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🌸Capítulo 31


Yoongi despertó y esperó unos segundos como prueba, cuando no sintió ningún dolor de cabeza, suspiro en profundo alivio.

La migraña de ayer había sido particularmente horrible y por lo general, cuando era así de malo significaba despertar al día siguiente igual.

Apretando sus párpados estiró su cuerpo pero un suave quejido llamó su atención, al abrir sus ojos se encontró con un adorable omega acurrucado contra su pecho.

Los recuerdos llegaron a él y una estúpida sonrisa surcó en su rostro. Jimin había cuidado de él con tanta gentileza, cada toque en él fue suave y tierno, casi temiendo herirlo más.

Incluso se había quedado con él cuando se lo pidió entre dormido.

Un suspiro escapo entre los rellenos belfos, el pelirrojo balbuceó algo incomprensible y restregó su relleno moflete contra el pecho del alfa.

Estirando su pequeño cuerpo, Yoongi se tensó al pensar que el menor despertaría pero en cambio salió de encima de su cuerpo y siguió disfrutando de su sueño sin problema.

Ya despierto, por alguna razón el alfa no quería volver a dormir, por lo que se puso de costado y se dedicó a estudiar los delicados rasgos del perfil del menor.

Sus cejas también eran algo rojizas, sus pestañas eran largas y sus mejillas con un ligero rubor eran esponjosas que llamaban a las personas a apretujarlas. Y sus belfos, sus rellenos labios eran rosa oscuro brillante, coquetos y atrayentes, se quedó varios minutos observándolos para luego trasladarse al cuello y la piel expuesta.

Un instinto en él, casi primitivo como el de su lobo, pedía dejar una pequeña mordida en la tierna piel, solo una mordidita. Sus dientes picaban por ello incluso, aunque era suave, casi como un cosquilleo.

Extrañado, alejó aquellos pensamientos pero de todas formas sin darse cuenta se inclinó para tomar profundamente el dulce aroma del menor.

Jimin bufó y se dio media vuelta, quedando frente a frente con el mayor, provocando que inmediatamente Yoongi se alejara algo sobresaltado.

¡Demonios!

Él jodidamente no había hecho eso, no enterró su rostro en el cuello del menor y no rosó sus labios contra la suave piel del cuello del omega, su hermano.

"¿Por qué hice eso?" pensó sobresaltado e inmediatamente una respuesta llegó a él.

No.

No.

No.

Y no.

A él jodidamente no podía gustarle su propio hermano menor.

Simplemente no podía.

Aunque ello explicaría el porqué de su comportamiento tan extraño, el porqué fue el primero en caer ante él y ayudarlo con los demás. Su exagerada preocupación hacia el menor, el que permitiera que durmiera en su habitación, en su cama y con él. Le había permitido entrar en su espacio cuando incluso había alejado a sus propios padres y mejor amigo, impidiéndoles llegar a él.

No. Tal vez estaba teniendo una confusión después de todo Jimin...

Casi soltó una risa irónica y despreciativa al pensar siquiera en ello.

No era eso, lo sabía, después de todo era consciente por lo que había pasado y vivido Jimin porque él mismo le contó algunas cosas y seguramente simpatizaba con él, eso debía de ser, sí, a él no le gusta Jimin.

Claro, el no tener pareja desde hace un tiempo también le debía de estar afectando.

Sí, eso, tenía que ser eso.

Necesitaba aclarar sus confusos pensamientos. Sí, pensamientos y no sentimientos, para no confundir las cosas y lo mejor para ello sería si se mantenía alejado de Jimin, no iba a poder mantener su mente clara si el menor estaba a su alrededor y aquello le advertía lo realmente mal que estaba de cierta forma.

Debió de estar muy perdido en sus pensamientos, porque ni siquiera percibió cuando el omega despertó, o como alzó una de sus manos para colocar su dedo índice sobre su frente, entre sus dos cejas para subir suavemente.

—¿Aún te dele la cabeza, Hyung? —su tono siguió siendo suave y delicado, a pesar de recién haber despertado.

—No, ya no me duele —respondió observándolo—. Gracias.

Jimin sonrió satisfecho y bostezo volviendo acurrucarse contra el alfa, ajeno al caos mental del contrario en ese momento, él solo quería seguir durmiendo otro poquito más en los cálidos brazos de su Hyung.

Yoongi sabía que debía de alejarse, que tenía que hacerlo en ese momento.

Pero joder, su lobo estaba tan cómodo que solo era otra mala señal que le llevaba a un solo camino en sus sentimientos.

—Tengo que ir a trabajar —musito, y aunque su intención fue alejarlo tras decir aquello, solo se encontró rodeando la cintura del omega para atraerlo más a su cuerpo.

—Padre entó antes de ise, dijo que podías legar más tarde —respondió somnoliento.

Yoongi solo necesito escuchar aquello para deshacerse de su excusa de alejarse, bien podría hacerlo a partir de unas cuantas horas más, cuando volviera al trabajo.

Prometiéndose eso, el alfa decidió caer en los cálidos brazos del sueño para ignorar todo el caos sobre sus sentimientos. Abrazando con fuerza el pequeño cuerpo a comparación del suyo que encajaba perfectamente entre sus brazos, como si fuera un rompecabezas.

Sí, lidiaría después con su revelación y solución.

Jimin agitó su mano despidiéndose de su hermano mayor quien lo había acercado a la universidad de Taehyung y Jungkook antes de irse al trabajo.

Observó algo intimidado la gran propiedad con tres grandes e imponentes edificio que forman un triángulo al dejar un espacio al medio que era el campus donde estaba la mayoría de los estudiantes en ese momento.

Le envió otro mensaje a su amigo y decidió comenzar a caminar al percibir que algunas personas comenzaban a mirarlo con curiosidad.

Mientras caminaba sin saber a donde, realmente deseaba encontrarse con Taehyung o Jungkook, cualquiera de los dos sería bueno en ese momento.

Algo llamó su atención mientras caminaba, a donde sea que miraba había una pintura y un estudiante al lado de ella.

Era una exposición.

Atrapado por algunas pinturas realmente interesantes, siguió caminando ya olvidando que estaba solo en un lugar en el cual no conocía a nadie.

—¿Minnie? —el pelirrojo omega observó sobre su hombro y sonrió en grande al encontrarse con la mirada sorprendida de Jungkook.

—Hola Kookie —saludo ocultando sus manos en los bolsillos de su chaqueta.

El alfa entrecerró sus ojos dándole una advertencia silenciosa. Jimin soltó una baja risita divertida.

Fue divertido para él descubrir que su hermano no dejaba que nadie además de su madre lo llamara por ese apodo infantil según él.

Jimin lo encontraba tierno.

—¿Cómo llegaste? Espera ¿cómo sabías que hoy era la exposición? Me aseguré de no decirle a nadie para no volver a pasar por la vergüenza del año pasado —Jimin le observó curioso.

—¿Vergenza? —Jungkook arrugó su nariz al recordar.

—Una hora antes de terminar la exposición hacen un concurso a la mejor pintura, papá y mamá gritaron como locos y luego a eso se le sumaron mis otros hermanos al verme avergonzado los muy malditos —gruño lo último—. Te juro que eran los únicos gritando como locos cada vez que me nombraban, ni los otros padres hacían lo mismo por sus hijos.

Al pelirrojo omega no le costó mucho imaginarse aquel panorama, y rió logrando que el contrario le gruñera con falso enojo.

—¿No le dijiste a nadie, cierto? —el omega negó con su cabeza.

—No lo sabía, solo vinme para encontame con Taehyung y salir por un café —respondió finalmente, calmando su risa.

—¿Y cómo llegaste? —preguntó confundido.

—Yoongi hyung me vinmo a dejar antes de ir al tabajo —se encogió de hombros—. ¿Sabes dónde pedo encontrar a Tae? Le envio menslajes pero no contesta, tampoco las llamadas —comentó estirando su labio inferior en un puchero.

—Creo que ellos también tenían una exposición hoy, es en el edificio de al lado —respondió—. ¿Puedes llegar solo?

Jimin arqueo una ceja con una expresión arrogante que se borró cuando un empujón casi lo envía contra el cuadro de su hermano si no hubiera sido por este mismo que lo atrapó.

—Lo siento —se disculpó el chico que empujó a Jimin.

—Está bien —contestó el omega, intentando salir de los brazos de su hermano.

Frunció el ceño y observó al alfa cuando este no lo soltó.

—¿Es tu pareja? —preguntó el extraño mirando directamente a Jimin.

Ah, ahora el menor podía entender porque no lo soltaba. Parecía que uno de sus hermanos iban a ser de los celosos.

Jimin sonrió suave y observó al extraño.

—Es mi hermano pero teno pareja —mintió no queriendo darle esperanza al beta. El chico asintió y le dio una última mirada, sonriéndole coqueto antes de irse.

—Listo, voy contigo —decreto Jungkook soltándolo.

—Pedo ir solo —refunfuño.

—No —niega con su cabeza—, estás loco si piensas que te voy a dejar ir solo. ¿Sabes lo que me hará papá si llegas con un alfa a la casa y se entera que se conocieron aquí y yo no hice nada para detenerlo? Pues yo no, y no lo quiero saber.

—Esageras —pronunció con tono desinteresado.

—Nop, incluso algunos de mis compañeros te están viendo ahora y yo realmente no quiero a ninguno de esos perdedores como cuñado.

—¿Y tu pinturra? —preguntó arqueando una ceja.

—No creo demorar tanto en acompañarte hasta que encuentres a tu amigo, y realmente no es necesario que esté todo el tiempo aquí —sonrió sabiendo que ya había ganado.

Lo empujó suavemente con su hombro para que le siguiera, ambos empezaron a caminar. Hicieron varias paradas en el camino, principalmente Jimin apreciando las pinturas mientras Jungkook alegaba que las suyas eran por mucho mejores cuando se alejaban para ver otra.

—¡Jungkook! —llamó un alfa atrayendo la atención del par de hermanos—. ¿Viniste a ver mi obra de arte? —pregunto señalando sus fotografías, eran cuatro en total.

—Cuando vea el supuesto arte te aviso —se mofó riendo ante la expresión ofendida del contrario.

—¿Quién es este lindo chico? —pregunto posando sus ojos en Jimin.

El pelirrojo le observó y sonrió suave antes de volver a pararse al lado de Jungkook.

—Jimin.

—¿Cambiaste de bando? ¿Desde cuando? ¿Es tu nuevo amigo con beneficios? —preguntó sorprendido, logrando que ambos hicieran una mueca de disgusto.

—Es mi hermano idiota —gruñó Jungkook, tomando la mano de Jimin para comenzar a jalarlo lejos.

—¿Cuátos amigos de ese tipo tenes como para que me conmsidere uno solo por pararmne a tu lado? —cuestionó arrugando su nariz con disgusto.

—No hablaré sobre mi vida sexual contigo Minnie, es raro —fingió que un escalofrío recorría su cuerpo—. Como cuando papá pensó que era buena idea darme una charla de hombre a hombre y el tema de los condones. "Un condón y muchas caras sonrientes. Sin condón y muchas caras tristes" —repitió fingiendo perfectamente la voz de su padre.

Jimin soltó una sonora carcajada.

—Sí, ríete ahora, ya te quiero ver cuando te de esa charla a ti —refunfuñó solo aumentando la risa del omega.

—Taehyung —llamó Jimin al distinguir una cabellera azul después de controlar su risa.

