claudius Sanders es un demonio experimentado. Él puede bloquear tus poderes sin ningún problema y te lleva ventaja debido a su edad. Es un vampiro que vivió más de cien años.

Me dio esa sensación cuando lo vi en mis sueños por primera vez. Su poder es tan escalofriante que pone mis vellos de punta. Ese bastardo de mierda está en el mismo rango que su demoniaca madre. Me asusta porque no tengo idea a qué límites llegarán sus poderes, aunque dudo que los tenga.

—Quebró los huesos de Asher y me lanzó contra la pared utilizando su puño —Me estremezco al recordarlo —. También puede abrir portales.

—Es porque controla de manera excelente sus habilidades demoniacas —concluye Mila —. Claudius no es un vampiro ordinario.

Mordisqueo mi uña.

—Aún no sabemos mucho sobre él.

—Por esa razón estás obligada a entrenar muy duro —enfatiza —. Muéstrame que puedes hacer con la tierra. También es esencial como el fuego. Hay naturaleza en todas partes y puedes invocarlas cuando quieras.

Mi pecho se aprieta cuando recuerdo que Kellan dijo lo mismo. ¿Por qué no puedo dejar de pensar en él? Me lastima.

—¿Ari? —presiona Mila.

Inhalo.

—Dame un segundo.

Me agacho y presiono las palmas contra la tierra. Cierro los ojos y me concentro. Oigo el sonido del viento, los pájaros cantar, percibo el aroma de las flores.

Siento cualquier ser vivo que me rodea.

La tierra debajo de mí empieza a vibrar y algunas ramas de árboles salen. Una lágrima se escurre por mi mejilla mientras imagino a Kellan sonreír orgulloso y animarme. ¡Eso es, Laroux! Observo el cielo dónde las nubes se alejaron y ahora el sol resplandece.

La imagen de Kellan regresa a mi mente.

«Esto es por ti, amigo».

—Bueno... —Mila recoge una hermosa flor rosa del suelo —. Eres buenísima, Arianne. ¿Has notado como las plantas vinieron a ti?

Examino varias flores en la tierra. Vaya, antes no estaban y son preciosas. La emoción me hace contener la respiración. ¿Yo hice eso? Keira y Natalie están boquiabiertas.

Sí, yo hice eso.

—Wow... —susurro.

—Tus habilidades de druida te permiten dar vida hasta ciertos seres vivos de la misma forma que puedes curar con tu toque —Mila me mira con fascinación —. ¿Te das cuenta lo increíble que eres?

Siento a mis mejillas calentarse. No soy buena recibiendo cumplidos.

―Hace algunas semanas era un desastre ―admito, avergonzada ―. Lo que me resulta patético es que ahora sí puedo concentrarme. Cuando Kellan estaba no.

―¿Kellan era el druida que mataron? ―pregunta Natalie.

―Sí, era un gran chico. Él te habría gustado.

―Estoy segura de que sí ―sonríe ―. Tuvo a una excelente aprendiz.

Mi padre se acerca a nosotras con los brazos cruzados detrás de su espalda. Su típico traje ha sido reemplazado por atuendo de cuero. Mila se ruboriza por su presencia. ¿Qué mierda...?

—Avanzaron bastante —comenta mi padre, mirando las flores —. Yo sabía que te llevarías bien con Milena.

—Solo Mila —corrige Mila —. Quedamos en que me llamarías así, Josh.

Mi padre sonríe y yo enarco las cejas. Mmm...

—¿Cómo se conocieron? —pregunto.

—En Irlanda —expresa él —. Mi intención era contactar con el gran brujo Ervin Wytte, pero me dijeron que estaba muerto y llegué hasta sus nietas.

—Oh.

—Mis hermanas y yo tenemos ascendencia irlandesa y tailandesa —dice Mila —. Nuestro aquelarre está situado en Irlanda. Servimos a Dagda. Controlamos la magia blanca, pero también la oscura si es necesario.

—Sus habilidades ayudan a los seres humanos de criaturas demoniacas como Abigail —agrega Josh —. Ellas no dudaron en acceder cuando les conté mi caso.

Le doy una sonrisa agradecida a Mila.

—Gracias por venir, Mila. Te prometo que seré una buena alumna.

Me toca el hombro.

—Sé que sí, Arianne. Tu padre ha dicho que eres una gran mujer y confío en él.

🐺

Ashton

Los gritos de Reynard no me permitieron dormir anoche. Hice de todo para calmarla, pero sus temblores nunca se calmaron. Sentí su miedo y pánico como un puñal en el pecho.

Cuando amaneció tampoco mejoró la situación. Permanecemos horas en la habitación, abrazados y en silencio. No quiero obligarla a decirme qué vio. Sé que es un tema muy sensible. Me advirtió que no será la primera vez que pase.

—Puedes hablarme sobre tus sueños. Quiero ayudarte, Reynard. A partir de ahora no tienes que guardarlo todo para ti misma. Haré que el peso en tu mente sea menos.

Suelta un aliento entrecortado y se acurruca en mi pecho. Sin dudarlo, la levanto y la tiro para que se acueste sobre mí. Quiere contención y yo estoy trabajando para ser todo lo que ella necesita.

Mi Roja.

—Tuve una pesadilla. La vi a ella.

Mantengo la respiración estable para no alterarla. ¿Ella? ¿De quién habla?

—¿Has tenido nuevas visiones?

Silencio.

—¿Reynard?

—Algo muy malo se aproxima y estoy asustada, Ashton.

Es frustrante no saber qué pasa por su mente. Ella puede cerrarlo muy bien de mí.

—Habla conmigo —incito en tono suave —. Puedes confiar en mí.

El olor de su perfume se encuentra en cualquier rincón de la habitación, pero no me molesta. Su aroma es embriagador.

—He visto a una chica triste y desesperada en mis visiones.

Me tenso.

—¿Una chica?

—Sí, pero no es cualquier chica. Ella huía de alguien desesperadamente y su energía es mucho más oscura que el de Arianne.

Un tenso silencio nos envuelve. Reynard mantiene el ceño fruncido en concentración. Ella no es feliz con sus dones. Debe ser escalofriante comunicarse con los muertos y tener visiones cuando menos lo esperas.

—¿Qué más has visto?

—Sé que ella está destinada a Axel.

La observo con los ojos bien abiertos, mi corazón late demasiado rápido. Santa mierda. Mis plegarias fueron escuchadas.

—Carajo... ¿estás segura?

Sus brazos se aprietan a mi alrededor.

—Más que segura.

La comprensión me golpea con fuerza y me permito sonreír. Eso significa una cosa:

Axel encontrará muy pronto a su compañera.

🐺

Ari

Mila y yo observamos el atardecer después de terminar el entrenamiento. Ella es muy dulce, paciente y comprensiva. Varias veces fracasé cuando traté de usar mis poderes, pero nunca me juzgó. Se mantuvo en silencio, esperó a que recobre la poca estabilidad.

Los primeros minutos fue complicado por el dolor en mi corazón. Me pregunté qué diría Kellan si estuviera aquí. Probablemente patearía mi trasero por ser tan insegura.

—Entiendo tu dolor —musita Mila con tristeza —. Perdí a mis padres cuando era muy joven. Un hechizo salió mal y ambos murieron.

No pregunto qué tipo de hechizo pudo costarles la vida a sus padres. La pena en su voz me alerta que es un tema fuerte. No quiero ser inoportuna, ella va a decírmelo cuando entremos en más confianza.

Aparto mi atención de las bellas flores que hice renacer para mirar a Mila. Su cabello negro está atado en una coleta alta y viste ropa deportiva. Es una hermosa mujer de veinticinco años. Noté la atracción que hay entre ella y mi padre. ¿Qué tan importante es Josh en su vida?

—Lamento escuchar eso —digo —. No quiero imaginar lo difícil que fue para ti y tus hermanas. La muerte te marca el resto de tu existencia. No lo superas, aprendes a vivir con ella.

Mila se muerde los labios.

—Mi vida era complicada antes de conocer a Josh —admite —. Mis hermanas y yo estábamos tratando de superar la ausencia de nuestros padres. No teníamos otros propósitos además de adorar a Dagda y cuidar el aquelarre en Irlanda.

Su historia suena atrayente. Hay tanto en el mundo que me gustaría conocer.

—Estás al tanto de mi historia —afirmo —. Josh confía en ti.

Levanta la mirada, una sonrisa se forma en su rostro.

—Tu padre tiene una gran habilidad de leer a las personas. Él sabe que somos las indicadas para llevar a cabo el hechizo de Theo. Es nuestro deber como fieles servidoras de Dagda ayudar a sus súbditos —concede —. Nuestro dios no desea que ese demonio siga fortaleciéndose.

—Nos está llevando mucho tiempo recuperar el alma de Theo.

Mila suspira.

—Lo sé, tu padre me contó la dura experiencia. ¿Sabes que me motivó a ayudarlo? El sufrimiento cada vez que mencionaba a sus hijos y su amada Aimeé —expone con voz rota —. Él ha sufrido décadas por la culpa de no poder proteger a su familia.

La fisura en mi corazón crece por sus palabras y bajo la atención a las flores. Mis padres no pudieron disfrutar el amor que sentían. ¿Por qué la vida es tan injusta? Si ella estuviera viva, seríamos una familia feliz.

—Su trabajo siempre fue importante para él.

—Esta vez es diferente. Sus superiores no están contento con Josh porque ha dejado de lado el trabajo para salvar a su familia —asevera —. Él es capaz de arriesgar absolutamente todo por ti. Te ama, Arianne.

Me siento entre triste y aliviada. Nunca olvidaré lo que mamá dijo en su carta. Ella me aseguró que Josh es un buen padre y le creo.

—Quiero darle una oportunidad de recuperar el tiempo perdido. Quiero conocerlo un poco más.

Mila me toca el hombro.

—Josh merece esa oportunidad y más —sonríe —. Él es capaz de dar su vida por las personas que ama.

🐺

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