Naruto sonrió al ver a entrar a Gaara—Hola~

Gaara sollozo y corrió a los brazos de su hermano —Idiota.

—Lo siento, Gaara—acarició el cabello rojo.

Gaara se abrazó más fuerte a su hermano.

Naruto sonrió y le acarició la espalda —Tranquilo. Ya estoy bien.

Gaara asintió y se limpio las lágrimas —Lo sé. Está vez fue más tiempo.

Asintió

—Tengo miedo de una próxima vez.

Naruto miró sus manos —Lo sé. Fue una semana más de la última vez.

—Todos estábamos preocupados. Sasuke nunca se separó de tí.

—¿De verdad?

—Sasuke te ama— sonrió al ver el rubor en las mejillas del blondo.

La puerta fue empujada. Ambos miraron la entrada. Naruto frunció el ceño.

Gaara miró de manera fulminante a ambos —Salgan de aquí.

—Pero...

—¡Largo!— Gaara se acercó a la entrada y empujó a los dos fuera.

Naruto solo miró como la puerta se cerró. Mordio su labio. No quería verlos ¿Por qué no entendían eso?

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—¡No los quiero cerca de mi hermano! Déjenlo tranquilo.

—Pero Gaara.

—¡No me llamen por mi nombre!— gritó el pelirrojo llamando la atención de las enfermeras—. Dejen a mi hermano en paz. Necesita estar tranquilo. Y su presentacia no le hace bien ¿POR QUE NO LO COMPRENDEN?

—Solo quiero ver a Naruto...—sollozo Kushina.

—Naruto no los quiere ver. Entiendan.

—¿PASA ALGO?— una enfermera los interrumpió.

—Estos señores que no dejan tranquilo a mi hermano. No deje que se acerquen.

—Es mi hijo. Tengo todo el derecho de verlo— gritó Kushina.

Menma, Ino, Sasuke y Sai se apresuraron al escuchar los gritos de Kushina y Gaara. Cuando llegaron a ellos se sorprendieron.

Kushina toco sus mejilla.

Mientras, Gaara se apretó los puños y miró con odio a la mujer —¡Cómo se atreve a decir eso! Ustedes no tienen ningún derecho sobre nosotros ¡Nos abandonaron como a un perro!

Kushina sollozo.

—Ni a un perro las perras le hacen eso que ustedes nos hicieron. Ustedes son de lo peor. Manténgase alejados de Naruto.

—Gaara.

El nombrado giró. Naruto estaba apoyado en la puerta. Rápido llegó a su lado —No puedes levantarte aún.

—Gaara. Estás armando un escándalo. Estamos en un hospital— le jalo débilmente la oreja —. Ayúdame regresar a la cama.

—Lo siento— sostuvo de la cintura a Naruto y lo llevo de regreso a la cama.

Menma, Ino, Sai y Sasuke no se movieron de su lugar.  Estaban en shock tras ver al lindo Gaara comportarse como una fiera, e incluso había abofeteado a Kushina Namikaze.

Sasuke jalo a Sai lo llevo a la sala de espera.

—Espera, Gaa-chan...

—Necesitan privacidad Sai.

Una última mirada a los Namikaze y siguió a su hermano.

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—Mamá/ Kushina...

Estaba dolida, su alma dolió más—Me ha levantado la mano... Mi hijo...

Minato abrazo a su esposa —. Vamos. Cariño. Esperemos en la sala.

Ino y Menma los observaron alejarse, y luego miraron la puerta donde yacían sus hermanos.

—No puedo creerlo— Menma miró a su hermana.

—Ni yo. Pero no es imposible... Me ha recordado a mamá.

—A mi también.

No sabían que era peor, si Kushina enojada o Gaara.

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Naruto observó a Gaara mirar su mano —¿Qué sucedió?

Curioso pregunto había escuchado los gritos de Gaara y Namikaze, no más. Al salir Kushina parecía en shock.

—Le he dado una bofetada.