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𓏲❅ Chapter 02

Te dije que corrieras

*Pov Jungkook*

Me emborracharía. Ese es mi principal objetivo de la noche.

Cerré la puerta del auto, y me dirigí al camino que daba a la puerta principal de la gran mansión. Desde donde me encontraba podía escuchar el alto volumen de la música, además de ver las luces de colores reflejadas por la ventana, iluminando la noche. Nuestra última noche de sábado, antes de que el centro de mi vida girara en torno al básquet nuevamente. Claramente, todos estaban celebrando, alfas, omegas, betas, deltas y un que otro gamma. Todos ocupaban vasos rojos repletos de bebidas. Y como mínimo se armaría al menos una pelea por algún omega.

Pero iba a necesitar una cerveza o seis para poder disfrutar. Ver a mi padre vomitar sangre mientras que mi madre se secaba la frente con puro miedo en sus ojos, fue malditamente demasiado. Debí quedarme en casa, pero no me atrevía a hacerlo. Cada vez que se enfermaba, el cachorro de años atrás, salía a la luz y odiaba sentir esa sensación.

Amaba demasiado a mi padre, él había sido mi ejemplo de alfa perfecto a seguir ¿Cómo asimilaba que dentro de poco ya no lo tendría conmigo?

Mi celular comenzó a vibrar y lo saqué del bolsillo. Cada vez que sonaba y no me encontraba en casa, el terror se apoderaba de todo mi ser, me sentía enfermo. Al ver en la pantalla el nombre de ChanMi, mi novia, me sentí aliviado. No era mamá. Nada estaba mal. Papá seguía seguro en casa.

–Oye -dije, preguntándome por qué me llamaba. Sabía que vendría a la fiesta.

–¿Pasarás a recogerme? -pregunto molesta.

–No me dijiste que lo hiciera. Ya me encuentro en ella.

–¿Estás hablando en serio? Sabes que si no pasas por mí no iré, ¡Jungkook! -estaba enojada, su voz la delataba. Era algo normal que siempre estuviese molesta conmigo, sin motivo alguno.

–Entonces no vengas -respondí- nos veremos más tarde, realmente no estoy de humor para esto.

Ella no tenía ni idea de lo que pasaba con mi padre, realmente no quería que todo mundo se enterase de lo muy enfermo que se encontraba. Aunque por lo general cosas como estas, no se podían mantener en secreto por mucho tiempo. Y lo que hizo más fácil la situación fue el hecho de que mi madre no tuviese muchos amigos.

Cuando era un cachorro no lograba entender, pero ahora sí. Mi padre había sido el deportista de oro de su institución, además de que había formado parte del equipo de Seoul Thunders. Pero un tiempo después, de que se lastimara su brazo -lo cual causo su retirada definitiva de los Thunders- se enteró de que embarazo a su novia. Por lo cual trajo a mi madre a Seoul, aunque sus padres no estuviesen muy de acuerdo con la relación.

–¿Me estás prestando atención? –el agudo grito de ChanMi me saco de mis pensamientos.

Éramos ese tipo de pareja "popular" por decirlo de alguna manera. A mí me gustaba su cuerpo y a ella estar en mis brazos. Pero no existía ni una pisca de amor entre nosotros. Hemos estado saliendo durante más de un año y medio, y en muchas ocasiones a ella no le importaba si nos manteníamos distanciados o no. Lo cual era espectacularmente bueno, ya que no estaba para algo más que eso.

–Escúchame bien, me estás causando un dolor de cabeza horrendo. Vamos a tomarnos un tiempo y hablaremos la próxima semana, ¿sí? -sin esperar a que diera alguna respuesta, colgué. Ya me la podía imaginar gritando, maldiciendo y amenazándome con que se acostaría con uno de mis amigos. Siempre decía lo mismo.

Sencillamente no me importaba.

Retomé el rumbo y caminé por el césped hacia la parte trasera, donde siempre se llevaban a cabo las fiestas. La casa pertenecía al abuelo de Jay Park. Su abuelo permitía que se hiciesen fiestas, desde que sus hijos fueron a la escuela secundaria. Esta se encontraba justo en las afueras de los límites de la ciudad y la casa de su abuelo era lo más cercano a nosotros. E incluso estaba a una buena milla de distancia. Por lo que podíamos hacer un montón de ruido sin preocuparnos por vecinos entrometidos viendo todos nuestros movimientos.

Seguí caminando y encontré a Park Chanyeol, mi mejor amigo desde la escuela primaria. Chanyeol levanto una cerveza a modo de saludo cuando me vio ir hacia él. Se encontraba recostado a la parte trasera de su 4x4. Baek-Hyun se escondía en los hombros de Chanyeol. Lo cual no me parecía extraño, ya que este verano habían pasado mucho tiempo juntos. Baek-Hyun era el capitán de los animadores y estaba en su último año, había decidido reclamar a Chanyeol luego de que este se separara de su ex pareja, el cual se había graduado e ido hacia América.

–Pensé que no aparecerías -hablo Chan con una sonrisa, lanzándome una cerveza en el proceso

La cerveza se convirtió en una muleta para mí en este tipo de fiestas. La ansiedad de lo que pasaba en casa me superaba y lo sabía. Estaba bastante seguro que Chan imaginaba que algo pasaba y en verdad ansiaba decirle.

De todas las mujeres de la ciudad, su madre era la única, nos invitaba a comer muy a menudo e incluso hacía los pasteles favoritos de mi madre. Pero no estaba seguro de que ella hubiese confiado hasta el punto de contarle sobre la condición de mi padre.

–¿No viniste con ChanMi? –preguntó burlón Bae.

Comencé a reírme, ya sabía por dónde venía. Ellos dos no se soportan por el simple hecho de que ChanMi era la mejor amiga del ex de Chanyeol y al enterarse de la actual relación de estos dos, empezó a molestar demasiado a Bae. 

–Espera, no me digas, no lo recogiste y se enojó.

–¡Bingo!

–Tan fastidioso -se quejó Bae.

Solo sonreí y, continúe hablando con Chanyeol. En eso llego YuChan.

–Vamos a hablar de básquet -propuso YuChan, acomodándose en el césped donde nos encontrábamos sentados.

–Prefiero hablar sobre porque no te has afeitado el cabello -respondió Chanyeol con una sonrisa- acaso quieres parecerte a la princesa de enredados -dijo y todos soltaron una carcajada.

–Muy chistosito hyung, por ahora no me lo afeitaré -aclaro- olviden mi cabello y el básquet. Prefiero hablar acerca de quién es...

Seguí su mirada para ver una cara que no reconocí. Allí de pie justo en las afueras de la fiesta, cerca de las hileras de árboles. Se encontraba un bonito chico de cabellera café, y con los más bonitos ojos verdes que vi alguna vez, los cuales miraban en nuestra dirección. Dejé que mi mirada se moviera hacia su boca y en ese instante pude apreciar unos labios hermosos y muy rosaditos.

Luego estaba su cuerpo. Santo infierno, hacía que una simple ropa de verano le quedara perfectamente bien.

–Ni se les ocurra -advirtió Chanyeol. Quería verle, pero claramente no era capaz de poder apartar la mirada de aquel bonito chico. No entendía por qué se enfadaba, cuando tenía a su pareja entre brazos. El chico parecía perdido. Y yo me encontraba muy dispuesto a ayudarlo.

–¿Por qué no Chanyeol? Está demasiado bueno y no veo el porqué de tu negación cuando ya tienes omega- respondió YuChan.

–¡Porque es mi primo imbécil! -exclamo Chanyeol.

¿Su primo? ¿De cuándo acá tenía un primo?

Aparte la mirada del chico para finalmente mirar a Chanyeol –¿Desde cuándo tienes un primo?

Rodó los ojos –Lo conociste años atrás. En una de esas cenas que mi familia hace por año nuevo en Busan. Vive conmigo ahora. No te líes con él, ¿de acuerdo? No es como... tiene algunos problemas, no podrá lidiar con alguien como tú -dijo y miro a los demás presentes- o con alguno de ustedes.

–¡Puedo ayudar con esos problemas! Soy jodidamente sorprendente en eso -expresó YuChan, con una gran sonrisa en su rostro.

Yo no podía decir lo mismo. Tenía mis propios problemas y necesitaba un escape, no más problemas con los cual lidiar. Además, sus problemas no podían ser tan malos como los míos. Los de nadie podían.

Chanyeol continuó –No habla. Solo lo traje esta noche porque mi madre prácticamente me obligó. Le dije que podía quedarse conmigo, pero se negó.

Lo miré, pero ya no se encontraba allí. Así que Chanyeol tenía un hermoso, pero loco primo mudo. Extraño.

–Que lastima, que el año en el que tenemos a un nuevo omega al cual se puede coger, sea tu primo y para colmo mudo -dijo Yu-Gyeom, antes de darle un sorbo final a su cerveza.

A Chanyeol no le gusto ese comentario en lo absoluto, lo pude identificar por como su rostro se trasformó.

Algo de lo que Yu-Gyeom decía era cierto, y era el simple hecho de que sería un nuevo rostro en la ciudad. La gran mayoría de los omegas eran superficiales, nada más les importaba que la ropa que llevasen fuese de marca. Todos eran simplemente irritantes como el infierno.

Yu-Gyeom se puso de pie -iré por otra cerveza- anunció y luego se alejó. Él era nuestra seguridad por aquí. Si nos atrapaban bebiendo, su papá tendría suficiente influencia con la policía para sacarnos del apuro. De hecho, me había llegado a preguntar si ya lo sabían y por eso nunca se aparecían por aquí.

Mi teléfono comenzó a sonar nuevamente y mi estómago se cerró automáticamente cuando vi la palabra "Mamá" en la pantalla.

Sin dar alguna explicación, me aparté de los chicos antes de poder contestar la llamada.

–¿Mamá, todo está bien?

–Si cariño, solo llama para decirte que te deje un poco de carne en el horno para que se mantuviese calentita como te gusta. Además de peguntarte si podías pasar por E-Mart24 a comprar un poco de leche.

Dejé escapar un suspiro cuando supe que mi padre se mantenía bien –Claro que si madre, iré en busca de la leche.

–¿Kookie, llegarás muy tarde? -a pesar de estar en llamada, note lo frágil que se encontraba su voz. Y claramente sabia la razón de ello.

–No... no, estaré pronto en casa -le aseguré.

Dejó escapar un suspiro de alivio. –Bien, conduce con cuidado. Ponte el cinturón de seguridad. Te amo

–Tambien te amo, madre.

Termine la llamada al mismo tiempo que había llegado a donde tenía estacionado mi auto. Ya me encontraba caminando a la salida, preparado para irme, incluso antes de que ella me preguntara si llegaría tarde a casa. Se ponía peor. Papá difícilmente se encontraba en posición de salir de la cama más. Los malditos doctores no podían hacer nada por él.

Mi pecho se apretó y se me hizo difícil respirar. Esto me pasaba muy a menudo últimamente. Era como si mis miedos fueran encerrados en mi garganta y arañaran hasta que ya no podía aspirar.

La ira comenzó a bombear a través de mis venas. ¡No era justo, joder! Mi padre era un buen hombre. No merecía esto. La diosa luna simplemente se sentaba allí, a ver cómo esta mierda pasaba. Y mi dulce madre, necesitaba a mi alfa. Ella no se merecía esto.

–¡Mierda! -rugí mientras golpeaba con ambas manos el capó. Esto nos destruía y no podía contarle a nadie. Lidiar con la simpatía de la gente que no tenía idea de cómo se sentía esto, sería más problemas del que necesito.

Un movimiento por la derecha llamó mi curiosidad. Y moví la cabeza para ver quién fue testigo de mi descarga.

Lo primero que pude divisar fueron sus ojos esmeraldas. Ese chico tenía demasiada suerte al no hablar, no tenía que fingir delante de nadie. No tenía que cuidar lo que decía o actuar de cierta manera.

Volteó su cabeza a un lado, como si estuviera estudiándome, decidiendo si estaba en peligro o si necesitaba ayuda. Todo ese hermoso cabello y esos labios rellenos ciertamente pudieran ayudar. Ayudarme a olvidar todo por un momento. Olvidar el infierno en que se convirtió mi vida.

Me alejé del auto y caminé hacia él, esperando a que corriera, pero sorprendentemente no lo hizo.

Aspiré con fuerza. Mientras que el nudo en mi garganta se aliviaba un poco –¿Te gusta lo que ves? -Me burlé, esperando que huyera de mí. No se merecía esto; que lo usara para tranquilizar mi dolor no estaba bien. Estaba enojado y yo, ya no era capaz de controlar mis emociones. Se mantenían tan crudas todo el tiempo. Al igual que todas las personas que me rodeaban, a él también lo alejaría por su propia seguridad.

–¿Solo me mirarás como si quisieras probarme y no hablar? -Mi propia mezquindad me hizo hacer una mueca en mi interior. Mi madre estaría avergonzada de ver el alfa en el que me he convertido. Este chico, sin embargo, no hizo nada más que parpadear. No se alejó, no hizo ningún sonido. Y Chanyeol no nos mintió con ello: realmente no hablaba.

Me detuve frente a él y sostuve su cara con una de mis manos. ¡Lunas! Ese rostro era algo fuera de lo normal. Tenía que tocarlo para asegurarme de que era real. Ese tipo de perfección parecía incluso imposible. Todo el mundo tenía defectos físicos. Y yo quería encontrar los de él.

Utilicé mi pulgar para rozar su labio inferior. No llevaba labial. No lo necesitaba, esos labios ya eran lo suficientemente rosados.

–Es hora de que corras -le advertí.

Se quedó en su lugar, mirándome. Valientemente. Sin inmutarse. La única cosa que lo delataba era el pulso de su cuello. Estaba nervioso, pero a la vez tenía esa pizca de curiosidad en sus ojos.

Avancé un paso más hasta que estuve presionado contra él –Te dije que corrieras, omega -le recordé justo antes de bajar mi boca a la suya.

Hola mis bellotas, al fin tuve algo de tiempo para traerles la actualización. Espero realmente que les guste esta historia, y como pueden ver los capítulos de esta son bastante largos por eso me tomo un poco más de tiempo en actualizar.

➯ Errores o dudas en los comentarios

Tengan una bonita semana. Les quiero 💕

𓆩Candy𓆪

21-06-2022

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