-Observa el trayecto- comentó mientras miraba por la ventanilla -. Soy muy joven para morir.

La risa de Itachi le ocasionó tensión en el estómago.

-Ni tan joven. De seguro tienes 30.

-Voy a cumplirlos. Y tú no te quedas atrás.

-Cierto, voy a cumplir 31 en unas semanas.

-hmmm... Así que ya estás "quedado"- dijo Deidara mientras hacía comillas con sus dedos.

-Exactamente. Igual que tú.

-Aún me falta unas semanas- dijo en tono de burla.

-Pues no creo que en unas semanas te logres casar.

-No me interesa el matrimonio.

-¿No?

-Bueno, no tan así. Supongo que en algún momento sentiré esa idea. Por ahora solo quiero dedicar a mi galería de arte y mi trabajo por el mundo. Claro, también a mis hermanos.

-¿Galería?

-Akatsuki- asintió -. Estoy pensando en crear una sucursal  aquí. Actualmente tengo a un amigo encargándose de ella.

-Ya veo. Y ... ¿has tenido novios?

-Algunos..- dijo sin especificar -¿Y tú?

-Dos novias  y un novio doncel. Pero ya tengo dos años sin una relación- dijo Itachi rápidamente.

-Ya... ¿Y qué prefiere? ¿Mujer o doncel?- preguntó ansioso.

-Nunca lo he pensado mucho. Con que me guste su carácter y belleza es suficiente para mí.

-¿Belleza?

-Me gustan las personas atractivas. Mi madre dice que esa es mi perdición. Mi primer novia intento asesinarme. El doncel se intentó suicidar después de que termine la relación y la otra mujer, una loca, está en el manicomio.

-Vaya.

-y dime Deidara ¿cómo eres? Me eres atractivo y creo que ...

-¡mira por donde conduces!- gritó Deidara al ver que casi se lleva a un perrito.

-Lo siento.

-¿qué decías antes?

-Que me gustas.

Deidara miró fijamente al pelinegro -Definitivamente tu madre tiene razón.

-¿Por qué?

-Nos hemos tratado lo suficiente para saber que estoy algo loco y soy muy Mandon.

-Lo sé. Por eso me gustas...

-Itachi- el auto se detuvo y el pelinegro lo miró.

-Quiero una oportunidad. Te quiero Deidara y quiero demostrarlo.

-Yo... - los labios del pelinegro lo impidieron seguir hablando. ¡ITACHI LO ESTABA BESANDO! Torpemente lo respondió. Soltó un suspiro en medio del beso.

Itachi mordió el labio inferior del rubio antes de separarse, acarició la mejilla -¿Entonces?

-Depende de como resulte está cita- Murmuró Deidara.

Itachi sonrió victorioso antes de volver a conducir.

Deidara miró al otro lado. En el reflejo de la ventanilla logró ver su rostro rojo ¿Qué iba a suceder?

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Naruto acudió a la empresa Uchiha. Madara lo había citado. Entro a al recepción y le dieron un gafete de visitante antes de enviarlo al 8vo piso 

Al bajar del elevador se detuvo abruptamente.

Su mirada conectó contra la del azabache. Sasuke.

-Naruto. me alegra que llegues puntual- Madara venía saliendo de la oficina -Acompañame. Sasuke. Dile a Fugaku que venga a mi oficina. Es urgente.

Naruto siguió al mayor. No sé atrevió a mirar a Sasuke cuando paso a su lado.

Madara se sentó y miró al rubio -¿Aún no se hablan?

Naruto negó mientras tomaba asiento -No quiero presionarlo. Quiero que tome su decisión.

-¿y si los elije a ellos?- murmuró mirando sus manos. Estaba nervioso.

-Habla con él. Sasuke es un chico listo.

-Lo sé- Fugaku entro y comenzaron la reunión.

Dos horas después Naruto abandonó la oficina y entro al elevador. La puerta se estaba cerrando cuando una mano impidió que se cerrará.

Naruto miró fijamente al azabache.

La puerta se cerró y Sasuke apretó el botón de emergencia, deteniendo el elevador.

-Tenemos que hablar Naruto.