Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

9. Mousse de Chocolate


La noche avanzaba lentamente en la mansión Park, y en el gran comedor, todo estaba preparado para la cena familiar.

Los padres de Sunghoon conversaban animadamente sobre los negocios, mientras Jake servía los platos con la atención habitual, pero su mente estaba muy lejos de las trivialidades del día a día.

El aire estaba cargado con el aroma del mousse de chocolate que había preparado especialmente para la cena, pero Jake apenas lo percibía, perdido en sus pensamientos sobre lo que había ocurrido horas antes en la cocina.

Sunghoon estaba sentado a la derecha de su padre, mirando con desinterés el plato frente a él.

No podía dejar de buscar a Jake con la mirada, notando cómo el omega evitaba mirarlo desde que entró al comedor. El silencio entre ellos era evidente, aunque el resto de la familia no lo percibía.

Fue entonces cuando la señora Park rompió el ambiente ligero con una noticia que Jake no esperaba escuchar.

—Sunghoon, querido —dijo su madre, esbozando una sonrisa mientras pasaba delicadamente la servilleta por sus labios—. Tu padre y yo hemos estado hablando y creemos que es hora de que pienses en tu futuro... ya sabes, en formar una familia.

Sunghoon levantó la vista, sus ojos fijos en su madre, pero su expresión seguía siendo inexpresiva.

Jake, que estaba sirviendo los últimos platos de postre, se detuvo por un segundo, sin poder evitar escuchar cada palabra.

—De hecho —continuó su madre—, los señores Choi, nuestros socios en Inglaterra, llegarán la próxima semana, y vendrán con su hija.

Ella es una omega muy agradable y con una buena educación. Pensamos que sería una excelente oportunidad para que te conozcas con ella. Tal vez podrías considerar... —hizo una pausa, sonriendo— . Una relación formal.

El silencio que siguió fue ensordecedor para Jake. Sus manos temblaron ligeramente mientras colocaba la copa de mousse frente al señor Park, pero su rostro se mantuvo neutral.

Solo su aroma traicionaba sus verdaderos sentimientos. Un aroma que hasta hace un momento había sido dulce y cálido, ahora se volvía agrio, lleno de decepción y pena.

Sunghoon lo notó al instante.

El cambio en el aire, en la fragancia de Jake, lo golpeó con fuerza. Sus sentidos se agudizaron, y aunque no apartó la mirada de su madre, su mente solo podía enfocarse en el omega que estaba a unos pasos de distancia.

—No estoy interesado —respondió Sunghoon de manera seca, antes de que su madre pudiera seguir hablando.

La señora Park lo miró con el ceño fruncido, sorprendida por la brusquedad en el tono de su hijo.

—¿No estás interesado? Sunghoon, no seas tan rápido en rechazar esta oportunidad. La señorita Choi proviene de una buena familia, es una omega educada y...

—He dicho que no estoy interesado —repitió Sunghoon, con más firmeza esta vez, cortando las palabras de su madre.

Jake no se quedó para escuchar más. Hizo una pequeña reverencia hacia la familia Park y rápidamente salió del comedor, con el corazón latiéndole a toda velocidad.

No era su lugar estar afectado por una conversación de ese tipo. Después de todo, Sunghoon era un alfa de alto estatus, y él... él no era nadie. Solo un empleado, un repostero que había estado soñando despierto con algo que nunca sería real.

Pero por mucho que intentara convencer a su mente, su corazón no estaba de acuerdo.

La decepción lo embargaba, y a pesar de todo lo que intentaba, no podía sacarse de la cabeza las palabras que había escuchado. ¿Cómo podría competir con alguien como la señorita Choi? Aquella omega tendría todo lo que él no podía ofrecer.

Esa noche, después de terminar sus labores, Jake regresó a la casa asignada para los empleados, un pequeño pero cómodo hogar apartado de la mansión principal.

Se sentó en la cama, mirando hacia la ventana, intentando ordenar sus pensamientos. Sabía que no debía dejar que esto lo afectara, pero el dolor en su pecho era innegable.

Cerró los ojos por un momento, intentando calmarse, cuando de repente escuchó un golpe suave en la puerta.

—¿Jake? —la voz de Sunghoon atravesó la quietud de la noche, llamándolo desde el otro lado.

Jake abrió los ojos de golpe, su corazón saltando en su pecho. ¿Por qué estaba Sunghoon allí? ¿Qué quería?

Se levantó lentamente, caminando hacia la puerta y abriéndola con cautela. Lo que encontró al otro lado le dejó sin palabras. Sunghoon estaba allí, sus ojos oscuros llenos de determinación, y antes de que Jake pudiera decir algo, el alfa entró en la pequeña casa, cerrando la puerta tras de sí.

—¿Qué estás haciendo aquí? —murmuró Jake, intentando mantener la compostura, aunque el simple hecho de tener a Sunghoon tan cerca de nuevo hacía que su corazón latiera descontroladamente.

—No podía esperar más —dijo Sunghoon, dando un paso más cerca de Jake. Su presencia llenó la habitación, y Jake sintió el calor que emanaba de su cuerpo—. No quiero que sigas pensando en lo que dijeron mis padres.

—¿Por qué no? —Jake trató de mantenerse firme—. Tienen razón. Debes seguir con tu vida, encontrar a alguien que sea adecuado para ti. Yo... solo soy un empleado, Sunghoon. Solo un repostero. No tengo nada que ofrecerte.

Sunghoon negó con la cabeza, avanzando hasta que estuvo tan cerca que Jake podía sentir su aliento en la piel.

—Deja de decir eso —gruñó Sunghoon, su voz baja y cargada de emoción—. Desde que te conocí, Jake, no hay nadie más en mi mente. Ningún otro omega, por mucho que mis padres insistan. Ninguno me interesa como tú lo haces.

Jake sintió que el aire se volvía más pesado, la intensidad en los ojos de Sunghoon lo envolvía, atrapándolo. Quiso responder, decirle que estaba siendo irracional, pero las palabras murieron en su garganta cuando Sunghoon lo tomó suavemente por la nuca y lo atrajo hacia sí.

El primer contacto de sus labios fue suave, casi inseguro. Pero luego, la intensidad creció, y ambos se rindieron al beso que llevaban evitando durante tanto tiempo.

Los labios de Sunghoon eran cálidos y exigentes, y Jake no pudo evitar corresponder, sintiendo cómo el deseo se entrelazaba con cada movimiento.

Cuando el beso terminó, Sunghoon apoyó su frente contra la de Jake, sus respiraciones entrecortadas llenando el silencio de la habitación.

—No me importa lo que digan los demás, Jake —susurró Sunghoon—. Eres el único omega que quiero.

Jake cerró los ojos, sintiendo cómo una mezcla de alivio y confusión lo invadía.

Quizás, solo quizás, lo que Sunghoon decía era verdad.


Primer beso a los ocho capítulos, es un record, suelo tardar como 10 🤭

Gracias por leer la historia ❤️

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro