- Nunca seas aquello que te hicieron.

Adam

Estamos todos los miembros del equipo, menos Ben, borrachos en la piscina de la casa de campo de Eric, porque sí, porque nos lo merecemos.

Dentro de una semana es Navidad y nos podemos permitir la ingesta de alcohol, ya que no volvemos a jugar hasta mediados de enero en las semifinales.

Sí, porque hemos pasado a las semifinales.

Y no gracias a nuestro queridísimo capitán, el divorcio de sus padres estaba afectando su rendimiento más de lo que nos temíamos.

— Los Nottingham Lions somos los mejores.— gritó Matt. Se le había subido la ginebra muy rápido.

Mientras los demás solo llevábamos dos copas, él ya se había bebido hasta el agua del florero en menos de dos horas.

No dudé ni un puto segundo antes de cogerle por el cuello de la camiseta y llevarme su culo borracho afuera. Este zagal estaba loquísimo, era capaz de hacer cualquier tontería en aquel estado deplorable.

— ¿Se puede saber en qué estabas pensando para emborracharte tanto?— Me crucé de brazos, frunciendo el ceño.

— No estaba pensando, esa es la clave.— Wow.

 Me palmeó la espalda con la mano abierta, riéndose de mi expresión anonadada. Incluso alcoholizado me superaba en cuestión de fuerza.

— Matt, sé que estás enfadado con Charles por lo de la última fiesta, pero creo que deberías dejarlo estar.— di mi opinión, no había necesidad de ponerse así por una pelea, y menos entre amigos.

— ¿Enfadado? Te quedas corto, Adam. ¿O es que él no te ha contado lo que pasó realmente, eh? — Se acercó a mí, medio tambaleándose.— ¿No te ha dicho que primero se lió con Jaden y luego me morreó?

Aquí estaba la gente muy loca, qué demonios...

Sacudí sus hombros, estaba delirando.

— Me besó, en los labios. Y todo el mundo pensando que él era hetero, pero no... tenía que ser bisexual.— soltó una carcajada, seca, sin gracia alguna.

Su cara expresaba la rabia y lo frustrado que debía sentirse.

El señor le protegerá a Daggers de la hostia que le voy a pegar, porque yo no me voy a quedar quieto por el engaño. Nos ha mentido a todos a la cara desde que le conocemos.

— No me jodas, ¿por este motivo había estado actuando tan raro? — Le pregunté, para confirmar mis antiguas sospechas. Él se limitó a asentir.

— ¿Quién sabe esto? — Llamé la atención de Matt, sosteniendo su barbilla porque parecía a punto de dormirse ahí mismo, en mitad de un bosque perdido de la mano de Dios.

— Nosotros dos, y Nicolle.— hipó.

— ¿Nicolle?

Más plot twists no, por favor.

Eso conciencia, defiende tus valores de honestidad y transparencia. No tanto dramatismo.

— Sí, nos pilló porque ella estaba con Miller.— Se restregó los ojos con las manos.— Creo que esos dos se metieron mano esa noche.

— Estarás de coña.— puntualicé. Nadie había salido nunca con el hermano de Harley. Él era el único del equipo que jamás había tenido novia.

— Pues no, de hecho nosotros dos los vimos besarse con bastante...intensidad.— Levantó y subió las cejas sugestivamente.

Bueno, alguien tenía que disfrutar de los placeres de la vida, ¿no?

Desde luego que había personas que lo hacían, pero yo no era de una de esas. Jaden y Jason, dos de nuestros mejores jugadores, sí.

Con qué suerte nacían algunos chicos...

◊◊◊

Chloe 

Vale, ¿en qué momento había aceptado acompañar a Harley a esta locura?

Mimi había traído a su hermana a la aventura más descabellada del año, encima, porque decía que quería hablar con Adam.

No la agarré por los pelos y la saqué del coche porque sabía que estaba saliendo con mi mejor amiga, que sino...La echaba a patadas del sitio.

En fin, cuando llegamos al patio de Eric la mayoría de los chicos estaban sin camiseta tomando chupitos.

Buenas vistas.

La preciosa casa se había convertido en un caos sin igual, gente yendo de aquí para allá, Matthew en una esquina vomitando, Charles sujetándole el pelo, Dios, ¿ese de ahí era el amiguito de Ben pasando la lengua por el pecho de Jaden?

Cuánto disparate junto en el mismo lugar, Jesucristo.

Acabábamos de entrar por la puerta y ya estaba deseando irme.

Mimi fue la primera en buscar a su novio-no novio (como nos gustaba llamarle a Nicky y a mí). El caso es que me ha dejado de sujetavelas entre Marie y la chica gótica. Por lo tanto, me escabullí a la cocina. Necesitaba una copa para aguantar esta situación tan...inesperada, y extraña.

Con parsimonia me eché en un vaso un poco de ron y lo bajé con Coca-Cola, porque no quería tener resaca mañana. Justo en ese preciso instante, caminó el niño rico hacia mí, sin la camiseta azul marino que se había puesto esta mañana. 

Desvié la vista hacia el techo, del que colgaba una lámpara minimalista de color gris.

De las caderas de Adam colgaban unos shorts que dejaban entrever una definida "V". Sostenía una botella de alcohol en la mano y vasos de plástico en la otra. Por ese detalle, necesitaba reflexionar sobre el decorado y no sobre sus abdominales esculpidos por los dioses.

— ¿Verdad o reto, Chloe? — Me dio uno de los vasos y lo llenó hasta la mitad de Vodka.

— Ninguno, yo no juego a esa estupidez.— Rechacé tanto la bebida como la oferta, virando los ojos.

— ¿Segura?

— No todas las chicas caen rendidas bajo tus pies, Adam.— Toqué su nariz, pinchándola con mi dedo.— Vete acostumbrando.— Me marché de allí, alegre.

Me había resistido a sus encantos y jueguecitos sin despeinarme el pelo, punto para mí.

Yeaaah, esto se merecía una celebración en condiciones.

Me solté el cabello de mi moño nocturno, pillé un pintalabios rosa chicle del bolso y me lo apliqué en el espejo del salón.

Ahora que lo pensaba, no me quedaba nada mal este tipo de maquillaje, natural, pero femenino.

Rehice el camino de antes para volver al congelador a por más hielo, cuando me rodearon unos fuertes brazos por la cintura y me alzaron en el aire.

— Suéltame, ¡YA! — Chillé como una demente, desesperada porque me bajara al suelo.

— No me da la gana, tú no has querido jugar con nosotros, así que jugaremos tú y yo solos preciosa.— Trazó con su mano mi muslo, posándola muy cerca de mi cadera.

— ¿Me estás tocando el culo?— Inquirí, un poco harta de no poder andar por mí misma y que me tuviera que llevar en su hombro el imbécil este.

— ¿Te gustaría que lo hiciese?— Noté sus dedos bajando por mi piel, tentando, paseándose por mi cuerpo, más sin rozar mi trasero.

Sí, quise gritar a los cuatro vientos; sin embargo, todavía mi timidez...se ponía entre medias de mis deseos y mis palabras.

Y el trauma que me había regalado Ben tampoco me incitaba a abrirme al sexo.

— Listilla, — me colocó en el suelo, sin hacerme daño.— A mí me importa tu consentimiento, así que no te preocupes. — sonrió de lado, travieso.— No vamos a hacer hoy nada que tú no desees.

Empezamos fuerte. Fenomenal.

Sentí cosquilleos por toda mi columna vertebral antes de que pasara sus enormes manos por mi cintura. Le pegué un sorbo largo a mi bebida, a este ritmo a los veinticinco ya habría tenido tres hijos, Jesús.

Adam tenía una capacidad única para dejarte embarazada solo con unas cuantas frases.

Y lo peor es que conmigo le funcionaba. Estaba que se me salía la baba por la boca, pero yo...no iba a ir detrás de él. Simplemente prefería que probara un poco de su propia medicina.

Armándome del poco valor que me quedaba, tomé aire y dije:

— ¿Verdad o reto, niño rico?

◊◊◊

N/A: Hola chiquibabys... Se vienen mis 3 capítulos favoritos a partir de ahora. <3

Llevaba meses esperando este momento JAJA, ¡que los disfrutéis!

Oficialmente, hemos llegado a la mitad del libro. Todo va a ser muy intensito y dramático jeje.

Hasta la próxima,

Besos con sabor a vainilla :),

- KawaiiWorld8

Corrección: 25/08/2024