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Capítulo 2. Otro invento

(Reproducir el vídeo a la señal (*))

Ambos chicos salieron del edificio para salir al recreo repleto de chicos y chicas de todos los cursos. El peliazul agarraba con un poco de fuerza la mano de su novio, por si necesitaban salir corriendo de nuevo. A Bonnie esto no le molestaba, le hacía sentir más seguro y protegido. Se miraron ambos a los ojos y corrieron lo más rápido que pudieron hasta el punto de encuentro con el resto de la banda, que ya los esperaban. No tardaron mucho en ser rodeados de, literalmente, locas en su estado más puro.

- ¡¡KYAA!! ¡Son demasiado hermosos!- gritaba una chica rubia.

- ¡Por favor, sé mi novio!- una chica morena le tiraba de un mechón de pelo a Bonnie.

- ¡¡ÁMAME!!- otra chica tiraba del brazo de Bon.

- ¡Soltadnos, locas!- gritó el peliazul, ya harto de lo molestas que eran aquellas alumnas, además de que los incomodaban a él y a su novio.

Gracias a la ayuda de cierto pelirrojo pudieron salir ilesos de aquel grupo de auténticas lunáticas para caminar hacia su objetivo.

- Gracias por ayudarnos, Foxy- comentó el moreno mientras era agarrado fuertemente del brazo por su "conejito".

- No hay de qué, pero debéis tener más cuidado- advirtió el más alto-. No sé cómo, pero os habéis vuelto más famosos que Golden. Todas las chicas están locas por vosotros, porque piensan que estáis solteros e intentan ligaros lo más pronto posible.

- Wow, pero, ¿qué nos habrá hecho tan famosos?- susurró Bonnie.

- Puede que alguno de los chicos lo sepa- llegaron junto al resto y les preguntaron a cada uno de ellos, pero no lo sabían.

- Así que os están empezando a stalkear todas las chicas, ¿no?- el moreno de pelo se reía de ambos chicos- Déjalos, Fred. Sólo tienes envidia de que a ti las chicas no te hagan tanto caso como a ellos- su segunda personalidad le dio en el punto débil e hizo que la sombra se callara.

- ¿Podríamos dejar de hablar de ese tema, por favor?- el peliazul se empezaba a incomodar y el pelimorado se escondió detrás de él muy apenado.

- Ok, hay que apuntarse para el nuevo Concurso de Primavera de este año- la peliblanca habló muy decidida, haciendo que Joy soltara una risilla.

- Mangle, acabamos de empezar el año, ¿y ya nos estás pidiendo que trabajemos?- se quejó el pelirrojo, recibiendo un golpe en el brazo de parte de Chica.

- ¡No te quejes, Foxy!- le regañó la rubia agarrándole la oreja- La última vez nos apuntamos el último día y casi no lo contamos en el festival, sólo porque tuvimos que triplicar las horas de ensayos para ir a tiempo con el resto de grupos.

- Es cierto, por eso llegaba tan tarde a los ensayos contigo, maestro- el de piel pálida abrazó por detrás al peliazul, mientras apoyaba su cabeza en su espalda y el otro acariciaba sus manos entrelazadas.

- No importa, Bonnie. Por lo menos podía pasar un poco de tiempo contigo...

Chica y Joy soltaron un suspiro, enternecidas, mientras que Foxy y Fred hacían un gesto de desagrado, NO porque fueran homofóbicos, que no lo eran, sino porque no soportaban las cursilerías. Mangle, Golden y Freddy estaban neutros. Estuvieron así unos minutos conversando mientras pasaba el recreo, hasta que notaron la ausencia de alguien.

- Oye- llamó la atención el pelimorado-, ¿dónde está Irene?

- No lo sé- respondió Freddy-. Pero la última vez que la vi, estaba yendo hacia el laboratorio de química a una velocidad como si se hubieran pasado al darle cuerda.

Así es, y es que lo que Freddy no sabía era que en ese momento, Irene estaba escuchando una de sus canciones favoritas en su MP3, y como el ritmo era muy rápido, tenía la manía de ir a ese ritmo al caminar.

- Tal vez siga ahí- el peliazul se levantó de su sitio-. ¿Alguien quiere acompañarnos?

Todos negaron con la cabeza. Vaya amigos...

- Yo voy contigo- Bonnie también se levantó y le agarró la mano a su novio, regalándole esa sonrisa que tanto quería Bon.

- Yo también os acompañaré- una castaña salía de la copa del árbol en el que estaban sentados.

