Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

🌸Capítulo 43

Leer cap anterior...

🌸2/2🌸


Jimin apretó la bolsa entre sus manos y observó la puerta frente a él. Se tomó unos segundos para pasar nerviosamente su mano contra su jeans negro, quitando el sudor de su palma.

Inspiró profundamente distinguiendo suavemente el aroma del alfa, calmando sus nervios con las maripositas revoloteando en su panza de solo pensar en que vería de nuevo al mayor después de y tanto tiempo, o al menos así lo fue para él.

Ugh.

Sacudió su cabeza y golpeó suavemente su plano abdomen en un intento de ahuyentar esas mariposas que no debían de estar ahí.

"Solo voy a ver y cuidar a Hyung" se recordó, intentando ahuyentar esos pensamientos de chico enamorado.

Tocó la puerta.

Pasaron unos segundos antes de que Jimin escuchara a alguien en el interior, y la persona que menos esperaba ver le recibió con una apariencia bastante... Sugerente.

Dejaba a la imaginación de uno lo que había estado haciendo anteriormente, se podría decir.

—Oh, hola Jiminnie —saludo Ji-eun con una expresión sorprendida mientras intentaba arreglar su cabello y tirar hacia abajo la camiseta varias tallas más grande que era obvio que pertenecía a Yoongi, para cubrir sus desnudos muslos.

El menor quería dejar libre el gruñido enfurecido de su lobo al sentir el aroma de Yoongi envolviéndola, pero lo contuvo apretando sus labios con fuerza.

"No puedes decir nada Jimin, es tu hermano, no pareja" se recordó.

—Pasa, ¿tienes los medicamentos? Pensé que me dijo que su madre los iba a traer —dijo mientras se hacía a un lado permitiéndole al pelirrojo entrar.

Jimin trago el nudo en su garganta al sentir el aroma de la omega en el departamento de su hyung, la esencia de vainilla estaba prácticamente en todos lados provocándole... Asco.

Un crudo dolor le atravesó al mismo tiempo que los irremediables e inminentes celos.

¿Por qué estaba ella mostrándose como si fuera la dueña del departamento?

¿Por qué se comportaba como si tuviera ese derecho?

¿Por qué usaba la ropa de su Hyung como si fuera de ella?

Pero negándose a mostrar sus emociones, siguió de largo a la cocina y buscó un vaso en la repisa para llenarlo de agua. Ignorando la presencia de la mujer a su espalda.

—Mamá no podía venir por lo que decidí venir yo —contestó esperando que el vaso se llenara de agua.

¿Por qué de pronto sentía que algo tan simple como eso se estaba demorando una eternidad?

—Ohh... Lamento recibirte así, no es propio de una dama —pronunció como si recién se percatara de su atuendo.

Jimin resoplo para no soltar una risa irónica. Tenía el presentimiento de que lo había recibido en esas fachas con mucha intención.

—No importa —susurró por fin cerrando la llave, dándose media vuelta.

—Sucede a veces, ya sabes.

No. No lo sabía y no quería seguir escuchando lo que saliera de esa boca con aquella sonrisa casi burlona por no decir maliciosa.

Si algo más salía de esa boca, temía llegar a los golpes.

Era sorprendente pensar que una mujer supuestamente adulta se esté comportando de esa forma, más aún que fuera una gran amiga de todos sus hermanos... En especial de Yoongi...

—Cuando oppa no encuentra a alguien con quien pasar su celo me llama a mí —prosiguió como si en algún momento el menor le dijo que quería escuchar aquello.

Y Jimin realmente no lo hacía. Joder que no lo hacía.

El pelirrojo le observó sin decir nada, no creyendo lo que le decía e ignorando la semilla de duda que estaba plantando la omega en él.

Siguió su camino pasando por al lado de la mujer para subir las escaleras hacia la habitación del alfa.

Sin rendirse ante la poca reacción del menor, Ji-eun le siguió mientras seguía hablando y atormentándolo con sus palabras.

—Si gustas yo le doy las medicinas —anunció cruzando la puerta al igual que Jimin.

El omega realmente quería golpear su cabeza contra una pared, la mujer no entendía una indirecta bastante directa. Si la ignoraba era porque no quería hablar con ella.

En momentos así extrañaba a Shuga, lo más seguro era que su amada mascota habría asustado a Ji-eun al percibir incómodo a su dueño.

—¿Por qué está sin camiseta? —pregunto contemplando el torso desnudo de su hermano, observando los suaves músculos marcados que provocaban estragos en su interior.

—Estaba transpirando mucho así que lo ayude a bañarse pero no me dejó colocarle una camiseta —contestó con tono divertido.

El menor gruñó bajo y se acercó a la cama, sentándose en el borde de esta dejó el vaso en la mesita de noche y observó a su Hyung.

Su lobo se agitó con disgusto al sentir el aroma de Ji-eun en la del alfa.

Yoongi balbuceo algo entre sueños y soltó un gemido de dolor, mostrando su malestar a la vez que preocupaba a Jimin.

—No es necesario, ya le bajó la fiebre —informo la omega observando al pelirrojo alzar su mano.

