–Claro que no lo sabe.–Animada.–No eres estúpido, ¿que pensaría cuando se entere?

–Alejate de ella.

–¿Por qué? Podríamos ser amigas, después de todo compartimos el mismo hombre. Aunque yo tengo un anillo y ella no.–Muestra la mano.

–Yo estoy separado y en poco tiempo nos vamos a divorciar.

–No sabes con quien te metiste.

–No me amenaces y no quiero que te acerques a ella.–Furioso.–No hagas que pierda la paciencia.

–Pero hace lo que quieras, hagas lo que hagas no me vas a detener.–Sonríe.–La calentura con esa mujer te va a durar poco.

–Si me entero que te acercaste a ella, voy a perder la paciencia y no vas a querer eso.

–Te voy a hacer la guerra, eso te lo juro.–Lo empuja.–No te tengo miedo, el divorcio no te lo voy a dar, hace todo lo que quieras pero a esa puta no le voy a dar el camino libre.

–Melissa aunque intentes hacer cualquier cosa, no puedes violar la ley. Tienes que aceptar que perdiste.

–Yo nunca pierdo.

Se va furiosa y el se lleva las manos a la cabeza.

–Lo que me faltaba.

Mientras, Amanda estaba en la casa cuando escucha el timbre. Se pone de pie y se acerca temerosa a la puerta. Mira por el orificio de la puerta y ve que es Beatriz, abre la puerta

–¿Que te paso?–Preocupada.

Amanda no le dice nada, le haga seña que pase y su amiga lo hace.

–¿Quien te golpeo?

Suspira y mira a su amiga.

–Gastón.

–¿Que?–Sorprendida.–Amanda tenes que hacer la denuncia.

–No, no la voy a hacer. Por suerte estuvo Rodolfo para sacarmelo de encima.

–Dios mio, no se porque no me lo dijiste.–Suspira.

–No quería preocupar a nadie, pense que iba a ser una cosa de una sola vez pero fue todo para peor. No tenia idea que esto iba a pasar, antes no era así.

–¿Entonces porque no haces la denuncia?

–No quiero empezar una guerra que no voy a poder terminar, me se cuidar sola y Rodolfo está conmigo. No me va a pasar nada.

–Debe estar en el consultorio ahora.–La mira.

–Si, igual quiso quedarse conmigo y por eso canceló las citas pero su secretaria la llamo por algo urgente, no quería ir pero es su trabajo.

–Ay Amanda, el te quiere cuidar, mira como te dejo ese hijo de puta.–Enojada.–Deja que el te cuide.

–Lo peor de todo es que no se cuando voy a volver a la empresa, así no puedo ir.

–Lo se. Tengo unas ganas de matarlo.

–Rodolfo se te adelantó.

Se ríen y Beatriz niega.

–No se como podes bromear con eso.

–Lo hago para no caer en pánico, la pase fatal.–Seria.

–Bueno ya está, me voy a quedar hasta que Rodolfo este aquí, si me quedo más me parece que me echan.–Bromea.

Pero su cara se cae y Amanda se da cuenta.

–¿Que paso ahora?–Queria saber.

Beatriz la mira y respira hondo.

–Pero siento que tengo la culpa, yo fui la que un poco más te obligo para que aceptes de nuevo a Gastón.–Apenada.–Fui tan pelotuda en decirte que lo aceptes y vos al principio no querias nada con el.

–Porque vos no tenias idea de que esto iba a pasar, no te sientas culpable.–Agarra su mano.–No pasa nada.

Se dan un abrazo.

–Ay como te quiero Amanda.

–Yo también te quiero.–Sonríe.