- Hola, Paola- saludó el de piel pálida, mientras todos intentaban regular sus respiraciones del susto que les había dado la chica.

- ¿Qué hacemos aquí parados? ¡Vamos a ver a la científica loca!

- ¿Eh?- soltó el moreno de piel.

- Es un apodo que se ganó ella misma- la chica les tiró a ambos chicos de los brazos y los arrastró hacia el laboratorio, mientras estos se despedían, y se tomaban ambos de las manos y le seguían el paso a Paola.

Recorrieron los pasillos en silencio, hasta que la castaña rompió el silencio.

- Antes de nada, quiero que sepáis que Irene está... algo estresada hoy en día... No sé qué les pasa a los profesores, pero dice que les mandan un montón de deberes y no tiempo de absolutamente nada... y está un poco desanimada, pues quiere participar en un concurso de ciencias y no cree tener tiempo para acabarlo...

- Vaya, pobrecita- murmuró el peliazul.

- Sí... así que sólo os pido que intentéis animarla...

- Ok- dijeron al unísono.

Cuando estaban cerca del laboratorio, un sonido de guitarras se empezó a escuchar por los pasillos*, lo que desconcertó a los chicos. Tanto Bon como Bonnie abrieron mucho los ojos, pues conocían muy bien aquella melodía. Aceleraron el paso hasta estar en frente de la puerta del laboratorio, el lugar de donde provenía la música.

- Bueno, ella os contará de sus planes, yo mejor me voy antes de que me matéis...

- ¿Qué?- dijeron al unísono.

- ¡NADA!- gritó y salió corriendo, dejando a ambos chicos solos y confusos, hasta que Bonnie decidió llamar a la puerta.

Nadie contestó, pues la música estaba muy alta. Abrieron la puerta y encontraron a la chica castaña tarareando la música que resonaba en aquellas paredes mientras atornillaba algo a... otro algo que no lograron distinguir.

- Irene... Irene... Irene...- el pelimorado intentaba llamar la atención de su amiga, pero esta sólo lo ignoraba.

- ¡¡IRENE!!- gritó de repente el peliazul sin paciencia, sobresaltando a la joven científica.

- ¡Chicos, cuánto tiempo sin vernos!- Irene bajó la música y se acercó a los chicos para abrazarlos a ambos amistosamente- ¡No os veía desde el año pasado!

- Ja, ja, qué graciosa- se rió sarcástico el de piel morena, ganándose un codazo de parte de su novio-. ¿Qué estabas escuchando?

- Oh, pues creía que ya lo sabríais... después de todo, vosotros sois quienes tocáis esta música- les enseñó el video en el que aparecían tocando.

- Wow, ya no me acordaba de aquel Halloween...- Bon se quedaba embobado con la calidad del vídeo y la música, mientras Bonnie se quedaba embobado admirando la belleza de su novio.

- Bueno, ¿qué os trae por aquí?

- Queríamos saber cómo estabas. No dabas señales de vida, y los chicos no sabían dónde estabas, sólo Paola- le explicó Bonnie.

- Ah, sí... lo siento chicos, he estado algo...

- Estresada- completaron su frase ambos-. Lo sabemos.

- Jeje, bueno, pues creo que no nos veremos muy a menudo estos días... estaré muy liada intentando rehacer la pistola rejuvenecedora...- al escuchar ese nombre, el pelimorado se escondió rápidamente detrás de su novio- Tranquilo, Bonnie, no voy a usarla de nuevo contigo. Simplemente la presentaré en el concurso de ciencias que se celebra este año por primera vez. ¡Habrá un gran premio!- se emocionó la chica.

- Pero, si ya la construiste... ¿Por qué la vuelves a hacer?- el moreno de piel estaba algo confuso.

- Pues porque el profesor me dijo que debía grabar el proceso de construcción para que no piensen que la he robado. ¡Y mira que le dije que ya la tenía! Pero, "¡NO, tienes que hacerla bien!"- dijo imitando la voz de su profe- ¡¡AAGGHH!! Este hombre me saca de mis casillas... Además, no está terminada... sólo puede rejuvenecer y no mantiene la memoria...

- Wow, pues mucha suerte- Bon levantó su dedo pulgar en muestra de aprobación y Bonnie sólo le sonreía, pero seguía escondido detrás del peliazul, por si acaso.

- Oye, Irene, te he traído esto para tu trabajo y...- un chico de pelo blanco y negro entró al laboratorio, con una caja en manos, que casi se cae al suelo de no ser por el pelimorado-. E-espera... ese no es...

