Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

8. Alejamiento

Cuando todo el mundo dijo que bajaron cuatro jóvenes, se olvidaron de decir que mi padre también había vuelto a bajar. Me lo topé de la nada en un pasillo y no pude evitar saltarle encima, muy feliz. Le hice prometer que no se iría de nuevo y aceptó.

-Es en serio. No puedes volver a abandonarme así. No tenía idea de cómo estarías allá arriba o sí seguirías vivo. Pinky Promise Dad -dije muy seria levantando mi meñique.
-¿Hace falta...?

Yo me quedé en silencio y lo miré muy seria.

-Sí, no se rompen las Pinky Promise -sentencié.

Él suspiró, asintió y levantó su meñique para cruzarlo con el mío.

-Pinky Promise -soltó, avergonzado, evitando mi mirada.

Quedé encantada, pero la felicidad en el apocalipsis dura poco.

Estábamos Hyun, Hyuk y yo caminando para mostrarle el lugar a mi amigo cuando Beyeong-il y Seok-Hyeon llegaron y miraron de mala manera a Hyun.

-Traer a este maldito monstruo aquí es un suicidio. ¿Desde cuándo se encargan de tomar las decisiones importantes, niños? -nos dijo el viejo enano de forma odiosa.
-Bueno, somos los líderes, ¿no? -Me sorprendí al escucharlo decir eso. Jamás pensé que Hyuk aceptaría compartir el puesto de líder y mucho menos conmigo.
Y ahora, estaba allí, admitiéndolo.
-Niños arrogantes de mierda. -Dejó de mirarnos para observar a Hyun-. No pienso perderme la oportunidad. Te desafío -soltó apuntando a su cuello con una botella de vidrio-... Veamos si te atreves a convertirte en monstruo...
-Él ni siquiera reaccionó a las amenazas del viejo, lo cual hizo que Seok se enfureciera más-. Maldito monstruo. ¡¿No te enseñaron a responder cuando te hablan?!

Di un paso al frente, hacia él para agarrar su lengua y cortársela... Bueno, en realidad no iba a hacer eso, no sé bien qué iba a hacer, pero no era nada que lo dejase ileso.

-Tranquilizate -murmuró Hyuk para que solo yo lo oyera mientras me tomaba por los hombros-. Deja de mirarlo como una desquiciada que va a matarlo.
-Es que voy a matarlo -dije entre dientes.
-No, no lo harás.

El pelón escupió el suelo antes de darse la vuelta para irse.

-¡Los veo ésta noche en la reunión, idiotas! -dijo retirándose junto a su amigo.
-¡Es un gran pedazo de mierda! -grité enojada una vez que desapareció de mi vista-. ¿Acaso no viste como miraba a Hyun Soo?-Miré a Hyuk.
-Sí, lo vi, Hana. Pero él no le va a hacer nada.
-Claro que no, sí llega a tocarle un solo pelo... -amenacé tronando mis dedos.
-Ignórenlo, es solo un viejo amargado... -negó, tratando de que deje de amanazarlo.
-... Tiene algo de razón -admitió Hyun.
-¿Qué mierdas dices? -Lo miré como sí se le hubieran perdido todos los tornillos de la cabeza-. ¿La caída te afecto mucho, Dongseng?
-Me sorprende que digas eso, ¿Entonces prefieres que te dejemos allá afuera? -habló Hyuk al mismo tiempo que yo.

Tanto Hyun como yo quedamos en silencio debido a las palabras de Hyuk y lo observamos. Rezaba porque Hyun-Soo no quisiera que lo dejaran tirado afuera a su suerte, como si fuera una molestia.

-La verdad es que yo tampoco sé qué hacer contigo. Pero sigues siendo humano, así que no puedo echarte todavía -explicó el chico de anteojos.
-Oh, woah, que bueno que eres una persona con moral, ¿eh? Que haríamos si no fuera así. -Coloqué los ojos en blanco.

Seguí caminando al lado de ambos muchachos mientras escuchaba que Hyuk le explicaba ciertas cosas del lugar a Cha.
Cuando hubo un momento de silencio, decidí que era mi turno de hablar.

-¿A que se refería el viejo sobre que nos vería en la noche? Dijo algo sobre una reunión.

Llevaba dándole vueltas a eso desde que quedé en silencio y ahora estaba comenzando a sospechar algo que no me gustaba para nada.

-Organicé una reunión. Entre todos votaremos si se quedan o se van.
-¿Se quedan o se van? ¿Qué quieres decir? -Dejé de caminar esperando una respuesta. Esto era muy importante y no estaba entendiendo nada.

Tanto Hyuk como Hyun pararon. Hyuk solo me miraba a mí, mientras que Hyun Soo y yo lo observábamos a él.

