Desconocido

Comencé a teclear en mi computador con gran rapidez, necesitaba información de aquella chica que he estado investigando desde hace más 7 años, ya había recolectado cierta información de ella desde ese momento que la vi internada en ese hospital.

Ahí estaba ella sentada en una silla cerca de la ventana de su habitación, mirando sus manos con una mirada perdida mientras le acercaba el regalo que le había traído, la única cosa que ella amaba aparte de su familia, algo suave y hecho de felpa.

-Ellos... Eran muy fuerte...- susurro suavemente, con voz entre cortada.

-¿Ellos?- pensé esperando otra palabra de su parte, le tomo otros minutos antes de continuar.

-Si...- levanto la mirada de sus manos, girándose para luego verme a la cara.

Su pequeño rostro estaba empapado por lágrimas y ese brillo que había en sus ojos se había acabado, ese amarillo intenso se encontraba apagado dejando solo un amarillo más opaco.

-¿Yuki quién te hizo esto?- Aquella ves no respondió, solo se levando y me abrazo como su vida dependiera de eso, era una, de las pocas veces que la había visto rota.

-Lo sabía- mire el computador mientras leía un pequeño anunció de secuestro. Mostraba la foto de aquella chica que conocí en el hospital.

El plan se ha puesto en marcha, con su captura y los Alíen destruyendo las escuelas es lo peor que puedo haber comenzado. Una gran lucha les espera. Esperó que los chicos del Raimon este preparados, y en especial tu Shirou Fubuki.

❄❄❄

Yuki Fubuki

Comencé a despertarme poco a poco escuchando el ruido de un aparato, mientras un pequeño dolor de cabeza amenazaba por aparecer. Sentí mi cuerpo pesado como si tuviera una enorme roca sobre él.

-Al parecer alguien ya a despertando- levante la mirada para encontrarme con esos hermosos ojos tan verdes como dos esmeraldas y de cabellera rojiza
Me levante quedando sentada en la cama, mientras observaba el lugar, ya no estaba en el laboratorio, es una habitación más espaciosa, con una cama pequeña, escritorio y baño, además de un pequeño armario, un baúl, una mesa con gavetas, una lampara para la noche con adornos estrellas y una media luna, y puede observar que en la mesa se encontraba el aparato de donde provenía el sonido, así que solo me limite apagar el molesto despertador.

-Si, con un dolor de cabeza, gracias Hiroto- hablé, frunciendo el ceño, mientras colocaba mis dedos en la cabeza acariciando mis sienes.

-Deberías darme las gracias, yo te salve de que algún jugador pervertido pasara las manos por tu cuerpo mientras estabas sin fuerzas- mostro una sonrisa de autosuficiencia, para luego tomar una pastilla de una de las gavetas y pasármela.

-Jaja, gracias - solté una risa sin gracia mientras tome la pastilla y el vaso con agua que tenía en su mano.

Por unos segundo observe a Hiroto, se me hacía extraño que no estuviera vestido con su uniforme para jugar futbol, solo llevaba una camisa gris, con pantalón negro y una chaqueta naranja, parecía que saldría o venia de salir.
-Debo ir a ver a mi hermana- su tono salió más serio de lo normal.

Al mencionar la palabra hermana, mi mente vago por unos minutos a los recuerdos de mi hermano ¿Me preguntó cómo estará? O ¿Si estará buscándome? Sacudo un poco mi cabeza, no quiero pensar en el en este preciso momento y menos ponerme emocional con Kiyama aquí.

-¿A si? No sabía que tenía una hermana - me levante notando que traía una ropa diferente a la que tenía el día anterior.
Alguien como que morirá esta mañana
-Pedazo de idiota!!- dije molesta -Te atreviste a tocarme!!-

El avanzo a donde estabas, quedando frente a frente, mientras yo no retrocedí ni un paso, una reina nunca lo hace.

-¿Querías dormir por el uniforme sucio?- Sonrió maliciosamente mientras me miraba ya la conversación había tomado otro rumbo.

Lo empuje con ambas manos como si fuera el ser más repulsivo del mundo, necesito tener mi espacio personal.
-Tú sabes que no!! Pero si me llego a entrar que me tocas! Yo...- y alguien entro sin previo aviso interrumpiendo nuestra conversación.

Un chico de cabello casi tan rojo como el de Hiroto pero a sus ojos eran de colocar ámbar casi tan amarillos como los míos.
Genial, otro que va morir hoy
-Tranquila yo me encargue, de que solo te vistiera- Sonrió mostrando su característico ego apoyándose del marco de la puerta.

Me quede unos segundos paralizada por sus palabras.

-Ósea que tú también viste!- me cruce de brazo, mientras me preparaba para soltarles una buenas patadas a ambos en sus lindas pelotas.

Hiroto al ver mi rostro solo mostro un pequeño nerviosismo en su mirada, mientras que Nagumo continuo con su sonrisa egocéntrica sacando algo que parecía un control remoto del bolsillo de su pantalón.

-Tranquila hermosa, todos sabemos que no puedes hacer mucho con esa correa en tu tobillo- Mi mirada bajo por unos segundo, recordando la pulsera de electroshock y luego mire a Nagumo con rabia.

-Puto pedazo de mierda, ya verás cuando te ponga las manos encima! - comencé a camina hacia la puerta, pero una mano firme me detuvo, a ese acto Nagumo siguió riendo.

-Yuki... No lo vale- Me advirtió, mirándome con seriedad.
-Oh!! Claro que si- de un jalón muy fuerte me suelto de Hiroto y corro aventándome hacia Nagumo haciéndolo caer al suelo de inmediato.

El control salió volando de su mano casi al instante que caí sobre él, comencé a pegarle con mis puño al estómago, mientras el comenzó a reír soltando un poco de aire.

-Golpeas como niña, jajajaja...- rodé los ojos y le di un puño en sus partes privadas

-Adivina que soy!- Grite levantándome del suelo y mirando con orgullo a un Nagumo muy a dolorido

-Yuki!- Me gire de inmediato para ver a Hiroto con el control en su mano.
Tome unas respiración profunda rogando mentalmente que no lo presionara.

-Tranquila no lo are, pero si lo guardare para luego- Lo metió en el bolsillo de su chaqueta con tranquilidad, ambos ignoramos al Nagumo a dolorido.

Luego de que Nagumo se recuperó, Hiroto y el salieron unos minutos de la habitación. Hiroto me pidió que me cambiará a la ropa de entrenamiento, él será el que hoy entrenara conmigo gracias a la orden de su padre, quizás no será tan doloroso como los otros monos que me han estado entrenando, solo quizás...

-¿A dónde vamos?- Mire a Hiroto con curiosidad al ver que entrábamos en el estacionamiento de la academia.

-A un entrenamiento- dijo simplemente, Mientras abría la puerta del auto.

Entre a este mirando al chofer que mantenía su vista hacia adelante.

-¿Seguro que esto es bueno?- luego entro el cerrando la puerta y abrochando ambos cinturones de seguridad.
El auto se puso en marcha a la señal de mi amigo.

-Depende de cómo lo mires- dijo recostándose del asiento mirando la ventana con vidrios polarizados.
A los pocos minutos me comencé a sentir adormilada, me gire hacia Hiroto, quien estaba bien despierto observándome.

-Por... Que traes...- Desde ese momento todo se volvió oscuro.

❄❄❄

Hiroto Kiyama

A los pocos segundos de que el auto arrancara observe a la peli morada a mi lado ella esta distraída intentado observar el camino a través de la ventana del auto, al notar su descuido asenti observando al chofer que se encontraba conduciendo, el entendio la señal y comenzo a soltar el gas adormecedor por todo el auto, el solto dos asentimiento de cabeza dando a entender que tenia solo dos minutos antes de que nos afectara a todos.

Luego de eso subí la ventana para separar el área del chófer y la nuestra notando que él ya tenía la mascarilla puesta. Practique esto varias veces quedaba un minuto y medio antes de que afecte, pude notar la molesta de mi contraria mientras me acomodaba en mi asiento.

Un minuto.

-Me diras a donde vamos?- Entrecerró sus ojos mientras se cruzaba de brazos
-No!- Le respondi secamente mientras sacaba mi mascarilla y comenzaba a ponerla con sumo cuidado.

-Por.. Que traes...- Observe como caía en la profundidad del sueño. Mi padre me dejo sacarla con la condición de que no se enterara de la ubicación, necesitaba hacerlo, los de seguridad me reportaron que paso casi toda la noche llamando a su hermano en sueños, quizas hacer esto le afecte o no, pero necesita saber que el seguia con vida, y no formaba parte de esto.

O al menos, ese es el plan.

❄️❄️❄️

Shirou Fubuki

A pasado un día desde que ingrese al equipo del Raimon, luego del anuncio por parte de la escuela Alien, acordamos realizar un partido entre ambos equipos con la promesa de liberar a mi hermana y acabar con la destrucción de los institutos. Me entere de esto último en la reunión del equipo en lo que tuve que explicar algunas cosas relacionadas con mi vida, exceptuando el cambio de personalidad que me tenía marcado mientras chutaba un balón.

En algún momento de la mañana la entrenadora Hitomiko habló conmigo en privado acerca de algún entrenamiento para mejorar la rapidez y estabilidad en el cuerpo así que le dije de una pista que uso para entrenar, Usamos! Dijo Atsuya, con eso sonríe un poco, por el momento comenzare a mejorar y así derrotar al instituto Alíen y salvar a mi hermana.

-Bueno chicos el partido contra Tormenta de Géminis será en 2 días, así que le pedí a Fubuki que nos ayudara con el entramiento de hoy- comento a entrenadora mientras todos la observamos.

La entrenadora comenzo a dar las intrucciones de como seria el entremiento, todos estaban convencidos y emocionados de realizar algo asi, solo para ganar mas velocidad a la hora de llevar el balon y para tener mas resistencia y fuerza. Al terminar de dar las instrucciones caminamos a la parte de atras del instituto Hakkuren en donde se encontrada en uno de mis lugares favoritos, la pista de snoubor.

La emocion se sentia en el aire, los chicos estan emocionados por comenzar a andar en esqui. Al mirar el campo con detenimiento vagos recuerdos rodaron mi mente...

-Vamos Atsu sera divertido- escuche decir a esa pequeña niña de ojos ambar mientras tomaba un trineo de nieve
Observe como mi hermano agarro su squis y salto a la pista con una pequeña Yuki siguiendolo, observe a ambos riendo mientras bajaban por la nieve, mama y papa no dejaban que ella usara los squis porque aun no tenias el tamaño adecuado para hacer, asi que solo le quedo el trineo, y ella se divertia de igual manera.

Se veia libre.

-Oye Fubuki como se hace?- Un Endou curioso me saco de mis pensamientos.
Rapidamente solte un sospiro, soltando todo el aire que tenia en mis pulmones asi, tomo el quipo de esquiar y me prepare para bajar por la colina, antes de venir a este lugar le pedi a unos de mis amigos de instituto que me ayudaran en la demostración posicionandose a cada lado con grandes bolas de nieves.

-Asi Capitan!-

Sonrei bajando rapidamente al campo, podia sentir la mirada de todos sobre mi, sentia el viento en mi cabello mientras bajaba por la densa nieve, con un asentimiento de cabeza los chicos de hakuren bajaron rapidamente las bolas de nieve, las cuales esquive son ningun problema.

De un momento a otro me sentia diferente, no como si fuera a cambiar de personalidad, si no como algo no estuviera bien ese preciso momento.
Me detuve.

Comence a observar a todos lados, mirando los arboles del bosque con algunas ramas moviendose por el viento, No hay nada idiota, comento atsuya mientras escuchaba como los chicos del Raimon vinieron hacia mi muy felicides y emocionados por comenzar el entrenamiento.

-Bien chicos, a practicar!-
Comento la entrenadora, para luego dirigirse a dentro del instituto.