¡Ya llegó! ¡Ya está aquí! Es la nueva entrega de este fanfic XD ¡Oh! Me salió una rima, que extraño :v Bueno, no tengo mucho que decirles así que mejor pasemos a lo importante uwu)/

Disclaimer: Boku no Hero Academia pertenece a Kōhei Horikoshi.

Arte de portada: シルヴァー ( https://www.pixiv.net/member.php?id=10979541 )

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DULCE NIÑA

ACTO III

RECUÉRDAME

Aunque él no tenía que presentar el examen de admisión para Yuuhei había sido invitado a presenciar dicho evento. Al principio pensó que era un desperdicio de tiempo, pero recordó perfectamente lo que esa pequeña le había dicho en su infancia; a pesar de no contar con un quirk ella haría hasta lo imposible por entrar a, lo que ella creía, la mejor academia para héroes de todo Japón.

Recordar tan adorables palabras lo tenían en ese momento entrando por el pasillo principal de la escuela sólo para descubrir que ella había cumplido esa promesa de intentar entrar. Le vio nerviosa, sumamente ansiosa y a punto de caer. El miedo de volver a verle le paralizó, así que no fue él quien le ayudó, sino que fue una chica que deseaba ingresar a la UA quien con su kosei evitó que cayese.

Creyó que la ropa interior de la peliverde se vería, pero fue único ver que bajo su falda había una licra negra. Pensándolo bien, era impropio que un caballero como él viera eso, por lo que mejor giró la cabeza sin lograr sacar la imagen de su mente.

Si era sincero, sus ojos no sólo se posaron en aquella zona, sino que la habían examinado por completo notando que tenía una muy buena figura. No era como que sólo fuese delgada, sino que también tenía una musculatura definida.

—Realmente te has vuelto una chica muy hermosa, Izuku-chan...

Felizmente su mente regresaba a los bellos recuerdos que tenía a su lado mientras estuvo en el hospital a causa del problema que tuvo con su padre. No era algo que lo enorgullecía, pero si no hubiese sucedido ese incidente él nunca hubiera conocido a tan valiosa persona.

. . .

—Entonces, ¿cuánto tiempo estarás aquí? —preguntó la pequeña que ahora estaba agotada por una intensa fiebre.

—Sólo una semana.

El pequeño varón notó como el ánimo de su compañera bajaban por tener que alejarse tan pronto de alguien que representaba mucho en su vida.

—¡P-pero continuaré viniendo a revisiones!

—¿De verdad?

—Si, de verdad —Shouto bajó de su cama para ir a la de su amiga—. Toma

—¡Waah! Está fría...

Le colocó su mano en la frente con su quirk habilitado, de tal forma que le ayudase a mejorarse más rápido. No quería verla sufriendo el resto del día por la alta temperatura a causa de alguna enfermedad que intentaba invadir su cuerpo.

—L-lo siento, sólo quiero que te sientas mejor.

—¿Este es tu quirk?

—Bu-bueno, es el de mi mamá... Pero también tengo el de mi padre...

—¿El te...? —No obtuvo más que una dolorosa mueca—. Pero, estas habilidades son tuyas. Sólo las heredaste de ellos, pero son tuyas y tú decides que hacer con ellas, así como lo haces ahora.

—Pero...

—¡Es verdad! Estoy segura de que, en un futuro, ¡serás un gran héroe con increíbles habilidades! —Tosió un poco—. Diría que mejor que All Might, pero seguro él seguirá siendo el #1 por mucho tiempo.

—Izuku-chan... —estaba muy dudoso.

—Lo digo en serio.

Se acomodó la mano del pequeño que estaba ayudándole a sentirse un poco mejor. Suspiró, pensando los beneficios que le podrían tener a cualquiera una habilidad como la de su compañero.

Sus ideas iban desde no sufrir por el calor del verano, hasta calentar su bebida favorita sin tener que hacer uso de una estufa. Por ese mismo camino imagino a Shouto usando ambos lados para que un té tuviese una temperatura ideal, ni tan frío ni tan caliente; eso le provocó una pequeña risita.

. . .

Junto a él, en la misma sala donde se encontraban los profesores viendo la prueba, estaba una joven de largo cabello negro peinado en una coleta.

—Parece ser que la mayoría son muy buenos.

—Supongo...

No le interesaba hablar con nadie, estaba enfocado en ver que la jovencita lograse recolectar algún punto para entrar a la academia, pero a cada los enemigos iban cayendo de uno a uno frente a ella. Se observaba desesperada, aunque tal vez menos que él que intentaba esconder esas emociones.

En uno de los tantos momentos notó como se detuvo a ayudar a la misma chica que vio que le saludó cuando estaba llegando a la Academia. Uno de los robots enormes, los que valían 0 puntos estaba a punto de aplastarlas.

—¡Esto va a ser interesante! —Escuchó de parte del director—. No lo detengan.

Mentiría si no dijera que estaba asustado, porque temía por la vida de las dos féminas que estaban a punto de ser aplastadas por un enorme pedazo de hojalata que él podría congelar en segundos. Presa de ese miedo, cerró los ojos para abrirlos en cuanto la misma joven que le hablaba al principio estaba haciendo un sonido de sorpresa.

Su mente se fijó sobre una de las pequeñas pantallas para observar cómo, tras un gran salto, con un solo puñetazo había hecho trizas dicho robot. ¿Cómo era posible? Hasta donde recordaba ella no tenía ningún quirk y si lo hubiese desarrollado mucho tiempo después de que dejaron de verse, no estaba seguro que pudiese ser de ese tipo ya que sus padres no tenían habilidades similares hasta donde recordaba.

Eso ya quedaba de lado, lo había logrado y seguro que esto era gracias a sus enormes esfuerzos fundamentados por sus deseos de ser una de las más grandes heroínas en la historia de todo Japón.

Su corazón volvió a detenerse cuando le vio caer, sin forma de detener esa caída libre, pero esa misma chica que salvo logró salvarle la vida. Izuku sí que le hacía tener todo tipo de emociones fuertes, pero no tanto como el amor que sentía por ella.

Se giró a ver a los profesores que ahora anotaban en sus tablas información sobre varios de los estudiantes. No logró notar alguna expresión que hiciera referencia a las habilidades de la jovencita más que All Might que parecía sonreír mucho más de lo habitual; incluso estaba molestando a otro profesor para que le prestara atención a lo que había anotado.

Podía sentirse satisfecho, sus esfuerzos habían llegado a ser admirados por su máximo héroe. Aun si no llegaba a entrar en uno de los grupos principales de la academia, estaba más que seguro que estaría como mínimo en el B. Aunque también estaba el hecho de que probablemente sus horarios no coincidirían y eso le sentaba un poco mal pues gran parte de que aceptó sólo la invitación de esta escuela es porque estaba completamente seguro que, de alguna forma u otra, se encontraría con su amor de infancia.

Ansiaba que las clases comenzaran y no precisamente por su entrenamiento, ya que estaba más que acostumbrado a esa clase de cosas por el violento de su padre, sino por el deseo de volver a verla.

Salió de aquel cuarto oscuro, dispuesto a buscar alguna máquina expendedora para comprar alguna bebida, pero no se esperaba que la camilla de la Izuku pasara justo al frente. Ella se le quedó viendo. ¿Lo había reconocido?

—Di-disculpa —se encontraba nervioso—, ¿estás bien?

—Esto... No creo que las fracturas de mis extremidades opinen que sí —respondió la joven, nerviosa.

—¿Fracturas?

Aquellos que iban cargando la camilla hicieron un ruido extraño para hacer notar que debían llevar a la peliverde a la enfermería a la brevedad.

—Lo siento —realizó una reverencia—. Cuídate.

—Gracias —una sonrisa adornó su rostro sucio—. ¡Un placer conocerte, chico del cabello bicolor!

Una pequeña punzada le causó molestia en el pecho, ella no lo recordaba y era comprensible. Eran muy jóvenes y de alguna forma su rostro había cambiado; ya no sonreía con la misma facilidad, mucho menos tenía ese tono de voz dulce y cantarín. Se había convertido en alguien diferente, pero eso no impedía que fuera mejor.

Tal vez, con un par de conversaciones sobre los viejos recuerdos podría ayudarle a reconocerle. No debía perder esa pequeña esperanza...

Continuará...

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Me costó mucho trabajo completar este episodio, pero al final conseguí que fuese más largo Xd Un capítulo más y ya comenzamos con la línea canónica de la serie :3 Espero sus comentarios ;) ¡Saluditos!

Siguiente capítulo: Amistad.