Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 18 🌙

Asher

¿Este día se pondrá peor? Hace minutos bailaba con Arianne y ahora debemos enfrentarnos a los malditos chupasangre. ¿Cómo sucedió tan rápido? ¿En qué momento nos atacaron? Cuando entramos al bar no había indicios de que este territorio les pertenece y tampoco fuimos advertidos por los dueños.

Así que tengo una conclusión.

Los vampiros están siguiéndonos el rastro. Si los Persson lograron localizarnos en la carretera, ellos pudieron hacer lo mismo. No me gusta creer que alguien es la razón principal de sus ataques, pero es inevitable no pensar en Arianne. Aulus la busca y estoy seguro de que tiene cómplices que lo respaldan.

El bar de mala muerte se convierte en un desastre. Los borrachos se unen a la pelea, golpeándose entre ellos. Veo a mis hermanos luchar también y busco a Arianne. La veo aferrada a Andrew y susurro en su mente:

«Vete con Andrew, pónganse a salvo. Los demás estaremos bien»

El vampiro da un paso cerca de mí. Es alto y musculoso con largo cabello rubio que toca sus hombros. Viste con ropa de cuero negro muy ceñido. Me mira de arriba abajo y sus labios se curvan en una sonrisa cruel con colmillos visibles.

Entonces arremete contra mí.

Me aparto antes de que llegue a golpearme. Él pasa volando y falla por pocos centímetros. La primera ronda la gano yo con una patada en el pecho que lo desorienta. La necesidad de cambiar me tienta, pero no puedo hacerlo con humanos presentes. Si llego a morder a este ser patético, podría infligirle una herida realmente grave y dudo que sobreviva.

Me toma desprevenido cuando me ataca nuevamente y pierdo el equilibrio mientras ambos caemos sobre la barra en un estruendo. Molesto conmigo mismo por darle una oportunidad de ganar, golpeo su frente con mi cabeza y me pongo de pie. El dolor sube a mis sienes, pero no freno mis asaltos. Sisea y salta sobre mí. Él determinado a clavar sus colmillos podridos en mi garganta y yo decidido a arrancarle el podrido corazón de su pecho.

—Dime quién te envió —gruño.

Sus dientes están manchados de sangre cuando se ríe.

—¿Quién no lo ha hecho?

Mi mandíbula hace tic, su tono sarcástico despierta la parte más oscura que habita en mi mente. La rabia se desata y aprieto su garganta en un agarre brutal. Él me golpea contra una pared, tratando de mantenerme inmóvil, pero soy difícil de vencer. Mi rodilla conecta contra su ingle y lo hago aterrizar sobre su espalda.

Le pateo en la cabeza repetidas veces y cojo una vara de acero de la esquina. Lo hundo en su estómago con un movimiento preciso que trae espumas de sangre a su boca. Oigo gritos y lamentos, pero nadie me va a detener. No me interesa si llaman a la policía, lo mataré.

—¿Quién demonios te envió? —Saco la vara de su cuerpo para apuntar a su corazón —. ¡Dímelo ahora o te mato!

No habla así que fuerzo la vara en su pecho, grita y retorciéndose de dolor.

—¡Habla, maldita sea! —insisto —. ¡Última oportunidad!

El vampiro gimotea con los dedos pálidos en el pecho. La sangre gotea de su nariz y sus ojos se entrecierran. Un movimiento más de mi parte y estará muerto.

—No es nada personal, licántropo. Solo hago mi trabajo porque me pagaron una buena cantidad.

Presiono la herida y se queja. La mujer que le sirvió la hamburguesa a Arianne está llamando a la policía y necesitamos irnos antes de que seamos arrestados. ¿Qué explicaciones le daremos? Los clientes vieron mucho.

—¡Dame un nombre! —exclamo —. Cada segundo que desperdicias te cuesta la vida. ¡Habla!

Escupe sangre con la visión desenfocada y hace una mueca de dolor.

—Le dicen el supremo —jadea con dificultad —. Un imbécil que está muy interesado en la druida de ojos verdes. Nos pidió que la llevemos con vida.

Mis cejas se arrugan. ¿Qué carajos? ¿Cuántos tienen a Arianne en la mira?

—¿Cómo es él?

Tose.

—Un viejo con traje de unos cuarenta años.

No me lleva mucho tiempo escuchar las sirenas que se oyen en la distancia. Mierda. La policía llegó.

—¿Para qué la quiere?

—¡No lo sé! —refunfuña —. No pregunto, solo sigo las órdenes a cambio de dinero.

Le quito la vara y me froto los hombros. Axel y Ashton me hacen señales para que salga por la salida de emergencia. Miro al vampiro por última vez quién se esfuerza por respirar. Debería darme las gracias porque no fui tan lejos. Le perdoné la miserable vida nocturna que lleva.

—Dale un mensaje de mi parte al supremo —espeto. Mi voz más fría que un glacial —. Dile que es hombre muerto si se acerca a mi chica.

El bar está hecho pedazos con las sillas destrozadas, vidrios rotos y borrachos aún enfrentados. Veo a los vampiros que atacaron a mis hermanos inconscientes en el suelo. Bien. Nunca te metas con un Karlsson. Rápidamente salgo por las puertas de emergencias y encuentro a Arianne con Andrew en la camioneta. Puedo sentir su miedo y angustia. Ella está preocupada por mí.

—Arianne...

Baja de la camioneta, corre en mi dirección y examina mi cuerpo en busca de heridas. Me mira con esos brillantes ojos verdes asustados. Le aseguro que estoy bien, pero insiste que necesito un médico.

—Estás herido —susurra —. Y hueles... muy raro.

Sonrío.

—Huelo a muerte.

Limpia la gota de sangre en mi frente.

—¿Eran vampiros? Nunca en mi vida había visto uno.

—Es raro que nos crucemos con ellos —espeto —. No congeniamos muy bien.

Su sonrisa es suave, sus ojos son gentiles. No tengo problemas en matar a cualquiera por una sonrisa suya.

—Creí que ese cliché solo aparece en las películas.

—Es lo único acertado de Hollywood.

—¡¿Pueden traer sus culos aquí?! —grita Axel desde la camioneta. Mis hermanos ya están ahí —. ¡Ya tendrán tiempo para sus mierdas cursis! ¡La policía nos persigue y no quiero pasar la noche en una celda!

Suspiro y guío a Ari hasta la camioneta.

—Vamos o Axel seguirá molestando.

La camioneta patina en la carretera cuando Ashton arranca y esquivamos a la policía. Arianne sigue tensa a mi lado con el corazón acelerado. Axel sopla un aliento de alivio y silba. Le encantan los problemas. Lamento por los dueños del bar, pero fue un ataque inesperado. No era nuestra intención destruir el negocio. Enviaré una donación anónima para cubrir los daños.

—Pateé su culo —comenta Axel entre risas —. Pensé que lloraría justo ahí y llamaría a su mami.

Andrew se une a las risas.

—No son rivales para nosotros.

Ari apoya su cabeza en mi pecho y acaricio su cabello.

—¿Por qué creen que estaban ahí? —pregunta.

Ashton y yo compartimos una mirada a través del espejo retrovisor. Estoy seguro de que él sospecha los motivos, pero con mis ojos le pido que permanezca en silencio. Seré yo quien hable con Arianne esta noche.

—Para beber, supongo —dice Andrew —. Por algo existen los bares, ¿no?

Arianne eleva las cejas con una expresión de ¿Es en serio?

—Muy chistoso, Andrew —resopla ella —. Sé que están ocultándome algo.

Es demasiado lista para su bien. ¿Por qué Aulus la persigue? No la mató hace cinco años y ahora está empeñado en capturarla. ¿Qué busca de Arianne? ¿Qué es tan importante para involucrar a los vampiros? Son preguntas qué responderá cuando lo tenga frente a mí y le arrebate la verdad a golpes.

🌙

Arianne

Ya no hay ni una gota de alcohol en mi sistema.

Estoy más sobria que nunca mientras proceso que primero fuimos interceptados por los Persson y luego vi a licántropos luchar contra vampiros. ¿Cuándo mi vida dio un giro tan radical? Siento como si estuviera en un libro de fantasía dónde soy la chica especial a causa de sus poderes.

Mi vida debería ser plasmada en las letras y estoy segura de que sería un éxito en ventas. ¡Dioses! Lo que sucedió en el bar country fue épico. Me quedé viendo boquiabierta mientras los Karlsson superaban a los vampiros.

Alucinante.

La lluvia cesa a una llovizna mientras nos dirigimos al hotel con algunas maletas. Es lujoso y ofrece varias habitaciones con la cena incluida. Estoy muy agotada. Quiero darme una ducha y dormir por horas.

—Arianne y yo compartiremos la habitación —informa Asher —. Dormiremos juntos por su seguridad.

—Sí, claro —bufa Axel.

—Yo puedo dormir con ella—Andrew sonríe y Asher lo mira de la manera más mortal —. Bueno, si la dama quiere.

—Aprecio tu amabilidad, pero Asher está bien —musito. No es lo ideal dormir sola, no después de saber que Aulus no dejará de perseguirme. Me asusta que el monstruo de ojos rojos logre atraparme.

—Acabas de lastimar mis sentimientos —Andrew presiona una mano sobre su corazón como si lo hubiera herido de la peor manera.

Me río.

—Puede ser en otra ocasión.

—Ni muerto —Asher toma mi mano —. Retrocede, idiota —Le dice a Andrew.

Una vez en la recepción, los hermanos Karlsson piden habitaciones separadas excepto Asher que dormirá conmigo. Su presencia no me molesta, al contrario, me siento segura con él. Ha demostrado ser un caballero y nunca sobrepasaría ningún límite.

Confío en él.

—Recuerden gritar si necesitan algo —manifiesta Asher cuando pagamos —. Está prohibido separarse, nada de enredarse con la recepcionista o algún servicio del hotel. Compórtense.

Las advertencias se dirigen a Axel y Andrew. Ashton está más interesado en fumar. Ni siquiera se despide cuando entra a su habitación designada y cierra de golpe la puerta en nuestras caras. Qué amable.

—Me ofendes, hermano —dice Axel —. Puedo estar un día sin sexo, ¿sabes? Me subestimas.

¿Un día? Apuesto a que es un récord para él.

—Yo nunca estoy solo —Andrew levanta la mano y arrugo la nariz. Eww...

Asher me lleva inmediatamente a nuestra habitación con una maldición.

—Guárdenselo en sus malditos pantalones, bolas de promiscuos —reniega.

Me deja entrar primero y miro la habitación presidencial con una sonrisa asombrada. Es hermosa. Hay una chimenea de piedra encendida y las llamas iluminan los suelos de mármol. Los muebles son de cuero y las cortinas de seda. Le echo un vistazo a los cuadros costosos y toco la gran cama de tamaño King con sábanas blancas. Es acogedor, cómodo y suave.

—Puedes tomarte un baño mientras pido la cena —Asher se quita la camiseta húmeda —. Me imagino que estás muy cansada.

—Sí.

—Dormiré en el sofá si te hace sentir cómoda.

Trago saliva al pensar en su desnudez. Debería dejar de imaginarlo desnudo.

—La cama es suficiente para los dos —balbuceo —. Yo duermo en una esquina y tú en la otra. Realmente no me importa.

—Bien —dice y coloca su camiseta en el respaldo de una silla —. Pediré la cena.

—Me daré una ducha.

—Pon tu ropa en alguna bolsa. Haré que el servicio las lave.

—Gracias.

—¿Algún pedido especial para comer?

—No tengo preferencias cuando estoy hambrienta. Pide lo que sea.

Busco mi ropa en la maleta y me dirijo al baño con pasos nerviosos. No actúo normal cuando estoy cerca de este hombre. No puedo.

🌙

Seco mi cabello con una toalla cuando termino la ducha de agua tibia. La cena ya está servida en la mesa mientras oigo a Asher hablar con su padre. Su voz es tensa y alterada. Romperá el celular si no relaja los puños.

—Te llamo después —informa al notarme detrás de él.

Mis mejillas se tornan rosas.

—Lamento interrumpir.

—Descuida —apunta el asiento a tu lado —. Los Persson hablaron con mi padre y todo lo que dijeron es cierto.

El plato con pollo y ensalada me hacen babear. Sigo hambrienta a pesar de que devoré una hamburguesa hace un par de horas. Asher vierte el vino en dos copas.

—Al fin buenas noticias —corto un pedazo de pollo —. ¿Crees que es suficiente para encerrar a ese infeliz?

La tensión es espesa mientras permanece en silencio antes de hablar. La mirada en su imperturbable rostro pesa en mi corazón.

—Aulus está prófugo —dice —. Huyó.

La tormenta en mi pecho empieza a convulsionar. Es salvaje y desenfrenada. Miles de emociones me agitan: impotencia, tristeza y rabia. Huyó porque se sintió acorralado. Cobarde. Esto no se quedará así, maldita sea. Lo encontraré cueste lo que cueste y le haré pagar.

Me imagino a Aulus atragantándose con su propia sangre y pidiendo perdón. Me imagino tantos escenarios dónde implican a ese monstruo muerto.

—Debí matarlo cuando tuve oportunidad —empujo el plato. La comida se siente como jarabe en mi lengua —. Hay una testigo de sus crímenes y él no quiso afrontarlo.

—Lo tenemos donde queremos —declara frustrado y molesto —. Simón es la clave para hundirlo, pero él no aceptará la derrota. Huyó porque planea algo más grande.

—¿Cómo qué?

—No lo sé —dice sin parpadear. Hay ira arremolinándose en sus ojos avellanas —. Estamos perdiéndonos de algo más. Simón mencionó a su señora y los vampiros fueron al bar por ti. Todo se relaciona de una forma retorcida.

El mal sabor perdura en mi boca como una píldora asquerosa para tragar. Mis confusos pensamientos son una niebla que nubla mis sentidos. Los conflictos me enredan.

Por favor, no permitas que ella ni Aulus te lastimen...

Mamá estaba protegiéndome de algo más grande y peligroso.

—Tengo miedo —susurro.

—Te protegeré hoy y siempre. ¿Está bien?

Sus palabras provocan pesar en mi pecho. Hay criaturas siniestras persiguiéndome y me asusta que Asher o sus hermanos salgan perjudicados. Soy defectuosa. Alem lo dijo.

—Es peligroso, Asher. No quiero que se expongan por mí —digo —. No quiero que otra tragedia pese en mi consciencia. No puedo más.

Alcanza mi tembloroso cuerpo y me obliga a sentarme en su regazo. Su mano envuelve la mía y la presiona contra su pecho tibio. Escucho el constante latido de su corazón. Es un sonido consolador que aleja cualquier mala sensación. Es el ancla que evita que me ahogue en el océano de sufrimiento.

—Voy a protegerte por encima de todo y todos, no importa lo que suceda o si el mundo está en mi contra. Tu seguridad siempre será mi prioridad —Lleva mi mano a sus labios y besa mis dedos —. Soy tuyo hasta el fin de mis días, Arianne.

Olvido el horror, la tristeza y la culpa. Cada lágrima que he derramado. Lo he visto golpear hasta la muerte a un vampiro, pero ahora me enseña su lado más gentil. Un lado reservado solo para mí.

—Asher... —Miro su boca.

Su lengua se asoma y lame su labio inferior cuando nota dónde está mi atención. Me lee los pensamientos, su voz ronca con necesidad.

—No lo haré hasta que me lo pidas —susurra —. Todo lo que te haga será con tu consentimiento, Arianne.

Arrastro mis manos a su pecho y me sorprende el latido frenético de su corazón.

Yo provoco eso en él.

Su respiración es rápida igual que la mía. No puedo evitar preguntarme cómo será el sabor de su boca. Tengo esa cuestión rondando mi cabeza desde hace días. Mi cuerpo zumba de deseo.

—Bésame —suplico —. Bésame, Asher.

Un jadeo abandona su garganta.

—No tienes que pedirlo dos veces, bonita.

Su mirada se traslada a mis labios y me roba el aliento antes de que su boca capture la mía. Nos fundimos en un ataque de lenguas y choques de dientes. Frenética, lo beso con la misma desesperación mientras me siento a horcajadas en su regazo y tiro de su cabello entre mis dedos. Eso parece excitarlo más porque un gruñido brota de su garganta.

—Mierda...

Cada segundo el beso se vuelve más urgente e intenso. Ambos estamos quedándonos sin aliento, pero ninguno se detiene. Nuestros labios colisionan a un ritmo sensual y desesperado. Mis manos se deslizan por sus músculos definidos y clavo las uñas en su piel. Puedo sentir el calor que desprende su cuerpo al igual que el mío, creo que en cualquier momento vamos a provocar un incendio.

—Asher... —No reconozco mi voz —. Asher...

Es demasiado difícil poner atención a otra cosa que no sean sus labios. Sabe a vino combinado con deseo y pasión. Tan adictivos que nunca me cansaría de besar. Envuelve mechones de mi cabello en su puño y expone mi cuello para besarlo. Su respiración convulsiva es como música para mis oídos mientras lame mi clavícula y mis hombros. Me encanta que sea tan codicioso porque toma lo que puede sin perderse nada.

Me devora, mis ruidosos gemidos lo alientan mientras coloca mi trasero sobre la mesa y se posiciona entre mis piernas abiertas. Los platos caen al suelo y también las copas de vino. Sin embargo, no me importa. No cuando me besa como si mañana terminara el mundo.

—Sí —dice con su boca demoliendo la mía —. Te esperé por tanto tiempo, Arianne. Solo a ti.

Me aparto para poder respirar y oculto mi cara en su cuello con un suave quejido que nos hace temblar. Mis labios duelen por la presión y aprieto los muslos. El latido entre ellos es doloroso y estoy mojada. Necesito otra ducha, pero de agua fría.

—Shh... —me calma con una risa dificultosa —. Debemos parar o terminaremos sin ropa. Aún no estás lista.

Me hundo en su abrazo con los ojos cerrados y su creciente erección. Dioses, somos un desastre.

—Eso fue un increíble primer beso —sonrío.

—Ajá —concuerda y acomoda el bulto entre sus pantalones. Me sonrojo —. Tenemos la nota más alta en química. También aprobaremos anatomía.

Rodeándolo con los brazos, me pierdo en la emoción y me deleito en la sensación familiar de seguridad que despierta. Estamos sonriendo como dos idiotas.

—¿Asher?

—¿Sí?

—Quiero que me beses de nuevo.

Y esta vez no espera que lo pida dos veces.

🌙

Adelantos & spoilers en mis redes sociales:

Instagram: JessiR17

Twitter: JessiRivas17

Facebook: Lectores de Jess (grupo para fangirlear)

Pueden encontrar una versión mejorada y capítulos inéditos de Dulce Maldad en librerías. Más información en: www.planetadelibros.com.ar


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro