Brindaron y cuando estaba por tomar, vio a Gastón caminando por el lado de afuera del restaurante y Amanda se pone nerviosa.

–¿Qué pasa linda?

–Nada, ya vengo voy al baño.

El asiente y Amanda se va al baño. Apenas entra, cierra los ojos y se tranquiliza.

–Estas con Rodolfo, el no se va a atrever a acercarse.–Suspira.–¿Por qué tiene que aparecer?

Amanda sale del baño y por suerte ya no vio a Gastón, disfruto lo que quedó de la cena.

Salen de restaurante y el la lleva a su casa.

–Me encanta estar con vos.

–Lo se Rodolfo, yo también. Me hace bien.

Se dan un beso y se alejan.

–Nos vemos mañana.

–Me encantaria.–Embobado.–Mañana nos vemos, mi amor.

Se dan otro beso y ella se baja del auto. Entra a la casa y por lo oscuro que estaba, no ve quien la agarro del cuello.

Como puede prende la luz y se da cuenta que Gastón la estaba ahorcando.

–Hija de puta.–Furioso.–Asique me estas cagando con ese.

–Soltame Gastón.–Asustada.

Quiso salir de su agarre pero todavía podía sentir la mano sobre su cuello.

–No te voy a soltar.–La sacude y ella grita.–Callate la boca.–Le pega y la pone contra la pared.–Mírame bien, a mi no me vas a cagar con otro.

–Ya no estamos juntos Gastón, ¿te olvidas que me pegaste?–Llorando.–Soltame.

Mientras, Rodolfo seguía en el auto y escucho un grito que venía de la casa de Amanda, sale del auto rápidamente y escuchar más gritos, rogó para que la puerta este sin llave y por suerte lo estaba pero apenas vio cómo un hombre le estaba pegando, la ira apareció en su cabeza, cegando su mente de cualquier lógica.

Se abalanzo sobre Gastón y lo alejo de Amanda.

–¿Que haces hijo de puta?–Furioso.

Empezo a golpearlo y Amanda lo agarra.

–Ya basta Rodolfo, deja que se vaya.–Asustada.

.–Nunca más la vas a tocar..–Furioso.

Gastón tenía sangre que salía de su nariz y se ríe.

.–¿Por este me cambiaste? No vas a durar con este Amanda, vos sos mia.

Apenas dice eso se va y ella lleva las manos a su rostro.

–¿Estas bien?.–Asustado.

–Si, estoy bien. Fue un susto.

–¿Un susto? Ese hijo de puta te estaba pegando, tenía ganas de matarlo.

–Ya paso, ¿Si?–Calmada.–Gracias.

El mira los moretones y besa sus labios.

–Que hijo de puta.–Molesto.–No quiero que nadie te haga sufrir.–Acaricia su mejilla.

–Tengo tantos moretones que no voy a poder salir hasta que desaparezcan.–Suspira.

–Yo me voy a quedar contigo está noche y mañana voy a cancelar todas mis citas.

–No, no me parece. No quiero que dejes de trabajar por mi.

–No voy a perder nada, me quiero quedar con vos porque de verdad que me importas.–La besa.–Y lo único que quiero es mimarte, estar con vos.

Ella sonríe y se dan un abrazo.

–Esta bien.

–Que suerte que estas bien, ahora que lo pienso. ¿Cuando nos vimos ese día, el te hizo algo?

Ella se quedó en silencio y mira para otro lado.

–Amor por favor, ¿es la primera vez que te pega?

Las lágrimas empiezan a salir.

–El ya me pego antes, el mismo día que nos vimos.

El gruñe y aprieta los puños.

–Lo voy a matar.

–En la cena lo vi.–Traga saliva.

–¿Por qué no me dijiste nada?

–Porque después no lo volví a ver.

Rodolfo la contuvo.