"Por favor, recuerdame lo bueno que es la vida."

~Mátame, saname.~

Variados flashbacks dolorosos se colocaron entre la inconsciencia de la frágil rosa blanca manchada de sangre, dolorosos momentos, felices momentos, risas, enojos, llanto...

Todo se vino hacia él en varios videos abrumadores, más eso no lo despertaba aún mientras era movido desde su camilla que abría abruptamente puerta tras puerta del hospital.

Inicio del flashback

-Me llevaré a los niños conmigo, no voy a soportar más esta mierda.-habló entre una respiración errática mientras se movía de aquí y allá sacando ropa, juguetes, todo escuchando las preguntas de sus pequeños. "¿A donde vamos papi?", "¿Por qué papá no viene con nosotros?", "¿Ya no nos quiere?".

Todas las preguntas agobiaban a Yoon Gi en un mar que lo ahogaba y sofocaba hasta el punto de gritarles, no tenía consciencia...

-YA BASTA, SÓLO NOS IREMOS DE AQUÍ, ¡MIERDA!.-

Los pequeños se encogieron entre su aislado sitio mirando con temor a su papi quien segundos después rompió en un cruel llanto, las lágrimas saladas corrían desde sus mejillas hasta su mentón terminando por romperse en su ropa y dorso de su mano que las secaba sin consuelo, ¿desde cuando empezó tal batalla?.

El moreno cansado de soportar tanta escenas insolentes se paró tirando de paso aquella silla mecedora del cuarto, esta resonó en la pared en seco ganándose las miradas de miedo por su esposo he hijos, esas miradas que le causaban dolor recordar. -No te los vas a llevar a ningún lado...-habló apretando sus dientes contra ellos sintiendo aquel dolor en su mandíbula.

Yoon Gi soltando un tembloroso bufido por la nariz respondió en pregunta. -¿Qué?.- este bociferó una risilla burlona manteniendo sus frescas lágrimas en sus rosados mofletes.

-TE DIJE QUE NO TE LLEVARÁS A MIS HIJOS A NINGÚN LADO, MALDITA SEA.-el de tez canela tomaba fuertemente de los brazos al pequeño albino, dejó caer un cuadro, uno muy valioso para cualquiera que hubiese colocado una foto familiar en este, cuando fué acorralado en una cómoda de madera, una vocesita quebrada se hizo presente interrumpiendo el que el albino se safara del agarre de su contrario cómo pudiera.

Su mundo se estaba desmoronando.

-¿P-papi...?-Ha-neul, la más sensible estaba rompiendo en un cruel llanto, suplicó que soltara a su papi, que ambos vinieran con ellos, que se amaran cómo antes.

Algunas veces no todo se puede.

Pero esto no es "algunas veces"

–Vete...–la voz quebrada y el nudo en la garganta del moreno se rompió.

Final del flashback

El albino dudaba frío, sus ojos se apretaban con fuerza balbuceando una y otra vez cosas incoherentes para los doctores, pero con sentido para el sollozante moreno que ayudaba a empujar la camilla con el fin de estar al lado de su pequeño Yoon Gi.

-Salven... Bebé...-balbuceó apagando y encendiendo sus perdidos ojos hacia aquella fila de luces del techo, el doctor lo miró con cierta lástima y preocupación, JongHyun era su nombre.

Aquel tipo más que un doctor...

Era un Ángel.

-Señor Kim, usted debe elegir por él, si salvamos al bebé el padre no tendrá mucha probabilidad de vida, si salvamos a este chico... Ya sabe lo que pasará. Aunque ahora mismo sufre peligro, por favor escoja rápido.-habló acelerado con su respiración errática, mierda y más mierda, estaba en una especie de trance, la voz distorsionada del doctor se oía de fondo desconcertando al moreno quien hizo llegar sus pies a la tierra, bienvenido al mundo que te mata y sana incesantemente.

-Salvenlo...-Namjoon pronunció seguro.

*☆ *☆ *☆ *☆
┊         ┊       ┊   ┊    ┊        ┊
┊         ┊       ┊   ┊   ˚✩ ⋆｡˚  ✩
┊         ┊       ┊   ✫
┊         ┊       ⋆      
┊ ⊹     
✯ ⋆       .  ˚
     

                                                 ❨✩

                 .      . 　   ·  ✦

* 　　　　　 ·

* .  •   　 · 

.      . 　   ·  ✦

* 　

                              .       . 　   ·  ✦

* 　　　　　 ·

* .  •   　 · 

.      . 　   ·  ✦

* 　　　　　 ·　　　 ·

* .  •   　 ·  

•.  .                                          ✶

˚  · .　　  ·

              ˚  · .　　  ·

–Asegúrense de que se encuentre fuera de peligro...–

Dictó el segundo doctor, Lee Tae-min encargado también de la situación mientras con ayuda de las enfermeras iba por la mitad de su trabajo, este sudaba frío igual que Kim JongHyun quien cortaba con cuidado cada parte que debía, era cuidadoso con respecto a las operaciones, siempre velaba por sus pacientes esperando lo mejor de cada dicha operación y esta no era la excepción. El segundo nombrado observó cómo el albino luchaba constantemente por abrir sus ojos, estos lucían tristes y sin brillo, algo que hizo oprimir el débil corazón de JongHyun.

–Estarás bien Yoon Gi... Eres alguien muy fuerte.–sonrió a través de su mascarilla dándole fuerzas, si esto no salía bien... Se lo lamentaría mucho.

                 .      . 　   ·  ✦

* 　　　　　 ·

             * .  •   　 · 

.      . 　   ·  ✦

* 　

                              .       . 　   ·  ✦

* 　　　　　 ·

           * .  •   　 · 

.      . 　   ·  ✦

* 　　　　　 ·　　　 ·

* .  •   　 ·  

•.  .                                          ✶

˚  · .　　  ·

              ˚  · .　　  ·

Mientras tanto el moreno yacía en la sala de espera, estaba ansioso, preocupado, era un lío emocional que iba a desatarse en cualquier momento sin motivo de alivio, estaba tan perdido entre la angustia del pasar de cada segundo, minuto y hora que no se dió cuenta cuando el Doctor lo había llamado unas dos veces, este tuvo que acercarse a pasos pausados hasta dar con la atención del de tez canela quien al verlo se levantó de inmediato.

No pudo articular palabra alguna pues el Doctor Kim JongHyun ya empezaba a recitar sus firmes palabras. –Todo salió con éxito afortunadamente... Ese bebé lo hubiera matado si aún así el accidente no ocurría.–aclaró en un tono de preocupación, era cómo si él ya lo conociera, sin embargo... Las cosas no iban así.

El moreno no hizo más que sonreír desatando otro fuerte nudo en su garganta con alivio, sus morenos mofletes se mojaban por las lágrimas que parecían no cesar, este agradeció y sin un permiso salió en busca de su pálido chico.

JongHyun no hizo nada para detenerlo...

No era necesario darle permiso a el amor para pasar hacia tu alocado corazón.

❨✩

–¡Yoon Gi!, mi Blancanieves...–

Un increíble "jodete" Quería ser liberado de los labios del albino que descansaba en la camilla, podía oir pero no iba a responder semejante pendejada.

–Lo siento mucho...–el más alto tomó la fría mano de su pequeño con sutileza dándole su calor vital e incondicional, besó esta variadas veces obteniendo un quejido típico de Yoon Gi al instante, este abrió sus ojitos gatunos mirando al moreno con pesadez.

–¿Por qué... Mi abdomen duele?.–

Mierda...

–Verás... Yoon Gi, eras tú o el bebé.–

Simplemente el nombrado no lo podía creer, sus ojitos reflejaban dolor aguandose rápidamente, sus labios resecos temblaban tratando de articular palabra alguna fallando en el intento, sollozaba en grande.–TE DIJE QUE LO SALVARAS SIN IMPORTAR QUE YO MURIERA, TE LO DIJE UN MILLÓN DE VECES.–Lloriqueos incontrolables salían retumbando en un cruel llanto inconsolable.

–¡Ese bebé igual te hacía daño!, ¡¿por qué no lo entiendes?!, si el bebé moría igual tú estando sin el accidente.–habló con firmeza tratando de controlar a el más bajo que sentado en la cama buscaba la manera de irse por los doctores exigiendo la "verdad", algo que no hallaría pues cada palabra del moreno era dolorosamente cierta.

–SUELTAME, SUELTAME.–en gritos e hipidos su cuerpo era retenido en un fuerte abrazo por el moreno, su abdomen dolía cómo una maldita cuchilla, sus lágrimas eran amargas, su garganta dolía... Y cada vez su cuerpo se destensaba rindiéndose entre los brazos ajenos. –Quiero a mi bebé... ¡Namjoon, yo lo quiero!.–

Luego de aquella noche...

Pasamos a estar en donde ahora estamos, el día 2 de estar pasando la noche en el hospital.

~KimJin~