Deidara siguió los pasos del hijo mayor del matrimonio Uchiha por una semana.

Había aprendido su horario. Por lo que solo tenía una oportunidad para encontrarse. Y esa oportunidad sería en un bar.

-¿A dónde tan guapo y despampanante? - Konan se cruzó de brazos y miró al rubio.

-Voy a pasear.

-¿TÚ? ¿pasear y a esta hora?

Rodó los ojos. Sabía que normalmente a esa ya está preparandose para dormir -Si. Nos vemos.

Konan negó -Esta planeando algo.  Bueno, ya está bastante grande para cuidarse.

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Deidara condujo hasta el bar Susanō. Por lo que logró averiguar, Itachi era socio del lugar.

Estacionó el auto y se dirigió al interior del bar.  En cuanto puso un pie dentro del local algunos se le quedaron mirando, rodó los ojos ylos ignoró.

Sonrió al ver a su objetivo, se dirigió la barra y pido un whisky.

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-Wooh. Ya vieron.

-¿Que vimos, Zetsu?- pregunto Itachi a uno de los gemelos. Estaba en el área VIP del bar.

-Un hermoso rubio acaba de entrar y está en la barra.

Miranron con curiosidad hacia la barra. Zetsu nunca se fallaba.

Un rubio estaba apoyado en la barra. Su largo cabello estaba de lado por lo que dejaba ver que era un doncel. Estaba bien proporcionado. Esbeltas piernas, cadera ancha y cintura un poco pequeña.  Vestía un pantalón negro a la cadera y la playera negra era corta  por lo que se podía observar la piel clara. Cuando movió el brazo, un tatuaje fue lo que dejó a la vista.

-Se me hace familiar.

Itachi rodó los ojos -Hidan. A tí todos los donceles rubio se te hacen conocidos.

El peliplata sonrió -Son mi tipo.

Kisame negó - Los pelinegros y pelirrojos también son tu tipo.

Itachi río y volvió a mirar. Su corazón se detuvo al ver el perfil del doncel.

-Parece que acabas de ven un fantasma.

-Deidara.

-¿Tú vecino?

Asintió torpemente.

-Rindete Hidan. Ese chico es de Deidara- Kisame palmeo la cabeza del peliplata.

-Anda. Ve a verlo.

¿Que hacía el rubio? ¿Se vería con alguien?

Se miraron los unos a los otros al ver la mirada del Uchiha. Sabían que estaba perdidamente enamorado del rubio ¿Pero y el rubio?

Itachi no apartó la mirada del sexy rubio. Deidara había mostrado una señal obscena a cualquier que se acercara, y había firmado algunos cuántos autógrafos.

-¿Es famoso?- se animó a preguntar Kisame. Su amigo llevaba dos horas mirando al rubio.

-Es un pintor. Según Sai, es muy famoso tiene pinturas y esculturas por todo el mundo.

-Vaya. No solo es una belleza.

Itachi miró mal a los gemelos.

Ambos levantaron las manos -No dijimos nada.

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¿Acaso el Uchiha no se podía acercar? Llevaba dos horas siendo acosado y firmando autógrafos. Ya estaba aburrido. Así que era hora de comenzar a atraerlo.

Se levantó del lugar en que estaba y se dirigió a la lista de baile. Si había algo que le gustaba era bailar, y vaya que bailaba bien.

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Itachi se quedó boquiabierto cuando Deidara tomo el centro de la pista y comenzó a bailar. El candente movimiento de  caderas le estaba ocasionando problemas.

-Cierra la boca Itachi.

Se aclaró la garganta y volvió a mirar al rubio.

-Te juro Itachi que si no vas y yo voy a ir- prometió Hidan.

No necesito que lo dijera dos veces. Se  levantó y se dirigió al rubio.  Su mirada se encontró con los azules y Deidara le sonrió.

Al ver las intenciones de algunos varones, sujeto a Deidara de la cadera y lo pegó a él. -Bailas muy bien.

-Lo sé- gimió Deidara, no pudo evitarlo. Sentía cierta anatomía en su desnudo abdomen.