05
Después de contarle a Taehyung lo ocurrido, ambos comenzaron a ordenar sus cosas. Querían aprovechar el tiempo, ya que ese día no habían abierto la cafetería.
─Finalmente podremos descansar ─dijo el castaño, tirándose descuidadamente en el sofá.
No habían comido todavía.
─Yo iré a ducharme ─informó Jimin.
─¿Pedimos pizza, no? Estoy cansado para pensar en cocinar ─le consultó Kim.
─De todas formas no tenemos nada ─rió Park─. Mañana iré al supermercado.
─De acuerdo ─dijo Taehyung, y tomó su teléfono para hacer el pedido.
Cuando Jimin salió de la ducha, la pizza todavía no había llegado.
─Mi turno, Mimi ─avisó Tae─. Dejé el dinero sobre la mesa ─informó antes de ir a ducharse.
─¡No, Tae, atiende tú! ─protestó demasiado tarde, pues el castaño ya había entrado a la regadera.
Jimin tan sólo se había colocado un bóxer y un enorme suéter que apenas cubría sus muslos, no quería que lo vieran así.
Decidió ir a buscar unos pantalones, pero él timbre sonó en ese momento. Tomó el dinero y se dispuso a abrir.
Jimin se sintió sonrojar cuando el repartidor le echó un vistazo de pies a cabeza, se apresuró a recibir la pizza, entregó el dinero y el chico se marchó.
El rubio estaba girándose para entrar cuando sintió una mirada sobre él, deteniéndose notó al pelinegro en su puerta, así que se aclaró la garganta llamando su atención.
─¿Así que el acosador soy yo? ─preguntó Park, arqueando una ceja.
Por un segundo notó que él pelinegro se ponía nervioso, pero enseguida se defendió.
─Oh, por favor, no vas a pensar que yo miraría a alguien como tú. En verdad me preguntaba por qué la gente es tan desvergonzada para pasearse semidesnuda sin pensar en el trauma que nos podría causar a los demás.
El rubio abrió completamente la boca, sorprendido por lo que Jungkook acababa de decir.
─¿Qué demonios? ─chilló Jimin, y lo apuntó con su dedo índice─. ¡Tú no eres más que un engreído maleducado!
El pelinegro lo miraba divertido, el rubio frente a él trataba de parecer amenazador, pero no hacía más que lucir tierno.
─Disfruta tu cena ─soltó su vecino, confundiendo a Jimin y entrando en su departamento.
Jimin se quedó confundido por un rato antes de decidir restarle importancia y entrar a su propio piso, seguramente Taehyung ya estaba fuera de la ducha.
•••
Jimin se levantó un poco más temprano de lo habitual, se colocó unos jeans, una sudadera y salió en dirección al supermercado. Tendría un día ocupado en la cafetería, así que si no hacía las compras ya mismo, después no podría.
Después de una hora, su carrito de compras tenía todo lo que probablemente ocuparía. Repasando su lista, encontró que se estaba olvidando de su helado favorito.
Caminó hasta el pasillo donde se encontraban, notando que sólo quedaba un bote de su sabor favorito. Abrió la puerta del refrigerador dispuesto a tomarlo, cuando otra mano se adelantó.
─¡Oye, yo iba a tomar eso! ─exclamó, y enfadado se giró para enfrentar al ladrón de helados, encontrándose de frente con el pelinegro.
El chico también lucía sorprendido de encontrarse con el rubio, pero inmediatamente se recompuso.
─Ibas, tú lo has dicho ─lo puso en su carrito de compras y trató de continuar su camino, pero Jimin se interpuso.
─Dame eso ─dijo Park, haciendo referencia al bote de helado.
Podía simplemente tomarlo, pero no quería ser tan grosero cómo él.
─Por supuesto que no ─respondió Jungkook.
─Dámelo ─pidió Jimin nuevamente─, yo lo vi primero.
─No puedes asegurar eso ─dijo Jeon.
El rubio decidió dejar de ser amable y se dispuso a tomarlo, pero nuevamente el pelinegro bloqueó su movimiento.
Comenzaron a forcejear por un momento, entonces Jungkook se adueñó del bote y lo puso a su altura, sabiendo que Jimin era un poco más bajo que él.
─Es mío, y me lo llevo ─dijo victorioso.
El rubio, enfadado, se impulsó de puntillas para arrebatarlo, pero con su movimiento sólo logró que sus labios se estamparan con los del pelinegro. Jimin se quedó unos segundos ahí con los ojos muy abiertos por tal cosa, por otro lado Jungkook permaneció con los ojos cerrados. Cuando trató de alejarse, la mano libre del pelinegro lo asujetó por la cintura, prolongando el contacto. Jungkook se atrevió a mover los labios, pero Jimin permaneció inerte.
Reaccionando, finalmente dejó ir a un rubio completamente sonrojado.
─Yo... ─Jimin olvidó el tema del helado y se marchó a la caja para pagar sus compras.
El pelinegro sonrió de lado por la expresión del chico.
•••
Era la hora del almuerzo y Jungkook pensaba quedarse en la oficina para adelantar trabajo.
Tomó un contrato y comenzó a leerlo cuando Sophia, su amiga y asistente, le informó que tenía una visita.
Salió a mirar de quién se trataba, encontrándose con Hana. La rubia portaba un precioso vestido y lo esperaba con una sonrisa.
─Jungkook ─se aproximó a dejar un beso en sus labios, pero el pelinegro, notando su intención, se giró para obtener el beso en su mejilla.
─Hana, es mi lugar de trabajo ─se disculpó─. ¿Qué te trae por aquí?
─Simplemente vine a visitarte ─dijo la rubia─, como no me has llamado... ─trató de acercarse una vez más a él, acomodando el nudo de su corbata.
Jungkook la alejó.
─De acuerdo, ¿quieres ir a almorzar? ─propuso.
─Vamos ─aceptó Hana─. Conozco un lugar que abrió hace poco, te va a encantar.
El pelinegro la siguió sin agregar nada.
En su momento había apreciado el cariño y compañía de la chica, pero cuando notó que algo faltaba en su relación, se sinceró con ella.
Era una buena persona, pero ya no sentía las mariposas revoloteando en su estómago al verla.
Estaban por llegar al restaurante sugerido por Hana cuando se encontraron de frente a un par de personas.
─Rápido, Tae ─dijo Jimin, tirando del brazo de Taehyung─, te digo que tenemos poco tiempo para volver... ─sus palabras se quedaron en el aire cuando se cruzaron con el pelinegro y su acompañante.
Jimin abrió los ojos, mostrándose nervioso. Trató de seguir su camino, pero a Hana se le ocurrió hablar.
─¡Hey! Tú eres el chico de la otra noche ─dijo Hana, señalándolo─. Jungkook me contó todo y ahora no es más que un incidente bastante divertido ─agregó la rubia─. Aunque ¿sabes? Deberías disculparte, por poco y me creo que Jungkook estaba saliendo contigo ─hizo un gesto que a Jimin no le gustó nada.
─Ah, ¿y cómo sabes que Jungkook no te mintió? ─decidió preguntar el rubio.
─Es fácil, Jungkook no es gay, a él sólo le atraen las chicas ─aclaró la rubia con autosuficiencia.
Un ligero brillo cruzó por los ojos de Park.
Jungkook trató de interferir, pero el rubio habló de nuevo.
─¿Ah, es así? ─Jimin se encogió de hombros─. Kook, ¿por qué no le contaste sobre nuestro beso de esta mañana?
─¡¿Qué?! ─exclamó Hana, mirando de Jimin a Jungkook
─¡Oh, mierda! ¿Se besaron? ─preguntó el castaño divertido por toda la situación,─. ¿Por qué no me contaste?
El rubio silenció a Taehyung, pero de todos modos Hana ya no les prestaba atención a ellos, su mirada estaba dirigida a Jungkook.
Jimin no se quedó ahí para escuchar la explicación del pelinegro. Tomó su oportunidad de escabullirse y llevó a Taehyung con él.
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