🌸Capítulo 5
—¿Señor Min?
El nombrado alzó la cabeza y observó a su nueva secretaria, quien le miraba de forma nerviosa desde la puerta, sin atreverse a avanzar más al interior.
—¿Chae-young? —preguntó extrañado de que entrara sin avisar antes.
—Lo siento señor Min, llame por la línea fija pero no me respondió, toque antes de abrir pero tampoco me respondió —se excusó rápidamente, dobló su cuerpo en una reverencia ante su falta.
—Oh, perdón por eso ¿qué necesitas? —preguntó simpático, plantando en su rostro aquella sonrisa de labios. Tan falsa y práctica que ya simplemente no podía dejar de utilizarla.
La omega se enderezó y observó a su jefe quien no había borrado su sonrisa suave y no parecía enojado exactamente por su falta anterior. Ella agradecía que no fuera tan insensato como su antiguo jefe que ante la más mínima cosa se quejaba y hasta algunos momentos usaba su voz de alfa atemorizando a su lobo.
Alejando sus nervios al ver que no estaba en problemas, dejó escapar un pequeño suspiro y correspondió aquella sutil sonrisa.
—La señorita Lee está aquí, dijo que necesita hablar con usted de forma urgente —explicó la situación.
Yoongi arrugó su nariz suavemente y negó con su cabeza.
—Puedes decirle por favor que estoy ocupado en este momento y no la puedo atender —la omega asintió firme con su cabeza en afirmación, retirándose enseguida luego de recibir su instrucción.
El alfa guardó el documento que había abierto en su computador y bajó la pantalla. Se levantó y rodeó su escritorio hasta estar al frente, entonces se recargó en este y cruzó sus brazos sobre su pecho de forma expectante.
—Tres, dos, uno... —murmura vigilando la puerta de brillante negro.
—Yah, ¡¿cómo es eso que no me puedes atender, Yoongi oppa?! —exclamó la mujer entrando a la fuerza, arrastrando consigo a su inocente secretaria aterrada.
—Lo siento señor Min, intente detenerla p-pero...
—Está bien, sabía que de todas formas esta mujer no me escucharía, disculpa las molestias que te ha causado —respondió Yoongi cortando los balbuceos de la joven ante su nerviosismo.
Disculpándose, la secretaría hizo una ligera reverencia antes de retirarse cerrando la puerta tras ella.
—¿Necesitas algo, Ji-eun? —interrogó una vez a solas.
—Te dije que era urgente, ¿por qué me ignoraste? —se quejó acercándose, parándose frente al alfa dejó una carpeta sobre el escritorio—. Aquí, esto.
El alfa tomó la carpeta y leyó las hojas del Interior, reconociendo que eran los documentos que había enviado esa misma mañana.
—¿Qué sucede con esto? —respondió confundido, frunciendo el ceño.
Ji-eun arqueó una ceja y retrocedió un paso—. ¿Qué sucede contigo?
—¿Por qué me tiene que suceder algo? —respondió con un bufido.
—¿Estás enfermo? —colocó el dorso de su mano sobre la frente del contrario.
Yoongi sonrió falso y negó con su cabeza, quitando la mano de la omega.
—Hoy no estoy para tus juegos, realmente tengo trabajo que terminar —habló volviendo a su posición original, sentado detrás de su escritorio de un material tan delicado y elegante como el cristal.
—Eish, tu sonrisa no te salvará de esto —negó con una mueca—. Te equivocaste en una parte de estos documentos —señaló golpeando con su dedo índice la carpeta—. Fue tan raro que le pasara aquello al perfecto y talentoso Min Yoongi que quise venir a verte personalmente... Y tal vez restregártelo un poquito en tu cara como el deber de tu mejor amiga —añadió sonriente.
Ahora entendía su comportamiento. Volvió a tomar con rapidez la carpeta para revisar cuidadosamente otra vez, encontrando el error cometido.
—Lo arreglaré y te lo enviaré de nuevo antes de que te retires de tu jornada laboral —prometió.
La omega retiró una silla frente al escritorio y se auto invitó a sentarse.
—Dime, ¿en qué estabas pensando? ¿Sucedió algo? ¿Te preocupa algo? —indagó curiosa.
