18. Juegos de Poder y Desafíos
Lara se quedó observando a Sunghoon y Jake desaparecer por los pasillos, con una expresión de rabia e incredulidad en su rostro.
Nunca, en toda su vida, había sido ignorada de esa manera, y mucho menos por alguien como Sunghoon, quien siempre había sido el centro de atención de todas las omegas en sus círculos. ¿Cómo era posible que prefiriera a un omega simple, sin rango, sin influencia? Lara no podía soportarlo.
Esa noche, después de la cena, con la cabeza llena de planes y preguntas, buscó a la señora Park en la sala de estar. La encontró tranquilamente bebiendo té, con la mirada perdida en el fuego de la chimenea, una imagen perfecta de la serenidad y el control.
—Señora Park —comenzó Lara, caminando hacia ella con pasos decididos—. Necesito hablar con usted.
La señora Park levantó la mirada con una sonrisa ligera en los labios, anticipando lo que la joven omega tenía en mente.
—Por supuesto, querida. ¿Qué te preocupa? —preguntó, haciéndole un gesto para que se sentara a su lado.
Lara se acomodó en el sillón frente a ella, su rostro endurecido por la frustración.
—Es ese omega, Jake —escupió su nombre con desdén—. No entiendo por qué lo tienen aquí. Sunghoon... él parece estar cegado por él, pero usted y yo sabemos que no es más que una distracción. No debería ser difícil deshacerse de alguien como él. ¿Por qué no simplemente lo despide y lo echa a la calle junto con su hijo? Todo esto sería mucho más sencillo.
La señora Park la escuchó pacientemente, pero una sonrisa lenta y entretenida se extendió por sus labios al escuchar la sugerencia de la joven. Sus ojos brillaban con una mezcla de astucia y malicia que no solía mostrar abiertamente.
—Lara, querida —comenzó, su tono suave pero condescendiente—. Despedirlo sería demasiado fácil, y créeme, ya lo habría hecho si no hubiera otras cosas en juego.
Lara frunció el ceño, claramente confundida. Para ella, todo esto era simple. Jake no pertenecía a ese mundo, y cuanto antes lo entendiera, mejor.
—¿A qué se refiere? —preguntó, sin poder ocultar su frustración.
La señora Park dejó la taza de té en la mesa con elegancia y se inclinó un poco hacia Lara, como si estuviera a punto de compartir un secreto.
—Jake es mi pequeño proyecto de caridad —explicó, su voz cargada de un tono de diversión—. Sabes cómo es nuestro círculo social. Todos me admiran por haber "rescatado" a un joven omega con un hijo. Lo ven como una muestra de mi generosidad y magnanimidad. Despedirlo sin razón aparente arruinaría mi reputación y crearía preguntas que no quiero responder. —Hizo una pausa, observando el rostro de Lara—. Entenderás, querida, que en la alta sociedad, la hipocresía es una moneda de cambio. Todo lo que hacemos tiene un propósito mayor.
Lara se quedó en silencio, procesando las palabras de la señora Park. No era solo cuestión de eliminar al omega, sino de hacerlo sin que afectara la imagen de la familia Park.
La clase alta vivía de las apariencias, y eso lo sabía bien, pero no esperaba que Jake tuviera ese tipo de valor en este intrincado juego social.
—Entonces, ¿qué sugiere que haga? —preguntó Lara, más calmada pero aún decidida a deshacerse de Jake.
La señora Park sonrió, satisfecha de que Lara estuviera empezando a comprender.
—Jake es un obstáculo, sí, pero no uno insuperable. Si realmente quieres quedarte con Sunghoon, deberás usar todas las armas que tienes como omega. Tienes belleza, inteligencia y el apoyo de nuestras familias. Sunghoon puede estar distraído ahora, pero los caprichos de los jóvenes alfas son así, pasajeros. Lo que necesitas hacer es atraerlo de vuelta. Demuéstrale que tú eres la mejor opción, la más adecuada. Hazlo tuyo.
Lara inclinó la cabeza, intrigada pero aún insegura.
—¿Y cómo sugiere que lo haga? —preguntó, su voz más suave, ahora dispuesta a escuchar.
La señora Park se recostó en su sillón, evaluando a Lara por un momento antes de responder.
—Tómalo como un reto —dijo, su tono gélido pero calculador—. Los alfas, incluso aquellos tan obstinados como mi hijo, no pueden resistirse a una omega que sabe cómo usar su encanto. Recuerda que Sunghoon es alguien con un legado que cumplir, y aunque él no quiera admitirlo ahora, la presión de nuestra clase siempre lo arrastrará de vuelta. Solo necesitas ser paciente y estratégica. Dale razones para pensar que Jake no es más que una aventura pasajera. Y cuando llegue el momento, serás tú quien esté a su lado.
Lara asintió lentamente, procesando las palabras de la señora Park. El fuego de la determinación comenzó a arder en sus ojos.
Ella era una omega que siempre conseguía lo que quería, y Sunghoon no iba a ser la excepción. Jake no era más que un inconveniente, un error temporal en el camino. Y ella sabía exactamente cómo hacer que ese error desapareciera.
—Lo haré —dijo Lara finalmente, con una sonrisa que no llegaba a sus ojos—. No dejaré que ese omega se interponga en mi camino.
La señora Park sonrió complacida, mientras tomaba nuevamente su taza de té.
—Eso es lo que quería escuchar, querida. A veces, las batallas no se ganan con fuerza, sino con astucia. Y créeme, Sunghoon acabará por ver las cosas como debe.
Lara se levantó del sillón, su mente ya trabajando en su próximo movimiento. Jake podría haber tenido la ventaja hasta ahora, pero las cosas iban a cambiar. Iba a demostrarle a todos, especialmente a Sunghoon, que ella era la única omega digna de estar a su lado.
Mientras se dirigía hacia la salida, la señora Park la observó con satisfacción. Sabía que había encontrado a una aliada en Lara. Alguien que podía ayudar a traer a su hijo de vuelta al camino correcto.
Al fin y al cabo, el amor verdadero, en su opinión, no existía para los alfas de su clase. Solo los acuerdos convenientes y las alianzas bien calculadas.
Y Jake, aunque tal vez fuera una pequeña distracción, pronto aprendería que el amor no siempre es suficiente para vencer la dura realidad de la alta sociedad.
Gracias por leer la historia ❤️
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