-Tú y Hyun.
-¿Qué? ¿Qué mierdas dices?

Apreté ambas manos en puños.

-Escucha, él está en su momento de oro, es muy claro. Y Seok sembró la idea de que tú te estás transformando también, así que muchos no se sienten a gusto contigo. Yo solo no puedo decidir que se queden o se vayan, así que para que sea más justo realizaré unas votaciones anónimas que decidirán...

No pudo terminar de hablar porque lo tomé de la camiseta y lo empujé hacia la pared más cercana. Lo sacudí enfurecida.

-¡Hana! Basta -habló Hyun preocupado.
-¡Eres un...! -Ni terminé la frase, no sé si porqué no quise o no pude.
-Hana, suéltalo -pidió Cha.

Me relamí los labios pensándolo y al final terminé por obedecer. Me alejé antes de cambiar de opinión.

Terminé encerrada en el baño, pensando en porqué soy tan impulsiva y errática. Golpeé un poco las paredes, lancé patadas al aire, me cubrí la cara y lloré.

Era un cúmulo enorme de emociones y tenía que soltarlas o explotaría y me llevaría a todos por delante cuando lo hiciera.

Estaba furiosa por todo y con todos. También estaba triste por la misma razón. Ni siquiera podía sentirme feliz porque mis amigos siguieran con vida... Las emociones negativas me consumían.

No podía entender a la gente que le creyó al maldito de Seok cuando mintió diciendo que yo estaba infectada. Maldito imbécil asqueroso.

Y ahora me enfrentaba a estar en la calle con Hyun-Soo...

Lo peor era que, sí Hyuk me lo hubiera dicho temprano... Tal vez hasta lo hubiera aceptado, hubiera reaccionado más calmada, lo hubiera entendido mejor.

Pero no. ¡Dijo que éramos líderes y luego me tiró esa bomba! Y de no ser porque Seok dijo lo de la reunión en la noche, yo no me hubiera enterado hasta que fuera muy tarde.

No consultó conmigo, no me avisó al decidirlo, ni cuando se lo avisó a los demás. No me habló de nada.

Idiota, imbécil y odioso Lee Eun Hyuk.

Cuando por fin se hizo de noche, Hyun y yo estábamos fuera del cuarto donde se realizaba la reunión, pero lo suficientemente cerca de la puerta como para poder escuchar a los vecinos. Y todo porque al paracer no podíamos estar ahí porque era una votación por nosotros y podríamos influir si nos veían.

Que se jodan.

-Ya me oyeron. No podemos dejar que ése maldito monstruo se quede. Tenemos que deshacernos de él -gritaba Seok.
-Dios mío, entonces... ¿Quieres echarlo? -dijo Jayhun horrorizado.
-Cállate, fanático de Jesús. ¡Es por nuestra seguridad! -respondió.
-¿Ji-Soo estás de acuerdo con él?
-Mierda...

Oí escandalizada lo que opinaba mi amiga... ¡¿Acaso Ji-Soo nos quería echar?!

Una enorme angustia en forma de piedra se instaló en mi estómago.

Justo en aquel momento Hyuk entró, llevaba una caja llena de papelitos y explicó cómo votarían. Dibujaban un círculo para que nos fuéramos y una equis para que nos quedáramos.

-¿Para qué? Obviamente todos pondrán círculos, ¡Levantemos la mano y ya! -sentenció Seok
-Yo no quiero -dijo la voz de Eun.
-Tú no tienes edad para votar.
-¿Estamos eligiendo presidente? La edad no importa -le contradijo ella.
-¿Cómo te atreves a contestar? Cuando un adulto dice algo, cierras la boca y lo aceptas -la regañó y luego hubo unos cuantos segundos de silencio-. ¿Acabas de insultarme? Tengo edad para ser tu padre. ¿Cómo te atreves? -interrogó molesto.
-No lo insulté -contestó ella.

Me pregunté que gesto habría hecho ella para «insultarlo». Creí saber cuál era, me lo enseñó una vez en la terraza... Sonreí al recordarlo.

-Es para que sea privado -siguió hablando Hyuk.
-¿Eh?
-Después de todo... no hablamos de solo un asesinato, sino de dos -estableció.

Le di muchas vueltas a esa frase. Era claro que era para ayudarnos, quería que votaran que nos quedáramos, porque si nos íbamos, básicamente era homicidio, ya que nos dejaban ahí afuera a nuestra suerte, rodeados de monstruos asesinos. Y nadie quiere sentirse culpable por un asesinato, mucho menos de dos. ¿Pero por qué Hyuk decía eso para ayudarnos? No es como si le importaramos.

Seok comenzó a quejarse y gritarle a su mujer que levantara la mano votando a favor. Una chica lo enfrentó y además le pidió que dejara de gritarle.

-¡No es tu problema! -le riñó él.

La votación comenzó y yo me encontraba muy nerviosa.

Hubo empate. 8 a 8. Seok no lo soportó y comenzó a gritarle a todo el mundo. Hasta les dijo a Eun, Jayhun y Ji-Soo que no deberían haber votado porque eran amigos de los monstruos.

-¿Te opones al resultado? -le interrogó Hyuk.
-¡Obvio que sí! ¿¡Cómo dejaron que éste mocoso los hiciera sentir culpables!? Eso del asesinato es una estupidez. ¿¡Qué creen qué es un asesinato!? ¡Solo es asesinato si matas a una persona! ¡No a un monstruo! ¿No se dan cuenta de lo grave que es esto? ¿Cómo pueden ser tan imprudentes después de haber visto morir a tantas personas? ¿¡Quién sabe cuándo ése infeliz se va a convertir en uno de ellos!? ¡Tenemos que deshacernos de...!

No entendía muchas cosas de ese hombre. Como por ejemplo que en un momento me señalara por estar monstrualizándome y al siguiente se le olvidara y me hablara como si fuera otra persona normal. Otro momento sería cuando preguntó porqué dejamos a Hyun quedarse y Hyuk respondió que porque éramos los líderes, Seok podría haber dicho que era injusto que yo decidiera qué hacer con Hyun porque yo también estaba transformándome en monstruo al igual que él. Pero no, no dijo nada de eso.

Otro momento sería ahora, que gritaba eufórico sobre cómo hay que echar a Hyun. Solo a Hyun. No me nombró, no dijo nada de mí, ni siquiera que me iba a transformar en monstruo y a matarlos a todos como decía sobre Cha, no gritaba a los cuatro vientos que debían echarme. Era como sí yo no existiera.

Él no podía mantener aquel falso invento de que yo estaba monstrualizándome. Tal vez hasta se lo olvidó.
Ni siquiera era bueno mintiendo, el muy maldito hijo de su madre.

Entonces los gritos se detuvieron por un instante. Su tono cambió por completo. Comenzó a decir que estaba cansado, también estresado y muy enojado, que era por eso que sangraba.

¡Le sangraba la nariz! Eso dijo.

Un claro síntoma de la monstrualización.

Hyun y yo nos miramos y entramos lentamente. Yo necesitaba saber que carajos estaba pasando exactamente. Sí Seok se estaba transformando... Sería el karma actuando en su máximo esplendor.

-Cuidado... -Todos miraron pasmados a Hyun cuando habló-. A menos que quiera que el monstruo lo devore -se burló. Nunca lo había visto así.
-Tú... Maldito... -gruñó Seok mirándolo.

Cha camino hacia un papel en blanco y lo tomó junto con un lápiz.

-¿Yo voté también...? -dudó vivaz.
-Hyun... -soltó la pelirosa.
-Espera un momento. Sí pongo esto aquí, significa que él también tendrá que irse conmigo. ¿Cierto? -Lo miró, muy digno, señalando el papel con un círculo y la caja.
-También debería votar yo, tal y como voto él. ¿No? -Arqueé una ceja y me crucé de brazos mirando a Seok.

Él se desmayó.
Nosotros habíamos ganado.

Bueno, tal vez no tanto.
Porque de por sí ya era una gran mierda tener que convivir con Seok como humano, imagina ahora convivir con Seok monstrualizándose.

Solo esperaba no tener que matarlo yo una vez que fuera un monstruo.
Pero no mentiré, ya tenía un desodorante y un encendedor preparados para incendiarlo de ser necesario.

Hyuk entró a la habitación en donde estaban encerrados los que se encontraban monstrualizándose, mientras yo lo observando desde afuera. Yo ya no debía estar ahí dentro porque todos notaron las mentiras que Seok dijo sobre mí, pues a mí no me sangraba la nariz como a él.

En la habitación quedaban Hyun-Soo, Seok y el tipo del departamento 802 (aquel que mi padre había secuestrado). Supuestamente este último apareció después de la reunión y confesó que se estaba convirtiendo en monstruo y por eso le sangraba la nariz, sin embargo tengo la teoría de que mi padre lo vio y lo molió a golpes, ya que tenía toda la cara hinchada (claramente por puñetazos). Aunque aún no entendía porqué él querría fingir estar en su momento de oro y encerrarse con monstruos que podrían matarlo... La única idea que se me ocurrió fue que él debía pensar que era contagioso y quería infectarse. ¿Pero para que quería ser un monstruo? Bueno, yo estaba segura de que buena persona no era, pero de todas formas...

Hyuk llamó a Hyun-Soo y escuché que Seok se quejaba de que él estaba bien y quería salir también, pero por suerte Hyuk no le prestó atención alguna. Una vez que cerramos la puerta cuando salió Cha, Seok la aporreó gritando que lo dejaran salir. Nosotros tres comenzamos a caminar mientras que Hyuk le explica su plan a mi amigo.

Habíamos discutido sobre esto antes, y sobre muchas otras cosas, para variar. Dábamos un paso para ser aliados y luego retrocedemos tres pasos, dirigiéndose directo a la casilla de inicio, enemigos mortales.

Mi punto era que el fin del plan tenía sentido, pero los medios no me convencían nada.

-La puerta principal no está bloqueada como debería. Las escaleras solo tienen tablas y cadenas. Eso no detendrá a los monstruos -se detuvo y miró a Hyun directamente-. Pasa lo mismo en el lugar en el que estabas. ¿Por qué crees que me puse de tu lado? -Hyuk se cruzó de brazos-. Te voy a ser franco, tú harás los trabajos riesgosos. Sino quieres, no te ayudaré.
-Pues yo sí pienso ayudarte -le comenté.
-¿Qué trabajos? -interrogó confuso Cha, intercalando miradas entre Hyuk y yo.
-El señor del piso 14. ¿Puedes traerlo?

Un rato más tarde, los tres estábamos yendo rumbo a la puerta que daba a las escaleras.
Miré de reojo a Hyuk, que no dejaba de cerrar y abrir los puños, lo cual le marcaba las venas de los brazos. También tenía la mandibula apretada y la mirada endurecida.

Aún estaba furioso, pero no con cualquier persona, sino conmigo, lo cual era peor, porque cualquier sentimiento causado por mí en él era multiplicado por mil, así que de verdad estaba muy furioso, y todo porque me metí en su plan. Decidí que yo también subiría con Hyun-Soo, lo cual no le gustó nada.

-¡No puedes subir! -me regañó tiempo antes, cuando estuvimos a solas en la oficina de seguridad. Azotó la puerta detrás nuestro para que nadie nos interrumpiera.
-Puedo y lo haré -sentencié, tranquila y algo confusa por su reacción.
-No, no puedes. Tú... Tú... Argh -Se pasó las manos por el rostro con frustración-. ¿Por qué haces las cosas tan difíciles?
-Estás siendo muy dramático -solté-. ¿Por que te importa tanto que suba? En caso de morir, te quedas con todo el liderazgo y no tendrás que soportarme más.

Él se quitó las manos del rostro y me observó como sí estuviera loca. ¿Acaso mi razonamiento era malo? Yo lo veía muy claro.

Abrió y cerró múltiples veces la boca, tratando de decidir qué decirme.

-¿Pero para qué quieres subir? -se limitó a preguntar.
-Sí hay un líder aquí abajo, debería haber otro allá arriba. Uno de nosotros debería subir y ver que todo salga bien.

Mil reacciones pasaron por su rostro ante mi respuesta.

-Eso es una estupidez -soltó finalmente-. ¿Por qué crees que va Hyun-Soo? Porque está en su momento de oro. Es más fuerte y más resistente. Tú no. Solo estorbarás.

Me crucé de brazos escuchándolo atentamente (aunque solo fuera para replicar mejor).

-Sí te pones en peligro y él tiene que decidir entre Dusik y tú o entre salvarte sacrificándose... ¿Qué crees que haría?

Hyuk daba a entender que sí yo iba con Hyun, él se preocuparía por mí y me elegiría a mí en vez de seguir con la misión.

-Hyun no... -me detuve.

Quería decir que no lo haría. Pero claro que sí, recordaba perfectamente al Hyun-Soo con el cual salí en la escuela. Él era esa clase de persona, que podría a sus seres queridos por encima de sí mismo. Una parte de mí se preguntó sí seguía siendo igual, luego del tiempo que pasamos separados y su depresión... Pero la verdad era que sí, él debía ser el mismo. Muy en lo profundo de su estado apático y triste, yo estaba segura de que seguía siendo él.

Me lamí los labios y descrucé los brazos. Me acerqué lentamente a Hyuk, lo cual hizo que su expresión cambiara, pues no se lo esperaba. Apunté un dedo a su pecho y lo clavé ahí, sobre su esternon, mirándolo fijamente a los ojos.

-Hyun no hará eso -aseguré-. Porque no soy una damisela en peligro. Puedo cuidarme sola.

La verdad era que, no estaba del todo segura de eso.
Pero daría todo de mí por cumplirlo.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro