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🌸•Especial•🌸


Colocando un vaso de zumo sobre la bandeja, Yoongi sonrió satisfecho al terminar de preparar el desayuno para su pareja y él.

Había preparado todo al gusto de su cachorro, pues era un día realmente importante en la vida de su pareja y el alfa quería que todo saliera absolutamente perfecto para su omega.

Casi dos años y medio de arduo esfuerzo para su cachorro estaban dando resultados, Jimin finalmente se graduaría de la universidad alcanzando su meta.

Acomodando las cosas en la bandeja, el rubio arena la tomó entre sus manos y subió a su habitación.

—Me sorprende que ya estés despierto —pronunció contemplando al pelirrojo sentado en la cama con su espalda recargada en el respaldar de ésta—. Pensé que aún estarías durmiendo después de la hora en la que te dormiste finalmente anoche —observó acercándose.

—Puede que esté algo ansioso —confesó con una pequeña sonrisita de labios—. Lo suficiente como para haberme despertado cuando deje de sentirte a mi lado.

Observando con ternura a su pareja, el alfa dejó la bandeja sobre el regazo de Jimin y luego se inclinó sobre él besando castamente sus rellenos labios, y seguido, la marca en el cuello de su omega.

—No tienes que estar nervioso, todo saldrá bien hoy —prometió sentándose frente al menor.

—Dije ansioso, no nervioso —corrigió.

Yoongi simplemente arqueó una ceja y luego dirigió su mirada hacia el cuello del pelirrojo. El lazo que les unía le permitía saber al alfa de las emociones del omega, al igual que al contrario.

—Bueno, puede que también esté un poco nervioso —reconoció al verse atrapado, soltando una ligera risa alegre que contagió a su alfa.

—Vamos cachorro, come —indicó—. He preparado solo cosas que te gustan.

—No era necesario, Hyung —dijo con cariño ante el gesto del mayor.

—Me conformo con un "gracias amor, eres el mejor alfa" —expresó Yoongi, logrando que el contrario negara con su cabeza, divertido.

—Gracias amor, y sabes que eres el mejor alfa del mundo entero —pronunció comenzando a comer su desayuno junto a su pareja.

—Me conformo con ser el de tu mundo —le guiñó un ojo.

Ahogando una carcajada, Jimin llevó una de sus manos hacia su boca—. Dios, te has vuelto bastante cursi, Yoongi-ah —bromeó entre risas.

—Eish, ¿y de quién es la culpa? —acusó empeorando la risa del contrario.

—Te amo —pronunció el pelirrojo omega con una linda sonrisa de ojos cuando finalmente dejó de reír.

—Yo igual, amor —respondió antes de tomar un sorbo del zumo sabor naranja.

—No es que me moleste pero, ¿no irás a trabajar hoy, Hyung? —pregunto curioso.

—¿Qué clase de alfa sería si no acompaño a mi pareja en un día tan importante como hoy? —exclamo con algo de dramatismo.

Jimin sonrió, realmente amaba los momentos en que su pareja se volvía todo juguetón y bromista, así como también sus momentos de seriedad, en teoría, amaba todo del hombre frente a él.

—La universidad organizó una ceremonia pequeña y entre estudiantes —le recordó.

—De todas formas iré contigo, perfectamente te puedo esperar afuera —aseguró como si no fuera la gran cosa.

Pero Jimin sabía que el alfa estaba un poco decepcionado por no poder acompañarlo en todo momento, su lazo lo delataba.

—¿En serio? —preguntó inclinando la cabeza ligeramente hacia la izquierda—. Entonces creo que no será necesario entregarte la invitación, y tanto que me costó conseguirla —suspiro fingido—. Tal vez se la dé a uno de los chicos para no malgastar mi esfuerzo, Jin se veía bastante emocionado al respecto también.

—No te atrevas —advirtió—. ¿De qué invitación hablamos? —cuestionó inmediatamente el mayor, sus hermosos ojos con un brillo ansioso similar al de un niño pequeño esperando su anhelado juguete.

El omega rió suavemente ante su comparación y dejando la bandeja en el regazo de su pareja, se levantó de la cama revelando sus desnudos muslos apenas siendo cubiertos por la parte superior del pijama de su alfa y que usaba Jimin, el cual le llegaban poco más abajo de su trasero, cubriendo su bóxer.

Sintiendo la mirada de su alfa sobre su cuerpo, el omega sonrió travieso al agacharse para recoger su mochila. Al volverse, arqueó una ceja ante el mayor, quien mordía su labio inferior.

—Yoonie, no te distraigas —se burló volviendo a su lado, sentándose nuevamente frente a él.

—Eres malvado Minnie, tentarme así —acusó con sus ojos entrecerrados.

El pelirrojo le sacó la lengua divertido antes de finalmente extenderle un sobre blanco—. Ábrelo —pidió.

Curioso, el alfa dejó la bandeja sobre el colchón de la cama y recibió el sobre. Bajo unos dulces ojos mieles, lo abrió descubriendo la invitación a la graduación...

—Pero... Pensé que no había invitados —exclamó sorprendido.

—Y supuestamente no los habría —coincidió—. Pero luego de hablarlo con unos compañeros y después con el encargado, logramos que aquellos que quisieran invitar a alguien podían hacerlo pero solo a una persona —explicó—. La ceremonia seguirá siendo como estaba planeada, pero los invitados se quedarán en la parte trasera del aula y observaran hasta que termine —dijo observándolo algo dudoso.

Después de todo su graduación estaba siendo diferente a la de Jungkook, en la cual todos habían sido invitados a presenciar la ceremonia y tuvieron asientos en primera fila frente al escenario donde se desarrollaba.

Pero ambas eran universidades diferentes y por lo tanto, cada una lo celebraba de diversas formas.

—Es perfecto —sonrió Yoongi—. Gracias por darme la oportunidad de estar a tu lado en un momento tan importante, cachorro.

—Eres lo más importante para mí, Hyung —expresó tomando su mano y entrelazando sus dedos.

—Y tú para mí —dijo alzando sus manos unidas, depositando un dulce beso—. Ahora, vamos, tenemos que cambiarnos de ropa y salir antes de que Shuga y Chim despierten junto a sus hijos —anuncio animado.

Ya que sabía que si esas mini bestias despertaban, no les iban a dejar tranquilos.

—Ellos solo son juguetones —defendió divertido.

—Claro, solo lo dices porque ambas mini bestias salieron iguales de protectores que el padre contigo —bufó—. No me sorprendería si Shuga fue quien les enseñó a esos pequeños molestar a Jungkook en cuanto le ven, no es posible que uno sea tan odiado o molestado por las aves —rió.

Jimin rió mientras se volvía a levantar de la cama en compañía de su pareja, listo para enfrentar un importante día en su vida junto al hombre que amaba.

—Es que simplemente no es justo —se quejó Taehyung mientras tomaba a su pequeño Beom-gyu en brazos—. ¿Por qué Jimin-ah tenía que estudiar en la Universidad Nacional de Seoul? ¿No podía ser otra?

—Tú solo te quejas porque empiezas a estudiar otra vez el próximo año y Minnie ya no estará ahí —indicó su alfa, toma de la mesa la mochila con un infantil conejito decorándolo, junto con las otras cosas de su hijo.

—Bueno dah —respondió obvio—. ¿Qué sentido tiene sino que hubiera estado haciendo planes de cambiarme a su universidad si al final él ya no iba a estar?

—Como si fuera su culpa que su carrera fuera de dos años —rió Jungkook, saliendo de la casa de su padre.

Con su madre aún en tratamiento, la pareja había decidido vivir en la gran casa de los Min para no dejar solo al alfa mayor, aunque no lo expresaran, todos temían que Joongki cayera en depresión ante la lejanía de su pareja.

Pero afortunadamente, el pequeño Beom-gyu había llegado a ser una hermosa distracción y una linda motivación para la madre de Jungkook.

Quien realmente, estaba mucho mejor y si seguía así, estaba la posibilidad de que pronto volviera a casa para la alegría de todos.

Hyekyo realmente había tenido un cambio para mejor luego de la primera visita de Jimin, donde ambos volvieron a abrir sus corazones al otro buscando el perdón y dejando de lado el dolor para perdonar, y así, seguir adelante.

—Además, solo te quedan dos años para terminarla, tú puedes hacerlo bebé —animo el alfa.

Deteniéndose, Taehyung observó con amor a su pareja antes de besarlo, siendo interrumpido por un pequeño hombrecito. El cachorro observaba a ambos padres estirando sus labios en un pequeño piquito, pidiendo también un besito.

—Aigoo, si eres una ternura al igual que tu papi —exclamó Jungkook, besando los pequeños labios de su hijo al igual que Taehyung.

El cachorro de dos añitos rió después de recibir la atención de sus padres y ocultó su rostro en el cuello del omega.

—Vamos, tenemos que ir a felicitar a Minnie —le recordó Taehyung, dirigiéndose al auto que Jungkook había tenido que cambiar por su motocicleta, todo por el bien de su familia.

—Su graduación aún no comienza —Jungkook dijo luego de revisar la hora.

—Pero debemos de hacerle compañía a Yoongi hyung, quien seguramente le esperará afuera —explicó colocando con cuidado a su hijo en su sillita en los asientos traseros.

—¿No deberíamos de esperar a tu madre? —pregunto subiéndose al auto.

—No, le dije que fuera a buscar a nuestro conejito a la universidad —respondió una vez estuvo sentado al lado de su pareja—. ¿Seguro de que no te molesta que lo cuide ella? —preguntó mientras se colocaba el cinturón de seguridad.

—En estos dos años nos ha demostrado que ha cambiado y no es la primera vez que está con él, es su nieto consentido, al igual que el de Nana —le recordó logrando que el contrario sonriera—. El único que da problemas aquí es tu padre, bebé, aunque últimamente no lo hemos visto.

—Creo que discutió con mi madre —explicó sin muchos detalles con un encogimiento de hombros, buscando su celular en su bolsillo.

—¿Quién es? —pregunto Jungkook cuando su pareja revisó su celular.

—Es Jin y Nam, todavía se están quejando porque no podrán ir a buscar a Minnie con nosotros —rió.

—Pero es sábado, cierran temprano —rió colocando música infantil para su cachorro—. Además, quedamos en encontrarnos para celebrar después.

—Ya sabes cómo son ellos, creo que hasta le pidieron a tu padre que fuera por Sana a su taller de ballet y que le cuidara —negó con su cabeza.

—Y con tu madre cuidando de nuestro conejito, solo significa una cosa —sonrió—. Hoy se bebe.

—Tal vez yo porque no conduzco pero tú, Namjoon y Yoongi no podrán —indicó divertido.

—Hey, le quitas lo divertido al momento —refunfuño.

—Si kookie, ahora silencio que llamaré a Yoongi —advirtió colocando el celular contra su oído—. ¿Hola? ¿Hyung?

Hola Taehyung —saludo el mayor—. ¿Sucede algo?

—No, ya vamos en camino y quería saber si la ceremonia ya comenzó —explicó.

Está por comenzar —respondió luego de observar a su alrededor y como más estudiantes comenzaban a llegar.

—Uh, creo que llegaremos un poco tarde para hacerte compañía, Hyung —pronunció el omega observando hacia el frente—. Kookie quedó atrapado en el tráfico.

—Que no es mi culpa —refutó tentado a tocar el claxon pero eso solo asustaría a su pequeño y sería regañado por ello.

Está bien, Minnie consiguió una invitación para que me dejaran entrar con él —informó con orgullo.

—Hey, eso no es justo —se quejó el omega—. ¿Por qué solo consiguió una para ti, Hyung?

Porque me ama más a mí —respondió divertido, observando a su pareja acercarse mientras escuchaba las quejas del menor—. Adiós Tae, nos vemos aquí —se despidió cortando el lamento dramático del omega.

—¿Quién era? —pregunto curioso el pelirrojo una vez estuvo frente a su alfa.

—Taehyung informando que quedaron atrapados en el tráfico —respondió contemplando a su pareja vestida con aquella toga de graduación en color negro y rojo.

—¿No lo estabas molestando, cierto? —pregunto con sus ojos entrecerrados.

—Claro que no, bebé —respondió tomando de la mano el sombrero para colocárselo sobre su cabeza—. Falta la borla del birrete —observó.

—Se salió y no pude ponérselo —explicó sacando una de sus manos con el nombrado objeto similar a una cinta.

Tomándolo, el alfa se lo colocó en la parte superior del gorro.

—Listo, estás hermoso —halago consiguiendo un suave rubor en las regordetas mejillas.

—Tú lo estás Hyung, estás muy guapo y no dejan de verte —refunfuño acercándose y rodeándolo con sus brazos, levantándose un poco en la punta de sus pies para apoyar su mentón en el hombro derecho de su alfa.

Que su alfa usara traje siempre le hacía ver muy varonil y apuesto, bueno, para Jimin con cualquier ropa se veía así en realidad.

—Estoy bastante seguro de que a quien miran, es a ti, cachorro —debatió rodeándolo con sus brazos también—. ¿Nervioso?

—Un poco, pero sabiendo que tú estarás ahí conmigo estoy mejor —suspiro después de capturar profundamente el aroma de su pareja combinado con el suyo.

—Amor, parece que ya va a comenzar la ceremonia —pronunció el alfa al percibir como algunos compañeros de su pareja se comenzaban a reunir.

—Bien, ¿tienes la entrada? —pregunto alejándose.

—Aquí —respondió señalando el bolsillo interior de su chaqueta.

—Iré primero entonces —anunció besando castamente al mayor—. Recuerda que tienes que ir con el encargado cuando comience a llamar a los invitados —dijo antes de alejarse a ir al lado de sus compañeros.

Observando a su cachorro alejarse y luego desaparecer junto a sus compañeros en el interior de la edificación, Yoongi esperó unos diez minutos antes de ser llamado junto a otras nueve personas.

Parecía que su pareja realmente había luchado por conseguir una invitación para él y eso provocaba que el sentimiento en su pecho fuera cálido ante el esfuerzo de Jimin para lograr que estuviera a su lado.

En silencio, todos fueron guiados a una gran habitación decorada sutil pero de forma elegante y se les pidió que se ubicaran con prudencia y discreción en la parte trasera para no distraer a los estudiantes ya organizados en sus respectivos lugares.

Como en toda ceremonia, inició con un discurso del director de la universidad, luego siguió con unas palabras de un par de profesores recordando la importancia de estudiar y el deseo de que les vaya bien en la vida junto a sus futuros planes.

Cuando comenzaron a llamar a los estudiantes para entregar los diplomas, Yoongi no pudo evitar sonreír con orgullo y aplaudir con fuerza cuando fue el turno de su pareja.

Y cuando sus ojos se conectaron, estiró sus labios enviándole un beso. El alfa rió por lo bajo cuando su pareja correspondió cerrándole un ojo antes de tomar la foto y volver a su puesto junto a sus compañeros y amigos.

Al terminar de entregar los diplomas, uno de los estudiantes subió al podio para dar un discurso bastante emotivo que a más de alguno sacó una lágrima. Al terminar, imágenes de los estudiantes en sus clases y salidas fueron proyectadas, así como también unos videos.

Aquellos viajes de estudios habían sido algo difícil para la pareja, ya que sus lobos habían sufrido un poco la separación pero era un momento en la vida de Jimin que Yoongi no estaba dispuesto a arrebatarle, era una experiencia necesaria en la universidad que el alfa quería que su pareja viviera, al igual que él la vivió en su momento.

Cuando finalmente la pequeña ceremonia terminó, todos los estudiantes hicieron una reverencia en agradecimiento y luego enderezaron sus cuerpos con gritos de alegría y furor mientras lanzaban al aire el birrete.

En ese momento, Yoongi aprovechó de salir en silencio del lugar.

Riendo alegremente con unos compañeros, Jimin abrazó a sus amigos que lo habían acompañado en esos dos años.

—Jimin-ah, ¿puedo hablar contigo? —pregunto una de sus compañeras.

—Claro —asintió dejando de buscar con la mirada a su alfa.

Siguiendo a la beta fuera del aula a un lugar menos ruidoso, el pelirrojo contempló con curiosidad a su ahora excompañera.

—Yo solo quería decirte que me gustas —anunció sorprendiendo a Jimin.

—Lo siento... Yo —balbuceo sin saber que decir, todos sabían que él estaba felizmente emparejado con su alfa.

Había quedado bastante claro cuando un chico de un curso superior le había invitado a beber y luego su sunbae le había seguido a la salida no aceptando un no por respuesta, encontrándose con Yoongi quien con elegancia dejó muy claro que Jimin era suyo, su pareja y su omega.

Nadie le había vuelto a molestar luego de ello.

—Está bien —negó la chica—. Sé que tienes un alfa y aunque tal vez no entienda mucho esto de las marcas al ser una beta, puedo saber con solo mirarlos que se aman, es tan puro y sincero —expresó con una pequeña sonrisa—. Yo solo no me quería quedar con ese sentimiento de arrepentimiento por no habértelo dicho a pesar de que sabía la respuesta —explicó un poco apenada.

—Sé que encontrarás a alguien que te ame algún día —pronunció el omega un poco tocado por su compañera.

—Solo debo esperar —rió bajo—. Y ya no te detengo más, gracias por escucharme.

Despidiéndose, Jimin salió de las instalaciones buscando entre las personas a su alfa.

Cuando el característico sonido de cascabeles provino de su espalda, el omega volteó contemplando a sus amigos y a su alfa con un arreglo de flores entre sus brazos.

—Felicidades, cachorro —expresó Yoongi con una sonrisa orgullosa.

Soltando una risita de emoción, el pelirrojo omega se lanzó a los brazos de su pareja, quien hábilmente alcanzó a sacar las flores del camino para que no fueran aplastadas con su cuerpo.

—Te amo —expresó alejándose apenas del rostro del mayor.

—Te amo —correspondió Yoongi, uniendo sus labios finalmente en un beso lleno de amor y ternura, consiguiendo unos cuantos silbidos ante lo duradero que se volvió.

—Yoongi-ah, nosotros también queremos felicitarlo —anuncio SeokJin recordando su presencia a la pareja, quienes riendo entre beso, finalmente se separaron.

—¡Jinnie! —exclamó el pelirrojo antes de abrazar con fuerza al omega.

—Felicidades, Jiminnie, estoy muy feliz por ti —pronunció el mayor.

—Pensé que no les vería hasta mucho más tarde —comentó el menor antes de ser arrastrado a los brazos de Namjoon.

—¡Felicidades! —exclamó—. Tío Hyuk apareció echándonos de la cocina y anunciando que él se encargaría, como solo quedaba un par de horas para cerrar, aceptamos —explicó el alfa—. Por cierto, él también te manda saludos y felicitaciones.

—¿Y Sana? —pregunto antes de ser jalado a unos fuertes brazos—. Jungkook —rió el pelirrojo.

—Con cuidado Kookie, no te defenderé si Yoongi-ah te golpea —advirtió la pareja de este.

—Yo también quiero felicitar a mi hermano —se excusó abrazándolo con fuerzas antes de alejarse un poco—. Aigoo, mira como creces ¡ya hasta te graduaste! —se mofó desordenándole el cabello.

—Kookie —se quejó el omega, golpeando las manos del más alto para alejarlas de su castaño rojizo cabello.

—Estoy muy feliz por ti, Minnie —exclamó Taehyung abrazándolo por los hombros—. Cumpliste tu meta, terminaste la universidad.

—Gracias Tae —sonrió—. ¿Y el pequeño Beom-gyu? —pregunto al no verlo tampoco.

—Mi madre vino por él y Sana se fue con su abuelo Joongki —explicó Taehyung.

—Lo siento, llegamos tarde —anunció una tercera voz que se acercaba al grupo de amigos.

—¡Jaebum! —chillo Jimin y nuevamente fue atrapado por unos brazos.

—Felicidades, Mochi, perdón por el retraso pero nuestras clases se alargaron un poquito —se excusó el alfa antes de soltarlo.

—En realidad, Jae olvidó que tenía una clase y tuve que esperarlo —expuso su pareja—. Felicidades, Minnie, te traje tus chocolates favoritos —dijo entregándole dos barras medianas de este.

—Gracias, pero no era necesario —respondió recibiéndolo y llevándolos inmediatamente contra su pecho, casi como si temiera que se los fueran a quitar.

Aquello provocó risa en los demás.

—Los chocolates fueron idea mía en realidad —anuncio Hoseok acercándose a Jimin y abrazándolo suavemente.

—No seas mentiroso, Hoseokie —se quejó Jaebum—. Solo nos encontramos en el estacionamiento —reveló para diversión de los demás.

—Tienes suerte de que mi esposa no está o ya te habría dicho unas cuantas palabras por ese apodo —rió Hoseok—. Todos saben que solo ella puede llamarme así.

El pelirrojo rió sabiendo que aquello era verdad, ni siquiera a él le dejaba llamar por ese infantil apodo al beta, y a Yoongi al igual que la mayoría, le gustaba molestarle por ello.

—¿Noona no pudo venir? —pregunto y viéndose en libertad de los brazos de sus amigos, Jimin fue al lado de su pareja con una sonrisa.

—No, hoy iba a almorzar a la casa de sus padres con nuestro pequeño, como tenía clases no les pude acompañar y aproveche de venir a saludarte antes de ir por ellos —explicó.

—¿Entonces no vendrás a celebrar con nosotros? —pregunto Yoongi.

Hoseok negó con una sonrisa—. Será para otra oportunidad —prometió.

—Lo tendremos en cuenta —advirtió Jin.

—Por supuesto, ustedes solo digan cuando y donde —rió—. Bueno, nos vemos después —se despidió de todos, alejándose.

—Bueno, deberíamos de ir a celebrar ahora, ¿no? —propuso Yoongi una vez su amigo desapareció totalmente de su vista.

Era una pena que no les pudiera acompañar, pero entendía que la familia iba primero, al igual que los demás.

—Mientras veníamos en camino observé varios restaurantes cerca, podríamos ir a comer carne de res o cerdo —propuso SeokJin.

—Y la carne siempre va bien acompañada de Soju —exclamó Jungkook.

—¿Qué dices tú, cachorro? —pregunto Yoongi contemplando a su pareja, ignorando como la conversación entre los demás proseguía.

—¿Realmente me dejarás beber? —arqueó una ceja, sacándole una risa a su alfa.

—No te hagas que de todas formas bebiste antes de los 21 —le recordó alegre, logrando una pequeña carcajada culpable en Jimin—. Pero ya eres todo un hombre adulto, si lo haces solo cuidaré de ti al igual que antes, ahora y siempre —prometió.

—¿Y si quiero que bebas conmigo? —sonrió coqueto.

—¿Cómo negar el pedido de mi cachorro? —respondió con simpleza, besando su frente.

—Está decidido entonces —exclamó Taehyung—. Será carne y cerveza —anunció alegre.

—Venga, vámonos —dijo Namjoon comenzando a caminar junto a su omega.

Observando a sus amigos caminando delante de él, Jimin suspiro con una sonrisa, realmente feliz con cómo era su vida en ese momento.

"Y por quienes están en ella" pensó al observar a su alfa, quien le observó lleno de amor y ternura con aquellos hermosos ojos verdes con distintos matices.

Sip, su vida era perfecta.

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