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Capítulo 26 🌙

Arianne

El calor me rodea cuando despierto dentro de una tina. El olor a jazmín impregna mi nariz y mis músculos adoloridos se relajan por el suave contacto. Alguien lava mi cabello enredado y masajea mi cuero cabelludo. Manos expertas que saben cómo hacer su trabajo. Los dedos mágicos reparan las partes de mi alma que fueron fracturadas hace días y horas. No me animo a abrir los ojos porque quizás se trata de un maravilloso sueño y no quiero despertar. Es demasiado hermoso para ser real.

—Es real —La voz áspera de Asher me hace parpadear con dificultad.

Está de pie frente a mí con una esponja en la mano y la camisa negra arremangada hasta los codos. Me observa con una expresión inquietante y preocupada. Miro el agua, aliviada de ver que las espumas me cubren hasta el cuello. Debería sentirme avergonzada, pero no lo hago. Él me ha visto en situaciones peores.

—Hola —musito.

Me da el indicio de una sonrisa.

—Hola.

Miro la horrible túnica blanca que me pusieron cuando fui secuestrada. Está sucia y destrozada en el suelo. Debería quemarlo. No quiero verlo nunca más.

—¿Cómo me encontraste? —cuestiono.

—El lazo me llevó a ti.

Mi corazón comienza a latir a un ritmo errático, como siempre lo hace cuando estoy cerca de él. Es una reacción involuntaria de mi cuerpo porque aprecio su presencia, su aroma y su sonrisa.

Asher es mi mantra.

El agua salpica los azulejos cuando me remuevo en la bañera y traigo las rodillas a mi pecho. Mi brazo derecho aún pulsa a causa de la extracción y mis venas son visibles. Partes de las drogas que me inyectaron perduran en mi cerebro. Probablemente Aulus quería mantenerme sedada para que no vuelva a repetirse mi ataque psicótico. Estuve a punto de destruir su maldita imitación de laboratorio.

—Las cosas que pasé con él fueron horribles —musito —. Aulus robó una gran cantidad de mi sangre.

Sus ojos se entrecierran y su mandíbula se aprieta con un tic muscular en él.

—¿Qué más te ha hecho? —Da un paso, sentándose en el borde de la tina. Su voz es cruda, su ira apenas contenida —. Porque quiero otra motivación para cortarle el pene por atreverse a tocarte.

Mis hombros se desploman y toco las espumas. Le cuento cómo desperté en ese lugar, las revelaciones de Aulus, sus planes. La muerte de Theo, la extracción de mi sangre, todo... Cuando termino, retrocede y su temperamento empeora. Sus pupilas se dilatan y tensa los puños. Le toma tres respiros calmarse, aunque le cuesta.

—Sabía que los elegidos son sus súbditos —niega —. Están empecinados con él. Ellos se sacrificarán con gusto para satisfacer al supremo.

Un dolor se dispara en mi pecho.

—Abigail se hace más fuerte con cada sacrificio.

Asher alcanza mi brazo y frota con suavidad la zona amoratada. Mi corazón se hincha debido a la felicidad y tengo ganas de chillar por todo el terror que pasé las últimas horas. Sin embargo, agradezco estar a su lado y segura entre sus brazos.

—Josh tiene grandes planes para tu futuro. Nos llevará tiempo destruir a Abigail, pero lo lograremos, Arianne. Necesito que te preocupes por ti y tus próximos entrenamientos.

Extiende la mano hacia los productos de baño y escoge un acondicionador de coco.

—¿Cuándo viajaremos?

—Mañana o pasado. Estás muy agotada —dice y vierte el acondicionador en mi cabello —. No queremos abrumarte con otro viaje.

—Ya basta de dar vueltas —protesto —. Se presentará otro problema si seguimos posponiendo el vuelo a Irlanda.

Lava mi cabello, sus dedos gentiles descienden a mi cuello y mis costillas. Su toque me hace inhalar bruscamente cuando llega entre mis piernas. Los moretones desaparecen mientras me relajo y mi cabeza ya no gira.

Solo debo relajarme.

—Entonces mañana será. ¿Estarás bien si te dejo unos minutos? Haré un par de llamadas importantes.

—Me quedaré aquí un rato más —toco las espumas y sonríe —. Se siente bien.

—Te pediré comida con mucha grasa.

—Gracias.

Sus ojos se oscurecen cuando levanto un pie cubierto de aceite delicioso y lo coloco sobre el borde de la tina. Es un gesto inocente, pero Asher traga saliva y camina a la puerta.

—Llámame si necesitas algo.

Mi sonrisa se hace más grande y me hundo en la tina, deseando que el agua caliente aleje cualquier signo de dolor. Solo quiero dormir y olvidar mi amarga existencia. Ya mañana me lamentaré porque perdí a mi familia y la culpable es mi abuela.

Ya mañana me llenaré de odio y recordar que soy la única que puede acabar con ella.

🌙

Me pongo ropa cómoda cuando el baño termina y seco mi cabello con una toalla. Después me reúno con los Karlsson en el comedor. La mesa está llena de comida justo como Asher prometió: sopa, pastas, hamburguesas, bebidas espumosas y postre.

Andrew me levanta en sus brazos por un prolongado tiempo que me hace sonreír. Aprecio tanto a este idiota.

—Nos preocupaste muchísimo —murmura con la barbilla en mi pelo —. Asher estuvo a punto de quemar una iglesia por ti. Debiste verlo, estaba jodidamente furioso. ¿No es eso tierno?

Me muerdo el labio, conteniendo las emociones que desencadenan sus palabras. Mi madre era mi única familia, pero está muerta. Soy feliz de encontrar un refugio seguro en los Karlsson.

—Andrew, cállate —manda Asher.

—De hecho, tiene razón —murmuro —. Es lindo.

Los ojos de Asher brillan y me enseña una sonrisa que devuelvo con gusto. El aire que nos rodea se vuelve eléctrico y cautivante. Soy la primera en apartar la mirada para no darle material de burlas a sus hermanos. Son unos idiotas.

—Bienvenida de nuevo —dice Axel.

Le sonrío.

—Gracias.

Ashton me da una inclinación de cabeza. Asher tira de una silla para mí y me siento para escoger el primer plato de comida. Mi estómago ruge por el exquisito aroma. Voy por las pastas con salsa sin dudar.

—Josh estará aquí dentro... —Asher mira su reloj y el timbre suena —. Es él.

Mastico en grandes bocados sin detenerme a hacer una pausa. Estuve casi veinticuatro horas sin alimentarme. Podría comerme un bufete entero sola. Andrew pone a mi alcance el vaso con jugo y le doy las gracias. Josh entra al comedor con su expresión engañosamente tranquila. No se muestra feliz de verme o alguna emoción de que estuvo preocupado por mí. ¿Qué más da? Es un extraño.

—Lamento que hayas pasado por esa situación —expresa Josh y suena sincero —. Las autoridades se harán cargo de los elegidos y pagarán por ser cómplices.

Enredo la pasta en mi tenedor y lo traigo a mi boca. Disfruto la salsa de tomate mientras pienso en la mujer que me ayudó a escapar. Espero que haya logrado salir sin sufrir represalias.

—Son personas que sufrieron mucho —Trago y me encojo de hombros —. La mayoría de ellas tienen serios problemas psicológicos y son manipulados por Aulus.

—Eso lo determinará las autoridades —Josh no se inmuta —. Lo que te hicieron es imperdonable. Provocaron un accidente para secuestrarte y casi te costó la vida.

Bebo mi jugo. Fueron las horas más difíciles de mi vida, pero me identifico con los elegidos. Yo haría cualquier cosa para volver a ver a mis seres queridos. Mamá, Theo...

—Estoy bien. Ya no desperdiciaré más de mi energía en quienes no valen la pena —Hago una pausa —. Solo quiero tomar ese vuelo que me lleve directo a Irlanda y empezar con mis entrenamientos.

—El Jet estará a tu disposición a partir de mañana temprano. Hoy respira y despeja tu mente. Lo que pasaste no es algo insignificante, Arianne. Tu compañero me ha dicho que robaron tu sangre.

Estudio sus características y la seria nota tentativa en su voz. ¿Acaso se preocupa por mí? Imposible. Parto en dos el panecillo y le doy un mordisco.

—Aulus se lo dará a su señora y a su clan —musito.

—¿Su clan? Aulus fue desterrado —dice Ashton.

—Él está convencido de que se les pasará el enojo —hablo con la boca llena y nadie me juzga —. Supongo que hará algún otro experimento con mi sangre. Dice que es mágico.

Esta vez sí obtengo una reacción de Josh y no es suave. Sus cejas se unen y las venas de su cuello sobresalen.

—Tu toque es mágico —corrige —. Eres capaz de revivir a cualquier ser vivo. Me refiero a plantas, animales e incluso humanos. Muchos druidas trabajaron en laboratorios porque los científicos creían que encontrarían la cura a todas las enfermades gracias a la sangre de esta especie. Nadie puede saber de tu existencia por esa razón, Arianne.

—Querrán usarla por las razones equivocadas —masculla Asher, cruzándose de brazos —. Eres demasiado valiosa.

Estoy cansada y cascarrabias. Si alguien vuelve a mencionar lo valiosa que es mi sangre voy a gritar.

—No estoy interesada en ser una rata de laboratorio. Mi único propósito es encontrar a ese demonio y matarla como lo hizo con mi familia. Y para que eso sea posible necesito controlar mis poderes sin ninguna dificultad. ¿Creen que pueden ayudarme?

Josh ladea una ceja. Los hermanos escuchan la conversación mientras me ven comer.

—Asher puede ayudarte con las peleas de combate mientras Kellan se hará cargo de tus habilidades druidas.

Detengo mi uso en los utensilios y lo miro desconcertada.

—¿Quién es Kellan? —pregunto.

—Tu maestro.

—Oh.

La mirada de Asher se vuelve amenazadora y sus hermanos se ríen. ¿Qué?

—Tiene mucha experiencia en esta área y conoció a tu madre cuando era un niño. Es el más indicado para enseñarte.

Mi corazón da un vuelco. Mi madre tenía un amigo... ¿Alguna vez hizo cosas normales? ¿O solo se preocupó en estar escondida de Abigail? Te perdiste tantas cosas, mamá.

—Estoy ansiosa de conocerlo.

—Mañana —dice Josh —. Descansa esta noche porque al día siguiente partiremos a primera hora.

—Bien.

Mira a Asher.

—Asegúrate de que descanse.

Asiente en mi dirección y se dirige nuevamente a la salida sin esperar que alguien lo acompañe. Leerlo es una cuestión difícil porque no muestra cómo se siente, pero estoy segura de algo: a una parte de él le importo.

🌙

La habitación está a oscuras y en silencio mientras Asher me abraza en la cama. No puedo dormir por más que hago el intento. Estremecedoras imágenes se reproducen como una película siniestra en mi mente y suprimo los escalofríos que se deslizan por mi columna vertebral. En algún punto las lágrimas empiezan a fluir y me quiebro. Dejo salir el dolor, la rabia, la frustración, todas las emociones que reprimí desde que Asher me encontró. Estoy tan agotada mental y físicamente. Tan drenada por los acontecimientos de los últimos días.

Siento que aún me espera afrontar mucho en este nuevo camino y no estaré lista. Nunca.

—Shh... —Asher frota mi espalda —. Llora lo que quieras, bonita.

No volvemos a hablar, me acaricia y trata de calmarme. Y mientras yazco cálida en sus brazos, mantengo la esperanza de que nunca más me apartaré de él.

—Se burló de mí, Asher —sollozo —. Dijo que lo tiró en un basurero o lo quemó porque ya no era útil para Abigail una vez que lo mató.

La respiración de Asher apenas cambia.

—Haremos lo mismo con él cuando lo atrapemos.

Unos de mis deseos más anhelados...

—Le quitó muchas oportunidades. Theo era un niño muy gentil. Mamá y yo fuimos tan felices cuando nació. El primer día que vino a este mundo abrió sus ojos y sonrió. Miré su hermoso rostro y juré que lo cuidaría siempre.

Asher se queda en silencio y apoyo mi cabeza en su pecho.

—En todas las fechas de Halloween que pasamos juntos, él se disfrazó de Superman —continúo. Una pequeña sonrisa asoma mis labios —. Le sugerí que cambiara de disfraz, pero él no quiso. Me dijo que Superman era un ejemplo a seguir. Theo quería ser como los superhéroes que salvan a las personas de cualquier peligro. Era noble y desinteresado.

Asher aclara su garganta.

—Me hubiera gustado conocerlo.

—Era el alma más pura que jamás ha existido —Mi voz se quiebra y la ira me consume —. Abigail lo escogió por esa misma razón y juro que acabaré con ella por arruinar a mi familia. La odio, Asher. La odio tanto.

Me abraza y besa mi frente.

—Tenía planes de ir a un concierto de rock con mamá. Ella fue fan de Elvis, ¿sabes? —sonrío entre sollozos —. Conocía de memorias sus canciones y los escuchaba cada mañana. Era una romántica empedernida que suspiraba por un tipo que murió en 1977.

Asher se ríe.

—Yo también suspiraría por él.

Hundo la cabeza en el hueco de su cuello con una carcajada.

—¿Crees que están bien? ¿Crees que pudieron reunirse dónde sea que estén?

Asher no responde, pero dudo que alguna palabra me dé suficiente consuelo. Las siguientes horas lloro tanto que ya no me quedan lágrimas y me duermo con dolorosas heridas que jamás sanarán.

🌙

Despierto cuando oigo el sonido de gritos y quejas. Miro el lugar vacío a mi lado, notando la ausencia de Asher. ¿Qué sucede? ¿Quién hace escándalos a estas horas? Poniéndome de pie, bostezo y me dirijo a la sala. Me quedo en una esquina al percibir a los padres de Asher presentes. Mi aspecto es bochornoso y ni hablar de mi cabello enmarañado.

—No debiste tomarte molestias, mamá —expone Asher de espaldas a mí —. Estaremos bien. Una llamada era más que suficiente. Sé que tienen muchas ocupaciones.

—Mis hijos irán a Irlanda y quise despedirme —responde su madre —. Julianne también está aquí.

Capto su presencia con una mueca de disgusto. Julianne viste como si estuviera en un desfile de modas con su ropa de diseñador y bolsos costosos. Controlo mis celos enfermizos cuando abraza a Asher y le da besos en la mejilla. Odio su perfume.

—Soy tu mejor amiga —Ella hace un mohín y le sonríe —. No tengo idea por cuánto tiempo estarás fuera del país. Tenía que verte por última vez.

Asher la aparta torpemente con aparente incomodidad.

—No es el momento, Julianne.

—¿No? ¿Entonces cuando planeabas responder mis mensajes o llamadas? Llegué a pensar que me bloqueaste.

—Estuve ocupado con Arianne.

¿Por qué le da explicaciones? Sé que son amigos, pero sigue molestándome que ella le reclame como si fueran una pareja. Asher es mi compañero.

—Sí, tu madre me lo dijo, pero no te tomará ni dos minutos responderme.

Suficiente. He terminado de escuchar la disputa y odio sentirme como la intrusa aquí. No confío en mi para escuchar la conversación y ver a Julianne babear por el chico que me besa y me protege.

No puedo.

Estoy a punto de retirarme cuando el señor Karlsson se percata de que estoy parada en la esquina. Debo verme ridícula con el pijama puesto y ojos rojos a causa del llanto.

—Arianne —saluda con amabilidad —. Es bueno verte de nuevo. Vinimos aquí a ofrecer nuestras condolencias. Lamento no poder estar presente en el funeral de tu madre.

Mi corazón sube a mi garganta. Su mención duele.

—No te preocupes. Gracias por estar aquí.

La señora Karlsson no da palabras de ánimos y tampoco ofrece un gesto de amabilidad. No lo quiero de cualquier forma.

—Lamento que hayas despertado por el escándalo —Se disculpa Asher —. ¿Quieres desayunar?

—Sí.

Me acerca a su cuerpo y deposita un beso en mi frente.

—Le diré a alguien que te traiga el desayuno. Espérame en la habitación, ¿sí? Mis padres quieren hablar conmigo un momento.

Julianne nos mira con los labios apretados y comparte una mirada con Aria. ¿Cuál es su problema de todos modos? No conozco a esta chica, pero detesto la forma que me observa. Ella me ve como si fuera su rival y no está bien.

—De acuerdo.

Beso su mejilla antes de dirigirme nuevamente a mi habitación. Agradezco que hoy mismo partiremos a Irlanda. No tengo ganas de lidiar con alguien tan desagradable como Julianne. Me lavo la cara, los dientes y visto ropa decente cuando alguien toca la puerta. Me encuentro con los ojos azules de Ashton en el momento que es abierta. Sostiene una bolsa con comida y enarca una ceja.

—Asher me dijo que te trajera algo de comer. Espero que estés hambrienta.

Me hago a un lado y él entra a mi habitación. Cierro la puerta y me cruzo de brazos. Sigo sorprendida por la actitud de Ashton. Siempre me ha parecido un chico frío y distante. Aunque nunca me ha desagradado.

—Siempre estoy hambrienta.

—Compré un emparedado de bagel para ti, claras de huevo y sin jamón.

Lo tomo y huele muy bien. Estoy muerta de hambre.

—Gracias —digo.

Me siento en la cama y desenvuelvo la bolsa. Hay una botella de agua también. Disfruto la comida a pesar de que Ashton me mira como si fuera una especie de extraterrestre y se mantiene de pie. Dioses, me intimida que sea tan silencioso.

—¿Por qué me miras así? —pregunto.

Alza una ceja.

—¿Así cómo?

Me encojo de hombros y enderezo la columna.

—Es extraño, no puedo explicar qué es exactamente —musito —. Es cómo si no soportaras verme.

Se queda ahí, observándome en esa forma oscura y melancólica de él.

—Porque eres parecida a ella en todos los sentidos.

Hay una genuina tristeza en la mirada pensativa de esos ojos azules.

—¿De quién hablas?

—Marianne, mi ex novia.

Por un segundo, estoy estúpidamente sorprendida por sus palabras. No me esperaba esto. ¿Ashton tenía novia? Viendo sus ojos azules puedo saber que en ellos hay una profunda tristeza y dolor.

—¿Qué pasó con ella?

Hay un brillo afligido en su expresión. Sabía que detrás de esos ojos hay una historia triste.

—Nunca supe exactamente —explica —. La conocí en New Hope el año pasado cuando iba a un festival. Me sentí atraído hacia ella y le pedí su número. Salimos durante dos semanas y después le pedí ser mi novia —Hace una pausa, evaluando mi rostro —. Todo cambio cuando la presenté a mi familia. Marianne era humana y estaba aterrado de que la rechacen. Mi padre fue muy amable, mis hermanos también, pero mamá no la aceptaba.

Frunzo el ceño.

—¿Por ser humana?

—A mi madre no le agradan las humanas —explica —. Y Marianne no fue la excepción.

De acuerdo. La señora Karlsson me cae muy mal.

—¿Y dices que Marianne desapareció?

Asiente.

—La busqué como un loco en la cabaña dónde vive, la llamé millones de veces, pero ella nunca respondió. Se largó del pueblo y no se despidió de mí —susurra —. Culpé a mi madre, por supuesto, pero ella juró que no hizo nada.

¿Acaso todas las chicas que se enamoran de los Karlsson terminan mal? No olvido que las cinco ex novias de Asher murieron. Abro mi boca para hablar, luego la cierro. Estoy nerviosa e insegura. Tal vez su madre tuvo algo que ver, pero es una acusación muy fuerte. Nunca lo diré en voz alta.

—Lo siento mucho, Ashton.

―No lo sientas ―La solemnidad de su voz me toca profundamente y tuerce mi corazón ―. Lo mío es una estupidez a comparación de los problemas de Asher.

―¿Te refieres a esas chicas muertas? ―inquiero.

―Mi madre es aún más protectora con él ―Se ríe ―. Siempre trató de interferir en la vida de Asher, pero mi hermano no lo permitió. Mamá y Julianne son peor que un grano en el culo.

Casi me atraganto ante la mención de Julianne.

―¿Qué piensas de Julianne?

Ashton lame sus labios.

―Es la persona más tóxica que he conocido. Asher debería alejarse de ella.

🌙

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