Capítulos 21, El fuckboy y la tentación.
Adam
— ¿Te apetece desayunar ahora?
Estaba conduciendo por un camino de tierra, totalmente pendiente de no perdernos y equivocarnos de salida. El GPS en esta zona no funcionaba de lo apartada y lejos que se hallaba de la ciudad principal.
— Mmmm...un café con tostadas estaría bien.— respondió, creando habilidosamente con su pelo un moño desenfadado.
— Çok hoş bir kızsın.— Apreté su muslo con mi mano izquierda, su cuerpo reaccionando a mi toque al instante.
— Aparta.
Su voz se había enrarecido, como si estuviera ocultando algo detrás de esa falsa calma, detrás de esa timidez que tanto fantaseaba con corromper.
— No. ¿Sabes que te he dicho que eres una chica muy mona en turco?— Mi boca se frunció en una sonrisa lobuna y volví a centrarme en la carretera de asfalto por la que acabábamos de entrar.
— Bueno.— Noté la duda en su lenguaje corporal, la había dejado completamente atónita e indefensa.
Volví a acariciar su pierna, pero en esta ocasión mis dedos subieron con destreza hasta tantear la piel tersa y pálida de su cadera. La oí removerse en su asiento, con rapidez.
Si le gustaban o no los jueguecitos de este tipo, habría que descubrirlo, ¿no?
— Ryder.— La listilla llamó mi atención.
— ¿Sí?— Estaba recorriendo la silueta de sus curvas con las yemas de mi pulgar e índice, dibujando círculos para luego deshacerlos.
— Para el coche, ya.— La forma de suplicar de esta chica era distinta a lo que uno esperaría de la empollona de la clase. Pedía y rogaba como si no pudiera más, como si no pudiera contenerse ni un minuto más.
— ¿Te estás corriendo?— Alcé una de mis cejas, expectante por conocer la verdad de esta mentirosa.
— No.— suspiró.
— Tu maldita obsesión con fingir que eres un angelito me está poniendo de los nervios, ¿sabes?.— Cogí la segunda salida, rompiendo el contacto con ella.
— Sé que mejor que tú soy.— Se regocijó en mi mierda. Como siempre.
Giré a la izquierda, aparcando el vehículo en un claro donde los pinos habían sido talados. Después, apagué el motor y respiré antes de dirigirme a Chloe.
— ¿Te recuerdo por qué tengo la reputación de fuckboy en el instituto?— Me desprendí de la camiseta azul marino que llevaba puesta.
— No es necesario.— dejó escapar una risa nerviosa.
— Eso pensaba.— Tiré de ella hacia mí, aupándola en mi regazo.
Mordí su labio inferior, con fuerza.
Probablemente iba a terminar follándola aquí. Nunca hubiera adivinado que en ese momento, alguien estaba llamando a Chloe por una emergencia.
Nosotros no escuchamos el móvil, estábamos muy concentrados el uno en el otro, hasta que vibró el bolsillo de mis pantalones vaqueros, interrumpiendo nuestra maravillosa sesión matutina.
Ella gimió en mi boca, besándome con más impaciencia, su culo restregándose contra mi entrepierna.
— No lo cojas.— Enredó su lengua con la mía, acercando su pecho a mi torso descubierto.
Joder con la niñita buena.
Mi miembro se endureció debajo de su trasero, que seguía frotándose y creando una fricción deliciosa.
Qué lástima que Jaden fuera tan insistente, porque se cargó mi oportunidad de oro. Todo este tiempo esperando, y mi compañero debía arruinar lo que tanto me había costado conseguir.
Descolgué la llamada, con la castaña todavía sentada encima de mí. Esta posición me gustaba por el hecho de que me permitía contar cada una de las pecas que adornaban su preciosa nariz, sus mejillas, y sus ojos verdes como el bosque en primavera.
— Hola Jay Jay, ¿qué pasa?— Acomodé mis brazos en su cintura estrecha. Deberíamos de imitar esta posición más a menudo, reflexioné.
— Estoy con Jason de camino al hospital. Van a operar a la hermana mayor de Chloe de urgencia. ¿Sabes dónde se ha metido? Porque me han pedido sus amigas que te contactara a ti.— La preocupación detrás de sus palabras produjo que mi mente se quedara en blanco.
Parecía que no podíamos vivir en paz ni un segundo. Tensé mi mandíbula, y utilicé lo que me quedaba de fuerza de voluntad para informarle de nuestro siguiente movimiento:
— Flitcher ahora va a ver a Layla, déjamelo a mí.— Necesitaba explicarle la situación para que no le diera un ataque nada más llegar a Nottingham.
Ella ladeó la cabeza en mi dirección, absolutamente perdida en la conversación. La pobre...
— Harley también me ha avisado de otra cosa.— Chasqueó la lengua el otro muchacho.
— Miller, con una broma de las tuyas a la semana creo que es suficiente.— remarqué, quizás siendo demasiado brusco.
— Adam, Chloe no está preparada para perder a su hermana mayor, y puede que lo haga si la operación no sale bien.
Él cortó la línea, robándome la claridad mental. ¿Ahora qué? Se suponía que Layla estaba mejorando, que ya se había terminado el sufrimiento de su enfermedad.
— Listilla, yo...
Mis ojos picaban de las lágrimas que se habían acumulado alrededor de ellos. No sabía cómo; sin embargo, reuní el coraje para atraer su rostro al mío y murmuré:
— Están operando a tu hermana de urgencia, lo siento.
La miré, esperando que llorara, gritara, o se apartara de mí con su característica furia, más esa escena nunca ocurrió.
Se quedó congelada, como una estatua de mármol.
Rocé sus pezones por encima de la tela de algodón, sintiendo cómo sus paredes de hielo se rompían, poco a poco.
Esperé a que regresara a su estado habitual, odiaba esta versión de ella.
Tras cinco minutos de silencio, vi cómo sus párpados pestañearon, lentamente.
La abracé, no iba a tolerar que la listilla se derrumbara, no.
— Llévame con Layla, por favor. — gimoteó.
Yo entrelacé sus dedos con los míos.
— Te quiero, pero no puedo hacerlo. — Aparté la mirada de la suya, quemándome en el proceso.
— Vale, no me vuelvas a hablar jamás.
Atrapé su muñeca, deteniéndola. Sus mejillas estaban rojas de la rabia, y su nariz se arrugó.
— De mí no te vas a esconder, Chloe Adeleen Flitcher. — La noté temblar cuando mis finos dedos se colaron en su ropa interior.— Me vas a odiar, me vas a querer, pero cuanto más intentes correr y escapar de lo que te hago sentir, con más intensidad te voy a marcar, reclamar y hacer mía.
Saqué mi anular para enterrarlo de nuevo dentro de ella, con energía. Sus gemidos de placer inundaron el aire, que se había cargado de tensión y deseo, y de odio.
Porque sabía de primera mano lo mucho que me detestaba.
Yo lo que odiaba de la listilla, era su terquedad. Ni en un millón de años ganaría a esta nerd en cabezonería, o en egoísmo y falta de sinceridad. Aunque a estas alturas, me daba igual.
— Como toques a otra chica que no sea yo, te mato. A ti primero, y luego a la idiota que se le ha ocurrido meterse contigo.
Retiró mis dedos de su intimidad, para luego chuparlos. Observándome con esos ojos oscurecidos por la excitación.
Me lamió hasta que no quedó ni una gota.
La muy zorra.
— Te has convertido en una tentación, en una que te atrae y te hace querer más.— Desconfié de su famosa inocencia. ¿En qué asqueroso mundo ella se portaba tan mal?— No sabes cuánto he fantaseado contigo, ni cuántas veces me he corrido pensando en ti mientras estaba con Marie.
— No tienes ni idea de lo que has empezado, niño rico.— acentuó la oración, el veneno saliendo de sus poros.
Ella se acercó con apremio para susurrar en mi oído cuatro palabras:
"Esta es la guerra".
❤️🔥❤️🔥❤️🔥
N/A: Hola chiquibabys. <3
En el último capítulo no hubo ninguna nota de autor porque no tenía mucho que decir. Me ha costado bastante escribir las escenas más 🔥🔥🔥porque las veía, honestamente, muy forzadas.
Sé que en la anterior versión la trama sucede muchísimo más rápido y se acaban liando en el capítulo 12/13, pero es que...
La historia de Adam y Chloe no va solo sobre sexo.
Así que, si os gustaría leer algo más explícito, pues oye, hay otros libros de erótica que quizás deberíais empezar.
Gracias por el apoyo, comentad y votad esta parte si queréis saber qué va a pasar próximamente uwu.
Solo digo dos cosas: Dulces mexicanos y celos.😉
Nos vemos muy pronto,
Besos con sabor a vainilla,
- KawaiiWorld8.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro