5. Tarta de Limón y Merengue
El día después del sueño fue una tortura para Sunghoon. Apenas había dormido, y cuando lo hizo, su mente seguía volviendo a Jake y a esa sensación palpable de deseo que lo había invadido.
No importaba lo que intentara hacer para distraerse: leer, revisar correos o salir al jardín a correr, nada lo alejaba de la imagen de Jake, de ese aroma dulce que se le había grabado en lo más profundo.
Sunghoon decidió que era mejor mantenerse ocupado, o al menos intentarlo.
Después de todo, las vacaciones que había tomado en la mansión de su familia no debían ser solo una excusa para perder la cabeza por un bello omega.
Sin embargo, cada paso lo guiaba inevitablemente hacia la cocina. ¿Quizá podía decirle algo importante a Jake? Algo relacionado con la tarta para su "madre", claro.
Al abrir la puerta de la cocina, el inconfundible aroma de limón y azúcar le dio la bienvenida, cálido y fresco al mismo tiempo.
Jake estaba inclinado sobre el mostrador, cubriendo con merengue una tarta perfecta de limón, su rostro concentrado en cada detalle. No levantó la mirada cuando Sunghoon entró, pero Sunghoon supo que él estaba consciente de su presencia; lo sentía en la tensión sutil de los hombros de Jake.
—Estás muy concentrado hoy —dijo Sunghoon, buscando una excusa para hablar, aunque sabía bien que no necesitaba una.
Jake sonrió sin dejar de trabajar.
—Quiero que la tarta salga perfecta. A la señora Park le gustan los postres de limón, según me dijo la encargada de la cocina.
Sunghoon soltó una risa corta, sorprendido de que Jake tomara tan en serio la excusa que él mismo había inventado.
Pero había algo en la manera en que Jake trabajaba, en cómo se tomaba cada tarea con tanta dedicación, que lo hacía aún más atractivo.
No era solo el dulce aroma que Sunghoon no podía dejar de asociar con él; era la calma, la elegancia con la que Jake movía las manos, la forma en que su mirada se llenaba de determinación cuando estaba inmerso en su trabajo.
—Te preocupas demasiado por los detalles —dijo Sunghoon, acercándose un poco más, lo suficiente para que el aroma del limón y el azúcar no ocultaran completamente el perfume natural de Jake.
Jake finalmente levantó la mirada, sus ojos claros brillando con curiosidad.
—Supongo que es mi trabajo, señor Park. —Su voz era suave, educada, pero había algo más en sus palabras, algo que Sunghoon no podía descifrar del todo. ¿Era distancia? ¿Incomodidad?
O tal vez... ¿nerviosismo?
Sunghoon frunció el ceño, tratando de mantenerse firme. A pesar de todo lo que sentía, no podía ser tan obvio. Aún así, la tensión entre ellos era palpable.
Los días anteriores habían estado llenos de miradas furtivas, de pequeñas interacciones que parecían significar más de lo que ambos querían admitir.
—Jake... —Sunghoon comenzó, sin saber realmente qué quería decir, pero sintiendo la necesidad de llenar el espacio entre ambos.
Jake parpadeó, esperando, y Sunghoon sintió un tirón en el pecho. Recordó el sueño, el contacto, el beso.
Pero esto era la realidad, y sabía que aquí no podía simplemente ceder a sus deseos. No sin consecuencias.
—¿Estás bien aquí? —preguntó finalmente, optando por una pregunta más neutral, aunque no fuera la que realmente ardía en su interior.
Jake parpadeó, claramente sorprendido por la pregunta. Dejó el utensilio que estaba usando sobre el mostrador y se volvió completamente hacia Sunghoon, secándose las manos en su delantal.
—Sí, claro. Estoy bien. ¿Por qué lo pregunta? —había una ligera curiosidad en su tono, pero Sunghoon notó que también había una pizca de desconfianza.
Sunghoon dio un paso más, su mirada atrapada en los ojos de Jake. No podía alejarse, ni física ni emocionalmente. Y aunque sabía que debería retroceder, algo lo empujaba a avanzar.
—Porque... —Sunghoon hizo una pausa, buscando las palabras correctas—. No quiero que te sientas incómodo, mi madre suele ser, tu sabes, demandante.
Jake lo miró, claramente desconcertado, pero antes de que pudiera responder, el alfa añadió:
—Quiero que sepas que si algo te molesta... lo que sea... puedes decírmelo. —Sunghoon notó que su voz había bajado hasta volverse apenas un susurro, como si estuviera compartiendo un secreto.
Jake lo miró fijamente, y durante un largo momento, ninguno de los dos habló. El silencio entre ellos era denso, cargado de todo lo que no se habían dicho hasta ahora. Finalmente, Jake asintió lentamente, pero su expresión seguía siendo difícil de leer.
—Agradezco eso, señor Park —dijo Jake con una pequeña sonrisa, aunque no parecía completamente relajado—. Pero estoy bien. De verdad.
Sunghoon asintió, aunque sabía que había algo más. Algo que Jake no estaba diciendo. Pero no podía forzarlo. No ahora.
—Bien. Entonces... me alegra escucharlo —respondió, su voz más firme, aunque seguía sintiendo esa incomodidad arremolinándose en su pecho.
El alfa dio un paso atrás, dándose cuenta de que cualquier excusa que hubiera usado para acercarse ya se estaba desvaneciendo. Pero mientras se preparaba para irse, Jake lo llamó de vuelta.
—Sunghoon... —dijo, dejando a un lado las formalidades que siempre utilizaba—. Si alguna vez quieres... probar algo que hago, solo tienes que pedírmelo. No necesitas excusas.
Sunghoon se quedó helado por un segundo, su mirada fija en Jake. El omega lo había atrapado, de alguna manera. Sabía que Sunghoon buscaba cualquier pretexto para acercarse, y, aunque no lo había dicho abiertamente, lo invitaba a ser honesto.
Una sonrisa lenta se extendió por el rostro de Sunghoon, un brillo juguetón en sus ojos.
—Lo tendré en cuenta. Pero debo admitir... —hizo una pausa, bajando la voz hasta convertirla en un susurro apenas audible— .Que no solo vengo aquí por los postres.
Jake se ruborizó ligeramente, pero antes de que pudiera responder, Sunghoon salió de la cocina, dejándolo con sus pensamientos y con el aroma del limón y el merengue flotando en el aire.
Mientras caminaba por los pasillos de la mansión, Sunghoon sonrió para sí mismo, sabiendo que, por más que intentara resistirse, el dulce omega ya había comenzado a derribar los muros que había construido alrededor de su corazón.
Pero Jaaakeee 🤭
Gracias por leer la historia ❤️
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