Y aquí estoy... Con un nuevo fanfic <3 Y eso me da apertura a un nuevo fandom en que, debo de admitir, nunca creí entrar. Hace un año no daba un peso por este manganime y tras insistencia de cierta personita, terminé enamorada de todos y cada uno de sus personajes. Es un placer traer a ustedes esta historia de una Izuku (si, es genderbend de Deku) y Todoroki :'3 Sin mucho que decir, espero que lo disfruten.

Disclaimer: Boku no Hero Academia pertenece a Kōhei Horikoshi.

Arte de portada: シルヴァー ( https://www.pixiv.net/member.php?id=10979541 )

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DULCE NIÑA

ACTO I

HERIDA

A pesar de tener una quemadura en su ojo izquierdo, el pequeño de cabello bicolor, se encontraba sentado sin quejarse por los procedimientos médicos que le había realizado. La herida de su rostro no era tan severa como la que había sido provocada en su corazón a causa, de lo que él creía, era la aparente similitud entre su padre y él.

Para su corta edad, no era capaz de comprender que era lo que se suscitaba entre sus progenitores que prácticamente vivían separados, cada uno tratándolo como mejor le parecía.

Las lágrimas amenazaban con salir, pero no se permitía mostrar aquel sentimiento de abandono a su padre que estaba afuera de la habitación del hospital hablando con el doctor que le había recibido unas horas atrás cuando fue llevado a urgencias por el problema de su ojo. No le importaba perder la vista si eso significaba que podía al fin alejarse del hombre que lo hacía entrenar sin descanso lastimándolo en más de una ocasión con el pretexto de hacerlo más fuerte. ¿Cómo un niño que hacía unos años había manifestado su quirk podía hacerle frente al segundo mejor héroe de Japón?

– ¿Todoroki Shouto-kun? – Una enfermera lo llamaba. – Voy a cambiarte el suero, continúa recostado en tu cama.

Observó como la mujer hacía su trabajo, apartando la vista un par de veces para ver si los mayores habían terminado de hablar. No estaba seguro, ya no había ninguna sombra detrás de la puerta.

– Con permiso.

Una segunda enfermera, mucho mayor que la primera, entró a dar varias instrucciones a su kouhai que atendió a ellas con precisión por lo que se veía. Apenas terminó de hablar, salió de la habitación, haciendo que la que ya lo atendía se acercara a tomar asiento a los pies de él.

– Shouto-kun... ¿Te parece que te llame así?

El niño asintió con la cabeza.

– Tu padre ya se ha ido, ha aceptado que te quedes unos días en el hospital para que recibas una mejor atención.

La señorita parecía algo triste al decirle aquellas cosas, pero para el menor era un alivio descansar del tipo de vida que llevaba en la casa de los Todoroki.

– Te cambiaremos de habitación, una compartida. De momento sólo hay una niña ahí. – La sonrisa de la mujer era muy dulce. – Izuku-chan es muy linda, así que espero que puedas hacer amistad con ella.

– Entiendo.

Apagó algunos de los aparatos que no se llevarían y sujetó el pedestal del suero a la cama con rueditas donde iba al pequeño. El recorrido no era largo, casi al salir del cuarto tomaron el elevador y subieron unos cuantos pisos a la sección infantil; continuando por un largo pasillo llegaron a un área un poco diferente que estaba más fría para evitar infecciones, era algo comprensible para el problema que tenía el de melena de dos colores.

La habitación 608 fue la que le dio la bienvenida al infante que buscaba con ciertas ansias a la otra persona con que se supone compartiría sitio, pero solo estaba el espacio que le tenían asignado. Fue cambiado de cama con una que tenía suficientes cobijas para soportar la temperatura de aquel sitio.

Nuevamente examinó el sitio, tal vez al tener un ojo vendado estaba pasando por alto algún espacio, pero aún con esas no vio a ninguna niña, sólo un espacio vacío del lado derecho en el que estaba. Era probable que a ella también la fueran a cambiar apenas de cuarto.

Fue abandonado por la enfermera tras darle algunas instrucciones y aclararle que su compañera llegaría más tarde pues estaban realizándole diversos estudios para evaluar a la perfección su estado de salud. Podría descansar unas horas hasta que ella regresara con la comida. Si necesitaba algo, sólo debía apretar el botón verde que estaba sobre su cama y vendría enseguida; de todas formas, estaría viniendo a verle cada cierto tiempo ella o alguna de las otras trabajadoras del lugar.

Asintió a todo, no eran cosas difíciles de comprender. Apenas la señorita salió de ahí, él se dispuso a dormir un rato, estaba cansado de todo lo del día; pero aún si lo intentaba, no lo consiguió.

– Mamá...

Las palabras que ella había pronunciado a su abuela a través del teléfono...

– Yo... – Se sentía libre para llorar. – Soy un mal hijo por escuchar conversaciones ajenas.

Una justificación absurda por el llegar en el momento más inoportuno.

Aquella mujer que lo llevaba cuidando y lo animaba a ser un mejor hijo. La misma que en más de una ocasión se había interpuesto entre él y su padre con tal de que este parase con los violentos ataques que supuestamente eran "parte de su entrenamiento". Ella que siempre procuraba su sonrisa. En un instante todo lo bueno que le mostraba, había desaparecido.

Se odiaba a sí mismo, por no darse cuenta del miedo que su progenitora tenía por aquel que les mantenía con tal de que hiciesen su voluntad.

Observó sus dos manos. Una de ella tenía las habilidades de su madre y la otra tenía las de su asqueroso padre. Hielo y fuego. Odiaba el fuego.

– ¡Nunca lo usaré!

Estaba sufriendo. Sólo. Esa era la vida que había decidido tener a partir de ahora. Si estaba solo no lastimaría a nadie. Y como doble protección, o usaría el lado que heredo de Endeavor.

Continuará...

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Un capítulo corto, pero con muchos sentimientos de parte de nuestro pequeño Shouto que sufrió mucho en sólo un instante </3 No me peguen por usar de imagen un AU donde Deku es un niño enfermo que visten de niña XD Muchas gracias por leer, nos vemos en el siguiente capítulo.

Siguiente capítulo: Midoriya Izuku-chan