Asher

Sin sonidos, sin movimientos, sin quejas.

Julianne está inmóvil en el suelo, sus párpados caen y la sangre fluye de su boca como burbujas. La vista me deja sin aire y mi corazón se detiene.

Julianne está muriéndose.

Como puedo, empiezo a cojear lentamente hacia ella. Aprieto mis dientes cuando veo varias balas incrustadas en su cuerpo. Quiero pegarle a algo. Quiero destruir todo a mi vista. Quiero encontrar a quién hizo esto y rasgarlo en pedazos. Julianne cambia a su forma humana y queda desnuda mientras tiembla, pero no me importa. Todo lo que deseo es ayudarla.

—Asher...

Estoy momentáneamente congelado... aturdido por lo que veo. Su cabello rubio se tiñe de rojo brillante por las heridas. Su rostro está tan hinchado que es irreconocible. La sangre cae lentamente de su nariz y tose. La bala de plata está matándola, maldita sea. Es cómo un virus matando cada célula de su cuerpo.

Miro a Arianne y le imploro:

«Debemos ayudarla»

Asiente con los labios temblorosos y después somos testigos de cómo sus manos desprenden brillantes luces cuando toca a Julianne, pero ella se aparta con disgusto.

—No me toques —sisea —. No te atrevas a tocarme, bruja asquerosa. Te odio.

Arianne la obliga a mantenerse quieta. ¿No puede ignorar su orgullo por unos minutos? Existe la posibilidad de que muera y no se deja ayudar.

—Vas a morir si no me dejas —musita Arianne —. ¿Quieres morir? Porque apartaré las manos si ese es tu deseo.

Julianne le escupe en la cara y Arianne se queda paralizada. Maldita sea. ¿Cómo es posible que actúe así en un momento como este? Está a punto de morir.

—Lo siento en mis pulmones y mi podrido corazón —lloriquea Julianne —. Tu toque no podrá quitarme las malditas balas, estúpida. Prefiero morir antes que vivir con el odio de Asher. Ya no tengo nada que perder, mi patética vida no me importa.

Arianne se limpia la cara mientras mis hermanos están estoicos. El miedo se mezcla con la cólera. Mi compañera intenta salvarla y ella rechaza su ayuda. Su odio es mucho más fuerte que las ganas de vivir.

—Necesito decirte algo antes de irme —Julianne me toca como puede, rogándome que permanezca junto a ella. No tenía idea de que fuera tan fuerte, pero es el terror en sus ojos lo que llama mi atención —. Escúchame, Asher.

Permanezco en mi forma lobuna, atento a sus palabras. Cierro los ojos, mis entrañas están completamente destrozadas. No puedo creer que ella morirá en segundos. No puedo creerlo. Han sido días muy difíciles, nuestra amistad se echó a perder, pero nunca pedí este final.

No debería terminar así. ¿Qué tan triste es? Toda su vida estuvo obsesionada conmigo y perdió la ilusión de encontrar a su compañero. Nunca fue feliz realmente.

—Lo que leíste en mi diario es cierto —confiesa Julianne con una tos —. Yo las maté porque no soportaba la idea de que ellas pudieran tenerte. Todo lo hice por ti. Lo siento tanto...

Mi mundo se cae a pedazos y llora más fuerte cuando me aparto. Ya lo sabía, pero su confirmación duele como las balas que están matándola. Traicionó mi confianza, destruyó el aprecio que le tenía y permitió que me vieran como un asesino durante años. Mató a chicas inocentes por culpa de su obsesión.

—También le he dado información a unos tipos que están buscando a tu compañera —tartamudea —. Pronto estará muerta y tu madre...

No escucho nada más que el bajo zumbido en mi oído. Mi cuerpo se entumece y todos mis sentidos están desordenados.

—¿La madre de Asher ha sido tu cómplice? —pregunta Arianne —. Déjame ayudarte, aún puedo salvarte.

Julianne sonríe débilmente y vuelve a toser. Lo veo, noto el instante que expulsa su último aliento.

—Ella...

Pero no soporta más, y sus ojos finalmente se cierran, dejándome saber que está muerta.

🌙

Después de casi una hora llega la ayuda. Andrew y su compañera acuden a nosotros porque recibieron una llamada. Al parecer el dueño del club es cercano a la manada de Emmie. Traen ropa para mis hermanos y yo. Me siento enfermo, asqueado.

Ninguna lágrima ha sido derramada y tampoco he dicho nada. Estoy tenso, demasiado aturdido para procesar la realidad. La camioneta está moviéndose, haciéndome saber que nos acercamos a la finca del druida. Siempre supe que no era buena idea que viniera con nosotros en Irlanda. Fue la peor de todas las ideas. Solo hay una responsable de esto.

Mamá.

Ella convenció a Julianne de venir conmigo, ella quiso metérmela por los ojos y destruir mi relación con Arianne. Mi mandíbula se aprieta cuando recuerdo sus últimas palabras.

«Tu madre...»

—Asher, hemos llegado —susurra Arianne.

Andrew detiene la vieja camioneta y bajamos en silencio. El cuerpo de Julianne ha sido llevado a una morgue discreta. Me aseguraron que no me preocupe por nada. Ella volverá a New Hope con su familia para ser enterrada. No pertenece aquí. Sigo caminando sin detenerme en ningún segundo. Mi respiración está agitándose y la rabia dentro de mí no me deja pensar con claridad. Respiro por la nariz y boca, tratando de calmarme a mí mismo.

—¿Asher?

Miro a Arianne sobre mi hombro. El vestido que trae puesto está manchado con sangre y su cabello es un desastre. Mi dulce chica quiso salvar a pesar de todo a Julianne. Su corazón es inmenso.

—Quiero estar solo, Arianne.

Duda un segundo, pero cede con los hombros hundidos.

—De acuerdo. Te amo.

—Estamos aquí para ti —dice Andrew con Emmie a su lado.

—Tómate tu tiempo —añade Ashton.

Asiento y camino hasta el bosque con un nudo en la garganta. Me duele la cabeza al recordar el cuerpo de Julianne siendo consumida por las balas de plata, su rostro irreconocible, sus últimas palabras, nuestros momentos juntos cuando éramos niños.

—¡Julianne, baja de ahí! —grité, mirándola.

Se mantuvo en la punta del árbol más alto. Sonrió y me lanzó un beso con la mano.

—No voy a caerme, tonto.

Rodé los ojos y extendí mis brazos.

—Puedes lanzarte. ¡Prometo que no te dejaré caer!

La sonrisa de Julianne aumentó.

—¿Lo prometes?

Me encogí de hombros.

—Nada malo te sucederá mientras Asher Karlsson está a tu lado. Ahora baja del maldito árbol o iré por ti.

¿Por qué ha cambiado tanto? ¿Cómo se atrevió a lastimarme de esta forma? Todavía puedo recordar las notas en los periódicos y las miradas furtivas de las personas en New Hope.

Me veían como un asesino.

Un bastardo que asesinó a cinco chicas.

Jamás imaginé que la persona que pasé el resto de mi infancia fuera la culpable. No puedo con tanto. ¿Qué haré si mi madre también es cómplice de los crímenes? ¿Por qué haría eso? No sé qué pensar. Si me entero que ella es responsable perderá un hijo porque nunca la perdonaré.

Nunca.

🌙

Arianne

Ver a Asher tan destrozado rompe mi corazón en diminutos pedazos. Lo único bueno de esta situación es que hemos descubierto a la asesina. Fue Julianne. Bastante predecible. Las piezas del puzzle están encajando y queda descubrir qué papel tomó la señora Karlsson en esto.

Espero que no sea su cómplice porque mi lobito no lo soportaría, sus hermanos tampoco.

Me tomo una ducha para limpiar la sangre de mi cuerpo y el aroma de Julianne. Santa mierda... Esos hombres en el callejón quisieron llevarme y también aceptó que les dio información sobre mí. ¿Por eso huía durante las noches? ¿Se veía con los matones?

Lavo mi cabello, me cambio a una ropa más cómoda y miro la ventana. Pequeñas gotas de lluvia caen y tiemblo levemente. Asher aún no regresa y me hago la misma pregunta diaria. ¿Cuándo tendremos paz? La puerta de la habitación se abre dando paso a Ashton. Le frunzo el ceño al ver que sostiene el diario de Julianne. Servirá como prueba de los crímenes y para limpiar el nombre de Asher.

―Mis padres estarán aquí mañana temprano ―informa ―. Mamá tendrá que dar muchas explicaciones porque las acusaciones de Julianne han sido fuertes.

Me abrazo a mí misma.

―¿Qué piensas de esto? ¿Crees que Julianne dijo la verdad?

La risa de Ashton es amarga.

―Por supuesto que le creo. Esa víbora pudo ser muchas cosas, pero dudo que haya mentido en sus últimos minutos de vida. Mi madre es capaz de lo más bajo con tal de lograr sus objetivos. Ella quiere deshacerse de ti como lo hizo con Marianne.

Un escalofrío me recorre la espalda.

―No entiendo el motivo de su odio. Nunca le hice nada malo.

―Marianne tampoco ―dice Ashton ―. Ella está obsesionada con la idea de querer controlar cada maldita acción de sus hijos. Y el hecho de que tú seas poderosa la tiene estresada. No le agradas, Arianne. Es la única explicación que puedo encontrar.

Me muerdo el labio con nerviosismo.

―Si yo muero Asher también.

Ashton rueda los ojos.

―Mamá es tan jodidamente egoísta que le resta importancia a ese asunto. Ella está segura de que Asher sobreviviría muy bien sin ti ―Tensa la mandíbula ―. Mañana vendrá y no perderé la oportunidad de encararla. Ella me dirá dónde diablos está Marianne. Sé que le hizo algo.

El pánico me envuelve, inmovilizándome de miedo.

―Lo siento, Ashton.

Suspira.

―Vine aquí a decirte que estoy de tu lado y el de Asher. Julianne fue una asesina y mi madre debe pagar muy caro por haberla encubierto. No seas amable con Aria, ni siquiera sientas ni la más mínima empatía cuando la veas mañana. Es una excelente manipuladora. ¿He sido claro, Arianne?

Frunzo el ceño, confundida por sus palabras.

―Ehh... sí.

―Guardaré todas las pruebas que involucran a Julianne. No me sorprende descubrir que asistía a terapia. Estaba loca.

Trago saliva al pensar en mi nombre tachado de su escalofriante lista de muertes. ¿Cómo pudo vivir en las noches sabiendo que asesinó a personas inocentes? Su consciencia estaba podrida.

―Ella quiso matarme.

Me ofrece una sonrisa socarrona.

―Nah. Jamás hubiera podido quitarte de su camino. Te convertiste en su peor karma y eres poderosa. Sobrevivirías en todos los intensos.

Me sonrojo por el halago. Fue grosero conmigo los primeros días que nos conocimos y ahora le caigo bien.

―Me tienes mucha fe.

―Mis hermanos también ―Se aclara la garganta y camina a la puerta ―. Asher te necesitará más que nunca.

―Lo sé.

Sus ojos azules miran los míos.

―Buenas noches, Arianne.

―Buenas noches, Ashton.

🌙

Justo cuando pienso que este día no puede empeorar, soy enfrentada a la locura absoluta que es mi mente. Veo al protagonista de mis pesadillas.

Está vestido con su gorra de beisbol, hay sangre en su cuello y sus ojos lucen muertos como él. La palidez en su cara y labios violetas me hacen parpadear para confirmar que no estoy loca.

—¿Theo? —balbuceo —. ¿Theo?

Lentamente sus labios se levantan en una sonrisa siniestra y su cabeza cae de lado en un crujido aterrador.

—Tú serás la siguiente.

Mis ojos se abren de golpe y la oscuridad me da la bienvenida. Un pequeño grito escapa de mi boca mientras jadeo en busca de aire. Mi mano se mueve a mi cara intentando retener el sonido. Todo vuelve a mí en un instante y la imagen no quiere borrarse de mi mente.

―¿Theo? —pregunto en la oscuridad.

Las lágrimas manchan mis mejillas y mis sollozos no se detienen. Puedo escuchar las gotas de la lluvia golpear la ventana y empeora mi estado de ánimo. De pronto mi cabeza es apoyada sobre un pecho cálido, pero mi cuerpo continúa temblando.

―Shh... te tengo, amor.

Me siento aliviada al ser invadida por su aroma a cítricos combinado con menta. Asher.

―No me dejes ―imploro ―. Abrázame y no me sueltes nunca.

―Solo ha sido una pesadilla ―Sus palabras me tranquilizan ―. Estoy aquí, bonita. No iré a ningún lado. Lo prometo.

Me aferro a él con brazos y piernas sin dejar de llorar.

—Te esperé por horas.

—Lo sé —frota mi espalda —. Necesitaba un tiempo para pensar, pero ya estoy aquí. Me tienes.

Escucho los latidos de su corazón sintiéndome aliviada por los constantes sonidos. Mi lobito está en casa.

—¿Hay algo que pueda hacer por ti? —inquiero.

Su risa me calienta como una manta.

—Haces suficiente por mí, bonita.

Lo atraigo más cerca porque nunca será suficiente.

—¿Sería posible irnos a un lugar dónde nadie nos lastime? —pregunto sin soltarlo —. Solos tú y yo lejos de los problemas.

Asher apoya la barbilla en la cima de mi cabeza.

—Te prometo que algún día iremos dónde desees. ¿Alguna sugerencia?

Sonrío con calidez.

—Egipto. Mi sueño siempre fue conocer las pirámides y escuchar las historias que hay detrás de ellas. Cleopatra es digna de ser admirada.

Asher me besa la frente.

—Entonces Egipto será —musita con suavidad —. Lo juro, bonita.

🌙

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