Ignorándola, Jimin tocó la frente del mayor y comprobó la temperatura. Observó sin esconder su enojo cuando la mujer se sentó en el otro lado de la cama con toda la confianza del mundo, pero afortunadamente solo duró un segundo ya que la omega mayor contestó una llamada retirándose brevemente de la habitación.

Esto lo estaba enojando demasiado, según tenía entendido Yoongi no quería nada con ella por lo cual no creía que su hermano pasara su calor con Ji-eun para darle falsas esperanzas, su Hyung no era ese tipo de hombre.

Pero el aroma de Ji-eun en el departamento decía otra cosa, al igual que la ropa que estaba utilizando.

Pero el celo había sido hace días...

¿Ella en verdad se había quedado todo ese tiempo si es que en verdad...?

Sacudió su cabeza, a él no debería de importarle si Yoongi decidía finalmente salir con ella. Se supone que estaba tratando de olvidar sus sentimientos, eso había decidido.

Pero parecía que con tan solo verlo su decisión se tambaleaba peligrosamente en un precipicio.

Casi sonrió cuando el rostro de Yoongi se giró buscando más de su tacto, recargando su mejilla en su mano como si le reconociera.

Oh... Esto de olvidar sus sentimientos iba a ser muy difícil, ya lo veía por venir.

—Yoongi hyung —llamó con suavidad, esperando que abriera sus ojos para ver ese increíble verde acompañado con otros tonos—. Hyung...

—Cachorro... —su voz fue rasposa y cansada, apenas podía mantener los párpados arriba.

—Si hyung, soy yo —sonrió suave, feliz cuando finalmente el alfa le observó y sonrió mostrando sus dientes.

—¿Qué haces aquí Minnie? —preguntó apenas abriendo sus ojos, pero observándolo solo a él.

—Le traje el medicamento —anunció corriendo los mechones de color rubio arena de la frente, aquellos que intentaban ocultar esos ojos.

Yoongi suspiro tomando otra bocanada del aroma del menor, cerró sus ojos disfrutando de aquellos dedos peinando su cabello.

Jimin se tomó su tiempo al hacerlo, y luego sus regordetes dedos bajaron acariciando su mejilla y sus... Labios.

El menor relamió los suyos propios y deseó... Tal vez... Besar aquellos ajenos, tan delgados y firmes, averiguar su sabor.

Solo una vez.

Una vez no le haría daño a nadie, y así no se quedaría con la duda por el resto de su vida.

Le echó una mirada al alfa, quien seguía con sus ojos cerrados, de cierta forma despierto pero a la vez no ya que no estaba en sus cinco sentidos, pero Yoongi sabía que era Jimin quien estaba a su lado y eso era todo lo que necesitaba saber.

El pelirrojo pasó su pulgar por el labio inferior y contuvo el aliento. Sin darse cuenta, Jimin se encontraba ligeramente inclinado a escasos centímetros de los labios sobre del mayor, su cálido aliento chocaba con el rostro del contrario.

Solo un poco más, un centímetro más y...

Sus labios se presionaron suavemente y solo por un segundo antes de que el menor se retirara con el corazón prácticamente en su garganta.

"¡¿Qué hice?!" pensó asustado y agitado.

—¿No vas a darle el medicamento? —pregunto Ji-eun volviendo justo en ese instante.

Jimin observó feo a la mujer sin poder evitarlo, pero sabía que tenía razón. Con un puchero disgustado y su corazón acelerado, observó la mesita de noche y frunció el ceño al solo observar el vaso que había subido con él.

Extrañado observó sobre sus piernas y luego en la cama, pero la bolsa con los medicamentos no estaba.

¿La habría dejado abajo?

Era probable siendo que estaba más concentrado en que se llenara de agua el vaso e ignorar a la mujer.

—Se me quedó abajo —anunció contemplando al alfa intentar abrir sus ojos, asustando.

"¿Y si no estaba durmiendo? ¿Entonces sabe que lo besé?" se preguntó aterrorizado y tal vez un poco emocionado de que ese pudiera ser el caso.

Pero el miedo de ser rechazado era más grande que la emoción por descubrirlo, por lo que se levantó de un salto y se alejó cruzando la puerta justo a tiempo para cuando el alfa volvía a abrir sus ojos desorientado.

Rápidamente bajó las escaleras, con una mano tocando sus labios y la otra sobre su pecho, específicamente encima de su corazón que latía desembocado.

El cosquilleo en su rellenos labios era agradable y dulce, también deseaba más.

Su omega gimoteaba por más del dulce beso inocente que robo su aliento.

Oh Dios, con esto ya no había oportunidad para él al pensar que podría estar confundido, aunque siendo sincero antes tampoco lo creía, pero ya no podía usarlo como excusa.

Sus amigos tenían razón y una parte de él, desde un principio supo que algo así podría pasar. Por algo pensaba en "no debe gustarme, no puede gustarme" y nunca en "no me gusta"

Jimin se detuvo un segundo y sacudió su cabeza, admitirlo por segunda vez fue extraño, reconfortante y doloroso.

Si ya era difícil estar así, cómo podría salir con Jong-in cuando su corazón y mente estaba en otro lado, con otra persona, un alfa.

Tomó la bolsa con los medicamentos y se detuvo en la sala de estar.

¿Qué iba a hacer ahora?

Jimin no lo sabía, no tenía muy claro qué hacer en ese momento. Si quedarse callado y guardarse sus sentimientos para mantener su sueño de una familia perfecta o seguir sus deseos y confesarse al alfa.

Tal vez sus amigos tenían razón...

Callar sus sentimientos y salir con alguien más para tratar de olvidarlo no le ayudaría en nada.

Tal vez... No, no tenía que tomar la decisión ahora, lo podía hacer después. Podía esperar a que Yoongi mejorase.

"O ya me dieron una respuesta" pensó luego de alzar su cabeza y contemplar lo que pasaba en el segundo piso.

Podía ver perfectamente como ambos mayores estaba besándose. Y no, no era la amiga de su hermano quien estaba obligando al alfa participar, porque entonces no estaría viendo a Yoongi atraerla más a él mientras le devolvía el beso con ferocidad y pasión.

"A veces Oppa me llama para pasar el calor juntos" recordó las palabras de la omega y todo lo que había estado negando desde que llegó, lo golpeó con fuerza haciéndole entender que aquellas señales eran verdad.

Desde el aroma de aquella omega en todo el departamento junto al del alfa, a la ropa que estaba usando y sus palabras.

Todo parecía ser verdad.

Y él aquí, pensando estúpidamente en decirle sus sentimientos para arruinar todo.

Una suerte que no había hecho nada más... Pero su corazón dolía más de lo que se hubiera imaginado.

El sonido de los medicamentos cayendo al suelo lo sacó de su propio trance, se obligó a dejar de observar aquella escena tan... Dolorosa y en cambio contempló sus manos ahora vacías.

Su lobo estaba tan... Lastimado que era algo confuso para Jimin.

Cuando volvió a alzar su cabeza se encontró con aquellos ojos que tanto le gustaban. Jimin le regaló un intento de sonrisa temblorosa sin poder sostenerle la mirada, y entonces escapó del departamento sin poder evitarlo.

Dolía estar ahí, un angustiante nudo en su garganta crecía al pensar que todas las cosas que le había dicho Ji-eun eran verdad.

Jimin observó el ascensor y luego las escaleras, sin pensarlo dos veces usó las escaleras para huir de allí.

—¿Eh? —pronunció confundido cuando su vista se volvió borrosa, se detuvo un segundo y restregó sus ojos.

Estaba llorando.

El pelirrojo se limpió unas cuantas veces más las lágrimas que se deslizaban de su rostro mientras seguía bajando las escaleras.

Al salir a recepción se apresuró a retirarse del edificio sintiéndose un poco estúpido, era obvio que nadie iría tras él, Yoongi no lo haría ya que estaba demasiado ocupado besando a su supuesta amiga.

Aun así Jimin quería poner la mayor distancia entre ellos para calmarse antes de poder volver a enfrentarlo, aunque no podría ser ese mismo día, eso lo sabía.

Observó las desconocidas calles y vagó un poco sin saber a dónde ir, no quería llamar a su amigo o a su hermano, no quería interrumpirlos en su "encuentro casual" pero tampoco podía llamar a su otro hermano o a Jin, ambos estaban muy ocupados con el restaurante y ciertamente sus puesto eran importantes.

Derrotado, pensó en llamar a su madre, sabía que ella iría por él, o incluso a su padre ya que sabía que el edificio donde trabajaba era cerca y él definitivamente vendría si se lo pedía.

Pero aún no quería.

No podía ver a alguien de su casa sin que estos no se dieran cuenta de que había estado llorando, su aroma también delataría como se sentía, y si le preguntaban él no podría decirles la verdad.

Decidido a tomarse algo de tiempo para volver a controlarse, decidió seguir vagando por las calles desconocidas hasta que se estrelló contra una persona que lo mandó directo al suelo.

Genial, eso le pasaba por irse de distraído.

—¿Jimin, estás bien? —preguntó el extraño apresurándose a ayudarle a levantarlo.

El pelirrojo iba a preguntar cómo sabía su nombre un extraño pero entonces alzó su rostro.

—¿Señor Gi-Kwang? —pregunto sorbiendo su nariz.

El alfa frunció el ceño al identificar la tristeza bordeando el dulce aroma del menor.

—¿Estás bien? —Jimin intentó regalarle una sonrisa, pero fue una mueca más que nada, una demasiado triste a los ojos del mayor—. ¿Estás solo? ¿Por qué no vienes conmigo por un helado? —invitó.

—Yo no...

—Tus ojos están rojos pequeño, si llegas a tu casa y alguno te ve con el aspecto de haber estado llorando, estoy seguro de que te acosaran con preguntas —apretó ligeramente el hombro del omega—. Vamos, no tienes que contarme si no quieres.

—Gracias —susurró dejándose guiar por su vecino.

Pensando una y otra vez en Yoongi besando a Ji-eun, porque al parecer esa iba a ser una escena que no iba a poder olvidar tan fácilmente.


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro