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🌸Capítulo 34


—¿Vas a estar bien pequeño? —preguntó su madre, contemplando a Jimin sentado en la cama jugando con su mascota.

—Sí madre, solo es una leve fiebe —sonrió para tranquilizar a la hermosa mujer con expresión preocupada.

—Tal vez yo podría...

—No —cortó observándole con sus ojos color miel entrecerrados—. Me estuvo cotando toda la semana sobe ésta salida con sus amigas.

Ambos se observaron fijamente sin decir nada. HyeKyo suspiro y finalmente asintió con su cabeza.

—Pero si la fiebre empeora u ocurre algo más, tienes que llamarme o por último a tus hermanos —ordenó levantándose de la cama.

—Está bien —canturreo con una tierna sonrisa.

Aún algo preocupada la omega decidió tomar otra medida.

—Le diré a Gi-kwang si puede venir a echarte un ojo.

—¡No es necesadio! Estoy bien —refunfuño el menor, no estaba acostumbrado a tener tanta atención solo por despertar con una pequeña fiebre.

—Bien, pero de todas formas le enviaré un mensaje a tu padre y hermanos —sin escuchar las quejas del omega menor, se retiró de la habitación.

—Pero si estoy bien —murmuró Jimin a su mascota.

Shuga inclinó su cabeza y se acomodó más cerca de su dueño.

El omega negó con su cabeza, un pequeño puchero presente en su labio inferior mientras se volvía a recostar cerrando sus ojos.

Entre dormido sintió a su madre acariciar su frente y despedirse con un beso en su frente.

Una suave lluvia comenzó a caer.

Cuando despertó, todo su cuerpo estaba sudado y parecía que la fiebre había subido. Jimin se sentó en su cama y frunció el ceño cuando tuvo una punzada en su abdomen.

Se levantó y una expresión de horror cubrió su rostro al percibir que su habitación estaba fuertemente a perfumada con su aroma.

Oh no... No era el inicio de un resfriado como había pensado al igual que su madre, era su celo.

Masticando su labio inferior fue a su baño y buscó con manos temblorosas un supresor que le ayudara.

Gimió bajito cuando no encontró y otra punzada atacó su vientre, esta vez yendo más abajo.

Apresurado salió de su habitación y buscó la de su madre, frunció el ceño al encontrar la puerta cerrada con llave.

Se alejó y verificó, esa no era la habitación de sus padres.

Contempló la puerta con el entrecejo fruncido, no recordaba que le hubieran enseñado esa habitación o haber entrado alguna vez en ella.

Otra punzada le hizo olvidar un tema sin importancia y se dirigió a la habitación de sus padres nuevamente.

Buscó los supresores sin éxito. Un gemido escapó de sus labios y su cuerpo se tensó, sintiendo entre sus piernas deslizarse el lubricante natural.

—Po favor no... —susurró saliendo de ahí, dirigiéndose directamente a su habitación.

Tomó su teléfono y llamó a su madre, un buzón de mensajes fue lo que le recibió.

Se sentó en su cama moviendo nerviosamente sus pies y decidió llamar a Taehyung luego de que su madre siguiera sin contestarle.

Lamentablemente, su amigo no le contestó. Frustrado le envió un mensaje explicándole su situación y entonces llamó a Jin.

Mientras esperaba que le contestaran observo su entrepierna, viendo su dolorosa erección humedecer su pijama por el pre-semen.

Jiminnie ¿cómo estás? —preguntó animado Jin, alejándose un momento de la cocina.

—H-hyung... —aclaró su garganta cuando su tono de voz salió agudo, casi como un gemido.

¡Que vergüenza!

¿Jimin? —preguntó ahora preocupado el mayor.

—Estoy solo... Y mi celo... —balbuceo removiéndose, colocando una almohada sobre su regazo—. No hay supresores... —explicó.

Mierda Jimin —exhaló Jin al entender. Mordió nerviosamente su labio inferior, preocupado por su amigo.

Sabía lo mierda que era pasar un celo sin supresores para los omegas sin pareja.

Yo tengo supresores conmigo pero... Hoy no me puedo retirar de la cocina —Jimin gimió—. O-oh... Puedo pedirle a unos de tus hermanos que te los lleven —planeó preocupado.

—Están ocupados —jadeó resistiendo la tentación de mover la almohada sobre su regazo solo para crear una fricción para su necesitado pene.

Okey pequeño, no te preocupes, veré la forma de entregarte los supresores —aseguró escuchando un gemido por parte del menor antes de cortar.

Guardó su móvil dentro de su bolsillo y pegó un pequeño brinco cuando Namjoon apareció frente a él.

—Las dos reservaciones importantes ya están aquí —informó arqueando una ceja al escuchar la maldición por parte del omega—. ¿Preocupado?

—Me llamó Jimin.

—¿Le sucedió algo? ¿Su fiebre empeoró? —preguntó buscando su celular por si tenía alguna llamada perdida.

—¿Fiebre? —pregunto confundido el omega.

—Mamá llamó, dijo que Jimin estaba solo en casa y que tenía un poco de fiebre, que estuviéramos atentos por si el resfriado empeoraba y Jiminnie llamaba.

—Sí bueno, si empeoró pero no es un resfriado —el alfa le observó confundido—. Es su celo.

—Oh...

—Sí, oh —repitió el omega—. Y está solo en casa sin supresores al parecer.

—Mierda —exclamó el castaño chocolate, comprendiendo.

—Yo tengo aquí conmigo pero no puedo salir de la cocina y tu tampoco —expresó preocupado.

—Bueno, puede estar unas horas sin... —callo al ver la mortífera mirada del mayor.

—¿Sabes lo horrible que es para un omega joven y sin pareja tener que pasar su celo sin la ayuda de los supresores? —preguntó enojado y sin dejarle responder, siguió—. Es una mierda, el dolor y necesidad es un infierno. Su aroma se volverá aún más fuerte en busca de atraer a algún alfa dispuesto a pasar el celo con él. ¿Te gustaría llegar a casa y encontrar a tu hermano-...?

—No lo digas. —interrumpió Namjoon con un gruñido.

—Ahí tienes —señalo Jin.

—Oh joder —pasó una mano por su rostro.

—¿Qué?

—Mamá dijo que le iba a pedir al vecino que le diera una mirada a Jimin por si la fiebre empeoraba, no sé si lo habrá hecho pero espero que no, Gi-kwang es un alfa —explicó logrando que el omega repitiera sus palabras.

—Chef, Sous chef... Se les necesita en la cocina —informó un cocinero menor.

Jin asintió con su cabeza—. Ya vamos.

—Ve, yo arreglaré esto —aseguró el alfa.

El omega suspiro y le entregó la llave de su oficina.

—En mi escritorio, en el último cajón a tu izquierda están los supresores —indicó antes de alejarse.

Namjoon suspiró y tomó su celular nuevamente comenzando a caminar, pidiéndole a su padre y hermano que fueran a la oficina de Jin por un momento.

Siguiendo las indicaciones tomó los supresores justo cuando la puerta se abría.

—¿Qué sucede? —preguntó su padre tras llegar junto a su hermano segundos después.

—Jimin no tiene un resfriado como pensábamos, es su celo —tanto Joongki como su hijo mayor alzaron sus cejas sorprendidos—. Eso no es lo peor —agregó con una sonrisa—, parece que no hay ningún supresor en casa y mamá pudo haberle pedido al vecino que le diera una mirada.

—Mierda —exclamó ahora Yoongi, haciendo puños sus manos.

Aún no entendía cómo sus padres podían tratar al alfa normalmente otra vez, Yoongi no podía por más que lo intentara. Él se había alejado de todos y tratado mal después de perder a su esposa y aun así sus padres actuaban como si nada hubiera pasado.

—Bueno, esto es malo —dijo el alfa mayor frunciendo el ceño—. Nadie puede retirarse pero no podemos permitir que Jimin esté solo en casa.

Los tres se quedaron en silencio pensando en una solución. Yoongi estaba tentando a decir que él podría ir pero... ¿Y si su deseo ganaba y tomaba el cuerpo del menor? Nunca se lo perdonaría.

Además, ¿no se vería extraño ofrecerse personalmente? ¿O solo era su imaginación?

—Bien, lo tengo —anuncio Joongki atrayendo la atención de sus hijos—. Yoongi ira.

—¿La reunión? —se obligó a preguntar mientras recibía el pequeño sobre que le entregaba Namjoon.

—Supresores —informó al ver en su mirada la duda. Yoongi asintió con su cabeza y lo guardó dentro del bolsillo de su chaqueta.

—Les diré que ocurrió una emergencia, solo tienes que dejar firmado por si el acuerdo resulta ir bien, después de todo se necesita tanto tu firma como la mía para cerrar el trato —resolvió.

—Hay que moverse —pidió Namjoon moviéndolos de la oficina, cerrando con llave otra vez.

—Confío en ti, Yoongi —advirtió su padre, o tal vez él se lo tomó así.

Siguió al alfa mayor de vuelta a la mesa y permaneció en silencio escuchando como su padre explicaba la situación de emergencia. Se disculpó y firmó el papel para seguido retirarse con apresura.

Con suerte tomó el paraguas que había entregado al chico de la entrada antes de salir y correr hacia su auto protegiéndose de la lluvia gracias al objeto.

Al menos agradecía que no estaba tan lejos de su casa.

Mientras conducía, su lobo se comenzó a remover inquieto y él se encontraba de igual forma.

Si entraba y era golpeado por la fuerte necesidad de complacer al menor... No sabía qué iba a hacer, cómo reaccionaria. Esto solo iba a confirmar sus sentimientos por Jimin y a la vez volverlo loco de necesidad.

Mierda, ni siquiera era necesario confirmar nada. Le gustaba su hermano menor y eso era una jodida mierda.

El día anterior había estado tan feliz cuando se encontró al menor en la empresa después de haber permanecido algo alejado nuevamente, aunque esta vez por temas de trabajo.

Trago saliva en un intento de que su garganta no estuviera tan seca. Estacionó su auto frente a la casa y se bajó rápidamente al ver a su vecino frente a la puerta.

Prácticamente corrió bajo la lluvia olvidándose de su paraguas y se posicionó frente al mayor, impidiéndole seguir.

—No puedes entrar —gruñó feroz antes de darse cuenta.

El alfa observó sobre el hombro de Yoongi, contemplando con ojos vidriosos la puerta.

—Hasta aquí puedo sentir su aroma, es muy delicioso ¿no?

"Joder, no"

—Adiós, gracias por su preocupación —gruñó dándole la espalda, entrando a su casa cerró la puerta observando por última vez a su vecino inhalar fuertemente.

Yoongi jadeó al sentir el aroma del menor en toda la casa. Recargo por un momento su frente contra la madera.

Mierda.

Mientras su alfa quería correr hacia el omega desesperadamente para ayudar en su necesidad, se tomó su tiempo y fue por un vaso de agua a la cocina antes de subir.

Con cada paso más cerca que daba a la habitación, más fuerte era su deseo por ayudar y complacer, su propio pene se endureció dolorosamente.

Al llegar, unos pequeños gemidos necesitados detrás de la puerta fueron directo a su cordura y entrepierna, tentándolo.

Respiro profundamente, lo cual fue peor al solo inhalar el delicioso aroma lleno de necesidad y urgencia del menor.

Al entrar, la pecaminosa imagen le robó el aliento.

Jimin tenía atrapada una almohada grande entre sus piernas y brazos, moviendo sus caderas de adelante hacia atrás para crear una fricción entre su humedecido miembro y esta. Su camiseta estaba levantada revelando los pequeños picos erguidos de color rosa oscuro que chocaban contra la suave superficie gracias al balanceo de caderas.

Pequeños gemidos y jadeos necesitados invadían la calurosa habitación invadido por el aroma del menor.

El pelirrojo alzó su cabeza y observó los verdosos ojos del alfa. Paso saliva avergonzado, pero aun así no pudo detener el delicioso balanceo de sus caderas que tenía hipnotizado al mayor, por el contrario, solo lo aumentó el ritmo.

—A-alfa~... —gimió bajito, cerrando sus ojos con bochorno. Estrelló el costado de su rostro contra la almohada, tentado a quitarse su ropa.

Solo el roce de esta era entre doloroso y placentero. Nunca sus celos lo habían atacado así antes, pero hasta ese momento nunca había pasado uno sin supresores.

"Mío. Mío. Mío." era en lo único en lo que podía pensar Yoongi.

Le tomó todo el autocontrol que le quedaba al alfa caminar hasta el menor y dejar el vaso con agua sobre la pequeña mesita de noche al lado de la cama, haciendo un gran esfuerzo por ignorar la lujuriosa imagen del menor casi masturbándose.

—N-no me... No... —balbuceo Jimin con sus mejillas sonrojadas y ojos brillosos.

Estaba tan avergonzado y excitado de que el alfa lo viera en esa situación tan comprometedora.

—No te... —aclara su garganta, su tono demasiado grave revelando lo excitado que estaba—. No te preocupes Minnie —el omega gimió, su voz era...—. Es completamente normal.

Yoongi sacó la pequeña bolsa con supresores y se la extendió a Jimin.

El menor intento estirar su mano para recibirla, sus dedos se tocaron.

Gimiendo el cuerpo del omega se sacudió y de pronto la humedad en el delegado pantalón creció, más su erección no bajo a pesar de haber tenido un orgasmo.

"Oh mierda" pensó Yoongi habiendo presenciado tan maravilloso acto, la imagen de Jimin en medio de su clímax nunca desaparecería de su cabeza.

Por otro lado Jimin sentía que iba a morir, él iba a morir de la vergüenza si seguía actuando tan vergonzosamente pero no era algo que pudiera simplemente detener porque así lo quisiera, no.

Pronto iba a dejar de pensar y se comenzaría a guiar por sus instintos de su lobo omega, el pelirrojo no podía permitir aquello por lo que ignorando la humedad viscosa en su entrepierna, se enderezó y gimió al sentir más lubricante correr por su hambrienta entrada.

Yoongi cerró los ojos, emitiendo un pequeño gemido que el menor no alcanzó a percibir. Jimin inclinó su cabeza e inhaló profundamente el aroma del mayor.

—Al-alfa... —sollozo llevando su mano a su pene, internándose bajo su ropa húmeda.

—Mierda cachorro —exclamó ahogado, ayudándolo a tomar el supresor con manos temblorosas.

Contempló con lujuriosa fascinación como aquellos regordetes y brillantes labios rojos se posaban sobre el vaso por un sorbo de agua.

—Eso te ayudará —dijo y se movió antes de que Jimin pudiera apreciar su dura erección, su mano picaba por seguir la del omega.

Esto se estaba volviendo peligroso.

—Iré a ver quién es —jadeó cuando el timbre de la casa resonó.

Cerrando sus ojos el omega asintió con su cabeza, volviendo a recostarse sobre la cama. Al notar donde estaba su mano empezó a moverla suavemente.

Oh mierda.

Yoongi se retiró rápidamente, no creyendo aguantar más. Cerró la puerta y se recargo en ella, observando su propia erección posó una mano sobre ella y apretó.

Recordó al menor tocar suavemente su propio eje y eso solo lo ayudó a ponerse más duro.

El timbre volvió a sonar recordándole que alguien buscaba, rápidamente quitó su mano como si quemara. Solo podía rogar al infierno que no fuera su vecino o alguno de sus hermanos porque no creía poder controlarse ahora.

Jimin era suyo por lo que no quería ningún alfa cerca de su cachorro. Y eso era lo único en lo que podía pensar, además de ayudar a satisfacer la necesidad de su omega.

Cosa que obviamente no podía hacer y eso lo estaba torturando.

Abrió la puerta emitiendo un gruñido amenazador. Taehyung retrocedió un paso y sonrió nervioso.

—¿Hola?

—Tú —pronunció Yoongi con dureza, buscando calmarse.

Era un beta, con ellos no había peligro para su omega.

—Vine a ayudar a Jiminnie —señalo la bolsa entre sus manos.

De un minuto a otro, el aroma de Jimin pareció volverse más denso, llamándolo con sus feromonas.

—¿Puedes quedarte con él? —pregunto con su mandíbula tensa, apretando con fuerza la manilla de la puerta, casi estrangulándola.

Aunque no era de su agrado dejar a su cachorro con otra persona, al menos le aliviaba un poco que este fuera su amigo que estaba interesado en Jungkook y además, fuera un beta.

No había aparentemente peligro a la vista.

—Uh... Claro —sin esperar más, Yoongi salió de la casa directo a su auto, una de sus manos cubría su entrepierna.

"Eso fue... ¿Extraño?" pensó el beta.

Taehyung observó al alfa escapar alzando una ceja, al entrar a la casa, maldijo por lo bajo entendiendo la necesidad de escapar del mayor.

Subió a la habitación del omega y abrió la puerta revelando a su urgido amigo masturbándose.

—Te traje algo que te ayudará más que los supresores —sonrió.



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Mis copitos, espero que hayan tenido una gran y linda navidad! 

Muchos besitos mis amores, se me cuidan, eh <3


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