El alfa bloqueo de su mente los problemas familiares y la presencia del nuevo integrante, aquel pelirrojo omega poseedor de un aroma que no había podido quitarse de su mente, al igual que la expresión de soledad en aquellos ojos miel.
—Nada —respondió sin observarla—. ¿No tienes trabajo que terminar?
—Okey, evadiendo mi pregunta, entiendo —refunfuño a medida que se levantaba—. ¿Te espero para irnos juntos? Así me puedes pasar la carpeta después.
—No. Ya te dije que tengo trabajo y hoy no sé si volveré a mi departamento como para fingir ser tu chófer personal y pasarte a dejar a tu casa —negó algo cortante.
—Eres malo Oppa —hizo un breve puchero siendo ignorada nuevamente—, pero entonces quiero los documentos lo antes posible —restó importancia alejándose, deteniéndose frente a la puerta por el llamado del alfa.
—Puedes que seas mi amiga, Ji-eun, pero no eres mi jefe para exigirme cosas, por el contrario, yo soy quien debería de hacerlo —dijo sin observarla—. En la oficina no hay amistad —le recordó de forma fría, usando su posición para colocarla en su lugar.
—Lo siento —se disculpó enseguida, mordiendo su labio inferior ante la reprimenda que había recibido.
Una parte de ella, su omega sumisa, quería darse vuelta y rogar por el perdón de Yoongi quien con unas simples palabras había logrado ponerla en su lugar sin usar su poder como alfa, el cual sería su voz.
—Está bien, puedes retirarte —ordenó permitiéndole ir.
Ji-eun salió ignorando a la joven secretaria detrás de su escritorio que se había despedido. Tomó el ascensor bajando dos pisos y fue directo a su oficina.
Yoongi estaba actuando raro últimamente, y ella descubriría el por qué.
Yoongi observó críticamente la puerta frente a él y suspiro pesadamente. No sabía cómo había llegado a la casa de sus padres. Es cierto que le había dicho a Ji-eun que no sabía si volvería a su departamento, pero aquello no fue más que una mentira, simplemente no quería que la omega se siguiera haciendo falsas ilusiones sobre tener una oportunidad con él. Eran amigos, eso era todo.
—Eish, solo entra, esta sigue siendo tu casa —se recordó en un murmullo, tomando la decisión y abriendo la puerta.
Jungkook que estaba recargado silenciosamente en la pared al lado de las escaleras, volteó a verlo y colocó un dedo sobre sus labios en señal de silencio.
Extrañado, obedeció solamente por la expresión seria del menor. Una vez a su lado observó en la misma dirección que su hermano.
Sentado en el sofá estaba Jimin con cabeza agacha, y frente a él, estaba su madre claramente molesta. En una pose que adoptaba cuando regañaba a algunos de ellos.
—Es primera vez desde que llegó aquí que escucho a mamá regañarle por algo —susurro el menor a su lado.
—Mmh —respondió no muy interesado, observando la escena frente a él.
—Pero ha estado actuando raro, sale y llega tarde con una sonrisa —frunce el ceño—. Pero hoy llegó muy tarde y es por eso que mamá está enojada, estaba muy preocupada e incluso obligó a papá a salir a buscarlo y papá obligó a Namjoon a ir con él —explicó.
Ambos alfas giraron para ver a su padre y hermano ingresando a la casa, uno con semblante preocupado y el otro con fastidio, no era necesario decir cual era cual.
—¿Jiminnie llegó? —pregunto Joongki quitándose su chaqueta y zapatos.
—Poco después que te fueras, mamá lo está regañando ahora —pronunció el menor de sus hijos señalando la sala con descuido.
Aquello solo logró irritar más a Namjoon ya que significaba que habían salido para nada. El padre se adelantó con paso apresurado hacia la sala de estar mientras los hermanos se reunían otra vez para contemplar desde lejos.
Jimin movió incómodamente sus manos sobre sus muslos, ocultándolas en la tela de su suéter. Si hubiese sabido que el distraerse y llegar más tarde de lo normal iba a causar aquella expresión en su madre, se hubiera esforzado para no hacerlo y poner más atención en su celular que se había descargado y seguido apagado.
Una mano se posó sobre su hombro sobresaltándolo, con temor alzó su cabeza para enfrentar ahora a su padre quien tenía la misma expresión que su madre.
—No vuelvas a hacer algo así, Jimin —regaño firme.
—Lo s-siento —respondió volviendo a bajar su cabeza.
Su lobito aullaba con tristeza por haber decepcionado a estas personas, sus padres.
Ambos padres se observaron y soltaron por fin un suspiro de alivio al tener a Jimin con ellos. Entonces, ambos se sentaron a cada lado y lo atraparon en un abrazo cariñoso y apretado, intentando borrar la expresión de culpa y tristeza del menor.
—Tsk —chasqueo su lengua Namjoon—. ¿Qué clase de regaño es ese? —preguntó con irritación.
—El favoritismo apesta en esta casa —expresó el menor.
—Lo dices porque antes tú eras el consentido —se burló Yoongi, alejándose de aquella escena en la sala.
—¡Hyung! Eso no es cierto —negó ofendido.
Namjoon rió y asintió con su cabeza, estando de acuerdo con él.
Jungkook rodó sus ojos y se dispuso a seguir a su hermano mayor. Buscando el momento correcto para hablarle.
—Yoongi hyung —llamó con tono meloso cuando vio que iba a entrar a su habitación. El mayor volteó a verlo extrañado, frunciendo el ceño.
—Tú utilizas el "Hyung" solo cuando quieres un favor y desde ya te digo que no —se adelantó.
—¡Pero! Papá aún no me quiere devolver mi moto, mi amada Suzuki —se quejó incluso hasta haciendo un estúpido puchero.
¡Él! ¡Haciendo un tonto gesto infantil!
—Yah, ¿será porque hiciste una tontería con la motocicleta como superar el límite de velocidad? —señaló sin importarle.
—Pero ya expliqué que no fui yo, fue mi amigo, el estúpido iba atrasado a su cita por lo que me la pidió y de todas formas lo dejaron plantado —argumentó sin poder evitar reír ante lo último.
—Pide ayuda a alguien más, estoy ocupado —respondió entrando a su habitación y cerrando la puerta en la cara de su hermano.
Jungkook gruñó y se dio media vuelta para encontrarse con Jimin, quien observaba curioso frente a su habitación. El pequeño omega le había estado espiando de forma inútil para no ser descubierto.
—Y tú que ves, enfermo —preguntó con rudeza mientras se acercaba atemorizando al menor.
El pelirrojo negó con su cabeza y se escondió en su habitación rápidamente cerrando con seguro por las dudas.
—¡Hola, hola! —saludo Suga en cuanto vio a su dueño en la habitación, agitando con felicidad sus alas, llamando la atención del omega.
—Hola Shuga —saludó animado, acercando y acariciando al ave.
—¿Comida? —preguntó escalando por el brazo del pelirrojo en busca de ella, tal vez pensando que la tendría escondida en alguna parte de su cuerpo.
Conociendo aquel gesto, Jimin negó y rió un poco por las cosquillas.
—No tenngo comidla, me casstigaron —hizo un puchero al recordarlo—. Pero esstá bien, padre me dijlo que me iba a subir igual un poco de comidla a escondidas —susurro recordando lo que había descubierto.
Rápidamente se desplazó por su habitación buscando el cargador de su teléfono. Conectó su móvil y esperó ansiosamente que cargara lo suficiente como para prenderlo y se metió al chat con su nuevo amigo.
Taehyungie💕
¡Descubrí algo!
21: 10
¿Que soy hermoso? Ya lo sabía 😎
21: 15
...Respecto a Jungkook...
21: 15
¡Ah! Dime, dime, dime
21: 16
¿Por qué respondes más rápido cuando lo nombro?
୧( ಠ Д ಠ )୨
21: 16
Es idea tuya Minnie ( ͡°з ͡°)
21: 16
Ahora dime 💕
21: 16
Ψ(≧ω≦)Ψ
Jungkook quiere usar su motocicleta pero parece que padre no quiere devolvérsela
21: 17
¡Eso!
21: 17
¡¡Es tu oportunidad!!
21: 17
Si logras convencer a tu padre que le devuelva su motocicleta, en la cual se ve muy cools, entonces podrás dar inicio a tu plan para acercarte a todos tus hermanos
21: 17
Bien, entonces comenzaré mañana con un plan
21: 18
🌸1/2🌸
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro