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5 [Parte 2]

El monstruo seguramente había venido del agujero del elevador.

Debía deshacerme de él, en lo posible matarlo. Ya nos había jodido demasiado.

›Lo que se te ocurra. Estoy a tu disposición.

«¿Qué deseas?» Podía sentirla sonriendo dentro de mi.

›Acabarlo.

El cambio fue veloz y se sintió extraño.
Podía ver mi alrededor y lo que hacía, pero era como si mi cuerpo se manejara por sí solo, como si estuviese en modo automático y mi mente en modo avión.

Sin embargo, sí podía sentir. Un cosquilleo se apoderó de mis brazos y piernas, al mirarlos noté que los primeros se habían acortado, ya que a mitad de mi radio y cúbito mis huesos comenzaban a tomar otra forma. Y al llegar a mis manos, se veían cinco garras rectas y filosas que se movían al antojo de la monstruo, como si fueran dedos. Mis piernas, por otro lado, se engrosaron y mis pies se alargaron; parecían de animal, como de un conejo o de un canguro.

Percibía la sonrisa oscura en mi rostro y los ojos negros.

—Ma... tar...

El monstruo araña, sin darme tiempo a enfrentarlo, me escupió de su ácido cuando escuchó aquella palabra salir de mi boca. Mi cuerpo dio un saltó y con mis pies golpeé su rostro, mandándolo a volar contra un muro, el cual se resquebrajó bastante por la fuerza y el peso.

—Los... asesinos... deben... morir... —solté.

Me acerqué, él se recuperó y me alzó en el aire con uno de los pocos tentáculos que le quedaban. Lo corté como al resto. Entonces comenzamos a forcejear y lanzarnos el uno al otro por el pasillo.
Increíblemente, nosotras íbamos ganando. Logré cortarle todas las patas y de un último golpe con mis piernas, rompí la ventana y él cayó por ella.

Empecé a retomar mi fuerza y cuerpo. Me sentí algo idiota por no tomar el control antes, puesto que debía de haberlo prendido fuego antes de lanzarlo, ya que él estaba muy débil y así moría. Ahora se regeneraría e incluso podría volver a subir al edificio y entrar.

Mi cuerpo cambió nuevamente y volví a ser yo misma, con mi consciencia dominando. Moví mis piernas y brazos a mi antojo, verificando que tenía la posesión de ellos.
Al mirarme mejor, vi que mis pantalones se habían roto tanto que ahora parecían short's y mi ropa de arriba tenía mangas ¾.

Suspiré, tomé mis armas y comencé a subir los pisos. No volví a toparme con ningún monstruo y decidí ir a mi apartamento por unas cosas antes que al de Dusik.
Al llegar, todo estaba como lo había dejado. Busqué una bolsa, dentro coloqué cerca de tres cambios de ropa, porque sí seguía así, todo se me iba a romper e iba a quedar desnuda en algún momento.

Me di una ducha rápida y me coloqué una camiseta rayada y un jardinero oscuro, también cambié mis botas por zapatillas deportivas, pero a diferencia de la ropa rota que decidí dejarla en el departamento, a las botas las guardé en la bolsa para llevarlas conmigo.

Me retiré y fui hacia el departamento de al lado, el 1408. Entré sin golpear, por lo que una muleta cargada y mi ballesta (que se la había dejado a Dusik) me recibieron apuntándome.
Lo niños notaron que era yo y enseguida se acercaron a abrazarme junto con Gumiho, mientras chillaban mi nombre. Luego de eso, las miras de las armas ya no me apuntaban.

—¿Qué te pasó en el pelo? —preguntó Sook.
—¿Por qué? ¿También quieres que te lo corte? —bromeé y ella negó riendo.
—A mí me gusta, te hace ver fuerte. ¡Como una cazadora de monstruos! —comentó Yeon tocando mi cabello y le sonreí.

Más tarde proseguí a saludar a Dusik y busqué a la señora Myeong-Ja con la mirada, ya que el departamento no era muy grande, aunque no la encontré.

—¿Y la señora...? —Tan pronto lo dije, los niños pusieron una expresión triste y el señor Dusik una incómoda.

Me la mostraron, era un bebé gigante. O un feto, no notaba la diferencia.
Verla era perturbador, aunque también tierno... Y tranquilizador. Solo deseaba a su hija, la que había pérdido, y jamás le haría ningún daño a nadie.

Me senté alrededor de la mesa y los niños se ofrecieron a mostrarme juegos con cartas que le había enseñado Dusik. Para cuando llegaron los demás yo ya sabía como tres nuevas formas de jugar a las cartas. Me alegré mucho de que estuvieran todos con vida.

Luego de que los nuevos se presentaran con Dusik y los niños, y de que a Hyun-Soo le dieran la bienvenida como a mí (es decir, le apuntaran y luego lo abrazaran), él también preguntó por la señora. Al enseñárselas, nuestros nuevos acompañantes comentaron que en el pasado la habían visto en los pasillos con su cochecito vacío.

Después de aquello, Sang Wook le explicó el plan a Han Dusik, quien dijo que sí, podía hacerlo. El mafioso también notó que había mucha comida y era un pena tener que dejarla aquí arriba. Hyun aportó el hecho de que si bajábamos todos juntos seríamos presa fácil, por fortuna, Han sabía de una mejor forma.

El plan era que un grupo pequeño bajara con Dusik y él arreglaría el ascensor, que seguramente solo tenía la electricidad corta, puesto que fue el guardia quien lo averió y era obvio que él no sabría mucho de electricidad. Cuando éste estuviera listo, alguien subiría por ahí para avisarnos y bajaríamos todos, junto con la comida.
Al final, el pequeño grupo consistió en los tres hombres escoltando a Dusik. Ahn, Hyun y Wook.

—Lo tomo, pero me ofende muchísimo —contesté cuando me dijeron que me quedara. Luego tuve que explicar que de dónde yo venía, aquello era un chiste, porque nadie me entendió cuando lo dije.

No era que me molestara estar con los niños y cuidarlos, me encantaba pasar tiempo con ellos, pero me sentía un poco inútil por no estar donde estaba la acción, aunque eso también tenía beneficios, como que al estar tranquila y segura en el departamento regresaba mi paz mental.

Vi como Park le puso su celular en uno de los bolsillos a Sang y luego le colocó el auricular en el oído poniéndolo nervioso. Él comenzó a tartamudear y se puso colorado, lo que me pareció muy tierno.

Sabía que no era mal momento para crear un ship.

Una idea se me vino a la mente con aquello y tan pronto se fueron, yo también me retiré del departamento, pero en otra dirección.

—Tengo que hacer algo. No se preocupen por mi. Volveré en menos de una hora. Lo prometo.

Los hombres habían bajado las escaleras y yo, luego de buscar cartón, papel y aceite en mi departamento, las subí. Llegué hasta la terraza, pero noté que la reja estaba cerrada.

«Dejámelo a mi.»

Parecía que perdí la consciencia por un segundo y cuando la recuperé, el candado estaba roto.

Ella me estaba facilitando las cosas, aunque aún así no podía permitirme confiar mucho. Cuando el lado oscuro de Cha lo ayudaba a recuperarse, se hacía más fuerte y tomaba el control de mi compañero cada vez más. Con ella y conmigo debería pasar igual.

Subí y me asomé por los bordes del edificio, me detuve al ver que colgaba la bandera de SOS de la que escuché hablar a Hyuk.

Sin teléfono, debía comunicarme de alguna forma con mi familia y estaba segura de que ningún militar, a excepción de mi padre, vendría.

Incendié con el aerosol y el encendedor el cartón y el papel, después le eché aceite para que fuera un fuego fuerte y poderoso. Mientras esperaba que se formara una fogata grande, levanté la sábana (la bandera de SOS), corté con mi navaja las sogas que la tenían amarrada, luego corté un pedazo más chico y lo mojé con una llave de agua que había allí arriba.

La coloqué sobre el fuego y fui destapando para que el humo saliera. Tres soplos seguidos significaban una señal de alarma, por ejemplo, ayuda. Señales de humo.

Lo hice cada cinco o diez segundos hasta que el material se consumió. Como no estaba segura de que alguien lo hubiera visto, utilicé el pedazo de tela secó para seguir alimentando el fuego junto con más aceite. Así, sí papá no había visto eso, al menos vería el fuego.

"Por favor, escríbenos, gritanos si no hay línea, haznos una señal de humo, utiliza fuego de ser necesario, lo que sea. Sabremos que eres tú e iremos. Sé que encontrarás la forma de comunicarte con nosotros, siempre has sido la inteligente de la familia... Tienes que luchar, cariño, lo prometiste. Sé que así lo hiciste..."

Un poco más de 50 minutos luego de que hubiera salido del apartamento, yo ya estaba volviendo.

Estaba amaneciendo cuando los hombres se fueron y comenzó a oscurecer cuando volvimos a tener noticias de ellos. Hyuk se comunicó por los parlantes y Wook subió por el ascensor, Yuri y yo ayudamos a bajar la comida y por último nos fuimos con los niños y Gumiho.

