Capítulo 29
•JESÚS OVIEDO•
-Me gusta ser el primero, y créeme que lo único que quiero es hacerte feliz con algunos pequeños detalles
-¿Pequeños detalles? Esto es increíble Jesús, en serio, muchas gracias de verdad
-Las gracias a los desconocidos pequeña, soy tu novio y quiero hacerte sonreír
-No te cambiaría por nada ni por nadie
Nuestras miradas se encuentran, sus ojos brillan con mucha intensidad, la luz de las velas e incluso de la Luna hacen reflejar en sus preciosos ojos marrones una felicidad plena.
-Sólo soy un náufrago perdido en un mar de emociones
Se acerca a mí, se coloca entre mis piernas y su cabeza acaba apoyada en mi abdomen. Miramos al horizonte mientras nuestras manos se entrelazan por debajo del agua y las burbujas masajean nuestros cuerpos.
-Prométeme que nunca me dejarás sola y no dejarás que por nada del mundo me sienta realmente vacía
-Aparecí en tu camino con el fin de enamorarme con el corazón, me propuse a mí mismo conseguir mis metas y tener éxito, decidí caminar de la mano a tu lado y juré a todas y cada una de esas estrellas que jamás te haría daño, que lucharía por ver tu sonrisa y que por nada del mundo te dejaría caer, porque pase lo que pase lo que siento por ti es inamovible, mi corazón te pertenece y sé que es de esa clase de amor del que todos hablan pero no reconocen, eres lo que hace que mi corazón lata con muchísima intensidad, más que al principio y todo gracias a ti -acaricio su mejilla dulcemente- ¿crees que cambiaría todo eso por una aventura pasajera?
-Lo único que creo es que me pasa exactamente lo mismo, y sí, estoy enamorada de ti hasta las trancas, y no tengo miedo a decirlo, ¿para qué ocultarlo si mi corazón tiene tu nombre grabado fuego lento?
-Yo también estoy enamorado de ti, y si te soy sincero, nunca me había sentido así
-Para todo hay una primera vez -sonríe
Nos quedamos en el jacuzzi hasta que nuestra piel comienza a arrugarse. La beso despacio, como si se me fuera la vida en ello y seguidamente me levanto, cojo una toalla y se la coloco por encima de los hombros. Cojo otra para mí y vamos a la habitación donde hay una sorpresa más. Abre la puerta con la tarjeta y se le cae la toalla de la impresión.
-Si estoy soñando, pellízcame
-No estás soñando, es real -la abrazo por la espalda mientras beso su mejilla
Se acerca a la mesa y coge un papel que tiene el peluche gigante pegado con un lazo rojo.
-Una vez más, quiero cumplir otro de tus deseos. PD: un pajarito me dijo que adoras los peluches. Te ama, JOM -dice leyendo en voz alta
-Definitivamente, eres el mejor -dice abrazando el peluche- es muy achuchable
-¿Quieres ver lo que es ser achuchable? -la miro con picardía, y sus mejillas se tiñen de color rojo
-Estás buscando guerra eh -muerde mi cuello proporcionando mordiscos suaves
-No despiertes a la bestia -suplico mientras me besa
-¿Y qué pasaría si la despierto? - inevitablemente me muerdo el labio inferior
-Básicamente que no seré dueño de mis actos
-Bueno pero quiero tentarte -responde pícara
-No tientes, que si nos tentamos no nos podremos olvidar
-Tampoco quiero olvidarte -susurra en mis labios- y sé que tú tampoco
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