Capítulo 44 🌙
Arianne
Muchos pensamientos y sentimientos me golpean a la vez: miedo, exaltación y horror. Ellos vienen por mí, necesito hacer algo al respecto. No permitiré que nadie más salga herido por mi culpa. Nunca debí venir, me arrepiento por haber asistido cuando contemplo el desastre que se desata.
Los intrusos están destruyendo todo a su paso: las casas, los árboles y el fuego se extiende en el resto del campamento. Escucho gritos, mujeres y niños suplicando que se detengan. Oh, dioses. Es horriblemente triste. Quiero esconderme en una cueva y jamás volver a salir. ¿Cuánto más dañarán para atraparme? ¿Por qué se meten con personas inocentes? Monstruos desalmados...
—Ven —dice Asher con la respiración agitada—. Necesitamos irnos cuanto antes.
Observo con los ojos bien abiertos la escena. Los atacantes son violentos y despiadados. Mi estómago se encoge debido a la culpa y trago el nudo alojado en mi garganta. El pánico está tomando las riendas de mis emociones y no sé qué hacer. De reojo veo a Andrew cambiar de forma al igual que sus padres.
Por favor, que estén bien.
—Pueden irse —masculla Ashton—. Nosotros les cubriremos las espaldas.
Me quedo inerte y boquiabierta.
—Pelearé también —afirmo con seguridad —. No huiré como una cobarde.
Su mirada azul me atraviesa.
—Entiendo que quieres ayudar, pero será mucho peor si te atrapan —Enfoca la vista en Asher —. Llévala lo más lejos posible.
Todo sucede en cámara lenta...
Axel y Ashton se transforman sin quitarse la ropa ya que con el cambio las telas se despedazan. Aullidos, gruñidos y respiraciones agitadas van y vienen hasta que los Karlsson, ahora en forma de licántropos, atacan con todas sus fuerzas. Mierda, será una lucha sangrienta. Asher no me da mucho tiempo para observar, toma mi mano y juntos empezamos a correr hacia el bosque.
—«Cambiaré de forma y tú subirás sobre mí».
—«¿Voy a montarte?».
Asher se ríe maliciosamente. Oh, vamos. ¿Es en serio?
—«Sí quieres verlo de esa forma, bien. Vas a montarme».
Ruedo los ojos y seguimos nuestro camino sin intenciones de ser atrapados. La pelea entre licántropos transcurre a poca distancia.
—¿Tus hermanos estarán bien?
—Por supuesto que sí. No te preocupes.
—Asher... —Mis labios tiemblan—. Debería quedarme y pelear con ellos. Todo esto es mi culpa y lo correcto es enfrentar el problema. Quiero ayudar.
Lanza un suspiro de frustración.
—Mi hermano tiene razón. Se pondrá peor si ellos logran cazarte —masculla —. Te pondré a salvo para evitar otra tragedia.
Una lágrima resbala por mi mejilla.
—No es justo.
—Sé que no, amor —besa mi mano —. Pero es todo lo que puedes hacer. Son demasiados y no podemos con ellos. Ven conmigo.
En menos de un borrón, Asher cambia de forma. Subo a su lomo y me aferro con fuerza para no caer. ¿Cómo puede ser tan fuerte y rápido conmigo sobre él? Veo pasar a los árboles como si fueran manchas borrosas y escucho más aullidos de dolor a poca distancia.
La brisa de la noche me acaricia el rostro, alborotando mi cabello y la corona de flores vuela. Qué pena. Lo amaba. Mi corazón late desbocadamente dentro de mi pecho y me pregunto qué sucederá a partir de ahora. ¿La familia de Asher estará bien? ¿Qué hay de Emmie?
—«Ellos me odiarán».
Asher no contesta.
Continúa su marcha a una gran velocidad sin agotarse, pero no por mucho tiempo. Una camioneta blindada empieza a seguirnos. Las ramas y los árboles no parecen ser un obstáculo. En la carrocería hay un hombre con un arma de gran tamaño, listo para atacarnos. ¿Por qué no me dejan en paz? Los odio.
No puedo permitir que lastimen a Asher, estoy segura de que nos dispararán con balas de plata. Ellos jamás atacarían limpiamente así que es mi turno de ponerlos en su lugar. Necesito hacer algo para salvar al amor de mi vida. Estoy temblando de miedo, abrazo con más fuerza a Asher mientras él jadea por aire. Tomo un aliento y dejo que mi poder fluya como en mis entrenamientos.
La rabia burbujea hacia la superficie, mi poder oscuro está ansioso de salir. Siento el calor, el fuego quemando mi piel y las llamas expandiéndose a través de mí. El suelo tiembla debajo de nosotros y desequilibra a la camioneta que nos persigue. Las chispas salen de mis dedos antes de reventar en el parabrisas. Abro los ojos y miro orgullosa como la camioneta empieza a incendiarse.
Toma, hijo de puta...
Estoy sintiéndome victoriosa, pero luego sucede algo inesperado: el maldito bastardo dispara con una daga que impacta justo dónde quería. Asher aúlla en agonía y veo borroso cuando caigo brutalmente de su lomo a varias distancias de él. La plata brilla bajo la luz de la luna antes de enterrarse en mi pecho. Grito a todo pulmón, apretando los dientes. Se incrusta muy cerca de mi corazón.
—No —sollozo —. No, no, no...
Lágrimas de furia caen de mis ojos porque duele muchísimo. Me siento sin aire y muy mareada. Lucho débilmente mientras apoyo la espalda contra un árbol y sostengo la daga aferrada a mi pecho. Debo quitarlo antes de que su efecto me quite el conocimiento.
Esa no es la peor parte.
Escucho gruñidos mientras Asher es acorralado por tres licántropos.
Un lobo marrón da un paso y luego lo ataca. Asher se encuentra con él en el aire. Chocan, cayendo al suelo en un montón de dientes y garras. Los otros dos lobos se sientan en cuclillas y miran, listos para respaldar a su amigo, pero dejándolo hacerse cargo.
Una explosión sacude los árboles y miro a la camioneta que incendié convertirse en un montón de cenizas. Mientras Asher se defiende como puede, empiezo a quitar la daga de mi pecho con lágrimas en los ojos. Presiono la mano izquierda sobre la herida para controlar el flujo de sangre. He perdido muchísimo y estoy debilitándome.
—Resiste —me susurro a mí misma.
Asher le muerde el cuello al lobo marrón y sé que su rival nunca tuvo oportunidad. Lo miro con fascinación, sonriendo orgullosa al ver que está defendiéndome como un monstruo sin control. Él matará a quién sea por mí. Se prepara para la siguiente ronda cuando un largo cabello rubio capta mi atención en la oscuridad.
Es Emmie.
Me quedo muda, inmóvil, totalmente en shock.
El hombre que sostiene un cuchillo contra su garganta es Aulus. El miedo me golpea con brutalidad y retrocedo de inmediato. Aulus se ríe y toma con su puño el cabello de Emmie, retorciéndolo para provocarle dolor y ella lloriquea.
—Arianne Laroux —dice triunfal —. Ha pasado mucho tiempo.
Aprieto mis manos en puños y gruño amenazadoramente.
—La daga de plata que te ha lastimado tiene hiedra púrpura —Su sonrisa aumenta—. ¿Sabes lo que es? Un veneno contra licántropos que te impedirá usar tus poderes. ¿Te sientes mareada?
Sí, definitivamente tiene razón. Tengo la vista nublada.
—Escucha, Arianne —prosigue Aulus—. Si mato a esta pequeña rubia, tu cuñado Andrew Karlsson morirá. ¿Quieres eso? ¿Cargar con otra muerte en tu pobre consciencia?
Niego, un sollozo abandona mis labios. Ya no puedo hablar, no puedo. Supongo que la hiedra está haciéndome efecto.
—Bien —Aulus mira a Asher—. La chica Laroux y la rubia vienen conmigo. No lastimen al lobo. Si él muere, ella también. La necesitamos con vida para entregarla. Sigan las órdenes al pie de la letra.
Emmie se queda quieta como un maniquí y solloza. ¿Qué ha pasado con los demás? Soy vagamente consciente de que un hombre se me acerca. Asher gruñe y, cuando trata de atacar, los dos lobos se abalanzan sobre él.
—No lo lastimen —suplico cómo puedo—. Por favor, iré a donde sea, pero déjenlo en paz.
Mi cuerpo es lanzado sobre un hombro y lucho débilmente. Me sacudo e intento soltarme, pero es imposible. Los aullidos de Asher atormentan mi cabeza. Todo es confuso e irreal. Una aguja se clava en mi cuello y hago una mueca adolorida al sentirme cálida.
Me sedaron.
Empiezo a toser y, a través de mi visión borrosa, veo a Asher luchar para llegar a mí. Sentirlo agonizar me destruye. Esto es demasiado para mi corazón. Demasiado.
Ven a mí, lobito. Ven a mí.
🌙
Una brillante luz me lastima los ojos y parpadeo lentamente. Me siento confundida, los mareos continúan y revuelven mi estómago encogido. ¿Dónde estoy? ¿Qué me hicieron?
—La dosis de hiedra impedirá que su lobo la encuentre —Oigo decir a Aulus—. Necesitamos cortar el lazo que la une con él.
—¿Cómo? —pregunta una voz suave, pero conocida.
—Abigail se encargará de eso —informa Aulus con suficiencia—. Será doloroso y tal vez se volverá loca, pero sobrevivirá. Se convertirá en una chica obediente, el arma perfecta que podrá consumir y manipular.
Las risas parten mi corazón. Abro la boca para gritar, pero nada sale. Quieren cortar la conexión que tengo con Asher. No puedo permitirlo. No puedo. Debo encontrar una forma de comunicarme con él. No me quitarán lo más preciado, prefiero morir que darle mi alma a Abigail.
Cierro mis ojos y me concentro en Asher. Nuestra conexión puede salvar mi vida y la de Emmie.
—«Asher, ¿me oyes? Por favor, escúchame. Por favor».
Pronuncio su nombre una y otra vez, tratando de enviarle mis deseos sobre lo mucho que lo necesito, incluso haciéndole sentir mi dolor y cualquier cosa que me ayude, pero nunca responde.
Nunca.
Si no viene a mí pronto estaré perdida.
Sucederá lo que tanto temíamos.
Lograrán separarnos.
🌙
Asher
Despierto desnudo en medio del bosque y mi cabeza palpita como si varios ladrillos hubieran caído sobre mí. Mi corazón late tan fuerte que es doloroso y quiero llorar por la frustración. Me quedé dormido debido a los inmensos ataques que me dieron esos bastardos. ¿Y Arianne? ¿Dónde está mi chica?
Una camiseta negra y un par de pantalones caen frente a mi rostro. Ashton está tenso e impaciente. Pocas veces lo veo preocupado y angustiado. Él aprecia a Arianne a pesar de que intenta aparentar lo contrario. ¿Por qué no lo haría? Ella es maravillosa.
—Vístete —ordena —. Tenemos mucho que hacer.
Escaneo desorientado mi entorno y la furia me domina en oleadas. Es ardiente y letal. Aún escucho las súplicas de Arianne, pidiéndole a esas basuras que no me lastimen. Mi pobre chica estaba tan aterrada.
—Aulus —gruño —. Fue él. Se llevó a Arianne.
La mirada de mi hermano es una cargada de tristeza y pena.
—Lo sabemos —Axel me mira sobre el hombro de Ashton—. También a Emmie. Andrew está destrozado.
No puedo ver más allá del miedo. Estoy cegado por ello y me duele no sentir sus emociones. Ella lleva mi marca, pero no siento nada. Mierda. Tengo que ahorrarme el dolor. No puedo lamentarme. Debo mantener el control, sujetar las riendas, tengo una misión que cumplir.
Iré por Arianne.
Me pongo la ropa en tiempo récord. Axel me lanza unas botas y me contempla afligido. Sí él se siente de esa manera, ni quiero imaginar cómo estará Andrew. Siempre fue muy sensible.
—Lo siento, hermano —susurra Axel.
Empezamos a caminar a pesar de lo mucho que me cuesta. Una parte de mí se ha perdido y necesito recuperarlo.
—Cinco licántropos —masculla Ashton—. Han muerto cinco licántropos de este clan.
Mi mandíbula se tensa por la cólera.
—¿Qué hay de mamá y papá?
—Están bien —responde Ashton—. Pudimos olerte.
—Ellos no me mataron. Marqué a Ari y ahora estamos unidos. Si yo muero, ella también. La quieren para entregarla a Abigail.
—Y retienen a Emmie —dice Ashton —. Ven.
Estoy furioso conmigo mismo. No puedo olerla ni oírla. Me siento vulnerable cuando Ari no está a mi lado. Me destruye pensar en las cosas que podría estar pasándole. Al llegar a la manada, lo primero que percibo es sangre y llantos. El campamento es un desastre. No queda nada de lo que vimos anoche.
Solo tragedias y pérdidas.
Ralentizo mi respiración y me esfuerzo por escuchar mejor. Los licántropos en su forma humana murmuran y maldicen a Arianne. Mi visión se nubla debido al coraje. ¿Cómo se atreven a culparla? Ella no tiene el control de la situación. No tiene la culpa de nada.
El olor a sangre me golpea como una niebla olfativa, abrumando mis sentidos, destrozando mi pecho. No estoy preparado para ver esto. Varios cuerpos están apilados a un lado, listos para ser sepultados.
—El Alfa está muy agresivo ahora —aclara Ashton—. Puede que intente atacarte.
No digo nada porque no tengo derecho. Esta tragedia ha ocurrido porque esos bastardos vinieron por Arianne y se llevaron a su hija. Mierda. Veo a Andrew con la cabeza agachada mientras mamá trata de consolarlo.
—Asher —Mi padre viene a mí y me abraza con fuerza—. ¿Estás bien?
—No —Mi voz suena ronca—. Se la llevaron.
Su tristeza e impotencia es tan profunda como la mía.
—La encontraremos —afirma papá—. Josh ya se puso en marcha.
Lo único que hago es asentir. Mamá quiere aproximarse, pero no lo hace al ver mi expresión. Bien, que mantenga jodidamente la distancia. No me importa en qué circunstancias estamos. Ahora no la quiero cerca. No puede aparentar que lo lamenta por mí y Arianne. Ella odia nuestra relación.
—Deshonraron a mi clan —El Alfa hace acto de presencia cuando me nota—. Se atrevieron a ensuciar nuestras tierras con sangre. Mi gente ha muerto por culpa de tu compañera.
Arianne estaba emocionada de ser bienvenida aquí y acaban de cerrarle la puerta nuevamente.
—Entiendo su dolor, pero Arianne es inocente. Ella jamás quiso nada de esto.
Mis hermanos forman un círculo de protección cuando trata de atacarme. No necesito que me cuiden, por lo tanto, enfrento al Alfa. Él me gruñe para mostrarme el desprecio que siente. Si pelea responderé. No me importa cuan agotado esté mi cuerpo.
—Encontraremos a tu hija —interfiere mi padre—. No ganamos nada peleando, debemos estar más unidos que nunca, Eslem. Por favor, sé razonable. No somos el enemigo aquí.
El Alfa se ríe con sarcasmo.
—¿Cómo demonios lo lograrán? El inútil de tu hijo no puede olerla.
En otra ocasión rompería su cara por hablar mal de Andrew, pero es una situación crítica. Es normal que todos estemos agresivos e impacientes.
—Están siendo envenenadas con hiedra purpura. Lo olí anoche —destaco —. Sé que no están aquí, abandonaron el país. Sería estúpido no hacerlo.
El padre de Emmie continúa protestando, pero me mantengo firme. Solo existe un lugar dónde siempre ocurren las tragedias que involucran a Arianne. Todo empieza y termina ahí: New Hope.
Arianne y Emmie se dirigen a New Hope.
🌙
Adelantos & spoilers en mis redes sociales:
Instagram: JessiR17
Twitter: JessiRivas17
Facebook: Lectores de Jess (grupo para fangirlear)
Pueden encontrar una versión mejorada y capítulos inéditos de Dulce Maldad en librerías. Más información en: www.planetadelibros.com.ar
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro