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~Camada Kim en camino~

Ugh... Duele... Mgh!... S-sólo debe ser una patadit-... MIERDA CREO QUE YA VOY A PARIR.–Bociferó adolorido entre aquellos quejidos y continuos lloriqueos, al querer levantarse de la cama sintió algo húmedo rodear su trasero, esto iba a ser jodidamente difícil aunque sea por cesárea...

Con toda la "calmita" Del mundo este intentó reincorporarse más le era inútil, este apretaba sus dientes entre sí mientras empezaba a sentir calor y poco a poco el sudor deslizarse por su frente. Optó por hacer la típica llamada cuando quería a su esposo con él para mimarlo, sólo que esta vez... Él tono de voz era muy diferente a el habitual.

¡A-augh! Mierda... NAMJOOOOOOOOOOON, TRAE TU CULO AQUÍ AHORAAA.–

Y ahí venía el moreno dejando todo trabajo en una mini oficina en la sala, habían papeles regados por doquier junto con variadas tazas de colores vacías perfumado el lugar del café que habían contenido, trabajar en casa era aún más cómodo que en la empresa. Aseguraba que su albino esposo tenía uno de esos cambios de humor por lo cual entre el camino de la planta baja y la escalera suspiró tembloroso preparándose mentalmente para fuese lo que fuese a sucederle.

Por algo mami me decía que debía traer agua bendita a la casa...–susurró audible para él mientras ingresaba formando una sonrisa nerviosa a la alcoba que ambos compartían. –¿Qué necesitas mi cielo?.–preguntó con dulzura el joven canela que no sabía que sería padre en unos buenos instantes.

Necesito parir.–balbuceó apenas audible aguantando el enorme dolor.

–... ¿Qué?.–

–QUE SE ME SALEN LOS HIJOS NEGRO DE MIERDA.–

El moreno abrió los ojos en grande, su corazón daba un gran vuelco y sus órganos parecían moverse provocando una extraña sensación dentro de él, entre sonrisas y una gran emoción tomó cómo pudo a su esposo en brazos, las llaves de su auto y la copia de la casa siempre las cargaba consigo pues sabía bien que en un día de estos sus cachorritos nacerían y este era el día.

Namjoon aseguró bien a su esposo en el auto procurando tener sumo cuidado con él, le entregó desde el asiento de piloto una pequeña pelotita anti estrés para que inhalara y exhalara apretandola cuando el dolor se presenciara que sería... Todo el tiempo.

-ESTA MIERDA DUELE CÓMO LA GRAN PUTA, NAMJOON.– bociferó Yoon Gi mientras ya sufría las contracciones anunciando el parto. por otro lado el de tez canela manejaba sin importarle la velocidad que ponía sobre la carretera, SUS BEBÉS ESTÁN EN CAMINO.

-C-cariño ya llegaremos en unos minutos, ¡pelea!.- Su voz temblaba tartamudeando en el inicio de cada oración, estaba muriendo en toda clase de emociones y sensaciones combinadas; incluso sus manos transpiraban y gotas de la misma sustancia caían por su frente y patillas. Intentó calmarse pero los chillidos de su esposo lo alentaban incluso a pasarse las luces rojas pero no quería estar en la cárcel y que se llevaran a su esposo perdiéndose así del hermoso nacimiento de sus criaturas.

En pocos minutos que fueron largos para la pareja Namjoon volviendo a tomar a Yoon Gi con cuidado colocando uno de los brazos del albino entre sus hombros elevó la voz exigiendo pronta atención y así fué. Yoon Gi iba en una camilla con aquellos doctores y su esposo rodeando esta.

–Mierda... Creí que los doctores eran cómo en los melodramas.–susurró por lo bajo entre las contracciones el entrante en parto de tres cachorritos mirando con los ojos entre cerrados a un viejo doctor.

Aquí empezó la cosa.

Cómo sabemos un hombre no puede dar a luz naturalmente ya que debido a la pérdida de sangre tanto el padre cómo los bebés corren el peligro de muerte, por lo cual entramos a la opción 2 «Cesárea».

Namjoon entró a la sala de parto una pequeña cámara acompañaba la mano libre filmando aquel momento en el que sus bebés nacerían mediante la dicha cesárea, el no estaba listo y lo sabía perfectamente pero aún así entró dándole ánimos a su esposo quien sujetaba su mano mediante el procedimiento, sus gatunos ojitos estaban cerrados por la anestesia, debía estar ahí dándole fuerza así fuera a desmayarse por ver cómo sus niños eran sacados por debajo de su vientre.

¡Vamos a por los bebés!.–comentó animoso el doctor al haber acabado de abrir la placenta sacando el líquido dentro de la mencionada, una de las enfermeras observó al moreno que al parecer dejaba su color quedando pálido cómo si fuese a dejar ir su alma hacia el cielo.

Señor Kim, ¿está usted bien?.–preguntó entre un leve tono de preocupación la muchacha encargada de pasar las cosas al doctor quien continuaba con el trabajo, Namjoon no respondió y sin más cayó de espaldas desmayandose provocando un grito por las enfermeras menos el doctor quien muy concentrado se encargaba por si sólo de la situación.

¿Se murió?.–preguntó una de las enfermeras que no se movía cómo todas sólo observando con asombro a el hombre tirado cómo cualquier cosa en el piso.

Más de 60 minutos habían pasado ya, Namjoon permanecía lejos por orden del doctor mientras sujetaba un algodón con alcohol debajo de su nariz mirando desde lo lejos la escena, permaneció atontado pero ese estado se esfumó al oir un dulce llanto. Sus ojos ya no parecían asiáticos y entre las risas enternecidas de las enfermeras y el doctor orgulloso cómo un padre lo escuchó anunciar.

¡Es una hermosa niña!, ¡felicidades!.–y efectivamente lo era, el doctor la observó acunandola en sus brazos observando a el padre, de una señal con su cabeza le ordenó acercarse y sin más el moreno tirando la silla tras de él se acercó y tomó a su primera bebé.

Hola hermosa... Dios no puedo creer esto, eres igual de hermosa que tu papi.–comentó con dulzura y voz quebrada debido a la fuerte emoción dejando caer las saladas lágrimas que caían gentilmente desde sus mejillas y mentón.

–Ha-neul...~ ¿Se parece a mi, amor?.–habló Yoon Gi aún bajo la anestesia mirando con sus ojitos llenos de lágrimas que amenazaban con salir sin su permiso a su esposo y a la primera bebé en brazos.

Así es, tiene todo de tí, incluso se ve cómo una bolita de masa... Nuestra dulce bolita de masa.–comentó por último apegando su frente con la de la bebé que permanecía a gusto y calmada en los brazos del moreno, dejó un beso en su frente pasándosela a la enfermera para que la llevara a la incubadora.

Salió una bolita más luego de los cortos minutos de la primera.

¡Otra hermosa niña!.–anunció mientras era ayudado a cortar el cordón umbilical cómo a la primera nena, la pasó sobre una blanca manta con sutileza y la entregó para que sea conocida por los padres.

Hye Jin, ella es Hye Jin.–hablaba casi en balbuceos el pálido con una agotada sonrisa, sus ojos pesaban pero los mantuvo abiertos cómo pudo al tener a su bebé a un lado suyo junto con el moreno quien se la acercaba para que le mimara.

Namjoon, son muy preciosas.–sollozó otra vez entre una quebrada sonrisa pasando lentamente su manito con cuidado por la cabeza de la nombrada Kim Hye Jin.

Me siento celoso bebé, a nuestras bolitas de masa si les dices cositas lindas...–

–¿Qué acabas de decir negro feo?.–lo miró indignado pues el apodo de "bolita de masa" No era algo que le gustara. Una vez su madre cuando vió su ya desarrollado vientre hecho una pelota de playa esta le había dicho que parecía una bola de masa muy linda, que era un dumping con patitas.

Namjoon rió casto dejando un beso entre el fruncido ceño de su esposo.

Eres mi dulce bolita de masa~...–

La enfermera se llevó a la segunda mujercita y ahora el doctor proseguía sacando a la última cosita.

¡Es un varón!.–dió el último anuncio haciendo todo procedimiento de antes entregando al último nenito de la camada Kim a los brazos de Namjoon.

Es hermoso y fuerte cómo su padre.–exclamó Namjoon mimando al pequeño que parecía reír ante lo que decía mostrando unos bellos hoyuelos en sus mejillas. Namjoon volvería a llorar en cualquier momento, ya era padre de unos hermosos bollitos, tenía una familia perfecta.

Lo es amor... Lo es.–Yoon Gi limpió con amor las lágrimas de su esposo a su lado quien no dejaba el llanto, amaba con locura a ese hombre por más estúpido, pervertido, destructor y despistado que pueda ser; siempre lo amaría hasta la muerte tal cómo juró aquel hermoso día ante el altar.


~KimJin~

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