- Ay, no... No, no, no, Cj, no lo hagas...- la castaña intentó parar al chico pero era muy tarde.

- ¡¡¡KYAAAAA!!! ¡OH, DIOS MÍO, ES... BON EN PERSONA!- y sin tener tiempo para esconderse, el peliazul ya sé encontraba siendo espachurrado por aquel peliblanco-negro- Mi sempai...

- Ayuda... no puedo... respirar...- El moreno casi no podía hablar por la falta de oxígeno.

- ¿No huele a quemado?- Irene notaba un extraño olor a fuego, pero fue girarse y ver a Bonnie en un estado que jamás creyó que llegaría a ver.

Había evolucionado a Bonnie el Destructor 2.0... Se notaban a kilómetros sus celos. ¿Cómo no ponerse así si llaman a tu novio "sempai" y lo abrazan delante de tus narices?

- Aaahh, ya decía yo que aquí hacía calor...- Irene caminó hacia los chicos- Emm... Cj, yo creo que deberías dejar a Bon en paz...- intentó separarlos, el peliazul jadeaba para conseguir oxígeno y Cj hacía un puchero enojado.

- ¡Eh! No eres quién para decirme si soltar a mi sempai o no.

- Tal vez ella no lo sea, pero yo sí, y te lo diré sólo una vez... ¡Aléjate de mi novio ahora si quieres volver a ver la luz del día!- el pelimorado estaba realmente enfadado con aquel muchacho.

- Ok, ok, tranquilo... no sabía que era tu novio, perdona- lo intentó calmar el albino, de la forma más tranquila que pudo, pues estaba muerto de miedo por dentro.

- Ya, ya, Bonnie, tranquilízate...- Bon le tocó el hombro y rápidamente el de piel pálida se aferró a su torso, sin intenciones de soltarse- Bonnie, cálmate, no me voy a ninguna parte...

- ¡No volveré a dejarte sólo!- el más bajo tenía ganas de llorar, y escondió su cara en el pecho del más alto- Sólo yo puedo abrazarte... maestro...

Aquel gesto hizo que a Bon se le encendiera la cara de su típico color rojizo. Lentamente, rodeó al pelimorado con sus brazos, correspondiendo su abrazo, para luego levantarle la cara y darle un tierno beso en los labios, que el menor no tardó en corresponder, colocando sus brazos alrededor del cuello del mayor y este, en su cintura.

- ¿Quién decías que era el uke?- Cj le susurró a Irene, quien sólo tomaba fotos como una posesa.

- Te lo he dicho mil veces... Bon es el seme y Bonnie el uke, aunque a veces parece ser el seme, y Bon al sonrojarse, el uke, pero aunque sea un año más pequeño que Bonnie, tiene un punto de seme por ser más alto, y Bonnie un punto de uke por ser tierno... no es tan complicado de entender- Irene le explicaba al chico mientras seguía haciendo fotos.

- Por cierto...- Bon se dirigió hacia el chico- ¿Me habías visto antes? Porque yo no recuerdo haberte visto antes.

- ¡¿No te has enterado?! ¡¡Soy virales ambos!!- rápidamente sacó su móvil y abrió la aplicación del Twitter, que estaba repleta de fotos suyas... cuando Irene convirtió a Bonnie en un niño pequeño y Bon estaba con él.

- Irene...- masculló el peliazul, mirando de forma asesina a la nombrada.

- Antes de que digas nada, que sepas que tengo una muy buena explicación científica- hizo una pausa-... ¡¡FUE CULPA DE PAOLA!!- y salió corriendo de aquel laboratorio, siendo perseguido por el de piel morena, muy enfadado.

- Anda, por eso nos dijo Paola que no la matáramos...- Bonnie los veía desde la puerta- Y ahora entiendo por qué todos están tan obsesionados con nosotros.

- Sip, os habéis vuelto muy famosos- Cj se recostó en el marco de la puerta-. Qué pena que no estéis disponibles...

- Pero no lo saben, si no, no estarían intentando ligar con nosotros- un escalofrío recorrió la espalda del pelimorado al recordar a las locas del recreo.

- Pues cuidado cuando lo hagáis público... lo siguiente peor a las fangirls... son las fujoshis...- le susurró al pelimorado.

- ¿Las qué...?

- ¡Las fujoshis! Son chicas obsesionadas, no, ¡lo siguiente! con las parejas de gays. Estarán todo el día persiguiéndoos para conseguir fotos comprometedoras y colgarlas en las redes sociales...

- Eso... da miedo.

- Tranquilo, aquí no hay muchas de eso... pero, en serio, cuidado por dónde hagáis vuestros cariñitos... no se sabe cuando puede haber una acechando... lo sé porque... las he visto en ocasiones...

- Ok, gracias por el consejo, Cj- le sonrió el pelimorado-. Por cierto, ¿de qué conoces a Irene?

-Vamos a la misma clase.

Luego de un rato, Irene y Bon volvieron de su persecución para juntarse con los otros chicos. Estuvieron hablando el resto del recreo hasta que sonó el timbre.

- ¡Agh! Otra vez a clases, ¿qué nos toca ahora?- preguntó el peliblanco-negro a su compañera.

- Geografía...

- ¡¡NO, ¿POR QUÉ?!!- se tiró de rodillas al suelo, causando que el resto riera.

- Yo ahora tengo Educación Física- contó el peliazul-. Seguro que nos hacen correr otra vez... menos mal que hoy no hace mucho frío...

- Pues yo tengo mates, y estaré en una clase que da justo al patio, tal vez pueda verte, maestro- el pelimorado se aferró a su novio.

- Ya verás que soy un gran atleta, conejito- le besó la frente el peliazul-. Bueno, mejor me voy yendo ya, no quiero llegar tarde... otra vez- se rascó la nuca nervioso.

- Jaja, venga, nos vemos luego- Irene se giró para cerrar el laboratorio con llave, despedirse de Bonnie e irse con Cj a su clase.

Así pues, continuaron las 3 últimas clases del lunes. A mitad de la primera clase, en geografía, Cj se quedaba dibujando en una esquina de su papel el nombre de Bon e Irene escribía en su libreta nuevas ideas para otros inventos. Un piso más arriba, en la otra punta, Bonnie se empezaba a quedar dormido, pero fue despertado al oír un silbato proveniente del exterior. Sin que su profesor se diera cuenta, se giró hacia la ventana, para ver un grupo de chicos y chicas correr alrededor de la pista de fútbol. Se fijó en una cabellera turquesa que conocía bastante bien. Veía cómo corría aquel chico de morena piel, la cual brillaba como el caramelo por los reflejos del sol sobre el sudor que corría por esta. Su pelo se iba despeinando a cada paso que daba, causando que se desordenara y quedara aún mejor. Dios, qué suerte tenía Bonnie de tener un novio así de guapo y sexy, ¿verdad? Se volvió a escuchar otro silbato y todos pararon de correr. Bon se dirigió al banco en el cual estaba su chaqueta de deporte y una botella de agua al lado. Bebió un poco de esta y el resto se la echó por encima para refrescarse. Bonnie no podía estar más rojo. El agua hizo que la camiseta del peliazul se hiciera "transparente", dejando ver su tórax y su abdomen bien marcado... No me hago responsable de quienes tengan una hemorragia nasal por esta descripción...

Mientras Bon se apartaba el agua de la frente, notó que alguien le miraba, y fue a mirar hacia la ventana por la cual se asomaba el pelimorado, que en ese momento tenía un hilo de sangre cayendo por su nariz. Bon sonrió al ver a su novio, se llevó una mano a la boca, la besó, y luego sopló en ella, en señal de que le enviaba un beso desde allí. Bonnie hizo que lo recogía y pintó en la ventana un corazón con sus iniciales mientras le sonreía. Bon captó el mensaje y se despidió mientras le guiñó un ojo, para luego volver con sus compañeros, pues ya había acabado la primera clase. El resto de las horas, Bonnie sólo pensaba en su novio.

- Pues sí que era buen atleta...- suspiró muy enamorado y sonrojado el pelimorado, mientras seguía pensando en su maestro.

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Palabras: 2704

... :3... Hola :D

Sí, ya avisé de que tardaría más en actualizar, pero echadle la culpa al instituto. Como veis, esto va un poco lento, pero quería meter más cursiladas antes de que... bueno, antes de que ESO pase.

Y como veis, hay un personaje extra y es... ¡Mr_Guitarra7w7! Sip, él es Cj. Quise añadirlo, para devolverle el favor, (Nah, mentira, es que me cae bien :3) pero no sé si aparecerá más en la historia, pero... quién sabe...

Bueno, eso es todo. Perdonad, pero no sé si es culpa de mi ignorancia o del móvil si me habéis mandado algún dibujo y no lo pongo. En serio lo siento. Si ha pasado, mandarlo de nuevo...

¡Disfruten!

-Irene

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