Al llegar abajo, Ji-Soo me recibió apretando mis mejillas y Jayhun con un abrazo. Sí que eran muy agradables, además de que les estaba tomando cariño y confianza.

Resultó que habían tardado en avisarnos que debíamos bajar porque tuvieron problemas con un monstruo y la entrada principal. La hija de la dueña de la guardería se acercaba, así que la señora comenzó a abrir la reja, pero la vieron justo a tiempo y la detuvieron, sin embargo cuando se comenzó a observar que la chica estaba llegando, el soldado decidió salir a ayudarla y un monstruo los mató a los dos a la vez; por lo que vi -en sus cuerpos, que estaban afuera, pero tan cerca de la entrada que sí te asomabas los veías-, parecía que les drenó la sangre... o la vida.

Y antes de todo eso, el señor Kim se transformó. Al parecer solo quería tener pelo y que lo dejaran en paz, casi lastimó a alguien, pero al ver a su esposa se calmó, pidió perdón antes de que ella lo matara. Así es... Ella lo mató.

Mientras comía mi ración diaria decidí que era hora de hablar con mi otro lado.

›¿Por qué cambiaste de opinión?

Pregunté, sin comprender. Entendía que sí le di muy buenas razones para aceptar, pero parecía estar muy decidida y completamente negada a hacerlo.

«Casi te matan. De verdad. Casi morimos. Múltiples veces. Necesitas mi ayuda y, aunque no lo quiera admitir, yo la tuya.»

›Bien, me alegra que lo hayas comprendido al fin. ¿Y qué puedes hacer?

«La verdadera pregunta es: ¿Qué no puedo hacer?»

›Genial. Comencemos con algo simple... Ya no más desmayos, ni sangrado de nariz. Fue por pura suerte que no me han descubierto... Aunque, bueno, Hyuk no confía en mí y siento que sospecha.

«Podemos deshacernos de él si molesta mucho.»

Quedé en silencio unos largos segundos.

›Es una buena oferta. Sin embargo, no mataré ningún ser humano... A no ser que sea en defensa propia. Además, la verdad, es que es muy inteligente y es el líder, lo necesitamos.

«¿Entonces no quieres matarlo?»

›Eh, por ahora no. Pero aprecio el ofrecimiento.

«¿Y sí podemos matar a alguien tonto o que no sea el líder? ¿A alguien que no necesitemos?»

›No, no es lo que quise decir. Mataremos solo para defendernos. Sí algo amenaza nuestra vida, nos protegeremos, y atacaremos de nuevo si es necesario.

«Mmm, ok.» No se oía satisfecha con mi respuesta.

›¿Lo único que quieren ustedes es matar?

«La mayoría, sí. También tiene que ver los deseos y los sentimientos negativos que se han escondido. Tú tienes demasiados.»

Me dejó callada.

Pensé en otro tema para charlar, y claro, se me ocurrió sus habilidades.
Ya había terminado mi comida, así que me levanté y me alejé hacia donde no hubieran personas, así nadie nos veía.

›¿Puedes volver a hacer esas cuchillas en mi brazo?

Tan pronto terminé de decirlo, aparecieron.

›¿Una de las patas de la araña?

Apareció, era más gruesa que las cuchillas, pero menos filosa.

›¿Brazo mamadísimo?

Es decir, un brazo como el monstruo Proteína.

Me lo cumplió, aunque me rompió un poco la manga de mi camiseta.

›¡Tentáculos!

Mis brazos se convirtieron en tentáculos y sonreí gustosa.

—¡Podemos imitar monstruos! Esto en genial. Somos geniales... ¡Tengo que decirle a Hyun-Soo!
—¿Qué tienes que decirle a Hyun?

Mi corazón se detuvo y rápidamente mi brazo volvió a su forma original. Miré sobre mi hombro y allí estaba Hyuk observándome con los ojos entrecerrados.

¿Había visto algo?

—Nada que te importe. —Me encogí de hombros sin voltear a verlo y me alejé de allí buscando a Cha.

Encontré a mi compañero en un rincón apartado del resto de sobrevivientes, solo, por suerte.
Al verlo mejor, noté que lucía ido.

—Hyun... No sabes lo que pasó —dije tomando asiento a su lado en el suelo—. Puedo controlarlo —susurré.
—¿Eh? —soltó saliendo de su ensimismamiento.
—Al monstruo. Puedo controlarlo. Mira. —Pensé en hacer mi brazo como el del monstruo ciego y en dos segundos ya se veía tal cual—. ¿Ves? —solté feliz.

Él se sobresaltó y se alejó arrastrándose asustado.

—Pero... Tú... ¡¿Qué?!
—Shh, baja la voz —contesté volviendo mi extremidad a la normalidad.

Esperé a que él se calmara, se volvió a acercar a mí y le expliqué.

—Hice un trato. Logré que se diera cuenta de que yo no cedería mi control, jamás doblaría mi voluntad y le dije que la dejaría salir cuando la necesitara, que es era la única forma, lo que no es mentira. ¡Y aceptó!

Él quedó en silencio. Su rostro era decaído y a su vez un poco frío, inexpresivo.

—Deberías intentarlo, tal vez el tuyo también acepte. A mi me costó, pero lo logré.

Seguía sin inmutarse.

—O... sino puedes seguir como ahora. Vas muy bien con tu deseo, Dongsaeng —le llamé por el apodo de cariño que usaban en Corea las personas mayores hacia otras de menor edad, pues él era un poco más joven que yo—. Es vivir, ¿no? —dije sintiéndome incómoda por su silencio, tal vez no quería comunicarse con su monstruo o sentía que no le iría bien.
—¿Por qué lo haces?
—¿Qué? —solté sorprendida.
—Esto...
—¿Qué cosa?
—Aconsejarme, estar para mí, arriesgar tu vida subiendo por los pisos conmigo...
—... Yo... no entiendo. —Fruncí el ceño, sin saber que más decir.

Me estaba poniendo nerviosa con sus palabras. No entendía el porqué de ésta conversación, además de que parecía que la charla no tomaría ningún rumbo positivo.

—No, yo no entiendo porqué lo haces. Estás todo el tiempo ahí, intentas animarme y no sé porqué. A veces me ahogas. No finjas que quieres protegerme, solo me molestas. No te conozco, ni tú a mi, no sabes por lo que he pasado y yo tampoco sé de ti. He llegado hasta aquí solo y así quiero estar, yo no te necesito, no necesito tu ayuda para nada. Aléjate de mi.
—¿Pero que te sucede, Hyun? Tranquilizate...
—No me pidas que me calme. Estoy calmado. —Me observó fríamente—. Solo tú me alteras. No te quiero cerca de mí. ¡Vete lejos! No quiero volver a verte.
—Bien, bien, me voy, no te molestaré más. Lamento mucho todo ésto —me límite a decir.

Me levanté, di media vuelta y sentí las lágrimas salir por mis ojos.

Ahogué un sollozo hasta que llegué al baño. Por suerte estaba vacío y no me topé con nadie en el camino. Cerré la puerta tras de mi, me miré al espejo, mis ojos al principio se veían rojos por las lágrimas, pero luego tomaron la pigmentación negra de la transformación.

Sentí que no podía respirar. Comencé a desabrocharme el jardinero y me saqué la camiseta, tratando de conseguir un poco de oxígeno.

Lo dejé salir todo. El grito que me asfixiaba resonó en el pequeño cuarto y escuché algo explotar: al igual que el monstruo ciego, muchas de esas especies de tentáculos salieron de mi pecho y se clavaron en las paredes, suelo e incluso en el techo.

Luego volvieron hacia mi. Me acerqué a una pared sintiéndome débil, pero percibí una ola de furia apoderarse de mí. Más lágrimas caían mientras sollozaba y golpeaba la pared.

La rompí. La abollé como si se tratara de aluminio.

Las piernas me fallaron y me dejé caer en el suelo. Me froté los ojos mientras trataba de dejar de llorar. No podía respirar.

«Tampoco lo necesitas.»

Al destaparme el rostro, la vi allí, frente a mi. No creía que estuviera materializada, pero se veía tan real...  Sin duda todo estaba en mi cabeza. Aún así, sus ojos oscuros y sonrisa maquiavélica pusieron mi piel de gallina.

«No necesitabas a tu madre, no necesitabas a Luca, ni a tu padre, ni a tu hermano, mucho menos necesitas amigos. Tú puedes sola.»

Ella se acercó a mi y colocó su mano en mi pierna, acariciando mi rodilla para darme ánimos. Negué sin poder hablar.

«Claro que sí. Eres fuerte. Siempre lo dices. Eres fuerte.»

Traté de calmarme y que mi respiración fuese regular.

«Tú puedes.» Luego de aquello desapareció.

Me sentí ligeramente mejor. Poco a poco, era como si nada de eso hubiese pasado. Como si Cha Hyun-Soo no hubiera roto algo dentro de mí.

Me coloqué mi ropa nuevamente, lavé mi cara y salí de allí.

Fui a la guardería y me quedé en una esquina alejada del resto de personas. No estaba de humor para estar con nadie. Sí alguien me hablaba respondía lo justo y necesario.

Llegó la hora de dormir, casi todos estaban dentro de la habitación a excepción de Cha porque era el único infectado y dormía en otro lado, dos hombres que estaban de guardia, Hyuk que seguro jugaba a los videojuegos de nuevo y Dusik que debía de estar trabajando.

La oscuridad no me dejaba ver, pero no necesitaba luz para saber que los sollozos que no me dejaban pegar un ojo venían de la madre que recientemente había perdido a su primogénita.

—¿Quiere callarse? —Pedí una vez que me harté—. Tenga un poco de respeto por los demás y llore en silencio.

Su llanto se intensificó. Alguien encendió la luz, no me fijé quién fue y tampoco me importaba.

—Tú deberías respetar mi duelo, niña maleducada —me respondió dolida.

Sonreí.

—Señora, ciertamente no ha sido la única que perdió a alguien. Primero: alguien murió por ayudar a su hija. Segundo: todos estamos en duelo. La nación está en duelo...
—Myeong... —Trató de detenerme la pelirosa.
—No, disculpa, Ji-Soo, pero no es mi problema lo de ella, ni el del resto. Sí su hija murió fue culpa de suya, sí tanto quería ir con ella, se hubiese tirado del último piso de ser necesario. Ahora que no se lamente porque no la protegió como debió, además de que tampoco por eso todos nosotros tenemos que aguantarla llorando toda la noche. Es de lo más insoportable e insufrible. Sí quiere desahogarse, que salga donde no moleste a nadie.

Su llanto empeoró, miré al resto de personas en la habitación, noté que algunas estaban incómodas, otras tristes, otras sorprendidas y otras molestas por mi declaración.

—Park, mejor sal. Hablaremos en otro lado. —No supe en que momento había llegado Hyuk.

Me levanté enojada, tomé mi bolsa de dormir y me acerqué a él.

—No soy yo la que necesita hablar. Que alguien le haga de psicólogo a la llorona, no a mí. No necesito nada de ésta mierda.

Después de eso, me alejé lo más posible, me daba igual dormir al lado de los monstruos. Ya no quería volver a ver a los humanos. Eran inaguantables.

¿Cómo había vivido toda mi vida rodeada de ésos seres? Tan intolerables, frágiles, llorones, débiles... Además, desagradecidos. Los he ayudado un montón y así le pagan a uno. Hipócritas.

Yo no necesitaba a nadie. Ellos me necesitaban a mí.

N/A:

¿Saben? Mientras más avanzaba leyendo el Webtoon, más notaba el diferente camino que tomó la serie, por lo que decidí terminarlo antes de seguir escribiendo para no hacer de ésta historia un desastre que luego tuviera que corregir una y otra vez, por el hecho de que estoy tratando de hacer una mezcla entre la serie y el cómic.

El tema es que yo pensaba que el Webtoon debía de estar terminado como para que existiera la serie. ¡Y resulta que no! (Bueno, no en español, supongo que en Coreano sí debe estarlo, o tal vez también en inglés, pero no leo en esos idomas xd) Ay, lloro... Pero, bueno, como saben me guío más con el cómic que con la serie y hasta donde está subido, me da para subir has el capítulo 8, más o menos. Podrían ser 9 o 10 si narrara Hyun. Por suerte, actualizan dos veces por semana, aunque como dije en otra N/A, necesito al menos 5 capítulos del manwha para uno del fanfic.

Solo quería avisarles eso, a partir del cap 8 (seguramente se los recuerde allí) las actualizaciones comenzaran a ser más lentas :( Espero que puedan esperarlas y no abandonen la historia.

Por otro lado, planeó subir al menos un fanfic más sobre Sweet Home (de Hyuk) para que se entretengan mientras esperan éstas actualizaciones, seguro con ése me inspiro más en la serie que en el cómic, para variar un poco :D Ya lo he comenzado a escribir, lo tengo en borradores con su sinopsis, y una pequeña parte del primer capítulo, pero aún no lo público porque no me convence del todo (me refiero a que puedo mejorar la sinopsis o la trama, es 100% seguro que suba el fanfic en algún momento).

Por cierto, muchísimas gracias por los 2k de leídas y casi 300 votos ^^ Me llenan el alma❤

Y otra cosa, ¿Qué piensan de la actitud de Hyun? ¿Alguna teoría?

¿Y de la protagonista? ¿Qué mosca le picó para actuar así? Las leo 😁😁😁

PD: Suelo referirme a mis lectores como mujeres, porque sé que mayoría lo son. Espero que sí hay algún hombre o alguien no binarie o de género fluido no se sienta ofendide o excluide, no es mi intención💖

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