Capítulo 7
"Cuando veas esto ven que te estoy esperando"
JongDae leía los mensajes estupefacto, jamás invitó a su amigo a ningún lado y menos mientras dormía.
—¿Pasó algo grave? ¿No sabes en donde esta tú amigo? —se escuchó la voz de MinSeok.
Y él castaño sintió que lo recorría un escalofríos de pies a cabeza.
❀~✿ ❀~✿ ❀~✿ ❀~✿ ❀~✿ ❀~✿
—¡Maldito! —gruñó JongDae.
Recordando su reciente herida gracias al dolor horrible que comenzó a sentir en su quijada. Pero se esforzó en ignorarlo.
—Él único maldito aquí eres tú. —recordó él demonio—. Por cierto, te vez fatal.
Soltó con una mueca de asco.
*Cómo si fuera mi culpa...* Pensó él castaño más no dijo nada al respecto.
—Se supone que no deberías meterte con BaekHyun. —logró decir él humano sintiendo como sus ojos se humedecían por completo.
Sabía que si seguía hablando volvería a llorar...
—¿Me lo juras? —preguntó MinSeok actuando como si fuese alguien completamente ingenuo—. Espera... ¿te sientes mal? Parece que pronto comenzarás a llorar.
Soltó fingiendo preocupación mientras posaba su mano en la mejilla del castaño haciendo que este gruña ante el repentino nuevo dolor.
Nadie ejercía tanta fuerza para chequear si a alguien le dolía algo. Estúpido demonio.
—Hijo de... —JongDae dejó de hablar al sentir las manos de MinSeok en su cuello.
Apoderándose por completo de esa zona en su cuerpo mientras jugaba con la presión en sus dedos. No era para nada agradable.
—¿Hijo de.. quién o qué? —preguntó él demonio rebosando diversión.
No era como si realmente le importará la integridad de quien sea que fuese su madre. De seguro y está era una gran puta con honores allí abajo, pero era divertido molestar al humano.
Él castaño se negó a contestar y seguirle el guión a MinSeok, logrando que este a cambió apreté rápidamente su mandíbula haciendo que el dolor se le duplicará.
JongDae tomó con una de sus manos el agarré que él contrario mantenía aún en él y sin siquiera pensar en sus acciones, levantó con rapidez su mano libre y estampó su puño en la mejilla de MinSeok.
Quién abrió con sorpresa sus ojos y luego río de manera completamente ruidosa soltando el delgado cuello del castaño.
Después deslizó sus dedos por la comisura de sus propios labios, seguidamente los metió vulgarmente en su boca para tocar la parte interna de su mejilla y comprobó que efectivamente le sangraba allí.
MinSeok se había olvidado lo que era sangrar o el simple hecho de que él también lo hacía. Jamás lo habían golpeado tan descaradamente.
Los mismos demonios se medían ante tal acto al saber su posición, y lo que les podría pasar de llegar a hacerlo de igual modo.
Por otro lado, un simple humano ni en sus sueños más fantasiosos podía siquiera intentar lastimarlo. No tenían la fuerza de voluntad ni mucho menos el completo sentido de la palabra.
¿Será que ése tipo ya había elegido morir? Imposible... todavía no había echo absolutamente nada por su amigo.
Volvió a mirar a JongDae y esté se encontraba saliendo de la casa sin prestarle atención.
*Humano insolente* Pensó y dejo sus dudas para después.
Cambió su ropa e aspecto en un abrir y cerrar de ojos. Saliendo de la casa del humano.
Comenzó a seguir al castaño a dónde sea que este iba, ya que para él demonio la diversión recién comenzaba. Y él estaba aburrido.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Habían pasado dos horas y JongDae se había cansado de buscar por lugares más y menos frecuentados por su adorado BaekHyun.
¡Se estaba por volver completamente loco! Y con razón... Cada vez la presión de lo que fuese a ocurrir con su mejor amigo lo atormentaba más y más.
Sin tenerle una pizca de piedad o al menos darle un respiro MinSeok no sólo se divertía poniendo "piedras" en su camino.
Si no que también le describía posibilidades del destino de su amigo. De tal manera que... sé sorprendía a si mismo por no perder la cordura definitivamente ante todo aquello que oía.
—¡Que idiota! Por supuesto...
Soltó él castaño dolorido y sintiéndose un completo tonto.
*Él sólo podría estar jugando contigo idiota* Se dijo mentalmente él humano. Quizás, en resumidas cuentas sólo era una actuación digna de ése demonio.
Observó las calles y se aproximó al cordón sintiéndose más tranquilo, aunque ése ser pudiera enpujarlo hacía algún auto que pasase por allí cómo se lo mostraba la atmósfera que lo envolvía.
Sentía en su nuca la atenta mirada de MinSeok. Lo ignoró y espero paciente a que llegará un taxi.
No había tiempo para ir caminando o lamentarse por el dinero que iba a gastar próximamente. Sólo quería llegar a destino y abrazar a su amigo con fuerza.
Entró al vehículo una vez este estuvo frente a él y cerró la puerta en la cara del demonio.
El viaje había comenzado hacía segundos. JongDae notó poco después que MinSeok iba sentando junto al taxista aunque este último nisiquiera lo notará.
Cuando su destino lo recibió, pagó el viaje y salió casi corriendo del vehículo.
Se fue a pasos rápidos a la parte trasera de la casa de sus padres y comenzó a escalar para entrar por la ventana de su habitación. Cómo lo esperaba y suponía casi con seguridad esta estaba abierta.
BaekHyun aún no sé sacaba aquella mala costumbre de dejarla abierta. Entró con un poco de esfuerzo, ya que había perdido la costumbre con el tiempo o quizás se sentía débil.
Cómo JongDae creyó aunque no tan seguro de que pasaría, vio a su mayor dormir plácidamente sobre su cama.
Daba la sensación de que se encontraba soñando con la cosa más bonita del mundo, ya que los labios del bello joven se curvaron en una amplia sonrisa aún en sueños. Podía sentir su suave y tranquilo respirar que lograban tranquilizarlo a él.
Se aproximó silenciosamente a la mesa de luz y luego de sacar del cajón el celular de BaekHyun comenzó a revisarlo al notar que este aún conservaba aquella vieja contraseña.
Claramente el celular no tenía ningún tipo de registro sobre que su amigo le hubiera escrito o llamado a él. Fruncio el ceño, y giró a ver a MinSeok haciendo reír a su contrario.
—¡Bingo! —exclamó él demonio riendo con burla ante el tiempo que le tomó a su contrario darse cuenta de lo que sucedía—. Por cierto. Deja de mirarme como si yo fuera tú.
—¿Como a un bueno para nada? —preguntó él castaño ignorando el dolor de su quijada y dejando el celular ajeno en dónde había estado anteriormente.
—¿Quién es él bueno para nada Dae?
Escuchó interrogar a la voz ronca e adormilada de BaekHyun a sus espaldas.
Se quedó duró en su lugar, su amigo no podía ver la sangre seca en su atuendo. Mucho menos su rostro en ése estado tan lamentable.
Es más incluso ya más despierto notaría su habla y lo iba a interrogar. Lo que menos quería era que su amigo entrará en su modo detectivesco y lo obligará a hablar.
—¿Dinosaurio? —llamó BaekHyun otra vez. Ya más alerta—. ¿Troll bonito? Castaño idiota... no me hagas gritar, ¿piensas que quedándote así de quieto pensaré que esto es una especie de sueño y seguiré durmiendo?
—Quizás...
Murmuró él castaño con un tono de voz excesivamente suave.
—De ninguna manera Dae. —respondió él mayor sentándose en la cama. Logrando que JongDae se fuera rápidamente al baño de la habitación.
Mientras BaekHyun se despertaba del todo y fregaba sus ojos con la palma de su mano, analizando la actitud de su castaño amigo.
—Hey demonio... —susurraba JongDae a la nada misma que lo acompañaba en el impecable sanitario—. Le iba a decir que haga algo con mi aspecto, pero supongo que no podía con tanto.
Se hablaba así mismo a la vez que empezaba a lavarse en la pileta del baño mientras se observaba en el espejo frente a su persona.
Notando casi automáticamente al ahora nuevamente rubio detrás de su cuerpo, observando su persona con notoria molestia.
—¿Que tanto murmuras insignificante humano? —gruñón él demonio girando a su contrario con fuerza de más.
—No nada. No quiero gastar tu energía.
Provocó él humano. Aunque sentía un infierno en el rostro y ahora también en sus brazos gracias al agarre que ejercía él demonio.
—Como si eso fuera algo que necesitará de mi energía. —bufo MinSeok—. Sólo con pensarlo estaría hecho. Y deja de hablar a mi altura.
Soltó ante la ofensa ajena.
—Tienes razón quizás puedas hacer de modista pero... dudo que puedas hacer algo con esto. —apuntó su herida mientras tomaba la toalla para secar su rostro.
MinSeok nunca se había sentido más humillado.
No entendía que pasaba con esa actitud tan petulante de parte del humano y no le gustaba. Sólo se recordaba el molesto hecho de que no lo podía matar sin ser él dueño de su alma.
Él demonio sintió los sigilosos pasos de BaekHyun y se aproximó a JongDae. Lo tomó por los cabellos e incrusto sus filosos dientes en el cuello del humano con fuerza y brusquedad.
—¡La puta que lo parió! —gruñó él castaño sin pensar ante el dolor.
Siendo testigo de la sonrisa triunfadora de MinSeok antes de que esté simplemente desapareciera ante sus ojos. La puerta a la que le había puesto seguro se encontraba abierta y su amigo lo miraba expectante mientras él se frotaba el cuello repetidamente.
Sus miradas se encontraron y JongDae giró rápidamente sobre sus talones, será qué... ¿él mayor lo había visto en ése estado?
Cerró los ojos con fuerza y los abrió notando que cómo en un principio se encontraba frente al espejo, pero ahora quien estaba detrás suyo era BaekHyun. Podría decir que era muchísimo mejor pero no lo era en ése momento.
Suspiro y sé miró así mismo en aquel impecable cristal. Notando que su rostro estaba impecable, no sentía dolor y su ropa parecía hecha por su diseñador personal.
Sonrió ampliamente y dejó de fregar su cuello girando sobre sus pies para ver a su mejor amigo de frente. Luego lo abrazo.
—¿Porque no me avisaste que venías? ¿Porque me ignoraste cuando te hablé? ¿Que tanto hacías en el baño? ¿Porque gritaste? ¿Cuando fuiste de compra? ¿Porque no me invitaste? ¿Que es esa marca que...
JongDae besó a su mayor logrando rápidamente su cometido. Que este se callara.
—¿Y ahora porqué me be...
Otro besó. Y el hermoso rostro de BaekHyun detonó confusión y molestia.
No le gustaba que él castaño lo ignorara. ¡Él era mayor!
—Quería darte una sorpresa. Estabas arruinando la sorpresa. Trataba de borrar esta marca. Grité porque al rayar el chupón me hice mal. No fui de compras fue un presente por buen empleado. No te invité porque no fui a ningún lado. Esa marca me la hizo mi novia. Y, te besó porque eres un hombre sexi hasta cuando te acabas de despertar.
Concluyó JongDae tratando de no olvidar ninguna pregunta.
Aunque si siempre se lograba memorizar complicadísimos planos un par de preguntas no representaban un verdadero problema.
—Eres Dae así que te creó absolutamente todo. —aceptó él mayor—. Aunque... dime, ¿porque dijiste "la puta que lo parió" y no "la puta que la parió"?
Él castaño casi se congeló en su lugar.
¿Cómo carajos se suponía que BaekHyun había detectado tan pequeño detalle?
—Fue un simple error. —mintió él menor con seguridad.
Haciendo elevar una ceja de su contrario con escepticismo.
—Dae... —murmuró su mejor amigo mirándolo fijó a los ojos—. ¿Te cambiaste de equipo?
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro