Amanda ya terminó de hablar con Beatriz y pensó en llamar a Gastón para hablar en el horario del almuerzo pero opta con mandarle un mensaje para pedirle que se junten a hablar. Guarda su celular y sigue pensando en el eslogan para su nueva marca de labiales. Apenas lo termina, se queda satisfecha y lo muestra con sus socios. Ellos están satisfechos con el resultado y ya estaba terminado para poder lanzar el producto. El lunes sería el lanzamiento del producto con una cena de gala para los famosos más prestigiosos del país, lo mismo que para diseñadores y los usuarios exclusivos de sus productos. Solo faltaria quien seria la mujer de la marca para sus productos pero para ello lo haría más adelante, cuando la marca salga para todo el país. Por eso llamó a una reunión a la tarde para hablar qué modelo o actriz sería la imagen de la marca.

En el horario de almuerzo, salió de la empresa y se encontró a Gastón esperándola.

–Vi tu mensaje.–Animado.

–Lo se, tenemos que hablar.

El asiente y van a un restaurante.

Se sientan y un mozo anota lo que cada uno queria comer. El mozo se va y los dos se quedan frente a frente.

–Bueno, ¿de que quieres hablar?

A decir verdad, Amanda ya queria salir corriendo del lugar, no sabía que estaba haciendo. Espera a que el mozo les deje la comida en la mesa. Empiezan a comer y ella suspira.

–Estuve pensando en lo que me dijiste.–Suspira.–Te voy a dar una oportunidad pero por favor, no quiero tus celos enfermizos. Apenas quieras fijarte en mis cosas, no voy a dudar en dejarte.

–Lo se Amanda y no te preocupes, todo va a ser diferente.

–Esta bien.

–¿Entonces dices que me das una oportunidad?

Ella asiente y Gastón sonríe. Intenta darle un beso pero Amanda se aleja sutilmente.

–Tengo que irme Gastón, después hablamos, ¿si?

–Esta bien, después te llamo.

Sale del restaurante y entra a la empresa, vio que todos sus socios estaban entrando a la sala para hablar y soy la última en entrar. Presento lo que hice para la marca y cada uno lo mira atentamente.

–Todo lo que sea de propaganda ya esta, la gala es el lunes y para la salida del producto seria en dos meses. Por eso hay que buscar a la imagen.

Todos murmuran y miran fijamente a Amanda.

–Es que ya lo tenemos decidido señorita Torres.

Ella mira al socio que hablo.

–Bueno, si quiere puede decirmelo.–Intrigada.–¿A quien quieren?

Respira hondo y suelta.

–Pensábamos en mostrar que hay mujeres sensuales y que no son modelos o actrices.–La mira.–Decidimos por usted.

Ella se queda sin habla y niega.

–Ni hablar.–Seria.–Pueden elegir a quien sea pero yo no lo voy a hacer.

–¿Por que?

–No voy a aparecer en todos lados.

–Usted es dueña de una de las mejores marcas del país, es hora que sea conocida.

Niega.

–Al menos pienselo, hay tiempo todavia.

Ella suspira y asiente.

–Esta bien, no entiendo como les paso esa idea en la cabeza.–Seria.

Ella se levanta rápidamente y sale de la sala sin decir una palabra.

–Estan locos.–Piensa.–¿En qué demonios pensaban?–Suspira.

Más tarde, sale de la empresa y entra a su casa. Pasa media hora, su amiga le dice que ya va a su casa y apenas escucha el timbre, abre la puerta.

Fueron a la sala y se sentaron en el sillón.

–Tengo tantas cosas para contarte. Se volvieron locos.

–¿Que paso?