Mientras se acercaban, ambos fruncieron ligeramente el ceño al verlo con un hombre de traje. Ninguno tenía alguna expresión en su rostro mientras intercambiaban unas cuantas palabras.

El extraño acarició la cabeza de Taehyung y se alejó. El beta suspiró y masajeo su brazo mostrando una expresión entre incómoda y culpable que borró en cuanto distinguió al par de hermanos.

—Hey, pensé que no a ibas venir Jimin-sshi —pronunció apenas estuvieron frente a él.

—Te llamé y envié memnsajes pero no contetaste —se quejó Jimin llenando de aire una de sus mejillas.

—¿En serio? —pregunto sacando su teléfono, hizo una mueca al comprobar que era verdad—. Lo siento, estaba ocupado.

—¿Quién era él? —interrogó Jungkook observando el camino por el cual había desaparecido aquel hombre de traje.

—Un amigo de papá, vino a verme cuando se enteró de la exposición —respondió observando sobre su hombro antes de observar a Jimin—. ¿Nos vamos?

—¿Y tus fotos? —pregunto señalándolas.

—No es necesario que esté presente y tampoco estoy participando en el concurso este año —respondió encogiéndose de hombros con desinterés.

El pelirrojo asintió con su cabeza y se acercó a su amigo.

—Nos vemnos en casa, gracias —se despidió Jimin de su hermano.

—Adiós —se despidió Taehyung del alfa, agitando suavemente su cabeza como despedida.

Jungkook correspondió el gesto observando como el par de amigos desaparecía entre las personas. Algo se removió incómodo dentro de él al recordar aquel extraño tocando a Taehyung.

—Realmente lo siento Jimin —expresó el beta sentándose frente a su amigo con ambos cafés en mano.

—Está bien —recibió su café con leche sonriendo suave—. Fue entetenido ver algo de ambas essposiciones —aseguró.

—Y eso que no pasaste por la de modas, ahí hacen una pasarela para modelar los trajes. Algunos hacen ropa muy buena —comentó tomando un sorbo de su café—. Atch, caliente —sacó su lengua quemada por el caliente líquido.

—Bobo —se burló el omega soplando suavemente antes de tomar un sorbo de su café.

—Mejor dime podqué me abandonaste en la fiessta —habló extraño debido a que tenía su lengua afuera.

—Abanonar suena feo —torció sus labios—. Solo... No me acodé por un momento de ti.

—Un momento que duró un día entero —señalo divertido.

—Taeee —musitó haciéndole ojitos, de solo recordarlo le hacía sentir como una mala persona.

—Está bien —sonríe—. Yo no te conteste las llamadas, déjalo como que estamos a mano ¿hecho? —el pelirrojo asintió con su cabeza, conforme—. Entonces... ¿Por qué se fueron en plena fiesta? Aunque tus padres no parecían muy preocupados a decir verdad.

—Comnocí a mis abuelos —contestó juntando ligeramente sus cejas de solo recordarlo.

—Y entonces... —le instó a seguir, observándolo curioso.

Luego imitó el gesto de su amigo al recordar que él ya se había encontrado una vez con ellos, tal vez no de frente, pero si había escuchado una conversación que no debía y realmente no le parecieron buenas personas.

—No son muy amabes, creo que les molesta que la famnilia Min me haya adomtado y me digeron cosas que no entedí pero se mnotaba que no les era de su agado —frunció sus labios, pensativo.

—¿Qué cosas te dijeron? —Jimin observó su café.

El omega sacudió su cabeza.

—Lo que más me moleta es que me deron una mirada rara... No sé —sube sus hombros—, fue comno si se estuvieran burando de mí —recordó apretando su taza.

Taehyung mordió el interior de su mejilla, furioso con aquellas personas. Podía entender que no les gustaba que los padres de Jimin lo adoptaran, pero esa no era razón para que lo trataran mal. Es más, ¡ni siquiera entendía por qué les molestaba a ellos!

Esas personas realmente no pintaban nada allí, sólo eran los abuelos.

—No pienses en ello, solo te quieren molestar —aseguró tomando la mano de su amigo—. No se los permitas.

—No lo haré —prometió mirándolo, no sabía si podría pero al menos lo intentaría.

—Y entonces... ¿Fue en ese momento cuando Yoongi hyung te salvó y secuestro? —pregunto moviendo sus cejas, intentando ahuyentar el deprimente ambiente que se había instalado por hablar de aquellas personas.

—Nop, me salvó el señor Gi-kwang. Es nuetro vecino —añadió al ver la mirada confundida de su amigo—. Luego me fui al invenadero otra vez y ahí fue cuano me encontró Yoongi hyung y nos fuimnos. Paramos en la calle e hicimos... ¿Ested fud?

—¿Comieron en los puestos de la calle? —pregunto divertido, imaginándose a los dos con trajes de fiesta.

Jimin asintió con su cabeza efusivamente.

—Sí, Yoongi hyung me conmpró de todo lo que le pedía, comnimos mucho —recordó sonriente.

Taehyung le sonrió en respuesta, pensando que aquello realmente sonó como una cita.

—¿Te gusta Yoongi hyung? —preguntó.

—Mucho —afirmó el omega antes de tomar un sorbo de su café.

—No me refiero así —dijo el beta observándolo fijamente, como si estuviera estudiándolo—. Me refiero a si te gusta como alfa, como un hombre y no como tu hermano.

Lentamente, Jimin bajo su taza y observó sorprendido a su amigo.

—Es mi hermano.

—No de sangre —señaló entusiasmado—. Tal vez él podría enamorarse de ti, ya sabes, eres un omega con una mezcla entre lo tierno, atractivo y sensual —dijo observándolo críticamente—. Eso sin contar tu personalidad. ¡Él incluso ya podría estar atraído hacia ti! —chillo exaltado de solo pensarlo—. Siempre que me encuentro contigo tú llevas su aroma.

El omega negó con su cabeza—. No. Estás penmsando mucho las cosas Taehyung, somnos hermanos. Yoongi hyung me gusta al igual que mis otos hermanos y mis padres —aseguró, pero ahora se veía un poco confundido.

El peliazul alzó ambas cejas sorprendido y una sonrisa ladina surco en sus labios.

—Está bien, pero si en algún momento llegas a sentir más que un gusto de hermanos con Yoongi hyung, recuerda que no son hermanos de sangre de verdad, por lo que estaría bien.

—¿Por qué me dices esto? —preguntó frunciendo sus labios, confundido.

—Porque si yo no puedo estar con unos de los guapos hermanos Min, me gustaría que al menos mi amigo del alma sí —respondió logrando que el pelirrojo negara divertido.

"Y porque me gustaría que al menos tú si puedas estar con la persona que amas" pensó sin atreverse a decirlo.

—¿Ya, megor dimne cómo sabes que teno el aroma de Yoongi hyung? —pregunto cambiando de tema, ignorando la sensación que dejó su amigo tras decir aquellas palabras.

—Fácil. Cuando las personas quieren acercarse a ti primero inhalan, fruncen el ceño y se dan media vuelta sin decir nada. Sé que aquello pasa cuando un omega tiene impregnado el aroma de un alfa en él, es como una advertencia de que tiene pareja para algunos —explicó—. ¿Terminaste tu café? ¿Vamos de compras?

—No tengo dinero —respondió imitándolo al levantarse.

—No importa, yo invito —sonrió comenzando a jalar de su amigo, ignorando sus reclamos.

—Pero no es juto —se quejó saliendo del a tienda.

—Entonces cuando tengas dinero me invitas tú —respondió desinteresado.

Aunque no era la mejor solución, Jimin asintió.


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