~La Ayuda~
Disclaimer: Fairy Tail no me pertenece. Pertenece a Hiro –Enfócate en el grupo B- Mashima
Referencias De Lectura:
Diálogo.
«Pensamientos»
Narración.
Capitulo Tercero
~La Ayuda~
El destino es forjado por decisiones... Decisiones propias y ajenas.
Por supuesto que nunca pensó que en ese, su último día de trabajo en ese lugar, sucederían tantas cosas inusuales.
Ser el jefe de repostería.
Tener éxito con su creación más preciada.
Y por último...
Encontrarse en la oficina que fue citado a esa hermosa mujer...
De verdad nunca sabes las sorpresas que puede darte la vida.
Jellal Fernandes no había apartado los ojos de ella, quien estaba sentada en la silla del escritorio que pertenecía al gerente de servicio, de verdad debía de ser muy importante para tomarse esas libertades, notó varias carpetas amontonadas aparte de la que ella leía detenidamente con una hermosa sonrisa en su rostro antes de que el anciano con barba de chivo llamara su atención.
―Señorita, él es el joven encargado del postre del día. ―El señor gerente decidió no dar su apellido. No sabía si la mujer iba a mantener su identidad en secreto o no― Jellal Fernandes.
― ¡Mucho gusto, señorita! ―Contestó el peliazul aún embobado por la belleza de la mujer, pero no solo por eso, estaba seguro que la había visto antes, pero no recordaba donde.
Sentía que algo no terminaba de encajar con ella...
«¿Los lentes, el cabello, la ropa?»
Algo no estaba bien.
«¿Dónde la he visto antes?»
Mientras el joven peliazul se exprimía el cerebro por juntar esas piezas, la pelirroja emitía internamente su propio juicio.
Desde que el joven entró no daba crédito a sus ojos.
Ese hombre tan joven era el creador de la maravilla que acababa de comer...
Y no solo eso, según lo que leyó en su expediente había estudiado con beca honorifica en el Cordón Bleu, poseedor de notas perfectas y además fue ayudante y estudiante del reconocido Shitou Yajima, dueño de su restaurante favorito, una franquicia de comida fusión llamada ¨8 Islas¨ y además... su tío abuelo. «¿Será él a quien mi abuelo lamentaba perder como estudiante?» Su abuelo nunca le dijo el nombre porque se sentía dolido con el estudiante que se fue de pronto. Miró al hombre de nuevo tratando de encontrar una respuesta, pero la verdad no tenía idea.
Aunque observándolo bien algo debía de admitir, el hombre no solo era hábil, sino que era tremendamente apuesto.
Un muy buen partido para cualquier mujer con dos dedos de frente.
Cabello azul y sedoso, ojos color chocolate, labios de trazo masculino pero con un deje sensual casi irresistible, nariz recta, mandíbula fuerte, complexión atlética, alto... Y un tatuaje en el lado derecho de su cara que le daba un aire misterioso y rebelde, un balance extraño y perfecto para la dulce profesión que desempeñaba.
Y ni que decir de lo bien que le quedaba ese uniforme de chef...
―Mucho gusto, señor Fernandes ―Salió de su estupor al escuchar el saludo del hombre.
Por suerte nadie había imaginaba lo que estaba pensando sobre ese uniforme del peliazul...
Y sin ese uniforme...
Y con el peliazul...
―Mi nombre es...
― ¡Por un carajo, Erza! Ya te he dicho que no necesitas disfrazarte aquí, no permito cámaras en este lugar y los putos periodistas saben que esto es zona roja para ellos. ―La interrumpió el rubio que acababa de entrar mientras la miraba burlón...
«¿Erza? ¿No, no puede ser ella?» Dudoso pensaba el peliazul observándola con detenimiento.
―Claro, ―Agregó el rubio― A menos que lo que quieras sea encontrar el revolcón de turno, sí es por eso ent...
Una mancha verde borrosa pasó frente a los ojos del peliazul y se estrelló en la cara del rubio.
Jellal vio divertido como el ojiverde quien tenía la boca abierta casi se atraganta con lo que parecía ser una peluca.
«¿Peluca?»
Inmediatamente volteó a ver a la mujer y se dio cuenta que esa era la pieza que no encajaba bien con la persona en su memoria...
Y lo que si calzaba con su memoria era esa cascada de largo y sedoso cabello escarlata que caía a espaldas de la mujer que acababa de conocer en persona.
«¿Cómo era posible que pudiese verse más hermosa aún?»
Con ese pensamiento e ignorando la fuerte pelea verbal que se desarrollaba entre la mujer y su jefe cayó en cuenta de algo.
«Erza... Erza Scarlet, el apellido como su cabello...»
«¡Mi actriz favorita! ¡Mi...mi amor platónico!»
Si no fuese por qué Jellal Fernandes contaba con un excelente autocontrol gritaría como quinceañera viendo al tan idolatrado vampiro de escarcha brillante.
Después de todo, las únicas películas en las que se daba el lujo de ir al cine a verlas eran las protagonizadas por ella. Incluso cuando estuvo en Francia no se había perdido ninguna.
Desde la primera y clásica Heart Kreuz, donde admitía que se enamoró de ella al verla desde la primera escena donde lideraba un ejército contra un gremio oscuro, pasando por Purgatory, Heaven's Wheel, Piercing. Morning Star, Sea Empress y sus secuelas Lighting y Fire Empress, luego la multi galardonada Robe of Yuen y Black Wing, y como olvidar Adamantine y la estrenada hacía apenas dos meses, Sea Empress.
Todas, todas sus películas las había visto tantas veces que casi que se sabía los diálogos.
«¿¡Y ahora la tengo frente a mí!?»
De pronto sintió que sudaba y no sabía cómo manejar su propio cuerpo. Se sentía torpe y no encontraba que decir o hacer, sentía ganas de pedirle un autógrafo, o una foto o...
«¡Compórtate Jellal! Ella es una persona normal... solo que famosa, talentosa y ¡Fatalmente sensual!»
De nada sirvió su intento por calmarse...
―Pues sí lo que quieres es burlarte ―La voz de la actriz hizo que el peliazul volviese a prestar atención― Hazlo cuando llegue Mira, la idea fue de ella y además ¡Ella fue quien me escogió el disfraz! ―Señaló retadora al rubio la nuevamente pelirroja.
Y surtió el efecto deseado, el rubio se puso algo pálido y se calló.
Inmediatamente el joven chef pensó que esa tal Mirajane de verdad debía de ser una mujer sumamente peligrosa, no podía ser que su jefe Dreyar se amilanara con solo escuchar su nombre.
― ¡Jaque mate, oxigenado! ―Se burló la pelirroja y se acomodó las gafas― Ahora ¿Cuál es tu oferta para comprar mi silencio?
― ¡Tsk! ¡Maldita pelirroja! ¿Cuántos serán ésta vez? ―Gruñó el ojiverde evidentemente fastidiado por perder.
―Lo usual... Una semana entera. ¡Y los pasteles los vendré a escoger yo misma! ¡La última vez me enviaste un pastel explosivo! A Natsu le hizo mucha gracia pero yo tuve que limpiar toda la sala y además sacrificaste a un inocente pastel ¡Tu pecado es grande! ¡Aún me la debes! ―Lo miró amenazadoramente recordándole que estaba en números rojos con ella.
A Laxus Dreyar más le valía no arriesgarse a enojarla.
―Como usted diga, Erza Sa-Sa... ―El rubio casi que se mordía la lengua pero sabía que debía de decirlo.
Era el precio que debía pagar por su Mirajane y por conservar su vida y su virilidad.
La pelirroja podía ser jodidamente sádica si la sacaban de sus casillas.
―Erza S-Sama ―Soltó conteniendo un tono ácido que sabía que empeoraría todo.
La pelirroja lo había hecho caer esta vez...
Pero ya habría tiempo para la revancha.
―Cof cof cof ―Con fingida tos, el gerente de servicio los interrumpió antes de que la pelirroja se jactase de esa victoria y comenzase la segunda ronda de la batalla― Creo que hay algo más importante por ahora. ―Señaló con su cabeza hacia donde el peliazul los miraba entre nervioso y divertido.
La pelirroja se sonrojó y con una reverencia se disculpó.
El peliazul se sorprendió al ver que podía ser aún más adorable que antes.
«¿Cómo Laxus nunca comentó que la conocía? Bueno, Laxus conoce a muchas celebridades... pero ellos dos parecen cercanos... un momento... ¡Sí! ¡¨La jodida pelirroja¨! Laxus solía hablar de una mujer de esa manera, ¿Era ella?» La mente del peliazul se encontraba hecha un torbellino de emoción, sorpresa y extraña felicidad.
En el estado natural de una fangirl, podría decirse...
―Maldición, Capricorn tiene razón. ¿Para qué diablos me llamaste Erza... Erza Sa... Erza Sama? ―Tuvo que apretar los puños para lograr terminar de decirlo― ¿Y qué diablos hace Fernandes aquí? No te ofendas, pero deberías estar preparando los jodidos postres para la noche, se han vendido como nunca antes y tendrás que tener lista una buena reserva para la puñetera cena. ―Terminó mirando al chef peliazul del día
―Bueno ―Suspiró la pelirroja y se sentó detrás del escritorio y señaló la silla frente a ella. ―Siéntese señor Fernandes. ―Le pidió amablemente mientras ella colocaba los codos sobre el escritorio y juntaba sus manos frente a su barbilla. Parecía una directora a punto de dar una regañina.
«Azótame y castígame» Pasó fugaz por la mente del pastelero, pero se deshizo rápidamente del pensamiento y al dejar la mente en blanco para no imaginar un escena de "Azotes y castigos" con ella, el peliazul no pudo hacer otra cosa que no fuese acatar la orden nervioso, esa mujer tenía un aura de autoridad increíble, ya lo había notado en sus películas pero en persona ese aura parecía más grande aún.
―Quiero proponerle una oferta...
― ¿Una oferta? ―La miró extrañado.
―Erza ya te dije que sí lo que quieres es echarte un polvo no deberías de...
Un libro de contabilidad se estrelló en la cabeza del rubio.
― ¡Para ti es Erza Sama! Y deja la estupidez que esto también te conviene, Dreyar.
El azulado se había sonrojado por lo que implicaba lo casi dicho por el rubio, de que ella quisiese hacer con él eso... «No, no puede ser que tenga tanta suerte» Pensaba el peliazul mientras admiraba la entereza de esa pelirroja al hacer callar tan contundentemente a su tozudo jefe.
― ¡Demonios! ¡Ya sé de donde aprendió esto Mira!
―No seas ridículo, tú sabes muy bien que lo de Mira es natural en ella.
―Bueno, eso es verdad pero...
―CofcofLosestánesperandocofcof ―Interrumpió de nuevo el señor mayor en la habitación.
― ¡Lo siento, señor Fernandes! ―Volvió a disculparse la pelirroja con él― Ya no habrán más interrupciones, ¿Cierto, Laxus? ―Señaló al rubio amenazadoramente con otro libro en la mano.
― ¡Tsk! Termina de una jodida vez, ya te dije que estas atrasando los preparativos para la cena, Erza... Erza Sama...
―En eso estaba... ―Iba decir algo más pero la sonrisa de diversión en la cara del joven pastelero al verlos peleando como dos mocosos la hizo calmarse― Bien, bien... Ésta es la cuestión, ―Se dirigió hacía el peliazul y expuso ―por fin― la razón por la que lo había mandado a llamar― ¡Quiero que continúes trabajando en este restaurante!
El rubio sonrió, no esperaba algo así, cuando le contó a Mira del problema de su amigo y de que quería ayudarlo pero no sabía cómo, no esperaba que su futura esposa se interesara tanto en el asunto como para decirle que tenía un plan, mucho menos pensó que para eso había invitado a comer a Erza al restaurante, ellas casi nunca venían, no solo eran muy famosas y evitaban los lugares públicos sino que también pasaban siempre ocupadas. Y no podía haber salido mejor, la pelirroja era buena para meter sentido común en las personas, además de su sentido de justicia tan propio de ella y sí de verdad se había encaprichado tanto con el pastel del idiota peliazul como le había comentado Capricorn... tal vez, solo tal vez, podría lograr lo que él no pudo. Así que hizo lo único que podía hacer. Observó detenidamente la reacción del chef...
El peliazul la miraba sorprendido.
«¡Ella! ¡Ella, Erza Scarlet! ¿Su idolatrada actriz le estaba pidiendo que se quedara?» Su mente no daba crédito.
Era la cosa más bizarra que podía estar pasando.
«Cuándo mère me habló de la suerte que daba este pastel de verdad que no mentía»
Pero entonces recordó su situación con la custodia de sus hermanas, la imposibilidad de un horario normal que le permitiese cuidarlas, la posibilidad de perderlas también a ellas...
Y el sueño se rompió en mil pedazos...
Con la frustración y la tristeza de quien puede tomar algo con solo estirarse pero lo deja ir por voluntad propia estaba a punto de negarse educadamente pero la pelirroja lo detuvo.
―Sé muy bien que pasa por una situación familiar algo complicada...
Ésta vez joven chef la miró entre sorprendido y molesto. «¿Ella sabe de mis problemas? ¿Cómo los supo?»
Jellal odiaba tres cosas en las personas.
Que hablaran sobre sus asuntos sin permiso.
Que le mintieran.
Y que le tuviesen lástima.
Y esa pelirroja que admiraba estaba haciendo dos de esas cosas y por más que fuese endemoniadamente hermosa, eso no lo iba a soportar...
―No es necesario que se compadezca de lo que pasa con mi familia, mi decisión ya fue tomada y pensada por el bien de ella. Agradezco la preocupación, pero no gracias. ―Dijo con tono ácido antes levantarse de la silla dispuesto a largarse de ahí de una buena vez.
―Siéntese, señor Fernandes que no he terminado. ―Aunque la reacción del peliazul la tomó un poco por sorpresa, la mujer negociante se recompuso inmediatamente al ver que se marchaba y no podía permitirse perder a ese chef tan capaz ni a su tan amado nuevo postre favorito, en ese momento a Erza no le cupo ninguna duda sobre un aspecto de la personalidad del chef, era orgulloso, y sacrificado, pero la pelirroja estaba segura de algo más sobre él...
Jellal Fernandes era un estúpido mártir.
―No tengo nada más de que hablar con...
―Siéntese por las buenas o utilizó el libro que tenía reservado para la cabeza de Laxus. ―Habló casi que relajada. Sí creía que la intimidaría con ese tono frío se equivocaba, ella estaba más que acostumbrada a tratar con hombres necios, fastidiosos, tercos y orgullosos― Y para que lo sepa, no estoy aquí por compadecerme de su situación, usted señor, no es la única persona en el mundo que la pasa mal o tiene un problema. Sí lo cité aquí fue porque tengo una idea que nos beneficiará a todos los presentes, en pocas palabras, quiero hablar de negocios. ―La mujer volvió a señalar la silla con la mano― No sé haga de rogar y siéntese.
En ese momento Laxus Dreyar supo que la pelirroja lo lograría.
El señor Capricorn sonrió complacido con su decisión de contarle todo lo que sabía sobre Jellal a la mujer.
Y Jellal Fernandes, bueno, él obediente se sentó en la silla.
―Ahora, necesito que me responda algunas cosas antes de exponerle mi oferta. ¿Está de acuerdo?
El peliazul la miraba serio y con el ceño fruncido aún sorprendido de la entereza de esa mujer, pero asintió y agregó a la defensiva. ―No prometo responder todo, algunas cosas no son de su incumbencia.
Él no pudo verlo a causa de las gafas oscuras pero ella había puesto los ojos en blanco fastidiada. «Hombre terco y orgulloso» Pensaba la mujer.
― ¿Qué pensaba hacer luego de hoy? Además de dar clases particulares de cocina.
― ¿Cómo sabe eso? ―La miró sospechoso.
―Mi amiga lo llamó ayer para pedir clases particulares nocturnas, esas clases eran para mí. ―La pelirroja levantó los hombros restándole importancia.
« ¡Por un carajo! ¿Acaso la vida se burla de mí?» Reclamó fastidiado mentalmente el peliazul. «¿Cuántas posibilidades en el mundo existían para que justo esa mujer que admiraba tanto fuese quien le pidió darle clases particulares y nocturnas...?»
― ¿Y bien? ―Volvió a preguntar la pelirroja.
―Ese era mi único plan hasta ahora... ―Antes de quedar como un reverendo idiota agregó― Ya tengo varios alumnos, sí todo sale bien tal vez...
―Un ¨Tal vez¨ no alimentará a su familia, Señor Fernandes... Déjeme decirle que su plan es un tanto ridículo...
«¡Al carajo mi admiración por ésta mujer!»
Jellal Fernandes estaba a punto de largarse e ir a quemar todos los Blu-ray de las películas de la pelirroja, pero cuando lo intentó la fuerte mano del gerente de servicio y la risa estruendosa del rubio lo detuvieron.
―Vamos mujer, estás lastimando los cojones de un hombre... ¡Por eso sigues soltera! ¡Eres una castra hombres! ―La miró burlón.
―Para ti soy Erza Sama, Laxus y no tengo la culpa que los hombres no soporten que una mujer les diga una verdad en la cara.
―Señorita Scarlet, tal vez debió empezar por la oferta en sí, antes de señalar las fallas del plan del Joven Fernandes ―Acotó conciliador el señor canoso.
―Para ti soy Erza, Capricorn y a eso iba. ―Volvió su mirada oculta tras lentes oscuros al peliazul― Admiro lo que haces, de verdad que sí. Muy pocas personas se sacrificarían por otras, pero me molesta que en tu afán de ser el protector de tu familia no aceptes ayuda externa por orgullo. Al final tú mismo estás exponiendo a los que quieres proteger. ¡Y no me voy a disculpar por mi sinceridad!
El peliazul ya no pudo esconder su enojo y golpeó fuertemente el escritorio. ― ¿¡Qué demonios quiere decir con eso!? ¡Yo daría mi vida por mi familia! ¡Todo lo he hecho por ellas hasta ahora!
―Y no lo dudo, se nota que es un mártir por naturaleza, Señor Fernandes. Es por eso que no ve que no solo usted tiene que sacrificarse, ni tampoco ve que hay gente dispuesta a ayudarle un poco. Sí no fuese así habría aceptado la ayuda que Laxus intentó darle ¿Cierto? ¿El horario especial? ¿Transporte gratuito? ¿Una beca para que continuase estudiando aquí? ¿Le suenan esas ofertas? ¿Niega que las ha desechado sin siquiera meditarlas? ―Capricorn la había informado bien y ella aprovecharía todas sus cartas, esto ya no era solo por sus clases de cocina, o por el pastel, ella tenía que abrirle los ojos a ese terco, ―adorable―, orgulloso, ―apuesto― y prometedor ―sexy― hombre.
― ¡Eso no tiene nada que ver con usted! Si no acepté fue por qué...
―Porque tiene su orgullo, y aunque diga que lo sacrificaría todo por su familia, aún quiere mantener intacto parte de ese orgullo, pero no se da cuenta que lo que mantiene es una actitud soberbia hacia las manos que se le extienden y déjeme decirle algo, ¡Usted no puede con todo solo!―Y antes de que el estallará como parecía que estaba por hacerlo agregó― De cierta manera es admirable, de verdad que tiene mi total respeto por proteger a quienes quiere y es por eso que quiero ayudarlo, sí renuncia ahora y no tiene un trabajo apropiado que garantice una entrada de dinero para mantener a sus hermanas, se convertirá en presa fácil para cualquiera que quiera hacerlo ver como un mal guardián para ellas. ―Aprovechando la atención que estaba obteniendo del joven chef enumeró con sus dedos― Joven, sin trabajo, que abandonó la universidad ¿Le suena a usted como el perfil de un guardián?
―Yo... no... ―La cólera que sintió hacía un momento se había convertido en una preocupación asfixiante. Por más que odiase admitirlo esa mujer tenía razón, sintió que de la boca de ella salían espadas que lo traspasaban con la verdad de sus argumentos. «¿Cómo pude haber sido tan imbécil? Lo que ella dice es verdad. ¡Me enfoqué en proteger a corto plazo! Me confié en mis ahorros y en la suerte. ¡Arriesgué a mis hermanas en una ruleta rusa!» Sentía el estómago revuelto al darse cuenta de su estupidez.
―Jellal, Jellal... ―El peliazul en su abismo de preocupación sintió una calidez recorrerle al oírla decir su nombre preocupada y aún más al sentir la mano de ella sobre la suya apretándola para tranquilizarlo. ―Actuó mal por el miedo de perderlas, pero aún no ha arriesgado nada. Ésta a tiempo de enmendar el error que iba a cometer ¿Aceptará mi ayuda? ¿Escuchará mi oferta? ―«¡Soy una idiota! No debí ser tan desconsiderada» Pensaba molesta consigo misma la pelirroja mientras observaba preocupada al peliazul que por un momento pareció desconectarse de la situación.
―Yo...
Tres pares de oídos estaban expectantes de la respuesta del peliazul.
De pronto parecía que el aire adquiría peso propio y los aplastaba con el pasar de los segundos... la pelirroja se quitó los lentes y le sostuvo la mirada, mientras le apretaba la mano.
Al ver esos hermosos, sinceros, gentiles ojos llenos de decisión Jellal Fernandes sintió que todas sus dudas cedían, que todos sus muros caían...
―Yo quiero escucharla... ―Los ojos de peliazul evidenciaban su nueva convicción.
Él tenía un deber para con sus hermanas, no permitiría que se las llevasen de su lado así tuviese que venderle su alma al diablo...
O en este caso...
A una hechicera seductoramente dulce...
¿Review?
T,T Sus reviews y estrellitas animan a seguir escribiendo T,T
Rincón De La Escritora En Proceso:
¡Pues ahora sí! Ya se conocieron y se pelearon y se desearon... ¡Jajaja! xD En pocas palabras, preliminares listo, las lecciones comienzan. D:
Estoy tan increíblemente contenta con sus reviews que esta semana he escrito bastante, no solo de "Dulce Destino" y "Mi Maid" sino también del abandonado "Zodiac" y además una adaptación de un libro y un short fic. ¡Sus reviews han creado un monstruo escribe fics. DDx
Por cierto, aclaro, "Mi Maid" se actualiza la segunda y cuarta semana del mes. "Dulce Destino" la primera y tercera semana. owo
Y por si acaso, las películas de Erza están basadas en sus armaduras. xD
¡Gracias de nuevo por su apoyo!
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro