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🌸Capítulo 82

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🌸2/2🌸

Sentado en el centro de su cama, Taehyung contemplaba con emoción su teléfono celular.

Jimin le había llamado y luego de haber hablado durante una larga hora, para ponerse al día, ambos habían quedado en juntarse.

El omega solo esperaba también convencerlo de que arreglara las cosas con SeokJin, el mayor realmente había estado mal luego de que todo explotara también, sintiéndose culpable por no haberle dicho a Jimin la verdad, o lo que sabía de ella.

—Pase —dio permiso luego de que su puerta fuera golpeada suavemente.

Su Nana cruzó la puerta y la cerró detrás de ella antes de acercarse a él.

—Mi niño, tu alfita está aquí —informó con una sonrisa.

Taehyung la observó—. Aquí... ¿Aquí? —preguntó.

La mujer rió suavemente mientras asentía con su cabeza.

—Pero si le dije que mis papás también estaban aquí, ¿está loco? —exclamó en un susurro exaltado.

—Está esperando en la casa de los sirvientes —sonrió autosuficiente—. Sus padres nunca irían hacia allá.

—O a cualquier otra parte de la casa que no sea su habitación o el comedor —bufó mientras se levantaba de la cama e iba frente a un espejo—. En serio Nana, no entiendo por qué comprar una casa tan grande si apenas pasan tiempo en ella y somos solo tres.

—Mi niño, son sus padres —dijo como si eso explicara todo.

—¿Estoy bien? —preguntó luego de arreglarse un poco el cabello y su ropa.

—Siempre estás hermoso, mi niño —sonrió—. Ahora, vamos.

Asintiendo con su cabeza, el ahora peligris agarró su teléfono antes de salir de su habitación siguiendo a la mujer.

Recorriendo el pasillo que conectaba con la casa, Taehyung no pudo evitar que sus nervios aumentaran a medida que se acercaban.

—Está en mi habitación —informó—. Estaré dando vueltas para vigilar que sus padres no le necesiten —pronunció antes de retirarse.

Acercándose a la puerta, ni siquiera fue necesario para el joven omega abrirla, Jungkook lo hizo y rápidamente lo estrechó con fuerza entre sus brazos.

—No me gusta que ocultes tu aroma, mi lobo lo odia —gruño contra su cuello, buscando aquel delicioso olor.

—Bueno, un "hola" Nunca está de más —bromeó correspondiendo el abrazo.

Algo avergonzado por su comportamiento, el alfa se alejó lo suficiente como para besar castamente a su pareja.

—Lo siento, te necesitaba conmigo —explicó.

Frunciendo el ceño, Taehyung rompió el abrazo. Cerrando la puerta, tomó la mano del alfa y lo llevó a la cama donde le obligó a sentarse y luego Jungkook lo jaló para sentarlo sobre su regazo.

—¿Qué está mal? —pregunto con suavidad, acomodándose de lado en el regazo de su pareja.

El alfa suspiro—. Todo está mal. Jimin no está, mi hermano mayor se volvió a alejar de todos, encerrándose en su departamento sin querer hablar con nadie, mi madre sigue mal sin querer ir a médico y mi padre solo la complace —explicó—. Te juro que ya no puedo estar en esa casa... Todo es tan raro y doloroso.

—Lo siento mucho por eso —pronunció Tae, repartiendo caricias en la cabeza del mayor.

—Está bien, estar contigo lo arregla pero me gustaría saber cómo está Minnie —suspira—. Nunca pensé que mamá diría cosas tan crueles.

—Bueno, yo te podría dar una muy buena noticia entonces —anunció con emoción, llamando la atención de su pareja—. Hace poco hablé con Jiminnie, está bien y junto a Yoongi por lo que me imagino que ya arreglaron sus cosas. Me pidió que nos juntáramos, y si vienes conmigo los podrás ver.

—¿En serio? —preguntó sorprendido.

—Claro —asintió, feliz de haber logrado sacarle una sonrisa a su pareja.

—Oh, tu aroma está regresando —pronunció enterrando su nariz en el cuello del omega, inspirando profundamente aquel dulce aroma.

—Siempre que estoy contigo los neutralizadores no funcionan —refunfuño—. Tendré que pedirle a Nana que me traiga.

—No lo harás, odio que uses esas cosas —reprochó—. De todas formas vamos a salir ahora, no lo uses —pidió.

—Bueno... Tienes razón, salgamos de aquí antes de que mis padres recuerden mi existencia —dijo soltando una pequeña risita traviesa.

Ambos se levantaron con una sonrisa cómplice, saliendo de la habitación se tomaron de la mano y se dirigieron a la salida.

—¿Taehyung? —preguntó una voz bastante conocida.

El omega se congeló, sin poder moverse. Jungkook frunció el ceño y atrajo más el cuerpo de su pareja. Observando sobre su hombro se encontró con una hermosa mujer con el ceño fruncido y un hombre a su lado.

—Kim Taehyung, mírame cuando te hablo —exigió la mujer.

Dando media vuelta, el peligris enfrentó a su madre.

—Madre, padre... ¿Qué hacen cerca de la casa de los sirvientes? —preguntó nervioso, aferrándose a la mano de su pareja.

—¿Qué haces tú saliendo de la casa de los sirvientes? —preguntó su padre, sus ojos se dirigieron a Jungkook—. ¿Y con un alfa?

Alzando su mentón, arrugó su nariz al sentir cierto aroma dulzón en el aire que desconocía.

—Eso... —sus ojos se dirigieron hacia su hijo otra vez—. Taehyung, tú...

Jungkook observó a su pareja, apretando su mano en forma de apoyo silencioso.

—He querido hablar con ustedes dos desde hace algunos días —comenzó—. Pero para variar, nunca están en casa —resopló.

La mujer se cruzó de brazos y alzó una ceja, colocando nervioso a su hijo. En cambio su padre mantuvo su expresión neutral, sin mostrar absolutamente ninguna otra emoción.

—Bueno... La cosa es que soy un omega y lo he estado ocultando desde que me presenté y estoy saliendo con él —señaló al hombre a su lado—. Él es Min Jungkook.

—¿Cómo es eso de que eres un omega desde el principio? —preguntó su padre con voz fría, ignorando todo lo demás.

—Sólo así, siempre he sido un omega y si tan solo alguna vez me hubiesen prestado atención de verdad... Se hubieran percatado de ello —acusó con dolor, observando en especial a su madre.

—No me hables así, Taehyung —regañó el hombre mayor—. A diferencia de ti, nosotros trabajamos todo el tiempo y no andamos perdiendo el tiempo con una tonta cámara.

—Tener que trabajar no significa ignorar a su propio y único hijo para luego utilizarlo cuando les conviene —gruñó Jungkook sin poder mantener su boca cerrada—. Y no es simplemente tomar una fotografía, es todo un arte detrás de ella que es justamente, la pasión de su hijo y quién es realmente bueno en ello.

—¿Y tú quién eres para hablarme así, mocoso? —espeto el padre con el ceño fruncido.

—Si tan solo escuchara a su hijo una sola vez, lo sabría —reprochó abrazando la cintura del omega—. Soy Min Jungkook, el alfa de su hijo —se presentó con seguridad y molestia—. Gusto en conocerlos y aunque me gustaría mantener esta conversación, lamento decir que ya tenemos planes y vamos saliendo.

—Niño insolente... ¡Cómo te atreves! —chillo sorprendida la mujer.

Sin decir más palabras, Jungkook dirigió a su pareja lejos de sus padres.

—No te atrevas a volver a casa si sales ahora —advirtió el padre.

Taehyung apretó la mano de su pareja y le ignoró, ambos jóvenes simplemente siguieron su camino ignorando las palabras no muy bonitas del hombre mayor.

—¿Por qué decidimos juntarnos en un parque? —preguntó Jimin mientras se bajaba del auto junto a su pareja.

—Porque, queda cerca del centro comercial al cual vamos a pasar después para comprar las cosas de la sala de estar —explicó acercándose al omega, tomando su mano entrelazó sus dedos.

—¿Vas a mandar a arreglar el piano? Nunca has tocado para mí, Hyung —recordó.

Yoongi hizo una mueca—. Mis manos no son como antes, cachorro, ya no las puedo mover tan bien como para tocar el piano.

Dejando de caminar, Jimin observó a su pareja.

—Pero yo no quiero al genio profesional, yo solo quiero cualquier canción mientras sea tocada por mi alfa —expresó.

—Y yo podría hacer eso —sonrió suave—. Pero tendrías que esperar, ya que yo no le tocaría cualquier canción a mi omega —el interior del menor se removió alegre ante ello—. Además, el piano en el departamento lo dejé en muy malas condiciones... Me sale mejor comprarme uno nuevo —explicó.

—Entonces, yo podría esperar —aceptó volviendo a caminar.

Ambos se sentaron en el primer banquillo que vieron.

—¿Quieres que compre algo de comida de aquellos puestos? —pregunto señalando al otro lado de la calle donde había puestos de comida rápida en carritos.

—Quedé bien con los sándwiches —negó

—Eso fue hace horas, amor. Y después limpiamos todo el departamento —indicó.

Jimin le observó divertido—. Yoongi, si tienes hambre puedes ir a comprar algo para ti.

—No lo digo por eso, Minnie —rió bajo al verse atrapado.

—Ah, hyung. Recuérdame que tenemos que comprarle comida a Shuga y Chim —pidió.

—¿No quieres que le diga a Jungkook que traiga la que hay en casa? —preguntó—. Así también te trae tu ropa entre otras cosas.

Jimin negó.

—No quiero nada de eso, no me siento cómodo teniendo esos regalos ahora —suspira—. Incluso si hoy estoy usando esto —señala su ropa—. Es porque había dejado anteriormente algunos cambios de ropa en el departamento y la que estaba usando ayer se ensució —explica.

—Pero esa ropa es tuya, Minnie —dijo Yoongi—. Al igual que todos los otros regalos.

El pelirrojo negó con su cabeza.

—Eres tan terco cuando quieres serlo —reprochó el mayor, apretado suavemente la rellena mejilla de su pareja.

—Ya, hyung —se quejó empujando la mano de su rostro. Llenó de aire uno de sus mofletes viéndose bastante tierno por ello.

—Aigoo, mi pareja es tan tierno cuando hace aegyo —se burló el mayor.

—¡Hyung! —se quejó haciendo un puchero ahora.

Riendo, Yoongi lo abrazó por los hombros y lo atrajo más a su cuerpo.

—Entonces, hasta que vuelvas a entrar en razón respecto a tus pertenencias, tendré que comprarte algo de ropa —anunció.

—No es necesario que gastes dinero en mí —respondió apoyando su cabeza en el hombro de su alfa—. Ya harás un gran gasto con la Sala de estar.

—No dejaré que salgas a la calle en ropa interior, cachorro —exclamó exaltado, sacándole una gran carcajada al menor.

—Ni en ropa interior sería porque estoy usando la suya —le recordó entre risas.

—¡Ves! No, yo te compraré ropa y será mejor que escojas o le diré a Taehyung que me ayude a comprarla toda —advirtió.

—Está bien, pero tampoco exageres en la cantidad, Hyung —pidió.

—No prometo nada —canturreo el mayor.

Observando un mechón de su cabello, Jimin arrugó su nariz.

—Ya que estaremos cerca del centro comercial, tal vez pueda pasar a un salón de belleza para cambiarme el color de cabello —pronunció.

—¿Por qué harías eso? —preguntó el alfa, pero solo obtuvo silencio en respuesta.

Con su mano libre, tomó del mentón al omega y le movió para observar aquellos bonitos ojos mieles.

—No es necesario que cambies nada de ti, amor. Tú solo eres Jimin, mi cachorro y pareja. No es necesario que cambies nada de ti por otra persona —besó suavemente—. Además, tu tono de cabello es hermoso y natural, Hyuna en realidad se lo pintaba de aquel tono.

—¿En serio? —pregunto arrugando su nariz—. En la foto se veía natural —recordó.

—No lo era, pero se esforzaba en hacer que así fuera. Así que no quiero que te lo cambies por ello, a menos que en realidad sea algo que tú quieras.

—Mm... Entonces, me lo dejaré así —sonrió suave.

—¡Jimin! —gritó una voz bastante conocida para el pelirrojo.

Observando hacia su izquierda, Jimin contempló a su amigo y hermano acercarse con una sonrisa en su rostro.

—¡Taehyung! ¡Jungkook! —gritó levantándose e inmediatamente corriendo hacia ellos.

El pelirrojo omega fue abrazado por la pareja en sincronía. Un abrazo caluroso y lleno de sentimientos para los tres jóvenes.

—Muy bien chicos, ya lo vieron y abrazaron. Ahora devuélvanlo —demandó Yoongi, obteniendo una risita por los menores.

Abrazando por la espalda al menor, Yoongi se inclinó y besó una de las lágrimas de alegría que se deslizaba por las mejillas de su pareja.

Observando a su hermano mayor, Jungkook sonrió internamente en alivio al verle bien y como siempre.

No como aquel alfa que se había distanciado de todos nuevamente.

Realmente... Jimin era el ancla de Yoongi, su luz y hogar.

—Vaya... No pensé que iba a llorar —pronunció Taehyung, limpiándose las lágrimas que alcanzaron a salir con sus manos.

—Son unos sentimentales —se burló Jungkook mientras disimuladamente pasaba un dedo bajo sus ojos.

—Yo menos, pero les eché de menos —pronunció Jimin antes de terminar de limpiarse las lágrimas. Girándose dentro de los brazos de su pareja, apoyó su cabeza en el hombro del mayor ocultándose con bochorno al ver que sus lágrimas seguían saliendo.

—¿Sentémonos? —pregunto Yoongi, volviendo a retroceder con su pareja entre sus brazos.

Tomando asiento, ambos alfas sentaron a sus respectivas parejas sobre su regazo, sin importarle las demás personas alrededor.

Recuperándose, Jimin se enderezó revelando sus ojos brillantes productos de las lágrimas.

Realmente no había pensado que lloraría frente a sus amigos.

—¿Cómo estás, Minnie? —preguntó Jungkook contemplándole con ternura y alegría.

—Dentro de lo considerable... Bien —suspiró.

—Me alegra que estés mejor, Jimin-ah —pronunció Tae dejando su mano sobre el muslo de su amigo.

—Disculpa por no haber dicho nada, Jimin... Yo-...

—Está bien kookie —interrumpió Jimin—. Me tomó tiempo, pero finalmente decidí ayer ir con Hyung para que me explicara todo —suspira—. No digo que no me duele que me hayan ocultado cuando madre empezó a cambiar, porque lo hace pero... No puedo simplemente olvidarme de como me defendieron a su manera, y si me pongo a pensar en la posición de ustedes... Tal vez hubiera hecho lo mismo —se encoge de hombros.

—Lo siento... —pronunció con una mueca triste el joven alfa.

—Está bien kookie, al igual que Yoongi hyung, te daré otra oportunidad —expresó observando como la sorpresa y alegría aparecía en el rostro del joven alfa.

—¿En serio? —preguntó sorprendido.

—Sip —asintió.

—¡Seré el mejor hermano que hayas tenido nunca! —exclamó sonriente—. ¿Y Namjoon igual?

—Voy por partes, no me presiones —bromeó acurrucándose más contra su alfa—. Pero sí, también él y Jin, fui muy duro con SeokJin hyung y no creo que haya sido del todo justo tampoco ahora que lo pienso —suspiró.

—Que bien por ti, Jimin —sonrió Tae—. Sabía que tu corazoncito era demasiado bueno como para albergar rencor y odio por demasiado tiempo, pero tampoco debes de ser muy bueno con todos —advirtió.

—Hey —se quejó su pareja, sacándole una sonrisa a ambos omegas.

—¿Qué? Si tiene un corazón muy bueno, se pueden aprovechar de él —explicó.

—Mi corazón no es muy bueno Taehyung, solo sabe a quienes tiene que darle otra oportunidad y a quienes no —respondió.

—Y además, siempre me tendrá a mí para protegerlo de aquellos idiotas —agregó Yoongi, estrechando el delgado cuerpo entre sus brazos.

Sonriendo, Jimin giró su rostro y besó castamente a su alfa.

—¿Cómo sigue mamá? —preguntó el mayor, trayendo cierta tensión en el ambiente.

Jungkook negó y suspiró.

—Igual, papá no quiere hacer nada aún e incluso está descuidando la empresa por verla —explicó.

—Ugh, mañana me iré a dar una vuelta para ver que tal... Pero llamaré a tío Hyuk, estoy seguro de que él y su esposa le ayudarán a entrar en razón —pensó y acarició la espalda de su pareja, intentando relajarlo.

—¿Y cuándo piensas decirle a tus padres que eres un omega y estás saliendo con Kookie? —preguntó Jimin cambiando de tema, le deprimía hablar sobre sus padres y la situación de su madre... Y él no quería eso.

Ya había tenido suficiente sufrimiento por ahora.

—Bueno, ahora que lo mencionas —pronunció observando a Jungkook antes de volver a contemplar a su amigo—. Kookie fue a buscarme y mis padres nos encontraron juntos, decidí decirles.

—¿Y? —preguntó Jimin, interesado.

—Bueno, no reaccionaron muy bien y luego de que Jungkook les dijera unas cuantas verdades en sus caras... Me dijeron que hoy no volviera a casa —reveló con una mueca.

—Tae... —exclamó con tristeza al percibir el semblante triste de su amigo.

—Hay que darles algo de tiempo, no sólo descubrieron que su único hijo ha estado ocultando todo este tiempo su naturaleza, sino que también tendrán que hacerle frente a que está saliendo con alguien y como te han tratado hasta ahora —aconsejó Yoongi.

—¿Y dónde te vas a quedar? —preguntó preocupado Jimin—. ¿Si quieres podrías-...?

—No —dijo con firmeza el peligris, interrumpiéndole—. Hace poco arreglaste las cosas con tu pareja, necesitan tiempo a solas para sus mimitos —negó.

—Pensé en llevármelo conmigo pero, con la situación en la casa solo lo deprimiría más —explicó Jungkook.

La pareja contraria asintió con su cabeza, comprendiendo aquello.

—Llamamos a Jin hyung antes de venir, nos vamos a ir a quedar a su casa hoy —informó Taehyung para la calma de los dos contrarios.

—Bueno, al menos no tendrás que preocuparte ahora por estar ocultando tu aroma —pronunció Jimin intentando animar nuevamente el ambiente.

—Sí —sonrió el otro omega.

—Ha pasado tanto tiempo que ya hasta me había olvidado de tu aroma —bromeó el pelirrojo—. ¿Pero hay algo extraño o es mi idea? Siento algo de... Canela, también.

—Ohh, yo también pensé lo mismo —pronunció Jungkook—. Me imaginé que simplemente no habíamos sentido antes todo su aroma al estar usando constantemente el neutralizador —explicó.

—Bueno, ya no tendré que usarlo más y la doctora también me había advertido que debería de dejarlos —recordó Taehyung.

—Uhm... No les vendría mal ir al médico nuevamente —pronunció Yoongi de forma pensativa, llamando la atención de los menores—. Después de todo, Taehyung estuvo abusando de ellos desde el momento en que se presentó.

Jungkook juntó sus cejas ligeramente—. Cierto, conseguiré una hora para mañana.

—No exageren —bufó el peligris.

—Son alfas, Taehyungie —pronunció Jimin como si eso explicara todo, comenzando a acariciar la nuca de su pareja—. Está en su naturaleza.

—Cierto —rió su amigo.

—Así como el de ustedes repartir amor y cariño —señaló con diversión Yoongi, ambos omegas dejaron de acariciar la nuca de sus alfas.

—Bueno, ¿vamos a comer algo? —preguntó Jungkook queriendo pasar más tiempo con sus dos hermanos—. ¿O ya tienen planes?

—Solo tenemos que comprar algunas cosas —respondió el pelirrojo sin dar muchos detalles—. Pero, podemos comer algo antes.

—Sabía que tenías hambre —sonrió triunfal la pareja de este.

Los cuatro rieron mientras se levantaban.





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Hola mis copitos!!  Espero que se estén cuidando, eh

Espero que les haya gustado esta sorpresita y que tengan un lindo fin de semana 💕

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