No éramos tan malditamente graciosos ¿Por qué se reía tanto?

*Pov Jungkook*

Hoy era el día del juego, solía amar los viernes durante la temporada de básquet. Papá siempre me levantaría, para tomar el desayuno juntos mientras hablábamos sobre las jugadas que necesitaba hacer para ganar.

Esta mañana desperté con los ruidos de trastes en la cocina. Salte y baje corriendo por el pasillo para encontrar a mi mamá en medio de una pila de platos rotos. Lágrimas habían estado corriendo por su rostro mientras levantaba la mirada hacia mí.

–Estaba intentando -aspiró- hacerte el desayuno, no logré alcanzar la repisa superior. Tu padre siempre alcanzaba la plancha de los waffles para mí, me resbalé y halé la segunda repisa conmigo -otro sollozo sacudió su pecho.

Fui hacia ella y la jalé en un abrazo.

–Vuelve allá y quédate con papá. Puedo preparar mi propio desayuno, limpiaré esto. Te necesita con él.

Ella asintió contra mi pecho y volvió a sollozar.

Así fue como empecé mi día.

Llegar a la escuela y ver a Tae era todo en lo que podía pensar. Le di un beso de despedida en la mejilla a mi madre y luego besé la frente de papá y le prometí que ganaríamos a lo grande esta noche. Le contaría todo al respecto cuando llegara a casa.

Mi pecho dolía y mi garganta se sentía apretada, pero sabía que si podía ver a Taehyung, si pudiera escuchar su voz, estaría bien. Llamarlo no sería una opción porque él estaría en el auto de Chanyeol y no hablaría en frente de él. Así que tuve que esperar.

El auto de Chanyeol ya se encontraba estacionado afuera de la escuela cuando yo llegué. Jamás estuve tan emocionado por verlo, no perdí el tiempo respondiéndole a todas esas personas que me llamaban. Tenía que llegar a mi casillero para ver a Tae.

Cuando visualicé la parte trasera de su cabello, mi pecho se alivió un poco. Él estaba aquí, me concentré en él mientras caminaba por la multitud, necesitando recordarme a mí mismo que podía hacer esto.

–Oye -dije casi sin aliento cuando llegue a nuestros casilleros. Espere a que se diera la vuelta y me mirara. Era extraño como con tan solo verlo hacía que las cosas se sintieran mejor.

Cerró su casillero y luego volteó para enfrentarme. La sonrisa en sus labios cayó lentamente mientras estudiaba mi rostro. Lo sabía, sin que yo dijera una palabra, sabía que lidiaba con algo. Eso era algo que necesitaba de él, su comprensión sin que tuviera que explicarle.

Su mano se deslizó sobre la mía mientras me miraba de una forma gentil. Le di la vuelta a mi mano y enlacé mis dedos a través de los suyos.

–Estoy aquí -susurró, apenas moviendo sus labios.

La opresión en mi pecho se alivió, y pude respirar profundamente de nuevo.

–Fue una mala mañana-explique, aunque él ya lo había adivinado.

Asintió y su pulgar se frotó contra mi mano. Me gustaba la manera en la que se sentía tener su palma presionada contra la mía. Todo lo que dudaba de mí mismo, de mi habilidad para lidiar con esto, de la vida... Él lo organizó con un solo toque.

–Buenos días, guapo -la voz de Hwa rompió el hechizo que nos había estado envolviendo, e instantáneamente la mano de Taehyung se fue. Se alejó de mí antes de que pudiera decir algo, y luego se mezcló entre la multitud del pasillo.

Aleje la mano de Seong Hwa de mi hombro, molesto porque nos interrumpiera. No tenía mucho tiempo con Tae durante el día, si iba a jugar esta noche, necesitaba que me ayudara a poner en orden mi mente

–¿Que está mal? ¿Estás nervioso por esta noche? Sabes que lo harás asombroso, siempre lo haces.

Me moví hacia mi casillero sin contestarle, los pasados días había sido bueno para mí, son sus manos y su boca haciéndome sentir cosas que se sentían bien.

Pero hoy Seong Hwa tendría que retroceder, sexo no era lo que necesitaba. Olvidarme de todo al meterme entre sus piernas o en su boca no funcionaría hoy, eso solo duraba unos cuantos minutos. Luego toda la mierda volvía.

Solo la presencia de Taehyung me ayudaba.

—¿Cuál es el problema? Estás todo gruñón, ven conmigo al baño para aliviar algo de tu tensión. Como hicimos ayer, te gustó eso ¿Cierto?

No quería que me recordara lo bajo que había caído. Si Taehyung supiera que utilizaba a los omegas de esa forma, se molestaría conmigo. Él no usó a nadie para aliviar su dolor, lidió con eso solo.

Nadie era lastimado solo para que él se sintiera mejor.

–No estoy interesado, tengo un juego y necesito concentrarme -le dije, pasándolo de largo y dirigiéndome hacia la primera clase antes de que pudiera alcanzarme.

Para la hora del almuerzo, me había perdido a Tae en su casillero dos veces más, gracias a Seong Hwa entreteniéndome en el pasillo. Mi mirada estaba clavada en la puerta de la cafetería, esperando a que Taehyung entrara. Sabía que volvería a salir a las mesas de pícnic. Había estado haciendo eso la mayor parte de la semana, intenté que entrara, pero no quiso. Quería sentarse en el calor y leer.

Seong entró primero y camino directo hacia mí, sabía en lo que me estaba metiendo al enredarme con él, pero hoy quería que retrocediera. Solo nos enrollamos; no estábamos en una relación. Pero parecía que él había olvidado eso, aunque se lo había aclarado antes de que tuviéramos sexo la primera vez el miércoles. Dos días de sexo no nos hacía exclusivos.

Cambié mi mirada de vuelta hacia la puerta, esperando a Tae.

Simplemente verlo ayudaría.

—¿Así que, tú y Seong Hwa, eh? -preguntó Chanyeol mientras se sentaba en frente de mí.

Me encogí de hombros.

—Nada serio.

Se rio y abrió su bebida.

—No creo que lo sepa.

—Lo dejé muy claro el miércoles cuando empezó esta cosa.

Chanyeol asintió.

—¿Te lo cogiste?

Eso no era su asunto, pero asentí.

Él sonrió con suficiencia.

—Las acciones dicen más que las palabras.

Me estaba cabreando. ¿Cuál era su problema?

—¿Cuál es tu problema? -pregunté, molesto, todavía manteniendo un ojo en la puerta esperando a Tae.

Se inclinó hacia adelante.

—Mi problema es que, estás pasando por un infierno justo ahora. Quiero ayudarte, pero no sé cómo, la persona que quieres que te ayude ha pasado por su propio infierno, y no necesita que sostengas en secreto su mano en los pasillos para horas después cogerte a Seong Hwa en el maldito baño.

De acuerdo, entonces nos vio tomándonos de las manos esta mañana. De eso se trataba esto.

—Eres mi mejor amigo, Jeon. No puedo imaginar con qué estás lidiando. Pero si sé que Taehyung no necesita que juegues con su cabeza. No es justo usarlo, hombre, perdió a sus dos padres al mismo tiempo. En una jodida, loca y horrible forma. No le hagas esto, no lo lastimes.

Hwa se sentó a mi lado antes de que pudiera decir algo más.

—¿Ya están todos ustedes listos para el juego de esta noche? -preguntó.

Chan le dio un vistazo y le dio una sonrisa forzada mientras asentía.

Yo no estaba lastimando a Taehyung. No era como si él tuviera ese tipo de sentimientos por mí. Había tenido suficiente cuidado para mantener esto a nivel de amigos. Quiero decir, ni siquiera le gustaba al principio. Ahora me entendía, pero no se sentía atraído por mí. ¿O sí? No, no lo estaba. Era demasiado perfecto para mí, y muy en el fondo el era consiente de eso.

Le había explicado a Chanyeol que éramos solo amigos. Así que, obviamente, se me permitía coger con otras omegas. Y yo no lastimaría a Taehyung.

Sería capaz de matar a cualquiera que le hiciera daño.

Seong Hwa decía algo, pero no lo escuché porque Taehyung entró en la cafetería. Su mirada se encontró inmediatamente con la mía, me sonrió y se giró rápidamente. Como lo hacía cada día. No me miraría por mucho tiempo, y esa sonrisa no era una verdadera. ¿Por qué no me miraba?

¿Había hecho algo mal?

Namjoon se sentó a mi izquierda, y Hoseok se sentó al lado de Chanyeol. La plática acerca del juego de esta noche pronto se puso a cargo, y no me permití preocuparme por Taehyung, sentándose afuera sola, leyendo en el jodido sol. También conseguí ignorar la molesta risa de Seong Hwa. No éramos tan malditamente graciosos ¿Por qué se reía tanto?

Hola aquí les dejo el capítulo, espero que sea de su agrado.

➯Nos leemos el próximo mes.

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Tengan una bonita semana.
Les quiere 💕

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𓆩Candy𓆪

25-1-2024