01
Era tarde, Taehyung estaba sentado en el sillón viendo alguna que otra serie; tenía puesto un suéter de lana color lavanda y, aunque le quedaba algo grande, le gustaba por lo cómodo que era.
En ocasiones pasaba su mano en su, no tan abultado, vientre de tres meses, estaba tan cómodo que el sonido de la puerta abrirse hizo que se alarmara, pero al llegar ese olor a canela y naranja tan familiar se tranquilizó de inmediato.
—Omega bonito —habló Jungkook al momento de ver a su omega sentado, haciendo que éste negara sonrojado. Se acercó al sillón sentándose al lado del omega.
Su lobo extrañaba estar con su omega.
—¿Cómo te fue? ¿Quieres que prepare el baño o quieres comer primero? —Estaba dispuesto a levantarse para atender a su alfa, pero fue interrumpido cuando sintió como los labios de éste habían atrapado los suyos.
El beso era lento y suave, lleno de cariño. Taehyung extrañaba eso, le gustaba mucho cuando Jungkook era muy cariñoso y le daba muchos besitos en toda su cara haciéndolo reír.
Cuando ya era tiempo de separarse, el omega tenía los labios un poco hinchados.
El alfa se acercó al omega, puso su cara cerca del cuello que poseía una bonita marca hecha por él. Besó esa parte unas tres veces haciendo estremecer a su omega, eso le encantaba. Se quedó unos segundos más, el aroma que desprendía los tranquilizaba.
—Amor, ¿no quieres que te prepare algo de cenar? —Taehyung estaba contento de estar así con su alfa, pero también necesitaba que comiera algo después de un largo tiempo en el trabajo.
—Vamos entonces, quiero probar esa deliciosa comida tuya. —Alzó su rostro y besó la mejilla del omega.
El omega se levantó para ir a la cocina mientras que Jungkook lo ayudaba en poner la mesa. De reojo veía a su omega y admiraba cada movimiento y gesto que hacía, pero lo que le daba ternura era ver su vientre abultado.
Cuando se enteró de que sería padre fue el hombre más feliz, aunque terminó desmayado unos minutos después de la gran noticia. Incluso su mejor amigo a veces le recuerda y le hace burla sobre eso.
—Cariño, la comida está servida. —Sonrió. Amaba y admiraba mucho a su omega.
Durante la comida, Taehyung le contaba lo que hizo en el día como: acomodar el cuarto de su cachorro, lavar ropa, entre otras cosas. El alfa le estaba poniendo atención a cada cosa que su omega le decía.
«Bonito omega, mío sólo mío». Pensó el pelinegro.
Cuando fueron a dormir, Taehyung quería que su alfa le diera mimos. Y eso fue lo que obtuvo. Primero fueron leves masajes en su vientre, las manos del alfa pasaban lentamente procurando no lastimarlo. Cuando terminó dio varios besos sobre el estómago del castaño y susurrándole a su cachorro lo tanto que lo quería.
Taehyung se acurrucó en el pecho de Jungkook, el aroma que desprendía su alfa era tranquilizante, hasta que sintió sus ojos pesados, quedándose dormido.
Mientras Jungkook sonreía por lo tierno que se veía, tocó por última vez el vientre su omega. Sintió pesados sus parpados y en unos minutos después se quedó dormido.
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