•IBALLA GONZÁLEZ•
Suena el tono del móvil, What do you mean. Lo miro y es un número desconocido del extranjero, me extraña pero aún así lo cojo.

-¿Quién es? -pregunto confusa

-Por fin me puedo comunicar contigo -dice con la voz entrecortada

-¿Quién eres?

-¿Ya te olvidaste de mí?

-Oviedo -me muerdo el labio evitando romper en llanto

-Te echaba de menos, necesitaba escuchar tu voz -dice dulcemente

-¿Dónde estás?

-¿Recuerdas que ayer te pedí que me prometieras si me ibas a esperar si me iba al extranjero por motivos de trabajo? -pregunta

-Lo recuerdo perfectamente -contesto

-Estoy trabajando pequeña, no sé cuándo volveré -suspiro

-Entonces ya es hora de que me digas en qué ámbito estás trabajando

-Aún no pequeña, tiempo al tiempo suspiro- tengo que colgar -añade

-Está bien -suspiro a punto de llorar

-Te quiero -dice

-Y yo a ti Oviedo -cuelgo

«¿Qué me estás ocultando Jesús? ¿Por qué no me dices de una vez en qué trabajas?».

•JESÚS OVIEDO•
Entro en la sala donde está mi hermano y se levanta al verme llegar.

-¿Has conseguido hablar con ella? -asiento

-Está disgustada conmigo, lo noté en su tono de voz -suspiro-tenía la voz quebrada, como si estuviera a punto de llorar

-No puedes decirle nada aún, aguanta tío -me pide

-Si pudiera, créeme que lo haría, pero ella, ella me llena tío, me duele haberla engañado -respondo aturdido

-No te vengas abajo, sal con una amplia sonrisa y da todo lo que puedas dar -asiento

•IBALLA GONZÁLEZ•
Decido salir a correr igual que ayer, me visto y justo antes de salir, mi padre me frena agarrándome del brazo.

-¿A dónde vas? -me pregunta con seriedad

-A correr un poco, necesito despejame -respondo

-¿Mañana tienes exámenes? -asiento

-Te prometo que no tardo

-Está bien -suelta

Me voy sin decir nada más, me pongo los auriculares y empiezo a correr alejándome cada vez más de la casa que poco a poco se está convirtiendo en un infierno.

Me siento a descansar y tomo agua de la fuente, como de costumbre.

-¿Dónde estarás Jesús? -susurro mirando a mi alrededor