"Se ha convertido en mi todo"

*Pov Jungkook*

El entrenador dijo que no tenía que practicar esta semana. Aunque, si quería, aún podría jugar el juego. Sabía que me necesitaba, y también sabía que mi papá querría verme jugar. Por lo que lo haría.

Me perdí todas las prácticas anteriores, pero no perdería esta. Mi abuela se encontraba en la casa ahora, así que sabía qué mamá no estaba sola. Me daba algo de libertad, pero también me mantenía lejos de casa. No quería a esa mujer ahí. Nunca nos visitó, ni una vez en toda mi vida. Siempre debíamos ir a su casa. Rara vez hablaba con mi padre o lo reconocía.

No sentía nada por ella.

Pero mi madre la amaba.

Nadie me preguntó nada cuando entré en el vestuario para ponerme mi uniforme. Algunos asintieron, otros me dieron un golpe en la espalda, pero nadie dijo una palabra. Esto era lo que necesitaba. Si no podía tener a Taehyung todo el tiempo conmigo, entonces esta era la otra forma en que podía mantener mi cabeza libre de mierda.

Mientras ataba zapatos, me puse de pie para ver a Chanyeol caminando hacia mí. Quería respuestas y no se las iba a dar; lo que le dije en la mañana era suficiente.

—¿Cuánto hace que ha estado hablando contigo? -preguntó en voz baja.

Tomé mis pertenencias y comencé a caminar hacia la puerta.

—Hace un tiempo -respondí.

—¿Cuánto es "hace un tiempo"? Desde el hospital... ¿O antes?

—Antes.

Park se puso a caminar a mi lado.

—Es por eso que te apegaste a él tan rápido, ¿No? Te ha estado ayudando a lidiar con las cosas. Ha estado ahí para ti.

No respondí, no sabía la respuesta. Quizás por eso me encariñé tan rápidamente. El duelo te cambiaba, te hacía reaccionar de manera distinta.

—Probablemente, tú entiendes mejor que nadie por lo que ha pasado. Si te ha dicho algo, es más de lo que le ha dicho a todos los demás.

Tenía razón. Lo hizo, pero no se lo diría.

—Él necesita hablar con otras personas -añadió.

No se rendiría. Tenía que acabar con esto, hasta que Taehyung no estuviese listo para hablar, no dejaría que nadie lo obligara.

Dejé de caminar y lo miré.

—No está listo, es la manera en que lo está manejando. Déjalo hacer las cosas a su manera. No dejaré que nadie lo presione, ni siquiera tú -dije, para luego caminar hacia la cancha y lo dejé ahí parado.

Era casi media noche cuando Tae abrió su ventana para que entrara. Tuve práctica hasta tarde, luego fui al risco y me senté ahí por un par de horas. Cuando mamá llamó para que fuera a casa a comer, lo hice. Solo por ella. Luego mi abuela me preguntó acerca de la universidad, y me fui sin responderle. No estuvo ahí para nosotros, y no tenía derecho de interferir en mi vida ahora.

Llamé a mamá y le dije que fuera a dormir. Le dije que estaría en casa pronto, que me encontraba en casa de los Park. Era la verdad, me encontraba en esa casa. Solo que no me hallaba aquí por Chanyeol. Creo que sabía eso, pero no preguntó.

Taehyung se encontraba quieto en el medio de su habitación con un short flojo atado a su cintura y una camiseta sin mangas. Su cabello se encontraba recogido en una colita, y no podría haberse visto más hermoso. Lo extrañé esta tarde, siempre lo hacía cuando no se encontraba conmigo.

Eso me asustaba si lo pensaba mucho. No quería extrañarlo de esta manera, podría perderlo.

No.

No perdería a Taehyung, no iba a dejar que eso sucediera.

Haría que quisiera quedarse conmigo.

—Hola -dijo suavemente.

Sonreí.

—Hola.

Cerrando la distancia entre nosotros, lo tomé y lo sostuve cerca de mí.

—Te extrañé -susurré antes de presionar un beso en sus labios, tenía unos labios exquisitos.

Se rio contra mi beso. Amaba ese sonido, no lo hacía a menudo. Pero cuando reía era como estar en el cielo.

—¿Qué es tan gracioso? -pregunté, incapaz de contener mi sonrisa al ver cómo se reía en mi cara.

—Me viste hace un par de horas -dijo.

Sacudí mi cabeza.

—No, te vi hace nueve horas. Eso no es un par, es un jodido largo tiempo.

Presionó sus labios juntos, y sus ojos bailaron con risa. No usaba nada de maquillaje, su rostro se encontraba limpio. Amaba que supiera que vendría y no se hubiera arreglado. Simplemente, era él, y se encontraba cómodo con ello.

—Realmente deberías estar durmiendo, el juego es mañana en la noche -dijo mientras ponía una mano en mi pecho.

—Voy a dormir. Aquí contigo. Pondré mi alarma para despertarme a las cinco, e iré a casa. Pero esta noche quiero permanecer a tu lado.

Sus ojos brillaron con placer. Eso me hizo pensar en cosas. Cosas en las que no debía estar pensando, no en su casa. No donde sus tíos se encontraban tan cerca de nosotros.

Miré su cama y pude ver que estuvo en ella esa noche. No le envié un mensaje hasta hace una hora, me preguntaba si habría estado durmiendo. Ver sus sabanas desordenadas y saber que lo iba a tener acurrucada contra mí, aspirando su aroma toda la noche, hizo que todo lo que se sentía hueco se desvaneciera. Taehyung me hacía sentir como un alfa de las cavernas. Me gustaba tenerlo conmigo.

Deslizó su mano en la mía, y tuve ese sentimiento familiar de paz que sentí en el último mes. Cuatro semanas, mañana, sería exactamente un mes desde que lo besé en la fiesta de campo. Él entró en mi vida cuando pensé que me perdería a mí mismo, cuando no sabía si tendría la fuerza para lograrlo. Y me demostró que podía. Me recordó que no era la única persona en la tierra que había perdido un padre.

Apartó la colcha de mi lado, y luego se arrastró al suyo para enderezarlo. Verlo así, estar con él así, me hacía querer cosas. Cosas que solo deberían ser para mí. Por ejemplo, no quería que otro chico lo mirara vestido de esa manera en esta cama. Solo yo. No quería que deslizara su mano en la de otro tipo, solo quería que fuera en la mía.

—Tienes que meterte para poder dormir -susurró, una sonrisa juguetona en sus labios.

Se convirtió en mi salvavidas. Y quería ser el suyo. Quería que se sintiera de esta manera conmigo, también.

Me metí dentro de la cama y me recosté sobre mi espalda con una mano detrás de mi cabeza y la otra tendida hacia él, invitándolo a venir a recostarse en mi pecho. Él no necesitaba instrucciones. Sabía exactamente lo que quería. Cuando su cabeza estuvo exactamente donde a mí me gustaba, deslicé mi mano dentro de su sedoso cabello y deshice el amarre de su cabello y no tuvo problema con ello.

Nos quedamos en silencio durante unos minutos mientras jugueteaba con su cabello y miraba al ventilador en el techo. Mi cabeza era una mezcla de emociones. Entró en mi vida cuando más lo necesitaba. Nunca esperé esto, ni a él. Pero ahora que lo tenía, no sabía cómo estuve tanto tiempo sin él.

Disfruten del capítulo, espero que les guste. Gracias a todas las personas que comentan, realmente me devuelven el ánimo al ver sus ocurrencias 💞

➯Nos leemos pronto ✨

➯No olviden votar, comentar y compartir para que llegue a más personitas.

➯ Errores o dudas en los comentarios

Tengan una bonita semana.
Les quiere 💕

✵

✵

✵

✵

𓆩Candy𓆪

    17-12-2024